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Narradora: Es difícil no ver que el mundo atraviesa una etapa muy complicada,
queremos hacer algo por ayudar pero no sabemos qué.
No han servido ni las negociaciones políticas ni las guerras y es difícil saber qué hacer.
Existe una sabiduría antigua que ofrece otra forma de salir adelante.
Se ha facilitado esta sabiduría durante miles de años
y los grandes maestros la han mantenido viva.
Uno de esos maestros, Sákyong Mipham Rimpoché, mantenedor del linaje Shambhala,
ha escrito un libro reciente explicando estos principios y cómo aplicarlos.
El Sákyong aprendió de su padre, Chögyam Trungpa Rimpoché,
el maestro tibetano de meditación que tenía más razones que los demás para dudar de la naturaleza humana.
Sákyong Mipham Rimpoché: Cuando salió del Tíbet y de los Himalayas
donde se había formado en una tradición espiritual profunda y llegó a la India
fue testigo forzoso de tremendas brutalidades.
A partir de esa experiencia y reflexión personal
llegó realmente a la conclusión y tuvo la impresión de que era importante expresar
que la humanidad es buena, en lo más profundo, que es completa.
Y esta idea de respetar a los demás y de cultivar esto en el corazón
es realmente la mejor forma de prevenir y ayudar a que la gente no se vuelva salvaje ni agresiva.
Eso se produce por una sensación profunda de estar herido, de inseguridad y falta de respeto
cuya consecuencia consiste en dedicarse a herir a los demás.
Sólo denigrando a algunas personas
no contribuimos, en general, a ayudar a esta especie humana.
Se trata de mirar las cualidades innatas que poseemos todos y ser plenamente consciente
del hecho de que, a diario, todos podemos portarnos mal en cualquier momento y herir a los demás
pero eso no es una razón para descartar la confianza general en la propia humanidad.
>> N: En su nuevo libro, "El principio Shambhala" el Sákyong nos inspira
a sopesar honradamente la idea de que todos somos profunda y fundamentalmente buenos.
Esta bondad siempre está presente, incluso en las dificultades
como la enfermedad, la economía que se hunde o el cambio climático.
>> SMR: ¿Cómo podemos construir la fuerza, la fortaleza, la resistencia
y la inspiración, regresando constantemente a la sensación de nuestra propia valía,
a la propia sensación de cómo nos consideramos y qué consideramos importante
y cómo podemos empezar a comunicarlo?
Gracias a la propia confianza y a nuestra propia convicción
empezamos realmente a comunicarlo a los demás.
Me parece que así se produce el cambio y, de ese modo, influimos en la cultura a diario.
>> N: Nos alienta a abrirnos al propio anhelo por la paz
y a la verdadera y real experiencia de la bondad en la vida en vez de centrarnos en nuestros fallos
o en la negatividad de los demás; es el momento de abrir el corazón a la bondad sencilla y real.
Esa apertura tiene la potencia de cambiar nuestro rumbo.
>> SMR: Lo único que podemos hacer es, realmente, observar mucho la propia mente y el corazón
y darnos cuenta que es completo, que nuestra mente es vasta y el corazón es muy, muy pleno y fuerte,
y, en lo más profundo, todos tenemos esta capacidad, vibramos, somos plenitud y somos buenos.
Estos temas son permanentes y no cambian dependiendo de que sea un buen o mal día.
>> N: Aunque las ideas de "El principio Shambhala" son sencilla, no son fáciles.
El Sákyong señala, sin embargo, que podemos confiar en nuestra capacidad
de ayudarnos a nosotros y al mundo a mantener la paz y la cordura.
Este mensaje de esperanza llega en un momento muy importante de la historia humana;
gracias a cambios sencillos en la forma de vida y en la forma de vernos a nosotros y a los demás
podemos cambiar el curso de la historia.
Buena suerte, les ruego que estén bien y se mantengan fuertes.
[Música de flauta]
El principio Shambhala: descubrir el tesoro oculto de la humanidad