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>> Sangyum Wendy Friedman: Es excelente verle aquí ente día fresco y glorioso,
en el hermoso y nuevo cojín del trono que representa muy bien
la ocasión para comenzar de nuevo, en eso consiste el día de Shambhala.
Nos gustaría suplicarle que nos ofrezca instrucciones para el año del caballo de madera.
>> El Sákyong: De acuerdo. [Risas]
Me gustaría empezar este año nuevo con una inclinación,
una inclinación internacional desde aquí, en el Dorje Dzong.
Podemos prolongar el corazón y encontrarnos con todos los que se unen a nosotros a través de internet
desde Europa donde es mucho más tarde, desde Halifax en Nueva Escocia
desde la costa este, el medio oeste, la costa oeste de Estados Unidos
y, también, desde América Latina y Asia.
Nos reunimos como Shambhala en este momento concreto
y nos reunimos desde la base de la bondad fundamental.
Vamos a hacer una inclinación común y a levantar lungta,
por cualquier aspiración que tengamos para este año. [Inclinación de todos].
Gracias y les deseo un muy alegre día de Shambhala a todos.
[Todos: “¡Alegre día de Shambhala!”]
Eso está mejor [risas]
y deseo un muy feliz día de Shambhala a todos los que están con nosotros.
Realmente me preguntaba, como se preguntarían si estuviesen en mi piel,
¿qué es el día de Shambhala? [Se ríe. Risas]
¿Por qué nos reunimos en este nuevo día, en este día que comienza?
El día de Shambhala representa la idea de que, como comunidad,
como sangha, como organización, como cultura plurigeneracional,
levantamos la energía de grupo, levantamos el lungta de grupo.
Aunque sea un acontecimiento para todos, uno por uno,
el día de Shambhala consiste más en levantar lungta comunitario y social.
Esto es muy importante porque muchos obviamente trabajamos con empeño
y la vida pasa rápidamente, es fácil perder la referencia de los días, meses y años.
De pronto, el vientre ha crecido o se ha reducido o el pelo ha cambiado de color.
Parece que los hijos crecen rápidamente. Ocurren tantas cosas…
es importante aprovechar este momento astrológico
en el que comienza un año nuevo de acuerdo con el sistema lunar.
Aprovechamos un momento para reflexionar sobre esta existencia preciosa,
esta experiencia de vida por la que todos estamos pasando.
Nos hemos reunido por las enseñanzas que mi padre, el Dorje Dradül,
trajo de su patria, del Tíbet, sobre el mensaje de la bondad humana
que, de algún modo, nos ha afectado e inspirado como comunidad y más allá.
En este mundo que cambia constantemente,
en el que es muy difícil saber en qué apoyarse,es importante saber cómo encaminar la vida.
Es importante reagruparse, como personas y como comunidad,
y pensar sobre los principios y valores básicos, esenciales, que amamos.
Lo podemos hacer a diario
pero, como comunidad, es muy bueno hacerlo anualmente
y ver este momento concreto con el ánimo de que “merece la pena vivir”.
Hemos pasados por desafíos pero, como seres humanos, toda se centra en vivir.
Hay muchos elementos que nos abruman.
Cuando se intensifica la situación geopolítica,
todos empezamos a plantearnos la bondad de ser humano.
Todos empezamos a plantearnos la bondad de la sociedad.
Este momento es el intento que hacemos en Shambhala,
y globalmente porque no es el único intento, de reunirnos
y hacer que la vida tenga sentido y valía.
Se necesita una comunidad para hacerlo,
necesitamos apoyarnos unos a otros y despertar,
sin limitarnos a mirar hacia abajo. A propósito, el día de Shambhala consiste en mirar hacia arriba.
Siempre se puede comprobar el barómetro de lungta al observar si miramos a los ojos de la gente.
Si uno se encuentra mirando mucho a los pies ¡ya sabe lo que ocurre!
pero si uno levanta la vista al corazón o la cabeza, el barómetro sube.
¿Podemos levantar lungta como comunidad? Nos reunimos, practicamos para hacerlo
pero, incluso a nivel atómico, genético, hay que sentir el objetivo de la vida.
Hay que hacerlo a diario. La meditación nos enseña a estar en cada instante
pero juntos, astrológicamente, hay que hacerlo una vez al año.
Tenemos que volver a plantear el rumbo.
Como un barco que navega por el vasto océano, es fácil perder la orientación,
tenemos que saber cómo orientarnos. ¿Nos resultan valiosos estos principios?
¿Son los que nos gustaría aplicar?
Hoy es el momento de hacerlo y lo hacemos de forma alegre.
Por razones desconocidas mi padre decidió utilizar el adjetivo “alegre” en vez de “feliz”.
A quien le conoció le parecerá coherente pero, a mí, alegre también me parece bien.
[Risas] Teniendo en cuenta todo, es cuestión de ser selectivo,
así que, sea feliz o alegre, se trata de una transmisión
porque en días como éste hay tendencia a deprimirse. Hay una tendencia a ser duro,
una tendencia a no ser optimista y podemos ver la causa
pero ésta es una ocasión para que veamos que merece la pena vivir.
Uno de los aspectos más importantes ahora mismo es cómo hacerlo.
Hay que poner en acción no sólo nuestra propia energía sino también la energía comunitaria.
Me han oído hablar en los últimos años
sobre la idea del principio Shambhala de la bondad fundamental.
El gran Druk Sakyong, Chögyam Trungpa Rimpoché, el Dorje Dradül de Mukpo,
viajó hasta Occidente para traer este mensaje.
Cuando reflexionamos sobre la razón por la que un ser tan grande hizo esto,
se vuelve cada vez más evidente que es hora de que veamos, personal y globalmente,
este mensaje fundamental de la naturaleza humana sobre el que reflexionamos.
Y me imagino que se trata, sobre todo, de una visión.
de la que procede la idea de cómo crear una buena sociedad.
Ésa es la idea de visión o, como decimos en tibetano, de lha, “lo que está arriba”.
Se asocia con la cabeza, los ojos y mirar al exterior,
consiste en tener una actitud y un rumbo.
Ahora tenemos tiempo de reflexionar personalmente para ver si creemos o sentimos nuestra propia bondad fundamental.
Ésa ha sido una contemplación personal y comunitaria.
Considero que ahora, al entrar en este año del caballo
que, naturalmente, corresponde a la idea de caballo de viento, energía y acción,
que se trata de un año para hacer y lograr en gran medida.
En esa gran medida se trata de un año de ñen, como decimos en tibetano.
Ñen está muy relacionado con el torso.
Es el aspecto de montaña y colina en geografía.
Para quienes estamos en distintos puestos y papeles de responsabilidad,
está relacionado con el liderazgo.
Nos encontramos en un momento, en Shambhala, en el que sentimos la visión
y hemos conectado personalmente con ella pero hay que unir esos dos aspectos. Necesitamos el ñen.
Necesitamos ese corazón y ese torso. Tenemos que saber cómo avanzar en esa dirección.
Me parece que se nos ha pedido hacer una tarea abrumadora.
Cuanto más reflexiono en el significado real de las enseñanzas Shambhala,
las que hemos heredado y lo que hacemos,
me doy cuenta que no se trata tanto de meditar sencillamente la forma de salir del atolladero,
aunque muchos lo hemos intentado [risas] y lo seguimos intentando, por cierto.
Se trata más bien de que las enseñanzas Shambhala
hablan del tejido y la naturaleza de provocar un giro paradigmático.
Realmente se centran en el funcionamiento de la sociedad, en la ética con la que funciona la sociedad
y cómo nos valoramos unos a otros. Comunicación, diálogo.
Visto así, hemos recibido realmente la tarea, quizás no sólo nosotros
sino también otros grupos,
de convertirnos en arquitectos de una civilización nueva.
Realmente se nos pide que contribuyamos a lo que será el mundo.
¿Queremos que se base en la agresión? ¿Queremos que se base en la condescendencia?
¿Qué sistema de valores queremos mantener?
Es una tarea muy exigente. A veces, en los centros Shambhala
ya es bastante difícil hacer la programación. Estamos abrumados.
A nivel personal quizás tengamos sólo tiempo para practicar, con todo lo que está ocurriendo.
Sin embargo, al reflexionar por mí mismo y hablar con muchos de ustedes,
sé que estamos preocupados profunda, visceral, emocional y quizás subliminalmente,
por el rumbo que está tomando la sociedad.
¿Por qué métodos vamos a participar?
¿Nos vamos a conformar con abstenernos y esperar que todo mejore?
La meditación ya indica por sí misma el poder de la mente y del corazón.
Estamos en una situación en la que intentamos fortalecer al ser humano,
lo llamamos “levantar lungta”, lo llamamos “plantar el Ashé”,
lo llamamos “tener el sol de la bondad fundamental”.
Como solía decir mi padre:
“creemos que la humanidad, el ser humano, está naturalmente despierto”.
Y que ese estado despierto tiene poder y energía, lo sentimos.
Por eso a veces no podemos dormir por la noche, por eso nos sentimos frustrados,
porque es potente y no sólo potente sino inteligente.
No somos sólo los shambhalianos quienes poseemos este estado despierto. Todo el mundo lo tiene.
Aquí estamos, vivos en este planeta, viviendo la vida
y contribuyendo a este caldo social.
Estamos participando o absteniéndonos con nuestra actitud.
Pero lo que dice Shambhala, lo que necesitamos....
Lo que visto se llama una chuba, es ropa tibetana
y en el Tíbet decimos “¡Arremángate la chuba!”.
Es como “Arremángate la falda”. [Risas]
Éste es un año de arremángate-la-chuba en gran medida,
según de dónde proceda cada uno y la ropa que seleccione. [Se ríe. Risas]
Eso significa que no hay que trabajar para una ONG necesariamente.
Si tenemos esa elección, podemos ayudar en las situaciones desesperadas del mundo.
Pero esto significa encarnar estos principios y tener la confianza para expandirlos.
Una de las formas clave para que ocurra realmente es algo en lo que nos hemos centrado,
consiste en crear una cultura de amabilidad. He estado dando el mismo discurso durante veinte años i
[risas] y algunos ya tienen edad suficiente para recordarlo.
Pero amabilidad no significa una comunidad sensiblera
sino que indica una comunidad inteligente.
Cuando uno es amable significa que observa al otro
y, en cuanto uno ve al otro y es amable ¿qué nota? Que somos parecidos.
En cuanto los seres humanos se dan cuenta que son parecidos ¿qué pasa?
Se produce la tendencia a ayudar.
En lengua vernácula de Shambhala ¿qué es la tendencia a ayudar? Se llama éxito.
Una comunidad desagradable es una comunidad que no es inteligente
en la que simplemente se notan los fallos, las deficiencias.
Entonces nos abstenemos y, en seguida, nos quedamos aislados.
Tenemos que convertirnos en una comunidad amable,
no basta con un montón de individuos juntos intentando ser amables
sino gente que tiene el lungta, la vulnerabilidad y la valentía de extenderse realmente.
En cuanto uno nota a alguien
y en cuanto uno se va a extender, es valiente.
Cuando eso ocurre entre dos personas,
se crea al instante una cultura de amabilidad.
Hoy vamos a celebrarlo, con comida, meditación y conversación.
Hoy pueden hacer menos meditación [risas]
y más comida y más conversación.
Tenemos el poder de crear cultura
que no exige necesariamente masas de gente.
Se produce cuando un individuo
ha descubierto su cultura inherente de bondad y está dispuesto a compartirla.
Aunque no lo puedan ver, eso ocurre
entre el aura y la energía.
Utilizo estas palabras porque estoy en Boulder. [Se ríe. Risas]
No se puede ver pero algo está pasando.
Subliminalmente es lo que mi padre llamaría sociedad iluminada,
esa conexión invisible que se produce. Eso es cultura.
Cuando conducimos el coche o nos alimentamos, siempre estamos buscando
esa idea de conexión. Nos necesitamos unos a otros como seres humanos.
La conexión emocional reconoce nuestra existencia,
sabemos más quiénes somos, eso es una característica humana.
Si pensamos que el mundo se reduce y nos da miedo conectar
¿qué clase de lugar solitario va a ser?
También nos vemos llenos de muchas deficiencias aparentes,
entonces creamos una cultura de separación, desconfianza, miedo y animosidad
que es una cultura de abstención. Debería ser una cultura proactiva
para quienes estamos aquí en una tradición contemplativa.
No se trata de obligar a nadie a pensar como nosotros
sino de no avergonzarnos comprometiéndonos y manifestando nuestros principios.
Ahora mismo, cuando la meditación se vuelve cada vez más corriente y popular,
tenemos un poco más de margen
para ser realmente menos tímidos respecto a estos principios y manifestarlos.
Ahora mismo estamos en el umbral o comenzando
comenzando a encontrar muchas formas de manifestar estos principios y enseñanzas,
en el trabajo, en la educación y demás.
¡Me gustaría pedirles que participen, por favor!
Si uno hace un programa y piensa “ya he hecho mi parte”, es una burla.
Esto es una comunidad. Esos cursos son valiosos e importantes
pero tenemos que sentir que podemos participar creando esta cultura.
Confío en su inteligencia. Al volvernos más inteligentes
encontraremos distintas maneras de ser creativos
en educación, tecnología o ciencia,
campos todos en los que la norma será la bondad fundamental y el estado despierto.
Entonces la comunidad Shambhala podrá decir: “Cuando las cosas parecían difíciles,
no nos plegamos. Al menos lo intentamos”.
Hasta el pensamiento de intentarlo parece abrumador a veces.
Como sabemos al conocer gente,
tras el miedo hay una sensación de tremendo... miedo. [Risas]
¿Podemos proyectar la energía de este caballo?
Tradicionalmente el caballo representa muchos principios. Es la idea del esfuerzo,
del movimiento, del éxito y la victoria.
Para nosotros también cuenta la idea de dignidad humana inherente.
Realmente podemos conectar
con la dignidad y conectar unos con otros.
Cuando los seres humanos aceptan su puesto como seres humanos,
y hasta un perro acepta su puesto de perro o un caballo acepta su puesto de caballo,
eso nos intimida porque aceptan lo que son.
Así que cuando somos lo que somos como humanos y tenemos dignidad,
los elementos se alinean. No tememos la naturaleza como seres humanos.
Podemos formar parte de la naturaleza, podemos formar parte de los elementos.
En nuestra tradición conectar de ese modo se llama drala,
magia o energía despierta inherente.
Hoy, día de Shambhala, está más relacionado con la idea de magia.
Estamos aquí, literalmente, y de algún modo hay un corazón sorprendente en medio de todo esto. T
Cuando se piensa y se reflexiona sobre esto desde ese punto de vista, es verdaderamente un milagro.
Es importante que nos permitamos honrarlo.
Estoy deseando trabajar con el Consejo Kalapa
y con todos los directores y responsables de los centros. La formación de responsables es muy importante este año.
También me da la impresión de que hemos comenzado un transición muy importante.
Tenemos la visión y están ocurriendo muchas cosas.
Al mismo tiempo tenemos que aumentar lo que entendemos de economía.
Estoy realmente encantado de que hayamos puesto ese rumbo, me refiero al “modelo unificado de donación”
y hay mucho que hacer.
Reunir a la gente y tener una comunidad
es naturalmente el elemento de riqueza y suntuosidad.
Es parte de la idea de dignidad de forma inherente.
Es importante no tener miedo a pensar
que podemos tener éxito como comunidad. Los responsables pueden avanzar en este sentido.
Les animo a todos a encontrar formas de contribuir y participar.
El esfuerzo es un componente esencial
no sólo de lo que mantendrá unido todo esto sino de cómo avanzar.
Desde ese punto de vista quiero alentar la maravilla
de nuestra comunidad plurigeneracional. Todos los que sean jóvenes
irán envejeciendo, por cierto. Es importante que sientan que pueden formarse
y ser dirigentes y participar en esta comunidad.
Éste es el momento de dar el paso y participar.
Les envío mi cariño y mis saludos. A quienes están en Europa:
he intentado hablar lo más despacio posible así que disculpen si he ido demasiado rápido.
Que disfruten el resto de la celebración quien ya han llegado a la tarde.
Y quienes están en la hora temprana de la mañana,
que disfruten el comienzo de la festividad.
Estoy deseando las enseñanzas y programas que hemos planificado.
Seguimos esforzándonos en salir al exterior,
hacer más festivales y mantener esa energía.
También hemos planificado retiros maravillosos
así que, quien tenga tiempo y ocasión, que venga.
Concretamente, mantengan esa sensación de enlace que tenemos.
En este día concreto me gustaría decir
que estoy encantado de estar aquí con la Sákyong Wangmo
y, por supuesto, con Lady Konchok, mi madre que sigue considerándome un niño [risas].
¡Al envejecer, eso me encanta! [Se ríe. Risas].
Gracias a todos. Quizás podemos hacer una inclinación.
>> Sangyum Wendy Friedman: Es un honor para mí invitar a la Sákyong Wangmo
para que nos dirija la palabra en este día de Shambhala.
Es un ejemplo de dignidad inherente, corazón enorme
y un poco de travesura maravillosa. Señora ¿quiere dirigirse a nosotros?
>> La Sákyong Wangmo: Alegre día de Shambhala para todos y feliz losar.
[Muchas respuestas de “Alegre día de Shambhala”, “Feliz losar” “Tashi Deleg”]
Tashi Delek. Estoy encantada de estar aquí con el Sákyong y nuestras dos hijas,
con Lady Kunchok y otros familiares que se han reunido aquí en este día tan auspicioso,
el primer día del año nuevo, el año del caballo, que es un año de acción.
Esto se relaciona naturalmente con nuestro antepasado, el rey iluminado Gesar de Ling, del Tíbet,
que es una encarnación de dignidad y logro.
Como nuestra cultura se basa en la bondad fundamental y la sociedad iluminada,
éste es el año para conectar con la energía del caballo, de levantar lungta,
especialmente para continuar cumpliendo los deseos del Sákyong
que nos ha pedido a todo expandir Shambhala, fortalecerla y que beneficie al mundo.
Les animo a que levanten lungta que creo que comienza en el hogar.
La forma de vivir y comportarse es la base de la vitalidad personal
y nos ayuda a resultar útiles socialmente.
Siento que hemos levantado caballo de viento como comunidad
y que somos, de hecho, más amables, más alegres y más acogedores.
Ésta es una señal verdadera de la característica auténtica del guerrero.
Visto así, debemos gratitud al Sákyong por seguir inspirándonos.
Me gustaría que levantáramos caballo de viento colectivo
y entráramos en este año nuevo con energía y espíritu de acción positiva.
Me parece que será otro año importante para la comunidad
y, en consecuencia, vamos a comenzar juntos.
De nuevo, alegre día de Shambhala. Feliz losar.
Disfruten y celébrenlo con la familia, los amigos y las reuniones de deleks.
Feliz losar y alegre día de Shambhala. [Vivas. Aplausos].
Hay que decirlo hoy en voz alta y alegremente. [Aplausos].