Tip:
Highlight text to annotate it
X
Alsalam alikum (la paz sea con Uds.)
De aquí en más, hablaré en inglés.
Me gustaría hablarles
de un tema muy personal para mí,
Es un experiencia muy, muy personal que me gustaría compartir.
Tiene que ver con el pensamiento positivo, su porqué, cuándo y cómo.
¿Por qué ingerimos alimentos?
¿Por qué bebemos agua?
Para sobrevivir, ¿verdad?
¿Por qué pensamos en positivo? Para vivir.
Estar vivo y sobrevivir son dos cosas diferentes.
¿Cuándo piensan en positivo, o deberíamos pensar en positivo,
o tener una actitud mental positiva?
Permítanme hacerles una pregunta:
¿Cuándo respiran? Todo el tiempo.
Trato de pensar en positivo todo el tiempo.
Se hace carne en uno,
y en cada cosa que componen cada segundo del día.
En mi mente, existe algo positivo en cada problema,
¿Cómo?
Nada es totalmente malo.
Es un hecho de la vida.
Así que, si me lo permiten, me gustaría contarles una historia de mi vida,
antes de referirme al pensamiento positivo en cada cosa.
Pasé mi adolescencia, aquí en Sudan a fines de los 80, principios de los 90.
Fueron tiempos difíciles, tiempos duros para el país.
No teníamos mucho,
había problemas de falta de combustible, no había gas,
era muy difícil conseguir pan, leche, gas, combustible.
Esto era parte del vivir diario
y, aún así, fueron tiempos felices.
No entiendo bien cómo es posible, pero mis mejores recuerdos, los más felices refieren a ese entonces,
y sufrí necesidades como todo el mundo, de ninguna manera lo mío fue diferente
pero de alguna manera cada problema parecía tener un lado divertido o positivo en sí.
Recuerdo la falta total de combustible,
cuando tenía 13 ya que era responsable
y mi padre un día me dijo: "acá están las llaves del auto, ve a buscar combustible".
Pensé, lógicamente: "¡Qué, sí, gracias,
esto es bueno!".
Es decir,
era fantástico, pensaba, podré conducir el auto.
Yo era responsable, mi padre no, pero yo sí.
Claro, no había mucha gente en la calle puesto que no había combustible,
Pero, el tema es --para mí, si no tener combustible significaba que podría conducir un auto,
a esa edad, ¡era genial!
Deseaba que jamás hubiese combustible.
Y ese es el problema.
Luego, con el tiempo,
empiezas a darte cuenta de que todos los problemas tienen un lado divertido.
Se puede recibir una llamada a las dos de la mañana,
alguno de Uds. no lo entenderán,
ni habían nacido,
por lo que cuando digo que no había combustible,
me refiero a que había colas de un kilómetro.
Quizás algunos recuerden cómo era.
¿Sí?
Así que el tema era, uno podía recibir una llamada a las dos de la madrugada,
en la que alguien decía: "Hay algo de pan en la panadería del norte de Jartum".
¡A las dos de la madrugada!
Era, cuestión de salir
y hacer cola.
Los que aplauden son los que recuerdan esos tiempos.
Pero era divertido.
Era genial, uno llegaba --empezaba a hacer cola,
y había unos pequeños ladrillos
que poníamos en lugar nuestro para ir a hacer otras cosas
y regresar diciendo: "Disculpe, ese es mi lugar; muchas gracias".
Aún así, eran tiempos divertidos y felices.
Bueno, de adolescente era impetuoso.
Tenía problemas a los 12 o 13 años.
Siempre estaba metido en peleas,
y la razón es algo que descubrí hoy,
que las personas usan con sus seres queridos en mi hogar.
Muchos, muchos hogares sudaneses.
Esto con lo que yo tenía un problema
es usado para divertirse,
así se llaman unos a otros.
Y el problema que yo tenía con esto que la gente usa de manera cariñosa y cercana
era una palabra, un gran problema para mí.
¡Halabi! ¡Oh, halabi!
¡Disculpe!
Y he aquí lo gracioso.
La verdad, a los 12 o 13 años
no sabía lo que significada,
pero sabía que era algo malo.
Por lo que oía "halabi",
y comenzaba a pelear y terminaba arrestado.
Mi padre tenía que ir a la estación de policía para que me liberasen,
lo cual sucedió tantas veces,
que la policía local ya me conocía,
al punto de que cuando me veían venir, me decían: "Acá está tu silla. ¡Siéntate! ¡Siéntate!"
Luego, entrado un par de años como adolescente uno empieza a desarrollar una imagen propia.
Quiere entrenar, ejercitarse y verse bien.
Por lo que empezamos a ejercitarnos, a entrenar, baloncesto,
fútbol, fisicoculturismo, levantamiento de pesas, todas esas cosas.
No había mucho que hacer, así que era momento propicio para hacer esas cosas.
Así que uno empieza a fortalecerse,
y ahora el problema era ir caminando y que alguien dijera "halabi".
La cuestión es, para los que no hablan árabe,
halabi básicamente significa blanquito, *** --si son latinos--
o cualquier otro tipo de ofensa de esa categoría.
O sea, te están provocando,
están diciendo básicamente que uno es diferente.
Pero, de hecho, somos diferentes, no es un problema.
El tema era que, a medida que me fortalecía,
me seguía involucrando en peleas, solamente que ahora el daño que causaba a los que atacaba
era mayor.
Era muy intempestivo e iba por la vida rompiendo narices, costillas y quijadas.
Mi padre temía que fuera a matar a alguien,
por lo que la mejor opción fue mandarme a Inglaterra a que estudie.
Era lo más seguro.
Y eso hicieron.
Lo gracioso es que, 20 años más tarde, volví a Jartum,
--en un minuto les contaré el porqué de mi regreso.
Pero cuando regresé, conocí a un tipo de Siria.
No de la capital, Damasco, pero de Siria
más específicamente de la región de Allepo.
Un verdadero "halabi".
(Risas)
Había arribado hacía tan solo dos semanas,
y me dice: "me encantan los sudaneses,
tienen una inteligencia y una intuición asombrosa".
Le respondí: "¿Qué quieres decir?"
Me respondió: "Te ven y automáticamente saben de dónde eres".
Le dije: "¿Cómo?"
"Discúlpame, estoy pensando en algo que pasó hace 20 años".
"¿Qué quieres decir?"
Me dijo que mientras conducía, alguien le dijo "oye, halabi".
Él sabe de dónde soy.
Le dije: "ja, ja, qué bien".
"¿Qué se puede decir ante esto?"
Me dice: "Es simple, le devuelvo el cumplido".
"¿Cómo?", le pregunto. Dice: "¡Sudanés, sudanés!"
Le dije que de haber sabido eso hace 20 años,
las cosas hubieran sido un tanto diferentes.
La razón por la que volví en 2005, el 2 de mayo de ese año,
más específicamente, a las 11, es que estaba en Londres
y recibí una llamada.
Alguien me dijo: "Hola, ¿hablo con Fahmi?" Le dije:"Sí, él habla".
Me dijo: "Escucha, soy el primo de tu padre", le pregunté si lo podía ayudar.
Me dijo: "No sé cómo decirte esto,
pero tu padre falleció en un accidente automovilístico".
Le pregunté quién era que me llamaba; me dijo que era el primo de mi padre.
"No entiendo, ¿qué sucedió?
Me dijo: "Lo lamento; sucedió hace 25 minutos, lo atropelló un camión, lo lamento, lo perdimos".
Tanto mi madre, como mi padre y mi hermana vivían en Jartum en ese entonces.
Le dije: "¿En dónde está mi mamá, en dónde?"
"¿Ella sabe? ¿Ya se los han comunicado?"
Ante lo que me dice: "No sé cómo decirte esto,
pero tu madre estaba en el auto con él".
Le dije: "¿Qué? ¿Quién habla?" Me dijo: "Soy el primo de tu padre".
Le pregunté en dónde estaba ella y me dijo: "Lo lamento, falleció; los dos fallecieron".
Lo primero que se me viene a la cabeza en ese momento es mi hermana. Ella tiene 16.
Le dije, "Mi hermana, ¿sabe?"
"¿Adónde está mi hermana? ¿Sabe? ¿A dónde está?"
Me dijo: "No sé cómo decirte esto,
pero estaba en el auto, en el auto con ellos".
Le pregunté si estaba muerta.
Me dijo: "No lo sabemos; está en cuidados intensivos, así que no lo sabemos".
"¿Falleció?", "No", "Gracias".
¡Sí!
No, no.
No les puedo decir,
y con seguridad muchos de Uds. han experimentado ese dolor.
No les puedo explicar lo que me pasaba.
Al saber que había perdido a un tercio de mi familia,
pero lo que pensaba era simplemente: "Sí,
gracias, Dios, por no haberte llevado a los tres".
Uno de ellos todavía estaba acá.
(Aplausos)
Sí, es una tragedia.
Sí, fue muy duro, no hay dudas.
Pero sucede que, se iban a ir,
tarde o temprano se iban a ir,
yo también me voy a ir, Uds. también
nadie se queda para siempre, es un hecho.
Lo que no sabemos en dónde y cuándo, pero todos partiremos.
Él decide tiempo y forma,
Boleto de ida, ¿sí?
Por lo que me reconfortó,
me hizo sentir mejor, que se hayan ido juntos.
Habían vivido juntos, se habían amado más que a cualquier otra cosa que haya visto en mi vida,
y se fueron juntos,
ese día, creo que hubo una boda en el cielo
Eso es lo que yo pienso.
(Aplauso)
Ahora mi preocupación era mi hermana, de 16 años,
sé que tenía que asegurarme de que estaba bien.
Así que, regresé
Ahora está muy bien, terminando su maestría en Plymouth, Ciencias Políticas, si no me equivoco.
No lo sé con seguridad,
pero creo que es una persona saludable y muy feliz.
Y este es el tema:
desde ese día en adelante, pensé
que no debía simplemente pensar en positivo, como verán
haber tenido un problema como adolescente,
resultó en algo positivo, ya que me mandaron
a estudiar a otro lado y tuve una experiencia cultural nueva y una educación,
y esto es algo positivo, fruto de un problema.
Luego, mi pérdida familiar,
de la que finalmente salió algo bueno también
ya que mi hermana también pudo disfrutar de un trato
y una experiencia diferente en otra cultura y otra educación,
y por la que yo volví a casa.
Y es lo que rescato de esa experiencia.
Por eso decidí pensar en positivo todo el tiempo.
Tengo que relacionar cualquier problema con cuestiones absolutas.
Déjenme aclararlo.
Sé que estoy absolutamente seguro de que el sol va a salir mañana.
Estoy absolutamente seguro de que si me tiro al agua me voy a mojar
y no dudo del amor de una madre para con sus hijos.
Con estas certezas,
pueden estar seguros de que hay algo positivo en cada problema que tengan que enfrentar.
Bien. (Aplausos)
Todo lo que deben hacer es relacionarlo.
Y he aquí la cuestión.
Pensaba para mis adentros,
esto no es así,
¿Cómo me entreno? y ¿cómo entreno al resto?
Amo a las personas, me gusta aprender de cuanta persona me sea posible.
Y me enseñé, una cosa,
hay que aprender de cada hombre, mujer y niño.
Una cosa que aprendí de las mujeres es que
parecen tener un punto de vista ligeramente más positivo que nosotros.
No sé cómo.
Simplemente es así. Les doy un ejemplo.
Recuerdo una ocasión en la que salí con un amigo,
y regresamos a su casa a las 3 de la madrugada.
Su esposa estaba esperándonos.
Una mujer encantadora, son una pareja hermosa.
Y en su casa, ella siempre tiene un estilo muy glamoroso,
con su cabello perfecto, espejos por doquier.
y... gracias.
Al ingresar, nos sale al encuentro en el hall,
este es el hall, la puerta y el gran espejo que tienen en el hall.
Así que, son las 3 de la madrugada.
Él parado delante mío y al ver esto, me escondo detrás suyo.
Por si acaso algo volaba.
Ella dice lo siguiente:
"¿Me estás hablando en serio?,
¿Qué horas son estas?
¿Qué clase de hombre eres?"
"¿Acaso no tienes un hogar? Pero, ¿qué clase de hombre hace esto? ¿Qué es esto?"
Para pasar a acomodarse su cabello... es ridículo...
Pensaba: "¿acaso se está acomodando el cabello mientras grita?
Como se darán cuenta, un hombre jamás haría esto.
Un hombre nunca pensaría de manera positiva
al punto de pensar en verse bien mientras pelea.
¡Eso nunca va a suceder! ¡Nunca!
Ya saben... (Aplausos)
Eso nunca sucedería...
Recuerdo preguntarle a varios estudiantes,
en deportes y bienestar, les dije a las mujeres,
¿aceptarían tener todos los diamantes del mundo,
con la condición de nunca volver a verse en un espejo?
Me dijeron: "¿Qué? Imposible, no gracias".
Pero, estamos hablando de todos los diamantes. -- "No, gracias".
Pero, el espejo. "No"
¿Sabes por qué?
Caballeros, cuando una mujer se mira al espejo
ve el único diamante que desea y necesita.
¿Entienden? Esa es la diferencia
Ella es un diamante.
Pensé que era de su conocimiento, pero puede que no se den cuenta
es algo que aprendí de la agenda Vanity Fair.
Caballeros -especialmente jóvenes de Sudán- tienen un don único.
Les voy a decir algo,
si alguna vez piensan que no pueden hacer algo o alcanzar algo,
esto es algo en lo que son buenos.
Es decir, muchachos. (Aplausos)
Es verdad.
Los muchachos aquí presentes siempre van a tener éxito al tratar de obtener una sonrisa de una chica
y chicas de Sudán, acéptenlo, es muy difícil hacerlos sonreír a ellos.
Muy difícil.
Pero cuando lo hacen, es como si saliera el sol, es así.
Y los muchachos piensas: "Sí, la hice sonreír. Está todo bien.
Me voy a casar, aquí vamos".
Pero esto es lo que sucede,
caballeros,
les voy a decir algo, si pueden extraer una sonrisa,
una de las emociones más profundas en alguien,
pueden hacer lo que sea.
Algo más que siempre me ayuda a pensar en positivo,
es pensar en el tiempo,
y tratar de ser puntual en todo.
Esta en mi experiencia de vida personal,
en Sudán somos famosos por nuestra relación con el tiempo.
Lo respetamos, pero a nuestra manera;
no a la del resto, a nuestra manera.
Es nuestro tiempo, nunca el convenido.
Cuando uno va a un lugar, y se es puntual
uno se siente positivo en cuanto al lugar al que va.
Sé que es una idea simple, pero funciona.
Y, para finalizar, algo que me resulta sumamente importante en la vida es la música.
Somos gente que festeja.
Somos "nas alraba". (Aplausos)
Somos gente que festeja, nos gusta sonreír, sonreímos de manera automática
y esto es parte de nuestra cultura, de nuestro espíritu.
ese el el espíritu de Sudán y de los sudaneses.
Nos gusta cantar, no gritar.
Nos gusta bailar, no pelear.
No somos guerreros, somos gente feliz.
Eso es lo que somos,
este es el espíritu que tenemos.
Por los que les diré lo siguiente,
si pueden tener lugar en su vida para un poco de música,
van a poder realizar tantas cosas como sean posible y a tiempo,
y van a poder relacionar todo con lo absoluto, con la idea de que el sol saldrá mañana
como que el agua los mojará, como que una madre ama a su hijo
y al relacionar todas esas cosas con un absoluto,
van a poder encontrarle lo positivo a cada problema
y así sus vidas serán buenas y felices.
¡Gracias!
(Aplausos)