Tip:
Highlight text to annotate it
X
Cuándo empecé...? Ah, a qué edad.
A los seis.
Mi padre era músico profesional,
tocaba la trompeta.
Así que cuando me interesé por la batería,
parecía lo más natural.
Nunca pensé que no fuera posible.
Dejé el colegio cuando tenía 16
y... a través de un amigo de mis padres conseguí un trabajo
tocando la batería.
En realidad nunca he trabajado una jornada laboral típica.
No, la verdad es que no, de pequeño escuchaba jazz,
no escuchaba pop, ni rock, ni pop rock
mi hermano mayor, que tiene 6 años más que yo,
escuchaba a Led Zeppelin, Deep Purple, Pink Floyd
pero yo no,
yo escuchaba jazz antiguo.
El jazz va de escucharse unos a otros.
Tocaba con mi padre, en grupos, en bares por ejemplo,
a veces tocábamos en casa,
para tocar jazz tienes que escuchar al resto,
es un trabajo de equipo,
no es un trabajo individual.
Yo no veía a Buddy Rich cuando tenía 10 años y pensaba
¡Eso es lo que quiero hacer!
Quiero ser el que está delante y tocar mucho,
era feliz, más que feliz, tocando
y sintiéndome parte de cómo sonaba aquella música.
No tuve.
Yo no enseño, no tengo estudiantes, no doy clases.
He escrito libros para mí, son una recopilación de mis ideas,
después de muchos años,
quería juntarlas todas en un libro.
Para poder formatear el disco duro, recuperar algo de espacio
y empezar de nuevo.
No creo ser la persona indicada para enseñar,
no tengo mucha paciencia,
no tengo las cualidades que creo que necesita un profesor.
Y la mayoría del aprendizaje lo hace uno mismo.
He dado clases, claro, pero tenía una hora cada dos semanas,
por supuesto, tocaba 30 o 40 horas entre esta clase y la siguiente
el aprendizaje real se realiza en ese tiempo,
las clases me guiaban,
¿sabes a qué me refiero?
una clase al día, no me hubiese servido,
porque necesito tiempo para digerir la información,
cuando me enseñan algo.
En 1980 tuve una clase con un batería llamado Dave Cutler,
era un estudiante de Berckley
vino a Londres, vivía allí,
y yo quería una clase con él.
Lo encontré y fui a su casa,
le pagué 5 libras
y él me enseñó el sistema de síncopa de Alan Dawson,
tocando swing, leyendo el libro Syncopation de Ted Reed
yo era totalmente incapaz de tocarlo,
no daba una.
Entonces David Cutler me dijo: "no quiero tu dinero,
simplemente vuelve cuando seas capaz de tocarlo."
Y me di cuenta de que era una lección de determinación.
Yo siempre he sido muy decidido, cuando alguien me reta,
lo hago.
Me costó 3 meses dominar el sistema.
No quería volver y tocarlo medio bien,
quería tocarlo bien.
Volví después de los 3 meses.
Y no podía parar de pensar en que seguramente
sus otros alumnos lo habían hecho en dos o tres semanas o un mes.
Yo volví tres meses después,
toqué el primer sistema,
y le pregunté: "cuánto han tardado el resto de estudiantes en volver"
y me dijo: "tú eres el único que ha vuelto".
-¿En serio? -Totalmente.
Es una lección de determinación.
Yo creo que la determinación es mucho más importante que el talento.
Sea cual sea el gran talento que crees que tienes,
Yo no creo que fuera un niño con talento,
cuando veo vídeos de youtube de niños de 8 años,
yo no me acercaba a eso en absoluto a los 8 años.
¡Ni siquiera a los 16!
No era tan bueno,
como otros chicos de 16 que veo tocar.
Siempre ha sido una competición conmigo mismo,
para mejorar constantemente,
Y llegar a ser lo que quiero ser.
No puedo compararme con esos chicos,
porque no toco como ellos.
No se compara a Picasso con Miguel Ángel, Leonardo DaVinci,
Constable, Matisse,
Te imaginas un programa como Factor X
con cinco pintores célebres
-juntos -sí
Es ridículo.
Es ridículo.
No se puede comparar.
La música no va de competir.
Pero la manera en que muchos jóvenes viven sus vidas
sí que va de competir y de internet
y de youtube
de cuántos amigos tienes en Facebook
cuántos seguidores tienes en Twitter
cuántas visitas consigues en un vídeo de youtube.
Me resulta totalmente ajeno.
Yo nunca pienso de esa forma.