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Había una época en que la gente no conocía la RCP.
Pero ahora sí la conocemos. Y sabemos que la calidad de la RCP es importante. Existen muchos estudios que demuestran que la CALIDAD IMPORTA.
Sin embargo, los datos demuestran que, desde principiantes a expertos, e incluso los profesionales, se comenten errores. Así que... ¿cómo saber si se hace bien? Es muy sencillo. Basta con medir.
Si no ve cómo lo está haciendo, es fácil saltarse algunos pasos esenciales para practicar una RCP de calidad.
Hay seis pasos para una RCP de calidad.
No detenga nunca las compresiones durante más de 10 segundos. Cada vez que interrumpe las compresiones torácicas, la sangre no fluye al corazón ni al cerebro.
Las compresiones mantienen constante el flujo sanguíneo. El ritmo ideal de compresión es de 100-120 compresiones por minuto.
La profundidad correcta de compresión es de al menos 5 cm. Si es inferior, quizás no genere suficiente flujo sanguíneo.
En el movimiento descendente, las compresiones fuerzan el retorno de la sangre del corazón al sistema circulatorio y, lo que es más importante, al cerebro.
En el movimiento ascendente, la reexpansión completa del pecho permite que el corazón vuelva a llenarse antes de la siguiente compresión.
Realice 30 compresiones y, a continuación, 2 insuflaciones. Evite las ventilaciones excesivas. Cada insuflación debe durar únicamente hasta que el pecho se eleve. Las insuflaciones deben realizarse con suavidad, a un ritmo de 6-8 por minuto.
A menudo se dice que "la práctica hace al maestro". Pero nosotros creemos que una práctica PERFECTA es lo que conduce a la maestría. Y aquí es donde interviene la medición. Se aprende en gran medida utilizando dispositivos de información sobre la RCP para medir el rendimiento, evaluar los datos y proporcionar información. La información sobre la RCP, utilizada en la formación y la actuación real, permite realizar una RCP de calidad en todas las ocasiones.
Las evidencias son claras. Cuando se trata de RCP, la calidad importa.