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Una de las pocas certezas en la vida es que si criticas la religión de necesidades especiales
serás llamado racista por gente que sabe perfectamente que no lo eres, pero que no les importa.
Se llaman "progresistas". Un "progresista" es lo que pasa cuando un liberal se corrompe.
Se corrompe tanto y está tan desesperado de asumir que eres racista
que si no pueden encontrar ninguna evidencia, de hecho te acusarán
de esconder tu racismo evitando hablar de él.
Ojalá estuviera bromeando. Créanme, no lo estoy.
Personalmente, puedo soportar que me llamen cosas feas por gente cuyas opiniones no respeto,
pero debe ser duro para las víctimas de verdadero racismo ver que una palabra tan importante es
manchada y devaluada así, pero así lo hacen los "progresistas".
Lo sabemos. Lo aprendimos a las malas.
Sabemos que los "progresistas" tienen una superioridad moral
en la que el fin siempre justifica los medios, y, como no dejan de demostrarnos,
literalmente no tiene límites a lo bajo que están dispuestos a caer
para reafirmar su cómoda superioridad moral.
Ninguna mentira es suficientemente grande, ninguna calumnia es suficientemente egregia,
y, de no ser por los dobles estándares, ellos no tendrían ningún estándar.
Así que cuando lanzan la palabra "racista" a los que criticamos el islam,
sabemos que no tiene sentido discutir con ellos sobre definiciones
porque sabemos que no están ni remotamente interesados en si la palabra es apropiada,
sólo en si conseguirán que pegue y cuánto daño hará.
Verán, en las manos "progresistas", la palabra "racista" se ha vuelto
el equivalente verbal de un arma química, o una bala expansiva,
usada malévolamente, desproporcionadamente, como primer recurso,
y sin la menor justificación.
Para resumir la posición "progresista" (sin los insultos juveniles):
"Todas las religiones tienen fundamentalistas, y son igualmente condenables.
Destacar el islam es lo mismo que atacar a todos los musulmanes, y eso es racista.
Sí, sé que técnicamente el islam no es una raza,
pero he elegido creer que tus posturas están impulsadas por un odio
subyacente hacia las personas de tez oscura, algo de lo que no tengo evidencia,
pero lo presiento por tu tono, que encuentro de poca ayuda,
y por tanto racista en su motivo, por lo que eres racista y debes ser arrestado, la la-la la-la".
O algo por el estilo.
Pero me parece que la gente que constantemente invoca el color de piel sin ningún motivo,
como hacen los "progresistas" hasta el punto de la obsesión,
son los que tienen un problema con él.
Ven racismo en todas partes porque ellos mismos están colmados de él.
El racismo condescendiente de expectativas más bajas para los no-blancos
es muy "progresista", y se le ha permitido permear la cultura occidental como fango insidioso.
No puedes coger una edición del periódico Guardian sin que te manche los dedos.
Este tipo de racismo le da un pase gratis al islam por defecto
(y con él, a la misoginio, la homofobia y el antisemitismo aprobados explícitamente por el islam)
porque, y sólo porque, es una religión seguida principalmente por personas de piel morena.
Es la piel morena la que hace toda la diferencia.
Los "progresistas" miden primero y principalmente a una persona por el color de su piel,
y es la piel oscura la que le consigue al islam un pase gratis
que no merece, por parte de los racistas.
Contrasten la forma en que los racistas "progresistas" tratan a los mormones,
cuyas creencias son igualmente lunáticas,
pero ellos felizmente las condenarán y ridiculizarán de una forma que no soñarían hacer con los musulmanes,
y la razón tiene todo que ver con el color de la piel,
como suele ser con los genuinos racistas.
Verán, los "progresistas" realmente no creen que los no-blancos sean iguales,
o capaces de ser iguales por sus propios méritos,
sino sólo en el sentido en el que un golfista minusválido es igual - artificialmente.
Ellos justifican este racismo en términos históricos que ya no existen,
condenando así a los no-blancos a llevar a cuestas y para siempre valores del pasado,
y a que siempre necesiten compensación por su color de piel,
lo que los "progresistas" consideran como un tipo de deshabilidad residual, porque son racistas.
La culpa liberal tradicional es algo con lo que estamos familiarizados,
e, incluso si no estamos de acuerdo con ella, podemos simpatizar,
podemos respetarla como parte de ser civilizados.
Pero los "progresistas" han llevado esto a todo un nuevo nivel,
Un nivel casi religioso de odio propio tóxicio, de autoflagelación ideológica,
una especie de Pecado Original por haber nacido en el Primer Mundo,
por el que los "progresistas" nunca podrán perdonarse, o perdonar a alguien más.
Para la mentalidad "progresista", en Occidente todos somos opresores imperialistas,
queramos serlo o no, y todo lo que está mal con el mundo
es nuestra culpa por defecto.
Así que cuando un montón de musulmanes histéricos hacen una violenta pataleta pública
porque decidieron ofenderse por alguna minucia ridícula,
la respuesta "progresista" por defecto
es buscar cualquier excusa para no hacerlos responsables por su comportamiento,
y encontrar a alguien a quien culpar y llamarlos racistas por provocarlos.
Los periódicos "progresistas" son ansiosos por explicar las atrocidades islámicas
en términos políticos o económicos, ignorando cuidadosamente
las venenosas creencias religiosas que que de hecho las motivan,
porque esas venenosas creencias religiosas hacen que los morenos se vean mal,
y eso es terriblemente racista.
Un terrorista islámico puede estar de pie en la calle empapado en sangre,
citando el Corán como justificación, y los "progresistas" no escucharán
porque han decidido que su verdadera motivación es la hostilidad al imperialismo occidental,
lo que significa que podemos culparnos otra vez, menos mal.
O si no, seríamos racistas.
De todo de lo que se trata ser "progresista" es ser así de condescendiente con los morenos.
Es la diferencia fundamental entre un "progresista" y un liberal genuino.
Es lo que convierte el vino en vinagre.
Siempre tuve tiempo para los liberales genuinos
porque puedo ver que están motivados por un sentido de la decencia,
así que todavía puedo respetarlos incluso cuando estamos en desacuerdo.
Pero no hay nada liberal o decente en la mentalidad "progresista"
que ha demostrado ser tan moralmente corrupta, hedionda,
y categóricamente deshonrosa que en las raras ocasiones
en que estoy de acuerdo con un "progresista" es como darle la mano a un leproso.
Y es más que apropiado que estos miserables
se hayan apropiado tan exhaustivamente de la palabra "racista", lo que queda de ella,
porque a nadie, pero a nadie, le queda mejor.
Paz, y feliz racismo.