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Evolucionamos como seres humanos,
hace unos cuantos millones de años, en la sabana africana,
y evolucionamos para escapar de tigres, leones. Depredadores.
Así que lo que tiene sentido común para nosotros,
es el mundo a nuestra escala.
Cómo lanzar una roca, o una lanza, cómo encontrar una cueva...
No evolucionamos para entender la mecánica cuántica.
Y por lo tanto, no es muy sorprendente, que a escalas enormemente distintas
al tipo de experiencia que hemos tenido al evolucionar como especie,
que la naturaleza nos parezca extraña, y a veces casi incomprensible.
Ciertamente...
viola nuestro sentido común, nuestra impresión de lo que es el sentido común y la intuición.
Pero como me gusta decir, al universo no le importa nuestro sentido común.
Tenemos que forzar a nuestras ideas a ajustarse a la evidencia de la realidad,
en vez de que sea al revés.
Y si la realidad nos parece extraña, eso está bien.
De hecho, eso es lo que hace tan maravillosa a la ciencia.
Expande nuestras mentes. Porque nos obliga
a aceptar posibilidades que previamente nunca habríamos creído posibles.
He dicho que los científicos amamos los misterios, y así es,
esa es la razón por la que soy científico. Porque...
Son los enigmas del universo los que lo hacen tan interesante.
Ahora, es cierto que queremos resolver esos enigmas,
y armar esos rompecabezas, esa es parte de lo entretenido de hacer ciencia.
es resolver rompecabezas, básicamente.
Pero cada vez que lo resolvemos, aparecen nuevas preguntas.
Y creo que para muchos de nosotros, de la misma forma que en nuestras vidas,
la búsqueda es a veces mucho más profunda que el hallazgo.
Es la búsqueda de respuestas a la vida, en cierto sentido lo que hace que valga
la pena vivirla. Si tuviéramos todas las respuestas,
podríamos simplemente recostarnos y quedarnos mirando el ombligo.
Y creo que lo que hace tan emocionante la búsqueda,
es que las respuestas sean tan sorprendentes.
El universo continúa sorprendiéndonos de formas que nunca hubiéramos imaginado.
Mucho más allá de lo que nuestra propia imaginación nos adelanta,
y es por eso que tenemos que seguir explorando el universo.
No podemos simplemente sentarnos en una habitación y pensar en ello.
Porque cada vez que abrimos una nueva ventana al universo, nos sorprendemos.
Y eso hace que todo el proceso sea increíblemente emocionante.