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Las políticas de diversidad LGBT deben siempre emanar de la Dirección General
y nunca del Departamento de Comunicación o el de Recursos Humanos.
Deben ser transversales y afectar a todos los departamentos y a todas las áreas funcionales para garantizar la coherencia.
Desde el punto de vista de atracción de talento un entorno inclusivo que no discrimina no solamente atrae a las personas LGBT
si no también a personas que están acostumbradas a ambientes inclusivos, como por ejemplo las Generaciones i.
También hay que tener en cuenta el tema de retención de talento. La rotación no deseada es muy cara.
Encontrarte con que una persona que lleva 5 años contigo en tu empresa, en la que has gastado dinero en atraer como profesional,
que le has dado todo tu Know How y que conoce a todos tus clientes,
si esta persona decide marcharse de tu empresa porque no se siente a gusto porque siente que hay un entorno homófobo,
esto es un coste, uno que fácilmente se podría evitar.
No tener un entorno inclusivo en el que la gente pueda salir libremente del armario en la empresa
tiene mermas también en términos de productividad, puesto que si las personas están preocupadas de mentir
o de ocultar cuál es su realidad personal, desde luego no son tan productivas.
Las herramientas para generar un entorno inclusivo para los LGBT consisten principalmente en la normalización,
hablar de las cosas con naturalidad e incluir. Y en este sentido las empresas
pueden ser muy eficientes a la hora de producir referentes, personas relevantes con las que personas jóvenes LGBT se puedan identificar.
En España tenemos muchos referentes profesionales pero casi todos adscritos al mundo artístico y muchas veces muy estereotipados.
Por supuesto Jesús Vázquez o Boris Izaguirre son dignos representantes pero siempre dentro del mundo de lo artístico.
Es necesario que personas como Fernando Grande Marlasca o Jesús Encinar
dentro del mundo de la empresa lo hagan de un forma relevante.
También es necesario ofrecer personas aliadas, simpatizantes con este tipo de diversidad y finalmente la generación de grupos.
En el IE, IE Out supuso un antes y un después,
puesto que el grupo no solamente sirve como herramienta de acogida a otros estudiantes que llegan nuevos
si no que además es un elemento informal de mentoring entre los propios estudiantes, profesores, etc.
El grupo LGBT también constituye un nicho importante de negocio, o sea, un grupo de clientes.
Muchos de ellos no tienen hijos y por eso se les denomina Dinc, son parejas que tienen doble ingreso y sin niños.
Y esto además para determinadas industrias, como por ejemplo la industria turística es fuente de muchísimo interés
porque además rompen con la temporalidad, es decir pueden tomar vacaciones fuera de las vacaciones escolares de estudiantes y niños.
Sin embargo es un gran riesgo abordar este nicho de mercado sin el conocimiento adecuado de sus características
y simplemente limitándose a poner la bandera multicolor y pensar que por ello se atrae a este nicho.
Quien aborde este nuevo nicho de mercado lo debe hacer siempre con un estudio, investigando en qué consiste
y cuales son las características específicas de su cliente.
Debe hacer una adecuada sensibilización y formación de sus empleados y lo debe hacer de una forma coherente,
considerando todas las áreas funcionales de la empresa.
El producto LGBT friendly yo lo subdivido en 3: por un lado está el producto exclusivo,
que es el que está diseñado específicamente para este público, por ejemplo un crucero de chicos gays o de mujeres lesbianas.
Por otro lado está el producto inclusivo, que es aquél que incluye a este colectivo.
Y finalmente está el producto que no excluye, que es el que a mí más me gusta, el producto que asume todas las posibilidades.
Es una falacia pensar que en España con una legislación tan moderna la homofobia ya ha dejado de existir.
Es tan falaz como pensar que porque la Constitución dice que todos somos iguales ya no existe discriminación de la mujer.
Entonces la empresa tiene una obligación moral importante de colaborar para acabar con la homofobia
porque además, precisamente la ley ha hecho que muchas parejas se casen y tengan hijos
o que muchos jóvenes salgan del armario y sientan la homofobia dentro de la escuela u otros entornos sociales.
Muchos activistas LGBT demonizan que las empresas busquen el dinero rosa
porque consideran que es una cosificación de este tipo de diversidad pero yo lo veo al revés.
Yo pienso que el activismo LGBT tiene una grandísima oportunidad si capitaliza la capacidad de la empresa
para ofrecer, por ejemplo, referentes relevantes, para expandir nuevos mensajes, para que la diversidad de orientación ***
o de identidad *** sea completamente normalizada.