Tip:
Highlight text to annotate it
X
MELINA MERCOURI en
S T E L L A
Con GEORGE FOUNDAS
ALEKO ALEXANDRAKIS
SOPHIA VEMBO
Guión MICHAEL CACOYANNIS
Música MANOS HADJIDAKIS
UNA PELÍCULA DE MICHAEL CACOYANNIS
TABERNA PARAISO
MÚSICA BOUZOUKI EN VIVO
"Anneta y la famosa STELLA.
Todas las canciones sobre la VIDA, el AMOR y la MUERTE...
que reflejan el alma del pueblo griego. "
Vámonos al PARAISO BOUZOUKI
y cuando la diversión termine
te cantaré siete canciones para levantarte el ánimo
Y tú me cantarás una para hacerme decir te quiero.
Stella, Aleko ha llegado.
Mi hija no está contenta.
Ella siempre canta primero, como si Stella fuera la estrella.
Eso es lo que acordamos desde el principio.
Pero ahora tenemos montones de ofertas.
Además, mi Anneta canta, y no croa como hace Stella.
Pero es Stella quien hace que la gente venga.
Está ensayando un nuevo número y está hecha un manojo de nervios.
Hola, Aleko. ¿Qué estaba mascullando mi madre?
Está molesta porque tu cantas antes que Stella.
Ella tiene ambiciones para su hija.
¡Vaya ambiciones! ¡Cantar en una taberna!
Iré a ver si Stella está lista.
¿Como te ha ido?
Cada día me voy volviendo más vulgar, mientras que Stella florece.
Y es gracias a ti... un caballero. No un vagabundo como los otros.
- ¿No es así, Mitso? - A mi no me metas en eso.
Y cuando acabe contigo, volverá otra vez con sus vagabundos.
¿Por qué me cuentas esto? ¿Te dijo ella algo?
No, pero conozco a Stella por dentro y por fuera.
Ella no se preocupa del dinero. Esa es su forma de mostrar orgullo.
Pero cuando se enamora de un hombre, es hasta el fondo.
Y después de un par de meses, se olvida de todo ¿No es así?
Eso es culpa vuestra, hombres, dice ella, por ser tan egoístas.
En otras palabras, ¿ha llegado mi hora?
- ¡Las luces! - ¡Fuera luces!
- ¿Algún truco nuevo esta noche? - Ella bailará en la luz de un foco.
Lo vio en una película y le gustó.
¡Tambores!
¡Más alto!
¡Más alto!
¿Qué está haciendo ese bastardo?
- Yo la encuentro repulsiva. - Pues los hombres no.
¡Fuera de mi camino!
¡Esa vieja bruja! Me ha echado el mal de ojo.
No me importa si es la madre de Annetta. Dila que se marche.
¿Puedo darte mi enhorabuena?
¿Te estás burlando de mi?
Para una vez que intento hacer algo artístico...
lo que consigo es ponerme en ridículo.
¡Valiente tugurio!
- ¿Que tiene de malo? - ¡Si ni siquiera tiene piano!
Tiene toda una orquesta.
¡Trata de hacer un número clásico con música bouzouki!
Conseguiré un piano, ¡Espera y verás!
¡Ten paciencia y lo traeré para ti, preciosa!
Yo no soy paciente. Ya me conoces.
Claro que sí. Un corazón de oro. ¿Verdad, Aleko?
- ¿Y no hay siquiera una sonrisa para mí? - Déjalo, Aleko.
- ¡Vamos!, no ha sido tan trágico. - ¡Para mi si! Yo no soy Anneta.
- ¿De qué estaba parloteando? - Sobre nada de importancia.
¿Crees que no lo sé? Es siempre lo mismo.
Cada vez que salgo con alguno, ella intenta arrebatármelo.
¡Y las mentiras que cuenta!
No tanto, a ella le gustas.
Es un problema. Está demasiado preocupada en casarse...
y eso no es sano, no para esta clase de trabajo.
- ¿Y tú, Stella? ¿Qué es lo que tú quieres? - Ya sabes lo que quiero.
Cantar, bailar y tener a todos los hombres a mis pies.
- ¿Que hay de malo? - Nada.
¿Y el hombre que te ame?
Me amará y estará feliz de que sea suya.
¿Tu me quieres, Stella?
¡Cuidado! ¡Mi piano!
- Mis felicitaciones. - Gracias.
¿De verdad que puedes pagarlo?
Tú querías un piano ¿No?
Lo adoro.
Enseguida vuelvo. Ayúdame.
¿Vas a sentarte ahí?
¿Donde si no? ¿Como iba a dejar a mi piano solo?
Despacio. ¡Que no estamos en una carrera!
¡Vamos fuera!
- ¿Que pasa? - Quiero a Pepe, el pianista.
De acuerdo. Eh, Antígona!
¡Quieren a Pepe!
- ¿Dónde está Pepe? - No está aquí.
- ¿Está tocando en alguna parte? - Va a donde le llaman.
Tengo trabajo para él. Le necesito ahora.
Está tocando en alguna boda.
- ¿Dónde? - En el Pireo, en el puerto pequeño.
Primero dejaremos el piano en el Paraíso.
¡A tu salud, Pepe!
¡Por la feliz pareja!
¡A tu salud, Milto!
Un bonito piano, todo *** y brillante!
- ¿Que marca? - La mejor que hay.
¿Quien es ese tipo bien parecido? Me resulta familiar.
Es Milto, el jugador de fútbol.
- ¡El mejor! - El más grande
Entonces, Pepe, como ya hemos dicho... esta noche.
- ¿Se marcha tan pronto? - Si.
- ¿Por qué? - ¡Guárdese las manos!
- ¿Cual es su nombre? - ¡La mano!
- El mío es Milto. - ¿Y qué?
- ¿Adonde va? - Adonde me parezca bien.
Me gustaría que se quedara.
Algo me dice que nos gustan distintas cosas.
Algo me dice que se equivoca.
Ya empieza a clarear.
Ese cartel del Paraíso, ahí abajo ¿Es nuevo?
Es idea mía. Me gusta contemplarlo.
Mi cabello necesita un tinte.
- ¿Que estás pensando? - ¿Debería teñírmelo de rojo?
- ¿Sabes lo que estoy pensando? - ¿Qué?
Odio tener que salir cada mañana como un ladrón.
Me gustaría que lo nuestro fuera diferente.
Pues yo digo que estamos bien.
- ¿Por cuánto tiempo? - ¿Que ocurre contigo últimamente?
Tengo miedo de que me dejes, y si lo haces...
¿Por qué no quieres casarte conmigo?
Si vas a empezar otra vez con eso, es mejor que te marches.
- No puedo dejar de pensarlo. - Y yo no puedo dejar de lamentarlo.
No puede gustarte la vida que lleváis... María, Anneta.
¿Que hay de malo con ellas? ¿No tienen suficiente categoría para ti?
Tu eres mucho mejor. ¿Por qué no quieres cambiar?
¿Y para ser que? ¡Me estás insultando!
No, Stella. Cuando tu amas a alguien, es de lo más natural...
¡Yo no! Yo quiero a la gente por lo que es.
Te lo he dicho ya mil veces: ¡Quiéreme como soy!
Y si eso no te parece bien, regresa a tu mundo...
y déjame en paz!
¿Es que hay otro?
Ahora estás siendo realmente insultante.
¿Crees que te oculto algo? Deberías conocerme mejor.
Cuando haya otro, tú serás el primero en saberlo.
Lo siento.
Me voy.
No se ha visto a Aleko por aquí últimamente.
¿Piensas que no lo he notado?
- ¿Habéis reñido? - Algo así.
Apuesto a que se lo tomó a mal.
Y yo no, quieres decir...
¡Para ese horrible ruido bouzouki!
Las tres últimas noches no ha salido.
- ¿Para nada? - No.
¡Gracias a Dios!
¿Que estás escribiendo Aleko?
Poesía.
¿Sobre qué?
Sobre el aburrimiento burgués.
Haciendo el tonto, en vez de realizar algún trabajo real.
- No empieces. - Le has echado a perder.
Ya sabes lo sensible que es.
¡Al menos se ha deshecho de aquella terrible mujer!
Dejadlo, por el amor de Dios. Le estáis ahogando.
- ¿Vas a salir? - Si.
¿Tan tarde?
¿Adonde?
A los horribles bouzoukis.
Es el día trece del mes.
Mi día de mala suerte.
No quiero abrir los ojos
ni saludar a nadie.
Siempre que es día trece
No salgo de la cama.
Cierro las puertas y las ventanas
Pero mis ojos rehúsan cerrarse.
¡Todos juntos!'Todos!
Maldito día, has acabado conmigo
Me has cortado las alas.
Cada vez que me enamoro
Me haces tropezar y me dejas tirada.
Dicen que soy supersticiosa
La verdad es que estaba destinada.
A quedar huérfana en día trece
En día trece a convertirme en viuda.
¿Que pasa?
¡Un conductor borracho quiere entrar con su coche!
¡Destrozará el lugar, el piano y todo!
¿Mi piano? ¡Lo veremos!
¡Aparca esa antigualla y entra caminando, como un hombre!
Quiero entrar conduciendo.
No serias nada especial. Otros han entrado conduciendo un tren.
Yo hago lo que quiero, ¿Recuerdas?
¡Si tienes pelotas, hazlo!
¡Está completamente borracho!
¡Vamos, pórtate como un hombre!
¡Voy!
¡Stella! ¡Quítate de en medio! ¡Te matará!
Tuve pena de ti, porque eres una monada.
¡Que lástima que no todos los campeones tengan pelotas!
¿Así que sabes quien soy?
- Dicen que puedes hacerlo todo con una pelota.
¿Por qué no aparcas esa cosa? Está bloqueando la entrada.
Dime donde.
- Donde diablos prefieras. - Enséñame.
¿Asustada?
Si Aleko viene, decidle que volveré.
Si los frenos no hubieran funcionado, ¡kaput!
Así que tu nombre es Stella, ¿no?
¡Eh! ¿Dónde vas?
Voy a tomar la siguiente curva, a menos que te preocupe dar un paseo.
Da la vuelta mientras aún estés de una pieza.
Te he traído un coñac. Es por cuenta mía.
Gracias.
- ¿Cuando lleva? - Casi 20 minutos.
Ella dijo que volvería.
Eso es lo que dice siempre.
Recuerdo el último invierno...
salió con aquel tipo.
El dijo que iba a enseñarle su motocicleta...
¡Para!
Y ella no regresó hasta la mañana siguiente.
¿Como puede alguien como tu estar con ella?
¡Mira! No hacemos más que dar vueltas
Me he perdido.
Para o salto.
¡No uses ese truco conmigo! ¡Déjame marchar!
- Aleko te espera, ¿eh? - Si.
- ¿Quien es Aleko? - Un caballero.
- ¿Uno que pela las peras con cuchillo? - Si.
- Entonces no es para ti. - ¡Está loco por mi!
- ¿Quiere hacer una señora de ti? - Si, eso quiere.
- ¡Pobre bastardo! - ¿Por qué?
- Está jugando con fuego. - ¿Soy yo el fuego?
Si. Y un tipo tiene que saber como jugar, o se quemará.
- ¿Y tú sabes? - Eso dicen.
Y yo digo que no.
Tengo un partido mañana. Si ganamos, vendré a dar una vuelta.
Y si perdemos, también vendré.
Anneta, ¿Que te está ocupando tanto rato?
Ya voy.
Los clientes están medio dormidos.
Ella no volverá ¿verdad?
Te lo dije.
Lo sientes por mi ¿no?
¡Vamos! Compadéceme. ¿Debería simular que no lo siento?
Lo siento terriblemente. ¿Por qué debería mentir?
¿Por qué hacerme el duro? Bueno, no lo soy.
Unos pocos días lejos de ella y me haré pedazos.
Aleko, ¿Que te ha pasado?
¡Y pensar que quería cambiarla!
Conozco chicas que cambiarían hasta su propia piel por ti.
Eres muy dulce, Anneta.
¿Donde vas?
Me marcho.
Todo se acabó.
¿Voy contigo?
Ha vuelto, Anneta.
Ha vuelto.
Entra, Milto!
¡Falta!
¡Criminales!
Buenas noches.
¿Donde está el Sr. Aleko esta noche?
Le dije que no viniera.
Ha sido una buena noche. El piano nos trajo suerte.
Siento pena por él, pero odio mentir.
¡Que pena! Era un caballero.
El mejor.
Incluso te compró un piano.
"Nunca te olvidaré" Le dije.
"Tu y el piano estaréis siempre en mi corazón. "
- ¿Que dijo él? - Se le llenaron los ojos de lágrimas.
"Adiós, Stella," dijo, y se marchó...
después del partido de fútbol.
Su nuevo número les vuelve locos. Rompieron cinco platos.
- Los pagarán. - ¡Los rompieron en mi cabeza!
Vete a casa, Stella.
Dentro de un rato.
¿Esperas a alguien?
Lo esperaba. ¡Pagará por ello!¡Espera y verás!
Toca, Pepe, toca.
Aquí estoy.
- ¡Oh, vaya! - Deshazte de él.
¡Debes estar bromeando! Tengo mujer e hijos.
Lo haré yo misma.
- Está cerrado, señor. - Ábrelo. ¡Para mí!
No discutas.
Bien, pero solo un momento.
- ¿Donde quiere sentarse? - En todas partes.
Pero, de momento, aquí.
- ¿Donde están los músicos? - Cenando.
- Tráelos. - Bien.
- ¿Donde vas? - Dentro.
¿Te di yo permiso? Soy el jefe esta noche.
¡Si claro!.
Estoy un poco borracho, pero soy igual estando sereno.
- ¿Cual es tu nombre? - Mitso.
El mío es Milto.
Ahora vete a decirle a esa muñeca rubia que venga aquí.
¡Por favor! Me despellejará.
¡Dile que se vaya al infierno!
Ella no puede.
Hice lo que pude, lo juro. Por favor, no cause problemas.
- ¿Qué es eso? - Dinamita.
Se la tiraré a ella, en vez de una rosa.
¡Stella! ¡Corre! ¡Va a volarlo todo!
Quería dártelo en mano. ¡Eres un ganador!
Así es como yo me arrodillo cuando me gusta algo.
Te prefiero de pie.
¡Dios mío!¡Que ojos!
Los tuyos tampoco están mal.
¡Moveos!
Tráenos vino.
¡Música!
- Me gustas, Stella. - Lo sé.
¿Y que hay de ti?
- Llegaste tarde. - ¿Me esperabas?
- Estaba segura de que vendrías. - ¿Por qué?
Porque lo deseaba.
Vendré todas las noches.
Y yo cantaré para ti.
Y yo cubriré de dinero el suelo que pises.
El dinero no me impresiona.
Me gustas, Stella.
Eso ya lo habías dicho.
¿Sabes lo que se siente?
Es como entrar en la jaula de un tigre.
Golpéalo
Yo no maltrato a las mujeres.
Me gustan como son.
¿Y eso que significa?
Otros se arrastran dentro de la jaula mientras el tigre duerme.
Yo lo despierto y además, lo excito.
- ¿Entiendes? - Si.
- Stella. - ¿Que?
Me gustas.
Stella, ¡amor mío!
¡Bésame!
Despacio.
¡Por aquí, Stella!
¡Hola, Thanassi! ¡Viejo diablo sexy!
- ¡Hola, Vassili! - ¡Hola, Stella!
¡Christo! ¡Cuida de la señora!
Toma lo que quieras. ¡Tómame a mí!
- ¿Que diría tu mujer? - ¿Y a quién le importa?
¿Que tal un jugoso melón?
- ¿Como está Milto? - Bien. Vamos de picnic.
¡Es pesado! ¡Christo! Echa una mano a Stella.
¡Gracias, Vassili!
Perdón.
¿Es usted la señorita Stella?
- ¿Puedo hablar unas palabras con Vd.? - Lo siento, ahora no puedo.
¡Espere!
Soy la hermana de Aleko.
- Estoy ocupada. - ¡Por favor!
Es importante.
Vamos arriba.
Tome asiento.
No me gusta discutir mis asuntos con extraños.
Si Aleko quiere algo, debería venir él mismo.
Aleko está enfermo.
- ¿Tiene fiebre? - No.
¿Que tiene entonces?
Son sus nervios. Un colapso.
Se ha encerrado en sí mismo y no quiere ver a nadie.
Si no tiene fiebre, entonces es que no es grave.
El médico está muy preocupado.
Ya ocurrió una vez antes y...
él trató de suicidarse.
¡Dios santo! ¡Vaya idea!.
Ya comprenderá Vd. que no me ha sido fácil venir.
Se de su relación con Aleko y...
Entonces sabrá Vd. también que se acabó.
Tuvimos una reunión familiar...
y decidimos dar nuestro consentimiento.
¿A qué?
A que se case con Vd, por supuesto.
Repítalo.
A que se case con Vd.
¡Mire Vd.!
Puede que yo no sea de la alta sociedad...
pero no entro en casa de la gente para insultarla.
¿Quien dijo que yo quisiera casarme con Aleko?
Y si quisiera,
¿Quien dice que necesito su consentimiento?
Rompí con él porque yo juego limpio.
¿O cree Vd. que iba detrás de su dinero?
Todo lo que sé es que está enfermo.
No es culpa mía. Yo fui honrada con él.
Y no piense que no lo siento por él.
Es un hombre encantador.
Pero no intente colgarme su enfermedad.
¡Cúlpense a Vds. mismos! ¿Piensa que no me habló de Vds.?
¡Se lo prohibo! Es Vd. una fulana peor de lo que pensé.
¡Ya voy!
Ven atrás, con nosotros.
Mi mamá está delante, con Milto.
¿No es mi mujer una muñeca?
¡Bájame!
¡No hasta que digas que serás siempre mi chica!
- Yo no conozco la palabra siempre. - Dilo, aunque sea mentira.
Yo no miento a los que amo.
Entonces dilo, porque es verdad.
Vosotros los hombres utilizáis con mucha ligereza las palabras
¡Yo no! Pídeme algo, y pondré mi vida en ello.
Hoy si. Haré eso por ti, y más, mucho más.
¿Has oído eso, mundo?
¡Stella es la chica de Milto!
La luna es roja, el río es azul,
Y mi amor en tus brazos, es un suave pájaro blanco
La Luna es verde, el río profundo
Ven, amor mío, bailemos la noche entera.
La Luna se sumergió en el río
y mi amor se volvió amarillo, como una llama
Nunca sentí algo así.
Da miedo, como ser quemado por el sol.
Vamos, sol, quémanos a los dos.
No me gusta sentirme atada de esta manera.
¡Ladrón! ¡Bandido!
¿Adonde nos dirigimos?
Un viaje...
Suiza...
Un buen psiquiatra...
Stella... olvida...
¡No abras!
¿Quien puede ser?
- ¿Quien es? - Aleko.
Dile que se vaya.
Se irá solo.
- Eres mía ahora. - No lo hagas.
¿Por qué?
No lo sé. Siento pena por él.
Se ha ido.
"Muerte"
Me echaron. ¿Por qué? No fue culpa mía.
No, cariño.
Me echaron. ¿Por qué?
No llores mi amor.
Ellos piensan que no tengo corazón, que yo le maté.
Que intenten decírmelo a mí.
Tu eres la chica de Milto. No necesitas a nadie.
He tomado una decisión. Nos casaremos.
"Esa es la mujer de Milto," dirán, y te respetarán.
¿Que hace?
Está ahí sentada, sin decir una palabra.
Ha sido un choque terrible para ella.
Ella debió pensárselo antes de deshacerse de él.
Ya le dije que acabaría así.
Mide tus palabras, o las pagarás.
¿No ha aparecido Milto?
Aún no.
Ven aquí, María. Tengo algo que decirte.
¿Que?
Milto me pidió que me casara con él.
Es como todos.
Quiere poseerme en cuerpo y alma.
¿Y tú?
Le quiero.
¿Qué le dijiste?
Nada.
No dije nada.
No puedo respirar. ¡Quiero cantar!¡sentirme viva!
Me estoy ahogando ¿no me oyes?
Amor, te has convertido
en cuchillo de doble filo.
Antes me dabas solo alegrías
ahora conviertes la alegría en lágrimas
No veo escape, ni cura.
Dijo que no quería cantar, pero no pudo resistirse.
El mismo día en que le enterraron
¡Tu serás el próximo!
Yo no soy como los otros. Vamos a casarnos.
- ¿Que has dicho? - Vamos a casarnos.
Acabo de ver a mi madre. Hemos fijado la fecha.
El fuego arde en sus ojos
Las estrellas caen cuando él me mira.
Apaga las luces
Apaga la Luna
que no vean mi dolor cuando él me lleva
¿Cuando?
El 28 de octubre. La fiesta nacional.
¿Por qué, Milto? ¿Por qué?
- Quiero saber que eres mía. - Ya lo sabes.
No quiero compartirte con los ojos de otros hombres.
- ¿No confías en mi? - No lo sé.
Eso me mata.
Confía en mí y márchate años enteros... que te estaré esperando
¿No comprendes?
Que seas mi chica no significa nada.
Quiero decir "mi mujer"
Conocer gente, cuidar de ti.
Entonces no deberías haberte unido a mí.
Aborrezco la simple idea del matrimonio!
Escucho a las demás mujeres anhelando casarse, y me rio.
¿Por qué no podemos seguir como estábamos?
Como animales salvajes.
O eres mía por entero o no lo eres en absoluto.
Nunca me casaré contigo... ¡nunca!
Entonces me marcho, Stella.
O nos casamos...
o me voy, y nunca me volverás a ver.
Lo juro, por la vida de mi madre.
¿Por qué me atormentas?
Estoy esperando, Stella.
¿Si o no?
¿Por qué no puedo decir no?
¿Que me ocurre?
¿Si o no?
¿Por qué hacerme decir algo que puedo lamentar más tarde?
No lo lamentarás.
Por última vez...
¿Si o no?
La boda tendrá lugar el día 28.
Iré a decírselo a los otros.
¡Es Milto, el jugador de fútbol!
- ¿A qué hora es la boda? - A las 4:00.
¿Como se llama ella?
- ¿Es bonita? - ¿Y como no? ¡estúpido!
Está todo arreglado.
Llévame hasta la novia.
- Tú esperaras fuera. - Si, madre.
No debes verla antes de la ceremonia.
¡María, los bombones!
¡Ahora no, niños!
- Pruébatelo. - Es encantador.
- Un poco más atrás. - Así vale.
Esas campanas me están volviendo loca.
- ¿No viene a recogerte hoy? - Fue idea de su madre.
¡En cuanto a ella, no me hagáis hablar!
Su madre desea esto, su madre desea aquello...
Si es por la felicidad de su hijo, ¿por que no?
Soy la madre de Milto.
Pase, por favor.
Tu eres María.
- ¿Y quien eres tu? - Anneta, una amiga de Stella.
Pensé que me reuniría con la novia antes de la boda.
He estado metiéndole prisa para que te llame.
Así es como debería ser. Y no de otra forma.
Mi hijo no es malo, pero tu eres demasiado bonita para él.
¿No te ríes?
¿Te doy miedo?
- No. - Pensaba que no.
Tienes mis bendiciones
Debería preguntar por qué no me visitaste, ¿o es que simplemente lo olvidaste?
- Lo olvidé. - Bien.
Mi hijo vino un día a casa y dijo...
"Madre, quiero casarme "
"Ya era hora", dije. "¿Quien es ella?"
"Una buena chica," dijo. "Pobre, pero bella y orgullosa".
"Me costó mucho pedírselo"
¿Así es como fue?
Si.
Bien. Eso prueba que no querías "pescarlo".
No he querido "pescar" a nadie en toda mi vida.
Eres orgullosa, muy bien. Eso me gusta.
Gracias a Dios, no vamos a vivir juntas.
Dudo que saliera bien.
Ayer Milto compró vuestra casa.
¿Nuestra casa? ¿Dónde?
No demasiado lejos de la mía.
Tuvo que pedir prestado para ello.
¿Por qué no me preguntó? Sabe que me gusta vivir por aquí.
- ¿Donde vas? - A por un cigarrillo.
¿Y por qué aquí?
Porque me gusta estar cerca de mi trabajo.
Escucha... Yo soy de Creta y no me gustan las palabras rebuscadas.
El matrimonio cambia la vida de una mujer.
Marido, hogar, niños.
Tendrás que olvidarte de todo eso.
Mi hijo puede haberte mostrado solo su lado amable.
- No. - Eso pensaba.
Es un buen chico, pero testarudo como una mula.
Mataría, o se dejaría matar para hacer las cosas a su manera.
¿Me entiendes?
La entiendo.
Bien.
¿Sabes por que te cuento todo esto?
Porque a ninguno de vosotros os gustan las medias tintas.
- ¿Estoy en lo cierto? - Si,lo esta.
No es casualidad que tengas esos grandes y hambrientos ojos.
Te veré en la iglesia.
No llegues tarde.
- Así que esa es Stella. - ¿Que piensas de ella?
Para esos dos, será el cielo o las llamas del infierno.
Vámonos.
Adiós.
- ¡Felicidades! - ¡Gracias! Espero que seas la próxima.
Tiene pocas posibilidades. ¡Con ese morro!
Me voy a casa. Tengo cosas que hacer.
- ¿Qué cosas? - Eso es asunto mío.
- Acordamos que te vestirías aquí. - He cambiado de idea.
- Recógeme con el coche. - ¿Y que hay de la comida?
Se va a casar con el mejor y está hecha un manojo de nervios.
Me gustaría ser yo.
Vamos. Veamos las flores. Es casi mediodía.
La señora María me envía.
Le he traído algo de comer.
Déjalo ahí.
- ¿Has estado llorando? - Un poco.
¿Por qué?
Por todos los chicos como tu.
No entiendo.
No importa.
- Tengo que marcharme... - Espera.
- ¿Como te llamas? - Antoni.
- ¿Que edad tienes? - Cerca de 20.
¡No me digas! Todo un hombre.
Fumemos un cigarrillo.
Por favor, toma uno de los míos.
¿Es ese tu traje de boda?
Estarás deslumbrante de blanco.
¿Solo cuando voy de blanco?
Tu siempre lo estás. Te veo a menudo.
¿Por qué nunca me hablaste?
No me atreví.
¿Alguna chica te ha dicho que tienes unos hermosos ojos?
No.
Estoy contenta de haber sido la primera.
También yo.
¿No te asusta decir estas cosas en el día de mi boda?
¿Asustado de qué?
De mi marido. ¿Le conoces?
No, pero es muy afortunado
¿Vas a venir a la boda?
Desgraciadamente, debo ir al desfile.
Soy el portaestandarte de mi escuela.
Es una pena no poder verte.
Lo siento, tengo que...
¿Te vas?
Tengo que hacerlo.
Adiós señorita Stella.
Adiós, Antoni.
Desearía estar en el lugar de él.
Parece lluvia.
¿No te has vestido todavía? ¿Qué estás esperando?
- No voy contigo. - ¿Que dices?
No me caso.
¡No puedes hacer eso!
¿Quién lo dice?
No hay nada que no pueda hacer para conservar mi independencia.
- ¿Por qué dijiste que sí? - ¿Por qué?
Porque le amaba. El me obligó a decirlo.
¿Quieres decir que has dejado de quererle?
Quiero decir que me secaré por dentro cuando me encierre.
¡No puedes burlarte de él! ¡No de esta manera!
Mejor ahora que más adelante.
- Le conoces. ¡Te matará! - ¡Que lo haga!
Yo solo deseaba su amor, y le di todo lo que tenía
¿Por qué todos quieren cambiarme? ¿Hacer de mi una señora, una ama de casa?
Lo que sea que les convenga. ¿Por qué?
¡Nómbrame a uno que no lo haya intentado!
¿Que demonios soy yo? ¿Un gramófono?
¿Mejor que me mate a casarme con él contra mi voluntad!
¡Perra egoísta!
Si piensas que lo que estoy haciendo no me duele...
te equivocas.
¡Déjala que se vaya al infierno!
- ¿Qué le diremos? - ¡La verdad! ¡Toda!
¡Le haremos ver que es una vagabunda!
- Estás celosa. - No, no estoy celosa.
Es por Milto por quien sufro. Deberíamos haberla arrastrado a la fuerza.
También lo siento por él, pero me quito el sombrero ante ella.
- ¿Por malgastar su buena suerte? - Haz lo mismo si puedes.
- Yo no tengo suerte que malgastar. - Tu nunca lo harías.
Stella escucha a su corazón. Nada es más importante para ella.
Si estuvieras en su lugar ¿Habrías hecho lo mismo?
No... ¡No habría tenido el valor!
Para mí, ella es como un trago que te calienta la sangre, un buen sueño.
Stella está fresca, llena de vida...
como un campo lleno de flores.
Vámonos.
¡No es verdad lo que ven mis ojos!
Te lo dije, quería verte.
¿Pero... la boda?
- ¿Contento de verme? - ¡Y tanto!
- ¿Tienes alguna cita? - No.
¿Querrías ser mi acompañante?
Oh, ¡claro que si!
¡Nos divertiremos! Hoy todo el mundo ha de divertirse.
No me importa, ¡Os lo dije!
¡Ni por mil como ella!
¿Por que me miráis tan fijamente? ¿Pasa algo?
Dije que si pasa algo.
¡Vamos, toca!
¡Esta noche tendremos un baile!
¡Mitso, ven aquí!
Lo que digas, Milto.
Bien, Stella.
Olvídala. No se merece que pienses en ella.
Tienes razón. ¡Esta va a ser toda una noche!
Le mostraremos que no me importa nada.
No me gusta su aspecto.
Reza por que se vaya temprano, para el caso de que Stella aparezca.
¡Las chicas más bonitas están locas por ti!
¡No te lo tomes tan a pecho!
¿Yo? ¿No ves que me estoy riendo?
Piensa en toda la gente que está riendo esta noche.
Dicen que Milto quedó en ridículo...
que la novia huyó de él.
¡Deja que se rían!
Esta noche tendrán mucha diversión.
¿Que?
¿Te llevo a casa?
No. A donde María.
Es una amiga.
Aquí estamos.
- ¿Te veré dentro? - No.
No quiero despertar a María.
Vete ahora. Deprisa.
- Y no mires atrás. - ¿Por qué?
Trae mala suerte
¿Mañana?
- Mañana. - Adiós, Stella.
Adiós, Antoni.
Stella, ¡márchate!
¡Voy a matarte!
¿No me oíste, Stella? Tengo un cuchillo.
Di que lo sientes. Di que te casarás conmigo y soltaré el cuchillo.
Stella, ¡vete!
¿Por qué no te vas?
¿Por qué?
Bésame, Milto, bésame.
¡Bésame!
¡Socorro!¡Asesino!
¿Que pasa?
¿Qué has hecho, Milto? ¿Por qué? ¿Por qué?
¡Marcháos!,¡Todos vosotros!
¡Dejadla y marchaos! ¡Milto!
¡Ella tuvo la culpa!
¡El no es un asesino!
¡Vete, Milto!
¡Ella tuvo la culpa!
FIN