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Es un placer el contar con nosotros con el poeta, traductor y profesor Luis Alberto de Cuenca que se encuentra en Dublín con motivo del homenaje al escritor Bram Stoker,
que organiza el Instituto Cervantes con motivo de los cien años de su fallecimiento. Bienvenido.
Muchísimas gracias. Bien hallado.
La pregunta sería: ¿qué lugar ocupa ésta y su autor en la novela fantástica?
Pues yo creo que un lugar principalísimo, pero no solo en la novela fantástica. Yo diría que la novela "Drácula"
que se iba a llamar "The Undead", por cierto, en esta edición que he comprado hoy mismo en Dublín,
comentan, porque reproducen el contrato de edición de la novela,
comentan en ese contrato, se dice que es "The Undead", "El no muerto", como se iba a llamar la novela. Luego se llamó Drácula
y ahora ni siquiera nos acordamos de que alguna vez se llamó "El no muerto".
Pues bien, esa novela que se llamó "El no muerto" y que luego tuvo el título de Drácula, que fue el definitivo.
es, yo creo, una de las diez o quince novelas más importantes de la literatura universal.
De modo que trasciende para mí la vitola de lo genérico para adentrarse en un concepto ya mucho más amplio de literatura general.
Una novela prodigiosa desde el punto de vista estructural.
Y yo creo que cada vez se reconocen más esos méritos que confluyen en la novela "Drácula".
¿Y con el paso de los años sigue creyendo que "Drácula" es, como ha dicho, una de las mejores novelas de la literatura universal?
Yo creo que incluso este juicio lo he ido madurando a lo largo de los últimos años y lógicamente, ahora es cuando lo pienso de una manera más profunda.
Estoy convencido de ello.
Existe cierta creencia de que Stoker ha sido devorado por la magnitud de la obra "Drácula",
sin embargo es un autor que ha sido muy prolífico. ¿Qué otras obras podrías destacar de Stoker?
Pues a mí por ejemplo me interesa mucho el resto de la obra de Stoker pero nada comparable con "Drácula".
Quizás se le acerquen "La madriguera del gusano blanco", que fue una obra que se publicó un año antes de morir.
O por ejemplo ese prodigio de novela ambientada o con un trasfondo de egiptología de aficionado, de buen aficionado a ese género que es "La joya de las siete estrellas".
Tiene otras novelas pero indudablemente es como Cervantes con El Quijote.
Estamos en el Instituto Cervantes. ¿Cómo no vamos a recordar otros títulos de Cervantes?
Pero obviamente Cervantes está engullido por su criatura.
Lo mismo le ha pasado, y nunca mejor dicho, a Bram Stoker con su Drácula.
Es una novela que ha envejecido muy bien, ¿no?
Ni siquiera ha envejecido. Yo creo que permanece lozana, jovencísima.
Está exactamente igual que cuando dejó las prensas, oliendo a tinta fresca de las Westminster and Westminster de las prensas de...¿Cómo se llamaba que no me acuerdo ahora?
Ah, del amigo Constable, Archibald Constable and Company.
Siguen los descendientes de Archibald Constable teniendo una firma editorial, un sello editorial.
Y por eso pues tiene esta edición facsimil que he comprado todavía el sello de Constable.
Curiosamente este año también se cumple el segundo centenario del nacimiento de Dickens,
bueno, otra efeméride muy importante y también relacionada con el mundo victoriano.
- Por supuesto. - ¿Crees que existe una relación entre estos dos autores?
Por supuesto, estoy convencido de que existe hasta el punto de que con Alicia Mariño dirigimos
este verano pasado en el Escorial un curso precisamente sobre dos cumbres de la escritura victoriana: Dickens y Stoker.
Y precisamente José Luis Garci que nos acompaña en este viaje también colaboró en ese ciclo.
Hablando sobre todo de las versiones cinematográficas de Drácula.
Quiere decirse con esto que es muy posible y más que posible, como diría Holmes, probable, que Stoker sería diferente si no hubiera leído a Dickens
Porque Dickens es el autor sobre el que se centran todas las aspiraciones de los escritores más jóvenes que aprenden en él a novelar.
Yo creo que es uno de los grandes de la escritura decimonónica, de todas las literaturas.
Y es lógico que Stoker tuviera su experiencia dickensiana.
Por otra parte también hay una zona más oscura de la escritura dickensiana que se adentra en lo misterioso, en los territorios de lo fantástico.
Como por ejemplo la última novela, la que dejó sin terminar.
Que era una novela claramente simbólica y fantástica. Incluso terrorífica.
Lo cual quiere decir que obviamente hay unas conexiones entre cualquier escritor de la época y Dickens,
pero especialmente entre Stoker y Dickens.
¿Qué recuerda de la primera vez que leyó esta novela?
La leí relativamente tarde. Yo creo que la lei en la edición de Táber,
que precisamente lo comentábamos ahora con José Luis, que ambos tenemos todavía esa edición.
Que es incompleta y que lleva un prólogo del maestro Pere Gimferrer.
Debió ser por el año 69 -70 quizás. No recuerdo muy bien la fecha.
Y recuerdo que me impresionó poderosísimamente.
Hasta el punto de que me aterró. Quiero decir, yo tendría entonces como veinte o veintidos años.
No era ningún niño. Y me sumió en un auténtico precipicio de terror.
Y eso es lo que pretendía Stoker y yo lo que creo es que todavía sigue produciéndose hoy.
El dictador Fidel Castro, por ejemplo, comentó hace años a una cadena,
no sé de qué nacionalidad, pero desde luego europea,
que había pasado un miedo terrible leyendo "Drácula" de Bram Stoker.
O sea que cumple perfectamente con las expectativas que presenta esa novela, que es producir miedo.
Pero más que miedo sobre todo lo que produce es placer porque el placer de lo bien hecho siempre se transmite al lector.
Y es una novela prodigiosamente escrita, estructurada y planificada hasta el más mínimo detalle.
Y ya para concluir, de las numerosas adaptaciones cinematográficas que se hicieron de la novela,
¿cuál es la que más te gusta y que tal vez represente más el mundo fantástico?
Pues hace poco precisamente he tenido que elegir
estamos haciendo un libro con las veinte mejores o las cien mejores películas de todos los tiempos.
Pidiendo a mucha gente que haga una lista de veinte películas y me lo he planteado.
Por ejemplo, porque hay dos que me gustan muchísimo.
Que para mí superan con mucho a las demás.
Una por el glamour que tiene aunque es excesivamente teatral, que es la de Tod Browning de 1931 de la Universal.
Con Bela Lugosi.
Tiene un glamour espectacular, ¿no?
Es el Drácula déco par excellance.
Y luego está el Drácula maravilloso de la Hammer de 1958.
Titulado alternativamente en Inglaterra y en Estados Unidos Drácula y Horror of Dracula dirigida por Terence Fisher.
Con Christopher Lee en el papel del vampiro. Yo creo que es mucho más convincente
la interpretación de Christopher Lee como Drácula.
Pero sin embargo, por razones privadas, personales e intrasferibles,
me quedo con la versión de Tod Browning de 1931.
En cuanto a la de Coppola, la detesto.
Pues creo que no eres el único.
Bueno, es una película que hay gente que la ama
y hay gente que la odia. Yo soy de los segundos.
Muy bien. Pues una vez más darte las gracias por estar aquí.
Y haberte prestado para esta entrevista.
Estoy encantado siempre de estar en Dublín, que es una ciudad que adoro.
Y además entre amigos que sois todas las personas relacionadas con el Instituto Cervantes.
Muy bien, muchas gracias.