Tip:
Highlight text to annotate it
X
[♪ música ♪]
[locutor] Desde la Unity Church of Christianity en Houston, Texas,
esto es "The Awakened Life" con el Reverendo Howard Caesar.
Unity es una Iglesia Cristiana sin denominación,
que provee un acercamiento positivo, práctico y progresivo al Cristianismo.
Unámonos al servicio en curso con el Reverendo Howard Caesar.
[Reverendo Howard Caesar]. El título hoy es, "Amadles a través de la experiencia."
"Amadles a través de la experiencia", y se aplicaría en muchos casos—
quizás muchas maneras en las que podemos amar a alguien a través de algo por lo que están pasando.
No hay nada más importante que la fuerza del amor en nuestras vidas para unirnos.
Es esto lo más importante en esta vida en la que estamos para aprender y expresarnos.
Algunos sabéis que mi madre falleció recientemente
e hizo su propia transición.
Algunos no sabéis, y desde luego nuestra audiencia de TV no lo sabe,
que fue hace poco, y os doy las gracias a todos aquellos que nos habéis enviado las condolencias
por carta, postales, llamadas, correos y Facebook.
Realmente os doy las gracias, han sido cientos y eso realmente me ha emocionado.
La mayoría creo que hemos perdido alguien cercano o querido.
Podría ser el padre, el abuelo o alguien amado al que se han sentido muy cercanos,
y lo que he experimentado perdiendo a mi madre desde luego que no es nuevo.
De hecho, en el primer servicio había personas que habían pasado por eso recientemente
en semanas o meses o en un mes habían perdido al padre o a alguien querido
Así que esto ocurre.
Y he estado a través de mi vida tratando la preparación de las lecciones de cada domingo
estando abierto a lo que es más inmediato para hablar sobre ello
y ser guiado a la hora de comentar los tópicos;
a menudo puede ser algo que necesito aprender o algo que he aprendido
o algo que siento que he sido dirigido o guiado para compartirlo.
Así, en vista de esto, realmente me sentí guiado a compartirlo un poco con vosotros
pensando en que vosotros sois familia, somos una comunidad, y quiero compartir todo lo que pueda con vosotros
incluso esos momentos íntimos, que tuve con la muerte de mi madre.
Quiero marcar la importancia de tener un entendimiento sano
sobre la vida y la muerte y estar cómodo con eso,
ya sea en la de los demás o en la mía propia.
Porque todo el mundo muere, y nada en este mundo o reino físico es permanente.
Las cosas se modifican y cambian, y eso incluye que nuestros cuerpos físicos no son eternos.
Así que cada uno de nosotros vamos a morir físicamente.
Nadie escapa a esa experiencia y a ese proceso.
Así que es muy importante que enseñemos, para que entendamos una vez más
que esta experiencia a la que llamamos muerte es de hecho una experiencia de vida.
No es tanto un final; es una experiencia de vida y la continuación de la vida.
Y eso es importante, y hay una escritura a la que me gusta referirme relacionado con esto
la cual es Mateo 22, donde a Jesús le preguntan y el responde
diciendo, "¿No habéis leído lo que os fue dicho por Dios
cuando dijo, yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob?
Dios no es el Dios de muerte sino el de la vida."
Dios no es el Dios de muerte sino el de la vida.
Podemos interpretarlo de dos maneras—uno es que existen aquellos que son como
la muerte en vida aunque estén ocupando un cuerpo.
Y esto siempre es triste, pero estos no están vivos.
Dios está en un punto de vitalidad, y eso significa la vitalidad del amor,
la vitalidad de la alegría y la felicidad, vitalidad de la paz y la harmonía,
y la vitalidad de la gracia y la bondad.
Eso es lo que es Dios y tiene esa vitalidad.
Y Dios es el Dios que quiere ser expresado a través de tí, no ser deprimido por tí,
o cerrado, apagado o escondido debajo de una cesta como dijo Jesús.
El segundo significado de este Dios no es el Dios de la muerte sino de la vida
es, creo, que podíamos interpretarlo como que Jesús dice que no hay muerte.
Dios no es el Dios de muerte sino el de la vida.
porque no existe la muerte, solamente la vida.
Y la gente pasa por algo llamado muerte, pero solamente es una transición.
No es un final; es como otro nacimiento.
Y nacer no es fácil cuando venimos al mundo, y a veces hay un pequeño malestar en el hecho de salir.
Puede variar dependiendo de la persona desde luego.
Creo que importante comprender que puede ser esto lo que está diciendo,
que la muerte no existe realmente; que solamente hay vida y que la muerte es realmente una liberación
en una transición hacia un nuevo nivel de libertad realmente.
La muerte va sobre la aceptación; hay que dejarlo pasar por la persona que está experimentando esa transición,
y dejarlo pasar también por parte de las personas que rodean a ese ser querido,
es muy importante crear esa dinámica de dejarlo pasar energéticamente
Mi madre falleció el 25 de Septiembre, realmente reciente.
Tenía 92 años de juventud, y era una gran madre. Fue una gran señora.
Tuvo un gran impacto en mi. He hablado sobre ella en muchas ocasiones.
No solo el día de la Madre, he estado en contacto con ella,
y he compartido cosas; la telefoneaba por lo menos una vez a la semana.
Ella vivía sola en un apartamento para mayores, así que esta fenomenal que estuviese ella consigo misma.
Había pasado por un combate real contra artritis reumatoide a sus 60 años y esto la había devuelto a la vida.
Se calló y se dañó la cadera, y entonces más tarde a sus 80, si a sus 80,
le hicieron un injerto de cadera, y por eso estaba algo inestable, pero podía vivir por si sola,
usaba un andador, y era capaz de cuidarse ella misma.
Mi hermana es un ángel viviendo cerca de ella en Wisconsin, la llevaba
a las citas con el doctor, a sus citas e la peluquería, la compraba comida
y se la llevaba para que mi madre pudiese cocinar para ella misma dos veces al día.
Y claro que la veían a menudo los fines de semana cuando la invitaban a cenar.
También estaba mi hermano y su esposa, que también pasaban tiempo con ella.
Pero mi hermana, en particular, ha sido un ángel cuidando de ella.
Y todas las semanas cuando yo llamaba, hablábamos de como iba todo,
y entonces nos decíamos, "Te quiero" cuando nos despedíamos.
Y la última vez que la llamé, hablamos de unas cuantas cosas,
y realmente estaba en un buen lugar.
Hablamos largamente sobre la familia, mi familia, y de las otras familias alrededor de donde ella vivía.
Pero cuando nos dijimos adiós ella me dijo, "Te quiero Howard."
Y era raro que dijera, te quiero, con mi nombre, así que fue como algo nuevo y profundo.
Y fue como que me sacudió, y así es como lo sentí.
Nos estábamos diciendo adiós y ella me dijo, "Te quiero Howard."
Y yo; desde luego dije, "Te quiero Mamá."
Cuando colgué pensé sobre esto—y me golpeó como si hubiese algo que se estuviese moviendo.
Fue casi como una señal.
Y así fue como mi hermana llamó dos días más tarde diciendo que había tenido un ataque serio.
Le afectó a toda su parte derecha, no era capaz de hablar, pero podía oír y entender
a través de la otra parte de su oído.
Y hablando con mi hermana, no siendo capaz de hablar,
pero capaz de oír y queriendo compartir lo que quería decir,
y no era capaz de tragar, y eso fue muy importante porque había firmado previamente
que no quería ser mantenida con vida artificialmente mediante tubos.
Y como no podía tragar, eso significaba que teníamos que respetar lo que había firmado.
Así que lo único que teníamos que hacer era quererla en esta transición
y permitir a la naturaleza seguir su curso.
Estaba en el hospicio en un hospital de Wisconsin, y no sabíamos cuanto tiempo podría estar ahí.
Tuve el apoyo de nuestra personal y de mi familia para acudir y faltar al servicio del domingo y todo esto.
Y estoy feliz de haberlo hecho porque fui capaz de pasar seis días y seis noches con ella
durmiendo en una cama supletoria en la habitación del hospital.
Así que tuve un montón de tiempo para estar con ella.
Y cuando entré, ya había llegado y volado allí,
ella fue capaz de reconocer quién había entrado en la habitación.
No podía formar palabras, pero hizo (sonido)—"O Howard", y una gran sonrisa
que obviamente me emocionó, y yo solamente agradecía mi entendimiento
de la verdad que sabemos y enseñamos—esta creencia en la verdad de que somos seres eternos.
Que somos algo más que nuestra apariencia física,
y que la muerte no es algo a lo tengamos que temer.
Para que yo pudiera ver a mi madre como algo más que este pequeño cuerpo frágil.
La pude ver como un alma preciosa que había experimentado un vida larga,
y que todo iba a ir bien, y ella estaba en plena transición.
Y es una cosa maravillosa no tener miedo, simplemente amarlos a través de la experiencia
y tener esa energía, todo está bien.
Y aceptar el coraje de lo que está pasando y de todo el proceso.
Durante muchos años la muerte ha sido algo que —la discusión silenciosa y solemne hasta que se ha dicho.
La generación del baby boom realmente tiene que repensar la actitud sobre esto en este tiempo.
La muerte le viene a más de 2 millones de personas al año.
Así que no es algo que podamos negar.
Docenas de libros han sido escritos sobre la muerte al final de los 60 y principio de los 70.
Incluso algunos catálogos universitarios por esa época,
que empezaron a ofrecer cursos de tanatología, que es el estudio de la muerte y del morir.
Así que las actitudes hacia la muerte han ido creciendo y expandiéndose.
Había un libro en 1969, que lo sacó Elizabeth Kubler-Ross,
es un nombre que probablemente todos reconocéis; es muy respetada.
Su libro se llamaba, "On Death and Dying."
Define los cinco estados de la muerte y del morir.
Y fue aceptado como tema principal de la sociedad,
y abrió un debate y una discusión como nunca antes había existido.
También al final de los 60, existió este movimiento de la autodeterminación
donde la gente insistía en que tenía más control sobre lo que ocurre al final de la vida
Y esto fue importante, porque las actitudes de la sociedad sobre la muerte y el morir seguían cambiando.
Y conforme a una encuesta de USA Today/CNN/Gallup que fue hecha en 1977
menos de 1/3 de los Americanos creían que era posible comunicarse con la muerte.
Y siete años antes, solamente el 18% creía en esto.
Esa encuesta de 1997 es de hace 15 o 16 años; no he visto alguna más reciente.
Pero estoy seguro que es mayor de ese 30% de 1997.
Así que estos cambios de actitud, están sustentados en los cambios en el cuidado de los que mueren
y en el trabajo de los Hospicios, y de mucha gente que ha trabajado en esto.
Es absolutamente maravilloso los avances que hemos realizado en esto.
Y también en simples aspectos de la espiritualidad de uno, relacionada con el proceso de la muerte y del morir.
Hay un movimiento que emergió sobre esa época que se llamó de la conciencia del morir.
Insistía en que la muerte podría ser una oportunidad para manifestar un crecimiento espiritual—
que el proceso ofrecía en si mismo un crecimiento espiritual cuando se pasa por ese proceso.
Y la idea de que si tienes una perspectiva espiritual y la usas en la experiencia por la que estás pasando,
entonces la muerte puede tomar un mayor significado en el camino de tu alma,
y que no represente solamente un final.
Al final de los 90 había un hombre llamado Stephen Levine, y escribió un libro llamado, "A Year to Live."
Había trabajado 25 años con la muerte y el morir, más de 25, y llegó a creer
que la muerte puede ser una motivación para vivir y para aprender a vivir cada día como si fuese el último
y eso nos lleva a tener la habilidad de celebrar cada día, y esas personas que son terminales
o que saben que les quedan 1 o 2 años de vida, con los que él trabajó.
Y él dijo, "Los milagros pueden ocurrir, y gente que no ha hablado a sus hijos en años
se reúnen, y la gente que ha odiado su trabajo cambia de trabajo.
Y gente que apartan lo que han querido hacer toda la vida
ya sea un hobby u otra cosa, empezaron a perseguirlo.
Así que la idea de vida después de la muerte no es nueva, pero han empezado a cambiar en las 3 o 4 últimas décadas.
la creencias alrededor de la muerte.
La gente comenzó a cambiar hacia ideas que van más allá de un sentido tan literal del cielo y el infierno.
No todos pero muchos, hay todavía algunos que son muy literales, y eso está bien.
Pero hubo mucha más especulación sobre lo que ocurre, y eso lo trajeron los diferentes estudios
que se llevaron a cabo alrededor de las experiencias cercanas a la muerte.
En los 70, Elizabeth Kublen-Ross estaba a la cabeza de esto.
Ella y algunos de sus colegas entrevistaron, fijaros, a más de 20.000 pacientes
entre las edades de 2 a 99 años—20.000.
Y todos tienen similares cuentos sobre lo que ocurre en experiencias cercanas a la muerte.
Y eso fue de hecho un punto de inflexión para Elizabeth Kubler-Ross
porque ella dijo en uno de sus libros, "Hasta ese momento, no tenía la creencia en la vida después de la muerte.
Pero los datos me convencieron de que esto no son coincidencias o alucinaciones—20.000.
Cuando retornaron de esas experiencias, se produjeron cambios.
Tenían sentimiento de amor incondicional para todos, y nunca los había experimentado antes.
Lo trajeron a la vida. Tuvieron cambios valorativos.
Las cosas materiales dejaron de tener la importancia que tenían,
y el beneficio de ayudar y servir a los demás llegó a tener mucha más fuerza
e importancia en sus vidas.
Y además de estas experiencias cercanas a la muerte, algunos se interesaron
por la habilidad en comunicarse con aquellos que habían pasado al más allá.
Y Elizabeth Kubler-Ross, creía que sin duda alguna, eso era posible.
Y pidió a los pacientes que estaban muriendo que le enviasen mensajes desde el otro lado.
Y dijo, "Algunas personas creyeron que eso era extraño."
Pero ella dijo: "Si pensáis que soy un rara -Me importa un comino".
Incluso su marido, que se llamaba Manny,
Manny Ross, y que murió antes que ella, le había prometido
y también a su hija que mandaría un mensaje una vez que estuviese en el otro lado.
Y el mensaje que decidieron; sería unas rosas congeladas —
rosas frescas, no lo siento, rosas frescas en nieve recién caída. ¿Lo entendéis?
es casi difícil decirlo.
Rosas frescas en nieve recién caída.
Así que murió, y ellos vivían en Chicago,
y durante la época del año en que ya hacía frío, ocurrió un día
que cayó nieve en el mismo día del funeral.
Y en tumba, tenían todas las flores y rosas fuera.
Y una gran ráfaga de viento llegó y las volcó y las esparció.
Así que Elizabeth fue y empezó a recogerlas y recogió las rosas, en especial,
e hizo como hacemos normalmente, entregar una rosa a cada persona,
o miembro de la familia o persona cercana para que se la lleven con ellos.
Y fue en ese momento cuando su hija le recordó a ella,
"Mamá, rosas frescas en nieve recién caída."
Había recogido las rosas de la nieve recién caída.
Así que Elizabeth dijo, "No hay duda sobre esto; cualquiera puede tener experiencias místicas."
Solo hay que abrirse a ellas, si estáis con la conciencia cerrada
no las vais a ver o experimentar lo que podrías si estuvieseis abiertos
a lo que pueda ocurrir.
Mostró que la muerte puede ser una cura emocional justo en el último momento
y que puede ser sagrado, cualquier momento en el camino hacia el momento final.
Y dijo en su autobiografía, "Vive y no mires atrás o te arrepientas
que has malgastado tu vida.
Vive la vida honesta y plenamente."
Ese fue su mensaje.
A Buda le preguntaron en una ocasión, "¿Qué le pasa al iluminado después de la muerte?
¿Dónde va? El iluminado."
Un hombre le preguntó esto, y Buda le pidió que juntase unos cuantos palos e hiciese fuego.
Y así hizo, prendió fuego, y dijo, "Bien, echa más palos al fuego."
Y así lo hizo, y dijo ¿Qué pasa?, el hombre dijo, "El fuego arde muy bien"
Y Buda dijo, "Ahora deja de echar palos al fuego."
Y así lo hizo, y el fuego desapareció.
Y el budista dijo, "¿Que le ha pasado al fuego?"
Y el hombre dijo, "El fuego se ha apagado."
Y Buda dijo, "Bien, y dónde ha ido? ¿Ha continuado? ¿Ha ido a menos?
¿Se fue a la derecha?, ¿Se fue a la izquierda?, ¿Arriba?, ¿Abajo?, ¿Donde ha ido?
Y el hombre dijo, " No solo ha desaparecido."
Y Buda dijo, "Eso es. Eso es exactamente lo que le pasa al iluminado después de la muerte".
De lo que realmente estaba hablando es cuando no se echan más palos a los deseos apasionados
a los antojos o lo que queremos externamente.
El fuego desaparece; está hablando del elemento de separación
que es tan importante para el iluminado, que eso es el proceso.
Y ahí es cuando empiezas a moverte y a cambiar vuestra identidad.
Así que uno de los aspecto del proceso de morir, es identificarse
más y más con el hecho de que sois espíritus.
El espíritu en ti, vuestra esencia de que hay un cuerpo espiritual que es hospedado por este cuerpo físico
y que en la muerte y la transición os desentendéis de él.
Pero el verdadero yo, es aquél que se mueve fuera, ¿okay?
Yo le dije esto a mi madre para ayudarla a cruzar.
Y básicamente todos los maestros, místicos, sabios y videntes solo quieren una cosa para nosotros
y es que nos identifiquemos con esta parte de nuestro ser
que es la esencia—el ser interior que realmente somos y conectar con él.
Elizabeth Kubler-Ross, además de hablar de los cinco fases del morir,
que incluyen cosas como la negación, la ira y, finalmente, llegar a la aceptación,
también desarrolló 4 fases para la vida después de la muerte—4 fases.
Y todo esto lo basó en sus entrevistas con los más de 20.000 pacientes
a los que entrevistó, y así sólo para entrar en la Fase 1 es necesario que dejemos el cuerpo físico
no importa la causa de la muerte ya sea cáncer, suicidio, accidente de coche, o de mayor.
La gente es consciente de dejar ese cuerpo.
Y son conscientes de la conversaciones que ocurren en ese momento; y son testigos
de los esfuerzos de los doctores y otros para salvarles.
Y aceptan la existencia etérea, afirma.
Y en esa fase, se experimenta una plenitud en ese momento.
En otras palabras, que si la persona fuese ciega, vería en ese cambio como deja el cuerpo físico.
En la fase 2 es en la que te encuentras con los ángeles y los guías.
Y en esta parte la gente dice que ha dejado ya el cuerpo
y entran en esta fase a la que se refieren como la del espíritu y energía.
Y son capaces de ir a cualquier parte a la velocidad del pensamiento, eso es lo que experimentaron.
Y los guías están ahí para consolarles y presentarles amablemente
a los familiares y amigos muertos, y como un alegre reencuentro.
Y dice que esto es muy importante, el rol que los guías y ángeles desempeñan,
porque a veces cuando la persona padece una muerte repentina que no espera,
como un accidente de tráfico, están confundidos, y es muy importante que estos ayudantes
estén inmediatamente ahí para llevarlos a través y ayudarles a entender lo que ha pasado.
En la fase 3 es en la que entramos en el túnel.
Y los pacientes describen como una estructura transicional que han dejado atrás,
un río, un puente, un puerto de montaña, algo, y luego
y hay una luz brillante al final que irradia calidez, energía y amor incondicional.
Y la gente dice que se sienten llenos de eso.
Y describen la luz como Dios, Cristo o Buda.
Pero todos están de acuerdo, y esto es importante, que al ver la luz
se dan cuenta, en ese momento, que solo hay una explicación para el significado de la vida,
y ese es el amor—entienden que todo lo que hay en la vida, el verdadero significado, es el amor.
Y la Fase 4 se mueven a una presencia, la presencia, la conciencia de una fuente superior.
Y esa presencia es Dios para la mayoría de ellos,
Y algunas hablan de tener un profundo conocimiento del pasado, del presente y del futuro,
se inundan de ello—son totalmente conscientes de ese nivel de conocimiento.
En este estado tiene una revisión de su vida—reviviendo cada acción, cada palabra, cada acto
y como usaron el regalo de la libre voluntad.
Se les pregunta lo siguiente, "¿Qué servicio le has rendido al mundo o a la vida?"
Y esa es una pregunta difícil para algunos; consiste en mirar que, o entender
de la vida de uno, y no se trata de clasificar a los justos y a los injustos.
Ya sabéis, tú a ese montón, tú al otro, es solo para ayudar a entender el propósito.
Y dice que eso requiere que la persona confronte si ha realizado o no
las grandes elecciones en la vida.
Y descubren si han aprendido o no las lecciones que se supone que tenían que aprender
en esa vida por la que han pasado, y la última lección que cada persona tiene que aprender, es el amor incondicional.
Y eso es para lo que estamos aquí—para aprender el amor incondicional.
Así que sobre el segundo día que estaba con mi madre, sentí que debía contarle la verdad
de lo que había pasado y de cuál era su situación.
Ella siempre había sido una luchadora; no fue fácil acercarme a ese oído que todavía funcionaba
y contarle que había tenido un ataque.
Y ella como que se sorprendió; casi como que lo había negado.
Y le conté que le había afectado a su lado derecho.
No podía formar las palabras de la manera que quería, pero podía entender, no podíamos entender lo que decía.
Pero lo mas importante, es que no era capaz de tragar.
Y eso significaba que debíamos hacer caso a su petición de que no la mantuviésemos de manera artificial.
Y es por esto que la íbamos a amar a través de esta experiencia.
Así que asintió, y lo entendió.
Desde ese momento la amé a ella; recé con ella.
Recé con ella en voz alta, recé mucho cuando estaba durmiendo, estando a su lado.
La hablé cuando estaba despierta, y me pudo escuchar y entender.
La alimenté con todo lo positivo que la esperaba adelante—
las legiones de ángeles que iban a venir a ayudarla.
Los seres queridos iban a recibirla, que no había nada que temer.
Que había demostrado en su vida la fe y la confianza en Dios,
y este era el tiempo para ampliar esto también-
que había muchos que lo habían pasado y que ella podía hacerlo también. Sabía que ella tenía el coraje.
Y que todo lo que le esperaba eran océanos de amor
y que ella tenía que mirar hacia la luz, y que la luz la llamaría.
Y que debería responder porque hay sólo amor en ella.
Y la animé a identificar su yo eterno,
y que no había que tener miedo de que su cuerpo empezara a apagarse.
Que su cuerpo no es lo que ella era; que solamente era que la había hospedado.
Que esa preciosa alma que ella siempre había sido para nosotros y su familia
era con la que se estaba moviendo; y que era eterna.
Que era una cosa maravillosa; Mis hermanos venían por lo menos una vez al día a visitarnos.
Y teníamos que tener tiempo; Yo iba con ellos a cenar todas las noches.
Así que fue un tiempo familiar de conexión con mis hermanos.
Y ya en el sexto día de estar allí, tenía que dejarlos.
Tenía que irme a las 5:00 p.m para tomar el avión de vuelta
y reunirme con el grupo con el que iba a Irlanda, unas 30 personas, a Irlanda y a Inglaterra.
Y mi madre lo entendió, así que me fui a su lado para contarle que me iba.
Le conté por qué y le dije otra vez que la quería, y dije adiós.
Y de hecho, recé por ella durante su tiempo, no en voz alta,
y que Dios se moviera con rapidez porque tenía un cierto malestar ese sexto día.
Y mientras yo estaba volando, ella falleció.
Así que cuando aterricé, tenía un mensaje de mi hermana que mi madre había fallecido.
Y sabéis, no me entristeció. Estaba feliz por ella.
Fue un alivio porque se liberó.
Y estaba feliz porque Dios había contestado y la había movido hacia esta experiencia con rapidez.
Así que celebramos el nacimiento, porque la muerte es una forma de nacimiento.
Es un nacimiento a una nueva vida.
Y como digo, me detuve y agradecí profundamente a Dios por todas las fuerzas de bondad
que hubo en la vida de mi madre y en mi vida.
Y aprendí, de nuevo, ya que estamos aquí para aprender,
que no hay nada que temer, y que el amor es la única fuerza.
Espero que esto haya sido de ayuda a algunos de vosotros, a lo mejor a todos. Que Dios os bendiga.
[Locutor] Gracias por participar en el mensaje de hoy.
Os invitamos a venir con nosotros otra vez el próximo domingo.
En Unity creemos que la presencia del amor y la bondad de Dios está en todas partes
y que la vida es buena.
Puedes encontrar más información sobre Unity y nuestras enseñanzas en UnityHouston.org.