Tip:
Highlight text to annotate it
X
Gracias, Steve y Jane.
Bueno, empecé mi carrera
como profesor en un barrio marginal, y como empresario.
Después, como muchos otros,
me inspiró la idea de dedicarme al servicio público.
Y hace 1298 días
empecé a trabajar como asesor principal de innovación para Hillary Clinton.
No es que cuente los días.
Esta ha sido una oportunidad maravillosa para mí.
Un día espero ser un hombre mayor,
de unos 70 u 80 años,
tener a mis nietos en las rodillas,
y contarles algunas historias
sobre lo que hice, lo que vi y lo que aprendí
ejerciendo este trabajo.
No se trata de un medio para conseguir un fin
sino de un fin en sí mismo.
Y en estos 15 minutos quiero
compartir con Uds. 5 cosas
que he llegado a creer
con todo mi ser, corazón y mente,
en los últimos 1298 días.
Lo primero es que está ocurriendo
un inmenso cambio en el poder geopolítico.
La mayoría de los que hablan sobre cambios en el poder geopolítico
lo hacen con una base geográfica.
Suponen que hay un cambio de poder de EE.UU. y Europa a Asia
o de las naciones del Norte a las del Sur.
Si es verdad o no y en qué grado es real,
dejaré que sean otros los que lo discutan.
Lo que yo sí sé con bastante certeza
es que en casi todos los 195 países del mundo
se está produciendo un cambio significativo en el poder geopolítico
y ese cambio de poder va de las jerarquías
a los ciudadanos y a las redes de ciudadanos.
Se está produciendo un enorme cambio de poder
en todo el mundo
desde las jerarquías como el Gobierno
y las grandes y medianas empresas,
hacia los ciudadanos y hacia las redes de ciudadanos.
E Internet está facilitando el cambio.
He sido testigo de
cómo esto se manifiesta de 3 formas.
Primero, ha aumentado la velocidad y el crecimiento de los movimientos políticos,
como el movimiento anti-SOPA, aquí, en Estados Unidos,
o como las revueltas en Oriente Medio.
Internet y las redes sociales
no provocaron estas revueltas,
ni fueron responsables de su éxito.
Pero las amplificaron
y las hicieron más veloces.
Segundo, creó entornos informativos enriquecedores.
Algo que hoy es mucho más cierto que hace 1298 días
es que la posibilidad de la jerarquía,
ya sea un dictador o un gran grupo mediático,
de controlar los medios de comunicación,
de controlar la información en un país,
ha disminuido considerablemente.
Un dictador ya no puede determinar
qué información conoces, qué medios consultas.
Tercero, las estructuras de liderazgo
se han visto enormemente afectadas.
Si piensan en lo que sucede en Estados Unidos,
como el movimiento anti-SOPA,
o en las revueltas de Oriente Medio...
No hay una cara que ponerse en la camiseta
que lidere estos movimientos.
No hay una líder carismático
que organice e inspire a las masas desde arriba.
Más bien, las estructuras de liderazgo de los movimientos políticos modernos
se parecen cada vez más a la estructura de Internet,
es una red en lugar de una pirámide, que establece el control de arriba a abajo.
Bueno, yo veo todo esto como una explicación, no como una defensa.
Esto es bueno y malo al mismo tiempo.
Es bueno porque los movimientos están cada vez más centrados en los ciudadanos
y menos basados en, digamos, un culto a la personalidad.
Es malo porque, una vez que la revuelta haya llegado a su fin,
o se haya derrotado una ley anti-piratería,
¿qué pasará?
Hay un vacío de poder.
Hay un vacío institucional.
¿Dónde está Nelson Mandela?
¿Dónde está Václav Havel?
¿Dónde está el fundamento institucional en el que basarnos para gobernar?
Y al frente del cambio de poder,
hay una pérdida del control.
El siglo XXI es un mal momento para ser controlador.
(Risas)
Y las entidades que de verdad están perdiendo ese control son las jerarquías.
Ahora, en medio de esta pérdida del control,
muchos países fuera de EE.UU., están retrocediendo.
Sobre todo en las redes,
en Internet,
y lo hacen en nombre de la seguridad.
Dicen que Internet es un lugar oscuro y peligroso
con contenidos ofensivos.
Ahora es el momento de que nosotros, la gente con camisas blancas,
corbatas rojas y trajes de chaqueta, tomemos el mando.
Y están tratando de controlar
lo que debería ser un espacio abierto.
Y lo hacen en nombre de la seguridad.
Muchos creen que la seguridad y la libertad son iguales y opuestas.
Cuanto más hay de una, menos hay de la otra.
Lo que yo pienso es que dependen la una de la otra.
La libertad sin seguridad es frágil.
La seguridad sin libertad es opresiva.
Así que el quid de la cuestión,
respecto del futuro de Internet,
la batalla que habrá que librar
por el futuro de Internet en los próximos 5 años,
sobre si permanece abierta,
o será un grupo de intranets,
es si podremos mantener este equilibrio.
El tercer aspecto que he llegado a creer
con todo mi ser
es que necesitamos el enfoque
que ha tenido el presidente en cuanto a la innovación
como el núcleo de la estrategia para construir nuestra futura economía.
Debemos respaldarlo.
Y creo que más países deberían hacer lo mismo.
El 40 % del PIB de EE.UU.
proviene de compañías que no existían hace 30 años.
El 40 % del PIB de EE.UU. equivale
a USD 60 billones de actividad económica anual.
Y, si Estados Unidos será la mayor potencia económica en 30 años,
como lo ha sido en los últimos 30 años,
tenemos que rellenar este hueco
con logos de empresas que hoy no existen.
Y esto sirve como transición hacia el cuarto aspecto
en el que he llegado a creer con todo mi ser.
Necesitamos dar poder a las mujeres
en todos los aspectos de nuestra actividad económica.
(Aplausos)
Gracias.
Y de nuestra actividad política.
Aceptaré esos aplausos en nombre de la Secretaria Clinton.
(Risas)
Porque, ¿saben?, hoy cumple 65 años
(Aplausos)
Y ha hecho mucho para mejorar nuestro conocimiento
sobre la importancia no solo de hablar
sobre dar poder a las mujeres en puestos de seguridad y economía,
sino de llegar al núcleo del asunto.
Dar poder a las mujeres en el campo económico y de la seguridad
no es una cuestión moral,
no es una cuestión de justicia,
no es solo una cuestión moral,
no es solo una cuestión de justicia,
es también una cuestión de seguridad y de economía.
Un estudio de Goldman Sachs dice que en Estados Unidos,
si reducimos las barreras para la participación plena de la mujer en el mundo laboral,
nuestro PIB se incrementaría en un 9 %.
Y si lo mismo hubiera sucedido en la eurozona,
se habría producido un aumento del 14 %.
Se estima que disminuir la brecha
para la participación de la mujer en los países de Asia del Pacífico,
como China, Vietnam o Corea del Sur,
supondría un aumento de las ganancias per cápita del 14 % para 2020.
Son cifras considerables
en términos de macroeconomía.
Y mientras viajaba por el mundo,
voy a por los millones de millas, más de 700 000 millas,
no sé en cuantos países habré estado,
he visto esto constantemente.
He estado en muchos países
en los que las mujeres hacen 2/3 del trabajo y cobran 1/3
y son dueñas de menos del 2 % del terreno.
Y en nuestra lucha por el crecimiento económico,
la perspectiva más eficaz sería
crear un espacio en el que la mujer pudiera comprometerse
desde el último escalón hasta la sala de juntas.
Esto es lo que vi hace 2 semanas cuando estaba en Paquistán.
Fue duro estar allí.
En el poco tiempo que estuve, ocurrieron 2 bombardeos.
Le dispararon a Malala, una niña de 14 años.
Y la seguridad allí es mala.
Pero hubo una historia que me dio esperanza,
que me hizo sentir mejor,
fue la historia de Maria Umar.
Me dijo que había iniciado una empresa
llamada Liga Digital de las Mujeres.
Me comentó: "Creé esta empresa
porque pienso que las mujeres pueden arrimar el hombro
y ser socias valiosas y útiles en las microtareas informáticas.
En estos momentos, 70 mujeres trabajan para mí".
Muchas de ellas trabajan en los lugares más problemáticos de Paquistán.
Me dijo: "Tengo clientes en Estados Unidos,
en el Este de Asia, en los Emiratos Árabes Unidos".
Le pregunté cómo consiguió el negocio
y me dijo que a través de LinkedIn.
(Risas)
¡Es fantástico!
Esta joven, Maria Umar,
creó la Liga Digital de las Mujeres,
tiene 70 mujeres empleadas
y hace todas las transacciones con LinkedIn.
Y escuchaba esto
en medio de una situación de seguridad muy complicada
creada por hombres.
De la cifra sobrecogedora de víctimas,
un porcentaje ridículo eran mujeres.
Escuché la historia de la joven
y me dije que estábamos haciendo algo mal.
También tenemos que dar poder a las mujeres en la seguridad.
En los últimos 20 años,
se han negociado cientos de tratados de paz.
Muchos de los cuales fracasaron.
Y un análisis retrospectivo de estos tratados
muestra que solo el 7 % de los participantes eran mujeres.
A pesar de que las mujeres tienen un don natural
para la paz y la creación de comunidades.
Y si miramos a la evidencia de lo que hicieron
cuando el 7 % consiguió un lugar en la mesa de caoba,
su impacto ha sido visible e importantísimo.
En el Acuerdo de Viernes Santo de Irlanda del Norte en 1998,
fueron las mujeres las que insistieron
en las estipulaciones de reconciliación,
integración y derechos de las víctimas.
Y esas 3 cosas en las que las mujeres insistieron
fueron esenciales
para la durabilidad y el éxito de los Acuerdos de Viernes Santo
y distensión de los terribles conflictos
entre protestantes y católicos en Irlanda del Norte.
Así pues, ¿cuáles son los 2 retos mayores
que el crecimiento económico y la seguridad?
Desde mi punto de vista, lo que he llegado a creer
con todo mi ser,
es que la mejor forma de enfrentarse a ellos
es consiguiendo la participación de más mujeres en todos los niveles.
La quinta y última cosa que he aprendido en estos 1298 días de trabajo
es que debemos salir de la penumbra.
Hace 100 años, el presidente de EE.UU. era Theodore Roosevelt.
Dijo algo que, en cierto modo, ha iluminado mi camino.
"Es mucho mejor atreverse a cosas grandes,
cosechar triunfos gloriosos aún marcados por el fracaso,
que aliarse con esos pobres espíritus que ni mucho ganan
ni mucho sufren porque habitan en la penumbra
donde ni la victoria ni la derrota se conocen".
Es mucho mejor atreverse a cosas grandes, cosechar triunfos gloriosos
aún marcados por el fracaso,
que aliarse con esos pobres espíritus
que ni mucho ganan ni mucho sufren
porque habitan en la penumbra
donde ni la victoria ni la derrota se conocen".
Cuando estaba viajando por todo el mundo, he visto demasiada penumbra.
Y creo que estamos en un momento
en el que hay tantos desafíos globales,
en el que el mundo se está haciendo más complicado
y no menos complicado,
que debemos ser capaces de cometer errores,
no de omitirlos.
Debemos vencer nuestros miedos
y salir de la penumbra.
Así que estoy contento del tiempo
que he estado en el gobierno.
Mucha gente suele pensar que trabajar en el gobierno
es duro.
Pero creo firmemente que mi idealismo y mi optimismo
no se han visto afectados por trabajar allí.
Y creo que si reconocemos estas 5 cosas como grandes retos
que debemos apoyar,
mi optimismo y mi idealismo no dejarán de crecer.
Muchas gracias.
(Aplausos)
Gracias.