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10. Edmund Kemper:
Conocido como "El asesino de las colegialas", poseía un cociente intelectual de 136 y desarrolló
un comportamiento sociopatológico desde muy joven, ya que torturaba y asesinaba a animales,
representaba rituales sexuales bizarros con las muñecas de sus hermanas y llegó a decir
que, para besar a una maestra por la que se sentía atraído previamente tendría que
matarla.El 27 de agosto de 1964, a los 15 años, Edmund tiroteó a su abuela - con la
que vivía en un rancho de unas 7 hectáreas - mientras ésta estaba terminando su último
libro para niños. Pero, la cosa no acabó ahí, puesto que cuando llegó su abuelo también
le mató. Acto seguido llamó a su madre y la instó a que avisara a la policía, pues
había matado a sus abuelos. Las declaraciones que dio a los agentes fueron las siguientes:
él "sólo quería ver qué se sentía al asesinar a su abuela" y mató a su abuelo
porqué sabía que se enfadaría por haber matado previamente a la abuela.El quinceañero
fue internado en el Hospital Estatal de Atascadero y, además de hacerse amigo de su psicólogo,
se convirtió en su asistente. Gracias a su inteligencia, se ganó tal confianza del doctor
que se le permitió el acceso a las pruebas aplicadas a otros internos. Gracias al aprendizaje
que obtuvo de estas pruebas impresionó a su médico y consiguió el alta - algo muy
discutido por otros médicos - demostrando después que había sellado para siempre su
historial juvenil.
9. Joshua Phillips:
A sus 14 añitos, aporreó a su vecina de 8 años hasta provocarle la muerte, después
de lo cual la escondió debajo de su cama durante nada menos que una semana. Cuando
su madre descubrió que algo olía mal debajo del somier, descubrió el cadaver, por lo
que aterrorizada por ello y por la sangre fría de su propio retoño, quién le confesó
que solo había estado jugando con ella, huyó de la casa tan rápido como pudo.Una vez solo,
Joshua apuñaló el cadaver 11 veces sin ningún tipo de piedad, como quién acuchilla a un
juguete roto que uno desprecia.
8. Willie Bosket:
Antes de cumplir 15 años Willie ya había cometido más de 2 mil crímenes en Nueva
York, entre ellos acuchillar a varias personas, pero a ésta edad mató a un niño en una
pelea, poco después comenzó una ola de robos en el metro que terminó con la muerte de
2 personas a las que según él disparó solo para saber que se sentía.Willie fue sentenciado
a 5 años de carcel por ser menor de edad, salió a los 20 años pero al poco tiempo
regresó por otros delitos y ahora tiene una condena de por vida, una vida que él mismo
describe como vacia ya que solo ha estado fuera de alguna carcel 9 años de los 45 que
lleva viviendo.
7. Brenda Spencer:
¿A quién se le ocurre regalarle a una adolescente americana un rifle por Navidad?, pues a los
padres de esta chica, los cuales tomaron la peor decisión de sus vidas al hacerlo. Y
es que esta chica lo usó para disparar en el interior de su escuela, hiriendo a ocho
niños y a un policía, para posteriormente matar a otros dos profesores que intentaban
proteger a los alumnos. Cuando finalmente fue detenida, alegó que lo había hecho porque
"no le gustaban los Lunes".
6. Jon Venables y Robert Thompson:
Los dos jóvenes tenían diez años cuando cometieron el crimen, uno de los más aberrantes
de la historia del Reino Unido, por la corta edad de los autores y la saña con que torturaron
a su víctima antes de matarla.La mañana del 12 de febrero de 1993 ambos faltaron a
la escuela y fueron a un centro comercial de Bootle, en Merseyside. James Bulger estaba
jugando frente a la carnicería, donde había entrado su madre, Denise.Cuando Thompson y
Venables le tendieron la mano el niño, curioso y de naturaleza jovial, no lo pensó dos veces.
La madre lanzó la alarma de inmediato, pero ya era tarde: James se había alejado con
sus asesinos por una salida secundaria, como mostraron luego las cámaras de un circuito
cerrado de televisión.Fue el comienzo de una larga agonía. Cuando llegaron a una vía
férrea del paraje de Walton, Thompson y Venables no mostraron piedad alguna.Primero le arrojaron
ladrillos encima al pequeño, luego lo golpearon repetidas veces con una barra de metal. Thompson
le dio una patada tan fuerte en la cara que le dejó la huella marcada en la piel. Finalmente
le quitaron los pantalones y los pañales y lo torturaron con baterías eléctricas.
El cadáver del niño fue hallado sólo el 16 de febrero, tras cuatro días búsqueda
nacional: un tren lo había cortado en dos.Thompson y Venables, que fueron juzgados como adultos
por decisión expresa del gobierno y condenados a cadena perpetua, serán vigilados todo el
resto de sus vidas, y si alguna vez cometen otro delito serán enviados nuevamente a prisión.
5. Luke Woodham:
Este chico de 16 años, sufría el acoso y las burlas de sus compañeros en Pearl, Mississipi.
Cuando su novia le dejó, entró en cólera. Apuñaló a su madre la mañana del 1 de octubre,
y se llevó al colegio un rifle y una pistola. Mató a su ex novia y a otra chica. Y no paró
ahí. Hirió a otros siete alumnos antes de quedarse sin municiones. Volvió al coche
a por más, y fue detenido por el subdirector. Woodham explicó que el mundo había sido
injusto con él, que no podía aguantar más. «Maté porque la gente como yo es maltratada
cada día», dijo. «He hecho esto para mostrar a la sociedad: abusad de nosotros y contestaremos».
En el juicio, declaró que había sido poseído por los demonios que eran manipulados por
un miembro de su grupo.
4. Kipland Kinkel:
Este estudiante de 15 años fue galardonado por sus compañeros con el dudoso premio de
ser "quién iba a iniciar la III Guerra Mundial". Poco después, en un tiroteo, mató a dos
de sus compañeros de clase e hirió a siete. Cuando la policía llegó a su casa, había
matado también a sus padres, y los agentes de seguridad tenían preparadas varias bombas
caseras destinadas a ellos, impactando una de ellas contra uno de los policías y acabando
con su vida en el instante.
3. Jesse Pomeroy:
Fue conocido tristemente a finales del Siglo XIX como el "novio de Boston", ya que con
14 años, secuestró y torturó a ocho niños menores de 10 años. Por esos crímenes fue
a un reformatorio, del cual salió rápidamente tras hacer una buena amistad con un funcionario
de prisiones.Tras ello, no acabo su carrera delictiva, ya que acabó con la vida de una
niña de 11 años que fue a comprar a la tienda de su madre y con otro de 4 años de edad,
al cual acuchilló tan salvajemente hasta casi decapitarlo. Tras ser preguntado por
estos dos últimos crímenes, James contestó fríamente "Sí, supongo que yo lo hice, deténganme".
2. Mary Bell:
Fue encarcelada por estrangular a un niño pequeño llamado Martin Brown el 25 de mayo
de 1968, el día anterior a cumplir sus 11 años de edad. Por lo que se sabe, estaba
sola al momento del asesinato. Entre ese momento y el segundo asesinato, ella y su amiga Norma
Bell (quien no tenía relación familiar con ella) La Policía de Newcastle desestimó
este incidente diciendo que era sólo una broma.El 31 de julio de 1968 las dos tuvieron
parte nuevamente en un asesinato y nuevamente por estrangulación, de Brian Howe de tres
años de edad. Los informes de la Policía concluyeron que Mary Bell volvió al lugar
del crimen con una navaja para escribir una "N" en el estómago del niño, y luego, con
esa misma navaja pero con otra mano, formó la "M". Mary Bell también usó un par de
tijeras para cortar partes del cabello de Brian Howe además de sus genitales. Las niñas
eran muy jóvenes y sus testimonios se contradijeron mucho, por lo que nunca se supo con claridad
lo que sucedió. En principio la muerte de Martin Brown fue declarada como accidente,
ya que no había pruebas de nada extraño. Sin embargo, la muerte fue vinculada con el
asesinato de Brian Howe y finalmente en agosto las dos niñas fueron detenidas y acusadas
de dos cargos de asesinato en segundo grado.
1. Eric Harris y Dylan Klebold:
Eric Harris, de 18 años de edad, y Dylan Klebold de 17, entraron en la escuela, de
donde eran alumnos, armados con dos escopetas (una de ellas recortada), una carabina Hi-Point
995 semiautomática de calibre 9 mm, una pistola Tec 9 semiautomática de calibre 9 mm, varios
dispositivos explosivos caseros y una bomba compuesta por un tanque de propano de 9 kilogramos;
los adolescentes, antes de suicidarse, realizaron numerosos disparos en la cafetería y en la
biblioteca de la escuela, asesinando a 13 personas (12 alumnos y un profesor) e hiriendo
a 24 alumnos, resultando un total de 15 personas fallecidas. En total hubo dos tiroteos: el
primero desde que los dos adolescentes abandonaron el estacionamiento hasta que entraron en el
instituto; primero asesinaron a Rachel Scott, que estaba almorzando junto a su compañero
Richard Castaldo (éste quedó paralítico tras recibir impactos de bala en la columna),
luego a Daniel Rohrbough, cuando intentaba huir del instituto y finalmente a Dave Sanders,
el cual falleció horas después de recibir los disparos por pérdida de sangre. El segundo
tiroteo fue el más sangriento, en el cual fallecieron 10 alumnos y otros muchos fueron
heridos. Los asesinos, tras veinte minutos disparando en la cafetería e incendiándola,
subieron de nuevo a la biblioteca donde lanzaron una última ráfaga de disparos a la policía
y se suicidaron, primero Eric Harris, disparándose en la boca, y después Dylan Klebold disparándose
en la cara. Se trata, hasta hoy día, del tiroteo más sangriento producido en un instituto
en toda la historia de los EE.UU.