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Pulmonaria officinalis pertenece a la família de las Borragináceas. Presente en casi toda Europa, en España se encuentra en las montañas del tercio norte.
Es una planta utilizada tradicionalmente como remedio pectoral y pulmonar, incluyendo la tuberculosis, propiedades que nunca han podido ser demostradas clínicamente.
Crece en ambientes húmedos y sombreados, tanto en interior como en claros de bosques, matorrales y riberas.
Se trata de una planta herbácea, rizomatosa, perenne, toda ella pubescente, de entre 10 y 30 cm de altura.
Las hojas basales son grandes, de forma oval o lanceolada, pecioladas, con manchas blancas y textura pilosa.
La corola tiene forma acampanada y está formada por 5 pétalos de un color violeta rosado.
Están agrupadas en un cáliz cilíndrico y largo, que se vuelve de color azul o lila con el paso del tiempo.
El fruto que presenta es un tetraquenio.
En el ámbito medicinal se puede aprovechar toda la planta, aunque la parte más utilizada son las hojas.
Contiene una gran diversidad de sustancias, como flavonoides, minerales, glucósidos, taninos y resinas, entre otras.
Su alto contenido en mucílagos y alantoína hacen de esta planta un remedio muy eficaz para proteger las mucosas respiratorias.
Las saponinas le proporcionan un claro efecto expectorante.
Su contenido en alcaloides pirrolizidínicos hacen que no sea aconsejable su uso a largo plazo, o en pacientes con problemas hepáticos.
A partir de ella se preparan infusiones, decocciones, tinturas, extractos, o se utilizan en la formulación de jarabes.