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El grupo RYSC, Redes y Servicios de Comunicaciones, de la UC3M,
está formado por investigadores del departamento de Ingeniería Telemática.
Y estamos repartidos en 3 grupos.
El grupo NETCOM, coordinado por el profesor Arturo Azcorra.
El grupo ADSCOM, coordinado por el profesor David Larrabeiti.
Y el grupo FIND, coordinado por la profesora María Calderón.
Habitualmente desarrollamos nuestra actividad
en proyectos cooperativos
y también en actividades de transferencia de tecnología.
En este vídeo vamos a ver nuestras principales líneas.
El grupo NETCOM somos un equipo de 30 investigadores
y esa masa crítica nos permite acometer investigación
de alto impacto internacional.
Publicamos regularmente en los principales medios científicos,
como son Infocom, Conext,
Transactions on Networking, Transactions on Wide Computing.
Recibimos solicitudes de estudiantes cada año, de todo el mundo,
para realizar el doctorado con nosotros
y compiten duramente para poder trabajar en nuestro equipo.
Además de hacer investigación puntera, estamos en estrecho contacto
con la industria y las administraciones públicas.
Hemos participado con empresas en más de 30 proyectos europeos.
Liderando 6 de los mismos.
Tenemos patentes propias y conjuntamente con empresas.
Desarrollamos prototipos de productos innovadores
para las grandes empresas internacionales de nuestro sector.
A continuación se expondrán las áreas tecnológicas
en las que el grupo NETCOM es experto.
En la actualidad experimentamos un crecimiento exponencial
del tráfico en redes inhalámbricas.
Lo que conlleva un incremento del consumo energético.
Para hacer frente a dicho crecimiento
estamos trabajando en el diseño y prototipado
de nuevos algoritmos y protocolos que mejoren las prestaciones de la red
y, al mismo tiempo, reduzcan su consumo energético.
También trabajamos en protocolos y arquitecturas de Internet.
Por poner un ejemplo, trabajamos en temas de routing interdominio,
aplicación de teoría de juegos a redes, etc.
Nuestra actividad está principalmente vinculada
a proyectos europeos y nacionales,
pero también tenemos un fuerte impacto en actividades de estandarización,
en concreto, el IETF, donde tenemos numerosas contribuciones
y diferentes estándares.
En el grupo tenemos amplia experiencia
en el tema de las comunicaciones vehiculares.
Hasta ahora nos hemos centrado en dos aspectos.
Por un lado, que los vehículos se comuniquen entre sí,
y con entidades fijas de la carretera,
para mejorar la seguridad en la conducción,
e incluso la eficiencia en la gestión del tráfico.
Y por otro, proporcionar servicios avanzados
de conexión a Internet a los vehículos y sus pasajeros,
para proporcionar aplicaciones también de navegación,
o de entretenimiento como es el vídeo en tiempo real.
En el grupo trabajamos también en la Internet del futuro.
Concretamente, en las denominadas redes centradas en la información,
o ICN, por sus siglas en inglés.
Aunque este tipo de redes están pensadas
como una revolución de la Internet actual,
nosotros investigamos en cómo adaptar sus principios
a las redes actuales,
para beneficiarnos desde ya de sus ventajas.
Por ejemplo, trabajamos en la combinación de ICNs
con las red de distribución de contenidos,
en la transmisión eficiente de vídeo bajo demanda,
en la transmisión de televisión sobre IP, voz sobre IP, etc.
Se estima que los equipos de informática y telecomunicaciones
suponen entre el 2% y el 10% del consumo energético total
de un país como España.
Por ejemplo, en centros de cálculo,
se gasta tanta energía en los equipos como en la refrigeración de los mismos.
La eficiencia energética en las redes de comunicaciones
es una de las líneas de investigación más importantes de nuestro grupo.
Esto incluye rediseñar protocolos y mecanismos más inteligentes
para el apagado de equipos cuando éstos no se utilicen.
Para adecuar dinámicamente los recursos a la demanda de servicios.
Y todo ello, sin que el usuario note
la más mínima pérdida de conectividad o degradación del servicio.
Otra línea de investigación
es la interceptación legal de las comunicaciones.
Estamos estudiando cómo realizarla de manera eficiente
y, sobre todo, de manera segura.
La idea general es utilizar mecanismos criptográficos
para, por un lado, evitar la falsificación de pruebas digitales
y para garantizar que todas las escuchas
han sido autorizadas por un juez.