Tip:
Highlight text to annotate it
X
—No quiero ningún homenaje preparado, me gusta que todo sea más espontáneo.
—¡Míster, mira qué banderola te han hecho! —No está mal, pero la podrían haber hecho más grande, casi no se lee.
—Mira qué mural: "Te queremos, Pep".
—Está bien, pero hubiera podido ocupar todo el campo y ser un poco más específico, por ejemplo:
Gracias, Pep, porque eres el mejor, el que ha ganado más títulos y el que tiene mejor tipo.
—No, no hace falta Messi. No hace falta.
Aunque puestos a dedicar, hubiera podido marcar el penalti contra el Chelsea y dedicarme el gol.
—Y yo te dedico mi Trofeo Zamora al portero menos goleado. —Demasiado tarde y poco espontáneo.
Mira qué majo Messi, ahora me lo viene a dedicar.
¿Pero cómo? ¡Ha pasado de mí! ¿Lo habéis visto?
—Igual se le ha olvidado, hombre.
—Ahora sí, ahora.
Ya sabía yo que... Si no vino ni a la rueda de prensa de despedida.
¡Me quería dedicar el hat-trick!
—Gracias, Messi.
—¿Sabes qué, Tito? Lo último que haré como entrenador del Barça será venderlo.
—¡No, por favor! ¡¡No!!
—¡Y el Trofeo Zamora!
—Pero Leo, ¿cómo sabías que marcarías cuatro goles?
—¡De acuedo, de acuerdo! Pero hoy el "prota" soy yo.
Gracias Tito, pero no quiero hablar. Gracias, de verdad. —Muy bien, Pep.
—Pero si insistís tanto...
Gracias. Gracias absolutamente a todos.
Os echaré mucho de menos.
El que más pierde soy yo, concretamente unos cuantos millones de euros.
Pero el cinturón apretaba mucho y yo me lo desabrocho.
Hasta pronto, ¡que a mí no me perderéis nunca!
¡Hosti! Quizás me he desabrochado demasiado el cinturón.
Va, chicos, ¿me manteáis o qué? Es que se os tiene que decir todo. Venga, va, a mantear. ¡Va!
Va, Tito. —Sí que le echaremos de menos, sí...