Tip:
Highlight text to annotate it
X
DECIMOSEPTIMO DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO�A�O C
Bienvenidos a todos al programa EN EL PRINCIPIO. Soy padre Linh.
Hoy celebramos el decimos�ptimo domingo del Tiempo Ordinario � A�o C.
El pasaje del evangelio de hoy es seg�n San Lucas,
cap�tulo once, vers�culo del uno al trece.
Cada ni�o enfrenta la dependencia desde el momento en que es concebido.
Desde el momento en que empieza su nueva vida, tiene que buscar a su madre para ser alimentado
desde el vientre. Una vez que ha nacido va a depender de sus
padres para alimentarse, vestirse y protegerse.
�l no puede proveerse de estos recursos por s� mismo.
A diferencia de otras criaturas de la tierra, ni siquiera puede acudir a su madre.
Ella tiene que ir hacia �l. Un infante es totalmente incapaz de atenderse
en cuestiones de limpieza. Depende de sus padres para que lo ba�en,
le corten las u�as o lo peinen. Una vez que tenga m�s movilidad,
aun as� el ni�o es incapaz de determinar lo que es seguro y lo que es peligroso.
Sin la gu�a de sus padres puede caer por las escaleras,
quemarse o comer algo t�xico.
De la misma manera los cristianos somos como ni�os
cuando se trata de una total dependencia en Dios.
As� como los ni�os, en �ltima instancia nosotros dependemos
de Dios en nuestras provisiones, nuestro vestuario
y nuestra protecci�n. As� como los ni�os se ensucian diariamente,
as� nosotros pecamos durante el d�a y eso contamina nuestro caminar hacia Cristo.
Necesitamos ir a Dios y confesar nuestros pecados,
por lo tanto �l nos limpiar� y nos regresar� a la comuni�n con �l.
As� como los ni�os necesitan la protecci�n de sus padres,
nosotros dependemos de Dios que nos protege de las circunstancias de la
vida, que puedan afectar en nuestro caminar espiritual.
El secreto de la religi�n y el secreto de la vida
es darse cuenta de nuestra ni�ez en la paternidad de Dios.
Es la de estar conscientes de nuestra absoluta dependencia
en el cuidado y amor de Dios. Jes�s mismo estuvo siempre consciente
de la dependencia de su Padre. En el Evangelio de hoy, cuando uno de sus
disc�pulos le pregunta que los ense�e a orar, Jes�s contesta;
�Cuando oren, digan: Danos hoy nuestro pan de cada d�a.�
Con �sta petici�n, reconocemos nuestra total dependencia de Dios
sobre todas las necesidades de la vida. Nosotros no las creamos, no somos sus recursos.
Dios es la fuente para todas nuestras necesidades f�sicas y espirituales.
Como un ni�o sabemos que somos pobres, que tenemos necesidades
y sabemos que somos dependientes. Este es el coraz�n de la religi�n
y el secreto de la relaci�n sincera con Dios.
Estamos viviendo en la era espacial. Se nos ense�a que el moderno estado an�mico
es independencia. Pensamos que tenemos en control a toda nuestra
sociedad. Alabamos la auto-llamada hecha persona.
Estamos conquistando el espacio-exterior. Estamos conquistando padecimiento por padecimiento.
Los cient�ficos est�n orgullosos de haber creado vida en un tubo de ensayo.
De modo que, �qui�n necesita de Dios? Por lo tanto, en un mundo en que
la humanidad se ha declarado independiente de Dios,
puede que nos sea dif�cil incluso humillante orar,
�Danos hoy nuestro pan de cada d�a.� Este es un asunto muy serio para nosotros
porque en la Biblia est� muy claro, el que se declare independiente de Dios
cometer� suicidio. Declarar independencia de Dios
es una receta a un desastre inevitable. Declarar independencia de Dios
es separarnos de la fuente de la vida misma.
Jes�s nos est� diciendo que la log�stica del centro de nuestras vidas
es absolutamente nuestra dependencia de Dios, �Danos hoy nuestro pan de cada d�a.�
Al despertar cada ma�ana a un nuevo d�a, inmediatamente estamos sobre la dependencia
de Dios por nuestro pan y por la vida del d�a.
No solo eso, ya que nuestra alma necesita ser alimentada,
pedimos por el pan espiritual de cada d�a para alimentarla.
Ese pan es el Se�or mismo y su palabra viva. As� que hoy, recordemos cuando decimos �Danos,�
humildemente reconocemos que Dios es el Maestro de todas las cosas.
Nos damos cuenta que como ni�os estamos en la necesidad de todo,
se nos urge a reconocer nuestra total dependencia de Dios.
Muchas gracias por su atenci�n. Por favor inscr�banse a mi video
y visiten mi sitio de web fatherlinh punto com.
Que Dios les bendiga.