Tip:
Highlight text to annotate it
X
Yo empezaría diciendo una cosa, que en realidad, los 52 años son el mejor momento de la vida.
Porque cuando empiezas, sobre los veintialgo o incluso menos, empiezas a ni tan siquiera
ser consciente de cómo va a ir yendo la vida y en qué dirección va a ir, y qué es
lo qué tienes que aprender y qué es lo que no vas a aprender, lo que crees qué es importante
y que luego deja de ser importante. Y yo creo que son bonitos los 52 por eso, porque
te permiten parar un momento a tomar un café antes de seguir para adelante.
En esta progresión, uno no se da cuenta ni en qué dirección va. Tu vas pedaleando porque
crees que tienes que pedalear, a veces miras hacia atrás y como está oscuro pues tiras para adelante.
Y bueno, es así durante algún tiempo hasta que, luego, te vas dando cuenta que de alguna forma
parece que haya una relación entre tú y la bicicleta, y que tenga algún sentido ir pedaleando con ella.
Luego pasa el tiempo y hasta es divertido, es divertido hasta sentir la oscuridad, la propia oscuridad.
Y es en esta época cuando le voy viendo sentido a muchas cosas, cada vez más, pero por días,
es un proceso que se produce por días y me encanta, me gusta mucho.
Hace como unos 4 ó 5 años empecé con la necesidad de escribir, todo el mundo sabemos que no estamos bien,
que esto no funciona pero nadie quiere... no es que nadie no quiera hacer nada, porque yo creo que todos queremos
hacer algo, lo que pasa es que no sabemos ni cómo hacerlo. Pienso que llega un momento
en el que se funde una cosa con otra y es necesario compartir esto de alguna forma.
Y por eso empecé a escribir, con la idea de poder dejar, de alguna forma, esta información
porque en el fondo a mi niño siempre le hubiese gustado poder tener a alguien que le hubiese dicho,
mínimamente, unas herramientas para poder funcionar porque cada uno es de un padre y una madre, cada uno
tiene una forma de funcionar diferente, el fondo, en realidad, es el mismo pero los códigos son muy diferentes.
Y dentro de un código es necesario, muchas veces, que desde el entorno familiar surja alguien
que ayude a entender el código al que viene, al pequeño que va creciendo,
porque si no entiende ese código hay una tremenda soledad.
Lo peor que nos puede pasar es que, de alguna forma, las cosas se pierdan.
Es como si una persona fuera dentista y va trabajando una técnica y se muere y, entonces,
viene una empresa farmacéutica y retira todo lo que ha aprendido el otro, porque ya no sirve
y porque ahora los aparatos se cogen con un dedo y no con dos, es que lo de los dos dedos es un rollo,
con uno es mejor. Así, el dentista puede comer chicle a la vez que habla con la enfermera.
Entonces, se rompe toda esa cadena de información que, en teoría, debería de pasar que aunque,
realmente, se pueda modernizar algo, la esencia, siempre, será la misma pase lo que pase.
Y, entonces, esa base se debería de tener bastante protegida y respetarse mucho.
A través del tiempo, me doy cuenta que la información es siempre la misma, en cuanto al fondo,
y que, únicamente, cambian los códigos de cómo se entienden las cosas,
a través, de cómo uno ha vivido y de cómo lo ha vivido Y lo único que intesto es plasmar
unos puntos de referencia, que vereis, que ni son católicos, ni son protestantes,
ni son de un equipo, ni son de nada porque vale para todo el mundo, da igual quién sea, me ha servido
para rusos, me ha servido para cualquier tipo de gente. Y yo creo que podríamos vivir mejor o, por lo menos,
tener la oportunidad, porque al final cada uno elige lo que quiere, hay que tener la libertad
para elegir cada uno lo que quiera, pero hay una base que es muy imporatante y esa base es
lo que yo quiero plasmar en este libro. Leedlo varias veces, porque como yo busco siempre
el fondo y no la forma, al trabajar desde el fondo hay que dejar un espacio,
es como una campana y tiene que reverberar su tiempo y su espacio.
Lo que es impresionante es la claridad de expresión y la facilidad de lectura.
Está presentado en unidades muy breves que, en ningún momento, te cansas de leer,
que se puede leer todo seguido, que lo puede leer cualquier persona, no se necesita ningún nivel
y, por lo tanto, encuentro que es un libro perfecto para la función con la que ha nacido
que es ayudar a las personas. Y eso, es muy difícil porque, evidentemente, la vida es compleja
no se trata de banalizar ni de hacer sencillo como si "mira, yo con tres cosas te lo arreglo todo",
porque está hablando de temas muy complejos de los cuales, hay, infinidad de libros.
Sobre los celos, qué no habrán escrito los psicólogos sobre los celos, etc.
Con una sencillez, pero con una efectividad que todos sabemos por dónde va, y una cosa es que a nosotros
nos pueda haber servido alguna cosa, y otra cosa es que eso esté reunido y escrito de una manera tan asequible.
Y eso tiene un grana mérito, es de una gran virtud y es un motivo de felicidad para tí y para los lectores.
De verdad digo, que si no pensais leerlo sólo vosotros es una buena oportunidad de pensar en alguien
al que le pueda ir bien, que es a cualquier persona que esté sufriendo por motivos emocionales,
el libro es perfecto y tiene una presentación sencillísima, tratando temas complejos
creo que eso es un signo de gran sabiduría.
Y estoy preparando el segundo ya ¿eh? que yo no paro...(risas) Ya lo he empezado (aplausos).