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En nuestro nuevo informe sobre trabajadores domésticos en el mundo
se proporciona por primera vez información relativa
al número aproximado de trabajadores domésticos y a la protección jurídica
de la que gozan en virtud de la legislación de los países en los que viven y trabajan.
Nuestra labor se centró en dos aspectos fundamentales.
Primero, realizamos una estimación oportuna del número total de trabajadores domésticos,
a saber, 52,6 millones en todo el mundo,
incluidas las regiones de América Latina, el Caribe y Asia, las que más trabajadores domésticos poseen,
seguidas por África, Europa y la región Árabe.
En segundo lugar, analizamos la protección jurídica existente en cada país
y correlacionamos esa información con la anterior estimación,
lo que arrojo resultados significativos
sobre el número de trabajadores domésticos en todo el mundo
y el grado de protección jurídica del que se benefician.
El trabajo doméstico se ha omitido durante mucho tiempo
en los debates políticos públicos,
principalmente porque los empleados domésticos
trabajan en hogares
de particulares o de familias,
no en fábricas o en oficinas,
lo que ha dado lugar a que los debates sobre
reformas sociales y protección laboral
no se hayan centrado en el trabajo doméstico durante mucho tiempo.
Habida cuenta de ello, la OIT ha adoptado un nuevo convenio
y una nueva recomendación sobre trabajo decente para empleados domésticos;
el presente informe es una herramienta para ayudar a países,
gobiernos, trabajadores y organizaciones de empleadores a estudiar posibles maneras
de aplicar esos nuevos instrumentos y debatirlas.
Las legislaciones son primordiales
para proteger los derechos humanos de los trabajadores.
En el caso del trabajo doméstico, lo importante es
entablar un amplio diálogo en el plano social sobre su valor
y significado para la sociedad
como punto de partida para debatir reformas jurídicas.
Las dos lagunas jurídicas más habituales
e importantes guardan relación, en primer lugar,
con la protección salarial,
incluida la garantía de un salario mínimo para los trabajadores domésticos,
y en segundo lugar, con los horarios de trabajo.
Con frecuencia, los empleados domésticos realizan largas jornadas de trabajo sin horario predeterminado
y ello repercute
en la calidad del servicio que prestan y en sus condiciones de vida y de salud.
Un tercer aspecto que se analiza en nuestro nuevo informe
es la protección de la maternidad.
Se calcula que alrededor del 83% de los empleados domésticos en todo el mundo son mujeres,
y según se desprende de nuestro informe, aproximadamente una tercera parte de las mismas
no se beneficia de prestaciones para la protección de la maternidad,
como el derecho a baja por maternidad o los subsidios.
El presente informe es de gran utilidad
por los nuevos instrumentos internacionales que proporciona para abordar un problema acuciante.
Dado que el número de trabajadores domésticos aumenta rápidamente,
es necesario salvaguardar su protección, afrontar la situación con determinación
y ofrecer a los empleados domésticos condiciones de trabajo decentes y justas
para satisfacer las necesidades de trabajo doméstico.