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Soy James, director general de BrewDog.
Hacemos cerveza para punks.
Nuestras cervezas simbolizan una rebelión moderna
contra cervezas sosas, insípidas y apáticas.
Iniciamos la empresa con dos humanos, un perro, un préstamo de £20 000
y una gran misión, en 2007.
Martin y yo nos conocemos desde hace más de 20 años.
En la universidad solíamos hacer cerveza.
Es increíble pensar que esta afición, esta pasión, se transformó en un negocio.
Cuando contactamos con HSBC,
teníamos cuatro empleados y ventas inferiores a un millón de libras.
Apenas cinco años después, somos un equipo de 250 personas,
prevemos un volumen de negocios de £30 millones este año
y tenemos el mayor crecimiento de la industria en el Reino Unido.
Fue algo muy ambicioso
y trabajamos con ellos y sus asesores
para elaborar un plan y sacar el negocio adelante,
de un negocio muy pequeño,
de cerveza casi casero, a un negocio multimillonario.
Los ayudamos a establecer una cervecera diseñada
con equipo de última generación
que les permite aumentar su capacidad de oferta,
y nos encargamos también de sus necesidades bancarias.
El primer mercado al que exportamos cerveza fue Suecia.
Eso fue en 2007.
Nuestra cerveza insignia Punk IPA
es la India Pale Ale más vendida en Escandinavia.
Ahora exportan a más de 30 países
y esto implica divisas extranjeras, tarjetas de crédito
y otros servicios que también ofrecemos.
El 65 % de nuestra producción se destina a mercados extranjeros.
Tenemos planes muy ambiciosos de expansión para el 2014.
Abriremos ocho bares en el Reino Unido y otros cinco en el extranjero.
Duplicaremos el tamaño de nuestra planta de producción
y añadiremos cerca de 150 empleados al equipo.
Nuestro plan a largo plazo es dominar el mundo,
¡pero en buen plan!
Queremos elevar el estatus de la cerveza.
Queremos que más gente sepa
cómo se hace la cerveza, sus ingredientes,
y queremos que consuman buena cerveza,
no la cerveza del mercado genérico que predomina hoy en día.