Tip:
Highlight text to annotate it
X
[Rev. Howard Caesar] Tratas de encontrar una Iglesia donde asistir, buscas la más adecuada para ti y tu familia?
A lo mejor has estado mirando y te has sentido enfriado por alguna organización religiosa.
Esto ocurre. Déjame sugerirte que lo intentes con Unity Church.
Somos positivos, prácticos, y te acercamos progresivamente al Cristianismo.
Muchos de los que ya están con nosotros comentaron, "No sabía que existiese una iglesia, que enseñase en lo que siempre había creído."
Seamos honestos, la gente va a comprar ropa, va a buenos restaurantes, y a la iglesia adecuada,
que les alimenta espiritualmente. Si estás buscando la verdad espiritual, más allá de la tradición,
prueba Unity Church. Ven y únete a nosotros.
[♪ música ♪]
[locutor] Desde la Unity Church of Christianity en Houston, Texas,
esto es "The Awakened Life" con el Reverendo Howard Caesar.
Unity es una Iglesia Cristiana sin denominación,
que provee un acercamiento positivo, práctico y progresivo al Cristianismo.
Unámonos al servicio en curso con el Reverendo Howard Caesar.
[Reverendo Howard Caesar]. Durante dos semanas he estado hablándoos sobre un tema—
era una serie de dos partes llamada "La corriente de la estima de Dios". "La corriente de la estima de Dios".
Y creía que habíamos terminado con esta serie de dos, pero Dios ha dicho, "No, no hemos terminado."
Aprendemos muy despacio con respecto a esto, supongo.
Así que, hay 3ª parte, para mi sorpresa también. ¿Okay? [risas]
Y la corriente de la estima de Dios va sobre una sana autoestima
desde una perspectiva espiritual, de como Dios nos ve a nosotros,
no cómo nos vemos a nosotros mismos.
Necesitamos empezar a vernos a nosotros mismos en la misma luz en la que Dios nos ve,
para lo que nos ha creado y por lo que nos mantiene.
Así que, la autoestima tiene que ver con el amor propio, son lo mismo
Dijimos que eran sinónimos, así que expliquemos un par de cosas
para resaltar la primera y segunda parte.
Enfatizamos en la importancia que Jesús le dio al amor.
Por supuesto que estamos aquí para amar, y no hay nada más importante que el aprendizaje del amor
y la energía del amor y todo lo que eso significa.
Jesús mencionó los más grandes— que los 2 más grandes mandamientos van sobre el amor.
El primer mandamiento es amar al Señor Dios con todo vuestro corazón,
con toda vuestra alma, y con toda la mente.
Y es muy importante y vital estar en ese proceso, de verdad.
Y el segundo dijo, era similar a éste, y éste era
amar al prójimo como a ti mismo.
Y hablamos de lo importante que es que recordéis, "como a vosotros",
Y que no podéis amar al prójimo hasta que no os améis a vosotros mismos.
No puedes dar lo que no posees.
Si estás vacío y encuentras dificultad en amarte a tí mismo,
vas a encontrar que es casi imposible amar a los demás—por lo menos de una manera sana.
Así que, es importante aprender a amarnos a nosotros mismos.
Y dijimos que una autoestima saludable era saber dentro de uno—
saber que somos un valor—que sois un valor.
Y esto conlleva un sentimiento; un sentimiento de sentirse a gusto con uno mismo.
Te sientes a gusto en tu propia piel.
Te aceptas tal y como eres.
Te amas tal y como eres.
Y te aceptas a ti mismo, al mismo tiempo que eres honesto contigo mismo,
y reconoces que hay cosas que ves que son buenas
y cosas que no son tan buenas—que hay que trabajar en ellas.
Estamos en proceso-sin duda-por lo que aceptamos que no expresamos
la perfección, pero que sabemos que estamos en el proceso de curarnos y renovarnos a nosotros mismos
y que vamos hacia un mejor expresión de lo que Dios quiere que seamos.
Compartimos características de baja autoestima.
Y que cosas como la baja autoestima incluye la necesidad de reconocimiento de afuera—
realmente, de verdad necesitar que nos digan que lo hacemos bien.
Es la tendencia de culparnos por todo o culpar a los demás, mucho sobre la culpa.
Diferentes miedos—miedo al cambio de una manera u otra—sin duda.
Es la tendencia de querer controlar, estar al mando, e incluso dominar a los demás.
Tiende a ser una persona constantemente negativa, siempre viendo lo peor o lo que puede ser peor,
la necesidad de acertar, siempre estar en lo correcto.
La tendencia a comparar siempre, mirando hacia fuera y comparando
y entonces llegar a la conclusión de que o eres inferior
o el sentimiento de ser superior y toda esta dinámica.
Y hay excesiva crítica y excesiva búsqueda de faltas que es lo típico de la autoestima.
Puede estar en la persona que está por debajo o por encima del mérito.
Puede ser cualquiera de estos dos extremos sin duda
Hablamos un poco sobre la persona que es excesiva en la competitividad—
que podría ser causa de baja autoestima también—
siempre tiene que ganar, que es similar a siempre estar en lo correcto—este tipo de cosas.
Cualquier comportamiento extremo puede estar relacionado con esto.
Así que las características de alta autoestima—todos pasamos momentos ahí—¿no?
Incluye aceptar la aprobación desde dentro—desde dentro de uno.
Es conocerte dentro de ti mismo, es honrar las diferencias individuales.
No todo el mundo tiene que ser como tú o de la manera que tú quieres que sean.
Consiste en escuchar otros puntos de vista, y no es necesario que todo el mundo crea lo mismo que tú
para que te sientas a gusto
Y son cosas como la aceptación personal. El respeto a uno mismo.
Es autoconfianza. Es un sentimiento de amor a tí mismo—te amas a tí mismo porque eres la expresión de Dios.
Establecimos que—como hecho—que la dimensión de amar a Dios
es amarnos a nosotros mismos, ¿okay?
Y hablamos de Nosotros con N mayúscula—
que en nuestra esencia está la semilla de nuestro verdadero ser.
Nuestra esencia es quiénes somos.
Dios nos creó, y Dios no crea porquería.
Hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios.
Y está ese Nosotros, como dije, con N mayúscula que es Dios.
Y amar nuestra parte de Dios es otra manera de amar a Dios.
Amar nuestra parte de Dios es otra manera de amar a Dios.
Sois parte de Dios, y esto es importante.
Amarse a uno mismo no es narcisista o insano
sabiendo que es la parte que está conectada con lo divino y nos amamos y aceptamos donde estemos.
Así que amarnos a nosotros y los demás incondicionalmente
es la manera de ver e identificar, realmente, la esencia de la que estamos hablando—la propia esencia
que está en nosotros y en los demás
aunque todavía no se haya mostrado en su total expresión.
Y desde luego que eso lo entendemos.
Una persona despierta, una persona despierta es aquél que está,
en el camino de amar a Dios, amarse a si mismo,
amar a los demás, amar la vida, y se da cuenta que todas las interacciones
y los acontecimientos en la vida tienen un significado y un propósito
y están destinados a llevarnos más profundo en nuestro camino o viaje
de aprendizaje y crecimiento.
Todas las cosas que pasan, los encuentros, respuestas, reacciones—
todas ellas tienen la oportunidades de llevarnos más lejos.
Y como dijimos, dentro somos básicamente lo mismo.
Somos hijos de Dios en el interior.
Todos tenemos el espíritu de Dios dentro de nosotros.
Y nuestro valor y riqueza no se determina desde una panorámica exterior.
Y en última instancia, cuando se desarrolla una visión interna
y descubres que el interior de tí es de Dios—
verás el interior de todos los demás.
Y ahí es donde nos damos cuenta de la igualdad.
Todo somos diferentes desde una perspectiva exterior.
Parecemos diferentes, usamos diferente ropa, vivimos en diferentes casas,
todo es diferente a fuera, y nos sentimos separados entre nosotros.
Pero con esa visión interior—una vez que desarrolláis eso, veis a todos por igual
porque lo que estáis viendo no es el nivel en el que se expresan,
estáis empezando a verles como Dios les ve,
la verdad que ha sido encubierta, la esencia interior, el ser real.
Y hay un sentimiento de compasión por todo el mundo porque todo estamos en este proceso.
Todo estamos en el camino del despertar.
Y volviendo a amarnos a nosotros mismos es donde podemos amar a los demás,
donde podemos reflejar todo el amor de Dios que es incondicional.
Que es muy, muy poderoso; y esencialmente eso es lo que decimos,
hemos cubierto nuestro verdadero ser, en diferentes maneras.
Y nuestro trabajo llega a ser descubrir quién realmente somos,
y esto es parte de nuestra cura, y que estamos aquí para amarnos y descubrir nuestro verdadero yo.
Así que hoy, lo que quería hacer es mirar todas estas cosas
sobre las que hemos hablado y en mayor medida sobre nuestras relaciones—
nuestra relaciones con los demás—¿sabéis?
Necesitamos aprender el valor de la relaciones en la vida.
Hemos hablado mucho sobre la relación con nosotros mismos; ahora vamos a hablar de los otros,
y como éstas pueden ser realmente sanas e importantes
Necesitamos entender su valor.
Las relaciones de nuestra vida son simplemente para aprender a amar.
Es como el colegio; cuando empiezas una relación, es como cuando entras en clase.
Es la clase de aprender a amar—a amar incondicionalmente.
Y choca contra un montón de cosas en el camino, por supuesto.
Todo lo contrario al amor—todo lo contrario al amor que surge de nuestras relaciones
surge básicamente para curarnos, para crecer, para cambiar, para transformarnos, para iluminarnos.
Esa es la razón por la que surge y así podemos liberarlo y dejarlo marchar
y darse cuenta de eso no es lo que somos.
Uno no se siente bien, no se siente bien lo que se está comunicando al mundo, ni a los demás.
Todo lo que es contrario al amor que surge en nuestras relaciones es para curarnos y crecer.
Todas la relaciones están atadas a la persona interior.
Sabéis, podemos decir que hay tres áreas principales de relaciones.
Son obvias—y son, nuestra relación con Dios,
la relación con nosotros mismos, y la relación con los demás.
Y todas están, básicamente, creadas desde el interior.
La calidad de esas relaciones, las tres, vienen del interior de la persona.
Ya sabéis, Dios se encuentra en el interior, nuestra relación con Dios.
Jesús dijo, "El Reino de Dios está en vosotros.
Así que el Reino está donde está el Rey."
¿Entendéis?. Sabemos que Dios es santo, puro y sagrado.
Sabemos eso de Dios, y también que nos han dicho
que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios.
Y esa imagen y semejanza de nosotros, es el verdadero ser que es puro, sagrado y santo.
Debéis saber eso. Debemos descubrir esa parte nuestra.
Que ha estado cubierta con la ignorancia y con la ideas limitas
y con creencias limitadas y varias cosas que decidimos sobre nosotros mismos y que no son ciertas.
Sabemos que la verdad comenzará a hacernos libres.
Una relación espiritual y sana con nosotros mismos sería
una que se sabe parte de Dios.
¿Puede haber algo más sano que saberse parte de Dios,
que ser uno con Dios?. Jesús dijo, "El padre y Yo somos uno."
Y desde este punto, fue a todos los sitios y fue capaz de ver
en la esencia de todo alma que somos hijos de Dios, y no había nadie al que él no podría amar—¿okay?
Una relación insana con vosotros mismos es básicamente perderse en la idea de la separación—
estar separado de los demás, de Dios—todo eso—
perdido en la ilusión de estar separado de uno mismo y de Dios
y esencialmente funcionar bajo la voz del ego.
El ego siempre discute por la separación—siempre discutiendo con lo de fuera y teniendo miedo,
como oposición al espíritu de Dios—la voz del espíritu dentro de ti—es santo.
Eso es por lo que le llamamos el Espíritu Santo—¿okay?
Y nos intenta guiar hacia la verdad de lo que somos.
Así que si realmente tenemos relaciones saludables fundamentadas desde el interior
y eso conecta con nuestro verdadero ser, entonces nuestras relaciones
con los demás van a ser realmente buenos porque están conectadas a esa parte
que es completa y llena a los ojos de Dios.
Comenzáis a tocar y a sentir esa dimensión que es santa y completa—
y que es una parte vuestra y que está ahí.
Pero la verdad es que no llegamos ahí; realmente no abrazamos esa parte nuestra.
Y eso es parte del proceso y del viaje, eso es de lo que estoy hablando
que cuando queráis entrar en la corriente de la estima de Dios tenéis que empezar a saber
que hay una parte de vosotros que está hecha a la imagen y semejanza y que es vuestro verdadero yo—
que está llena y completa y os empezáis a identificar más con ella
y a notar cuando os alejáis de ella y tenéis que hacer ajustes y curas.
Así que las relaciones son una área enorme que nos da la oportunidad
de aprender y crecer y simplemente de ser más conscientes.
¿Y sabéis que es lo que estamos aprendiendo?
Aprendemos a amar y a ser amados.
¿Y que es de lo que nos estamos curando? Nos curamos de nuestro pasado— de nuestras creencias e ideas limitadas.
¿Y de qué llegamos a ser más conscientes? Somos más conscientes de lo que es verdad y de lo que es falso
sobre nosotros mismos. sobre Dios, la vida, y todo eso.
Creemos que las relaciones son para encontrar a alguien que nos ame.
A menudo empezamos así—que las relaciones van sobre eso—
encontrando a alguien que nos ama.
Pero es más preciso decir que las relaciones
juegan un papel importante para ayudarnos a encontrarnos a nosotros mismos, para encontrar nuestro verdadero yo,
para encontrar la parte que es llena y completa
para que podamos vivir verdaderamente felices
con o sin una pareja—¿de acuerdo?
En una relación con alguien significativo—relaciones amorosas—
y me doy cuenta que algunos tenéis personas significativas,
y algunos no—hayáis tenido, a lo mejor, en otro tiempo—
entendáis que todas esas cosas que a lo mejor ya conocéis en cierto grado,
pero es bueno refrescarlas y también que pueden ser de ayuda donde quiera que os encontréis en la relación.
Estas son algunas de las cosas para las relaciones de compromiso.
Hay normalmente—sabéis—Fase 1.
Hay tres fases— La fase uno es la fase romántica.
Normalmente comienza con una atracción emocional y física fuerte.
Y vuestro cuerpo libera todas estas endorfinas, que os hacen no pensar correctamente.
Y, ya sabéis, se produce toda esa euforia,
y se proyecta toda esa percepción o más bien perfección del uno al otro.
Y mucha gente se casa en la fase 1.
Y un tiempo después, un año, 2 años, 3 años, quién sabe,
cambia, dependiendo de la pareja.
La fase 2 llega y es cuando parte del romance y el enamoramiento empieza a desaparecer
o por lo menos a reducirse, y este es el periodo de ajuste.
Y en la mayoría de los casos, hay luchas de poder que comienzan aquí.
Cada uno, hasta cierto punto, trata de moldear el otro hacia su ideal, su pareja ideal si se quiere.
Y eso puede crear, obviamente, tensión.
Y aquí es también cuando—en esta fase—la baja autoestima de cada uno
empieza a ser más evidente, ya sabéis, y la culpabilidad se utiliza para controlar al otro.
Y ambos siguen buscando y preguntándose qué pasó con todo el material sensiblero de la fase 1.
¿A dónde se ha ido?
Y comienzan los conflictos en torno a los supuestos que cada uno ha hecho acerca de cómo va a ser la relación,
Y de cómo iba a ser cada uno, y esto es todo lo contrario al amor—
perdonadme—todo lo que es contrario al amor sale para ser curado—para ser resuelto.
Y las cuestiones sobre la familia de origen y todo tipo de cosas, puede ser un momento muy, muy doloroso
porque se hace más evidente lo mucho que necesitamos ser amados.
Realmente, es algo que rezuma.
Y cuando no somos amados y queremos serlo, resultado, los problemas.
Y aquí es donde, una persona puede empezar a preguntarse,
"¿Qué demonios estaba pensando cuando me casé?" [risas]
La mayoría de las parejas han tenido ese pensamiento antes o después.
Cada uno le pide al otro que cambie y se pregunta a sí mismo,
"¿Por qué tengo que cambiar yo cuando son ellos los que tienen el problema?" [risas]
Y así funciona.
Así que solo quiero decir que no hay relaciones perfectas.
Todo tenemos heridas; todos tenemos inseguridades.
Todo tenemos asuntos que curar.
Y mucha gente se presenta ante el público como una persona
muy diferente a lo que realmente siente por dentro y de lo que es interiormente.
Así que durante este periodo es muy común construir una especie de muro de protección
que les protege de que se vean sus propios problemas, rasgos,
comportamientos, y esta defensa realmente está diseñada para protegernos
de ser vistos por nosotros mismos.
Es como que es demasiado todo de golpe.
Y esto es lo que se llama proyección.
El resultado de esto es que proyectas todos tus problemas sobre la otra persona.
Y todas esas cosas desagradables que poseéis, las rechazáis y las ponéis fuera en los otros.
Y veis que todo está mal en la otra persona.
Y hay cosas sobre nosotros mismos o dentro de nosotros que todavía no estamos preparados para aceptarlas.
Así que tendemos a ser muy críticos, juzgando a los demás y a nuestra pareja también.
Y, así, en una relación que está despertando -una relación que evoluciona
es muy importante haber aprendido sobre la proyección,
estar dispuesto a darse cuenta en lo que estás metido.
Habría sido de mucha ayuda para mi en mis primeros años de matrimonio y sucesivos—
en las cosas por la que hemos pasado mi esposa, Diane y yo, si hubiésemos entendido
y poseído parte de mis problemas al principio; habría ayudado muchísimo.
No habríamos pasado por algunas de las fases difíciles por la que cualquier relación pasa.
Así que es muy importante que entendáis y aprendáis lo que es la proyección
y a poseerla, y buscarla.
Es algo que se llama reflejo, y significa que otras personas serán similares a nosotros
las cosas que nos gustan o no. Nos ayuda si podemos aprender a darnos cuenta
las características de las cosas a las que reaccionamos, ya sea que nos gusten mucho o no.
Sea bueno o malo, nos damos cuenta que se refleja de nuevo en nosotros esas partes de nosotros mismos
si tenemos esa gran reacción.
Así que si siempre somos críticos y faltones con nuestra pareja
y desarrollamos algo así como, "No sé si me gusta esta persona, no se si amo a esta persona."
Nos decimos en realidad que estamos construyendo un caso por no ser capaz de amarnos a nosotros mismos.
Todo tiene que hacerse notar de nuevo-¿lo veis?
Incluso si otra persona os critica y os duele, y no hacéis más que darle vueltas y vueltas
ya sea una persona cercana a vosotros o una relación significativa—
ya sea un hermano, compañero de trabajo o lo que sea—
solo daros cuenta de que si tenéis ese tipo de reacción, seguramente os lo creéis.
Y es algún problema que tenéis en el interior.
Todos tenemos zonas ciegas; todos tenemos cosas que no somos capaces de ver o que no queremos ver
o difíciles de descubrir, así que es de mucha ayuda para una persona, especialmente para una persona
en una relación, darse cuenta de que cada cosa que juzga, que critica,
ama, odia, reacciona contra, sufre, o le atrae de la otra persona
es una oportunidad de aprender más sobre el lado oculto de nuestra propia conciencia.
Así que la necesidad de que la otra persona sea diferente, es a menudo
una señal de nuestra necesidad oculta de ser diferentes, ser más, mejores,
y muchas veces estamos tan ocupados queriendo cambiar a la persona cercana
o a la gente de alrededor, que inconscientemente lo usamos para evitar
el trabajo que necesitamos realizar en nuestro propio yo.
He leído que incluso, sobre la analogía que hay con los entrenadores de perros
que no solo trabajan en el comportamiento del perro, sino también
en el entrenamiento de sus dueños, ¿de acuerdo?
Así que están diseñadas para cambiar el comportamiento del dueño.
Y así, siempre hay algo de nuestra parte y en nuestras relaciones que si no nos gusta la forma
en que somos tratados o nos hablan—necesitamos empezar con nosotros mismos
y nuestros patrones de comportamiento, que provocan esto.
Debemos recordar que tratando de sacar lo mejor de nosotros,
es como sacamos lo mejor de los demás.
Y una vez que llegamos a ser adultos, a la edad madura,
básicamente nadie puede ofrecernos la autoestima.
Así que no podéis obtenerla de alguien.
Y nadie puede quitárnosla, simplemente es que no la teníais.
Pueden salir a relucir la conciencia de que la autoestima no está ahí,
pero necesitáis curaros de eso.
Pero nadie puede daros o quitaros la autoestima porque si lo creéis así, estaréis en un problema.
Así, hablamos de que la fase 1 es la del enamoramiento y la fase 2 es una especie de lucha por el poder.
Está la fase 3, y como dijo una persona en el servicio anterior,
"Amigo, yo sólo quería pasar la fase 2, sólo me recordaba por todo lo que pasé,"
Y puede ser difícil, pero obviamente se entiende que se sobrepone.
Hay todavía carantoñas y enamoramiento en la fase 2.
Y en la fase 3 realmente implica ir más allá de nuestras proyecciones, más allá de nuestro control.
Somos más maduros ahora—una relación de amor más madura.
Todavía nos podemos enfadar, pero cada persona es más consciente de sus propias peculiaridades,
así como las del otro.
Hay un mayor grado no solo de tolerancia, sino también de aceptación del otro.
También hay perdón, y una mayor habilidad para comunicarse.
Y las diferencias se abordan desde una perspectiva más positiva.
Y hay una cierta liberación de las viejas expectativas que no pueden cumplirse necesariamente.
Y, además, algunas de las fantasías idealistas que uno se pensaba al principio-
hay un sentido más realista para aceptarse por quienes somos y donde estamos.
Y cuando en una relación enfermiza solo se le da atención a lo negativo
más que mirar por la verdad personal o por intentar entender
lo que hay detrás de todo—ahí es cuando tenemos un problema.
En una relación madura, no sólo se miran todos los defectos.
Hay más un sentido de que esta persona tiene
parte interior que duele y que está tratando de sanarla.
Así que no me voy a esparcir todo eso; voy a ser más compasivo, a tratar de ser más comprensivo.
Voy a ver lo que se cuece en mí.
Recordad a Sig Paulson, uno de los ministros que estaba aquí antes de mí,
él-muchas veces cuando estaba en el estrado le oí decir
mientras hablaba, y el nombre de su esposa era Janie, una mujer encantadora,
él diría, "Janie y yo—nos hemos divorciado bastantes veces." [risas]
Y era realista porque en la fase 2 hay veces en que
la cosa no va bien, y tienes todos estos problemas que vienen,
pero es parte del proceso y del viaje para curarse.
Así que tenéis que entender—una vez que entendéis
que es de mucha ayuda incluso pasar por todo eso.
Y eso significa que habéis llegado al sitio donde
cualesquiera que sean los sentimientos que surgen, comenzáis a preguntaros las preguntas correctas.
Empezáis a poseer cosas que antes no estábais dispuestos a poseer.
Y entráis en un nuevo entendimiento.
Cada persona de la relación comienza a tomar mayor responsabilidad
por su propia autoestima, mientras que en una relación no saludable
se piden entre ellos darse la autoestima, y eso es realmente imposible.
Y así que es limpiar los viejos asuntos.
Es limpiar las ideas y creencias limitadas.
Y cuando pasáis eso, lo que queda después de limpiar,
es el amor incondicional; es la aceptación. Es la compasión.
Hay una preocupación que puede ser muy hermosa.
Y alguna de las principales ideas del éxito del despertar en una relación es
simplemente conocerse a uno mismo, problemas familiares de origen,
todo eso y patrones de comportamiento y pensamiento.
Preguntaros a vosotros mismos si os gustaría estar casados con vosotros mismos. Buena cuestión.
Aprended a amaros a vosotros mismos.
Dios os ama incondicionalmente, y ese es el amor que se espera de vosotros.
Preguntaros qué pasaría en vuestra relación
si realmente os amaseis y apreciaseis a vosotros mismos.
Entonces seríais verdaderamente capaces de amar y aceptar a vuestra pareja y a los demás,
de una manera más incondicional porque sois capaces de amaros a vosotros mismos por quiénes sois.
Y así sois capaces de amarlos por quienes son.
Así que aprended a ser pacientes y tolerantes y aceptar a otro.
Tomad responsabilidad en vuestra propia transformación.
Evitad la proyección—como ya dijimos.
No reneguéis de vuestros sentimientos, pero daros cuenta de vuestras críticas y juicios.
Y tratar de profundizar en ellos.
Contaros la verdad de lo que estáis sintiendo
y haceros dueños de los sentimientos, y tirar para adelante y divertiros en vuestra relación—en todas ellas.
Y solo recordad que somos seres espirituales,
y estamos llamados a un mayor entendimiento de lo que realmente somos.
Y el universo tiene un orden en esto, y llamará a personas que
nos pulsan las teclas de diferentes maneras hasta que poseamos nuestras propias teclas y nos curemos—
desengancharnos y descubrir lo que no somos y mantenerse fiel a lo que somos
mantenerse en la corriente de la estima de Dios. Dios os bendiga a todos. Id y sed la luz del mundo. [aplausos]
[Locutor] Gracias por participar en el mensaje de hoy.
Os invitamos a venir con nosotros otra vez el próximo domingo.
En Unity creemos que la presencia del amor y la bondad de Dios está en todas partes
y que la vida es buena.
Puedes encontrar más información sobre Unity y nuestras enseñanzas en UnityHouston.org.