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Inminente Final, Apocalipsis Explicado, presenta...
Las Dispensaciones (hoi aióones)
Hola, seguidores de nuestro canal, Inminente Final, Apocalipsis Explicado!
Hoy quería hablarles de una cuestión que tiene muchísimo que ver,
no solo con la comprensión de la profecía y de los tiempos proféticos,
sino incluso con todas las Escrituras.
Un conocimiento que haría que muchas de las objeciones que plantean quienes no conocen mucho de la palabra de Dios,
perdieran totalmente su sentido.
Y es la cuestión de las dispensaciones, de las Eras bíblicas,
de los diferentes y sucesivos pactos que Dios hizo con el ser humano a lo largo de los tiempos,
tal como lo dice la Biblia, ¿no?
O sea, remitiéndonos a la doctrina de Dios, de la Biblia,
acerca de los diferentes tiempos que la humanidad tuvo que pasar.
Es este un conocimiento que es clave, que es importante,
para que el cristiano, para que toda persona con conocimientos y con fundamentos bíblicos en su fe,
en su convicción bíblica,
pueda saber ubicarse, digamos, en un mapamundi de los tiempos bíblicos,
es importante para saber en qué tiempo está parada cada doctrina,
cada momento, cada principio que establecido bíblicamente.
Para esto, conviene diferenciar muy bien que las diferentes dispensaciones
tienen, cada una, su normativa propia y diferente.
Dios sigue siendo el mismo: no cambia.
Es el mismo Dios que nos llama al amor, al perdón, a la santidad y a la reconciliación.
Es el mismo Dios, que siempre le da al hombre
una nueva oportunidad de arrepentirse de lo que hizo mal y de cambiar,
y de volverse hacia Él, hacia Su presencia.
Es siempre el mismo Dios, como decimos,
y el hombre, tristemente, podemos decir que, a lo largo de las sucesivas edades,
pone de manifiesto su fracaso.
En total, las dispensaciones...
es un término que viene del idioma griego koiné, ¿no?
está tomado de las cartas de Pablo, en donde se habla de la dispensación del fin de los tiempos.
Se habla... incluso cuando Cristo dice "Yo estoy con ustedes hasta el fin del mundo."
En realidad, palabra griega que usa, es la palabra aión,
que quiere decir "edades", "eras", tiempos preestablecidos...
El "fin de este siglo", es otra manera en que esto se traduce,
por ejemplo, en latín se usa la expresión saeculum,
que quiere decir más o menos lo que en griego quería decir aión:
dispensación, edad, era, plazo, tiempo.
Tiene que ver con el cronograma perfecto establecido por la mente infinita de Dios.
Conviene, entonces, tener en cuenta las diferentes dispensaciones.
Las dispensaciones son en total, siete.
Las siete tienen un patrón común, que es la gratuidad de la misericordia de Dios,
es decir, no exige de parte del hombre un mérito, para colmarlo de bendiciones:
pero sí hay condiciones con las que el hombre debe cumplir.
Y en todas las siete dispensaciones, el hombre fracasa en el objetivo de cumplir con el pacto.
O sea, cae de las siete dispensaciones,
que hoy vamos a recorrer, intentando la mayor brevedad posible.
Es importante, como cristianos, saber que cada dispensación, como decíamos,
tiene un diferente condicionamiento de parte de Dios.
Y nos conviene saber, tanto lo que concierne a las diferentes dispensaciones,
como lo que nos toca a nosotros, como cristianos, asumir.
Por ejemplo, hay condiciones con las que nosotros no tenemos que cumplir,
de la misma manera que otros tiempos sí tuvieron que cumplir,
por ejemplo, algunas relativas a alimentación, vestimenta, y demás,
que por ejemplo tuvieron que ver con la dispensación israelita o con la pre-diluviana,
es decir, anterior a Noé y al pacto que Dios celebra con él.
Pues bien, vamos a ir viéndolas de a una, para que se vea cuál es la diferencia,
y cómo muchísimos, pero muchísimos, enorme cantidad de enigmas, que para algunos lo son,
cantidad de misterios, que para muchos lo son, de la Biblia, se aclaran muy, pero muy fácilmente.
Dispensación Edénica - Inocencia
La primera dispensación, el primer pacto, es el pacto edénico.
Es el tiempo de la inocencia, durante el cual el hombre es desconocedor, por sus propios medios,
de lo que es bueno y de lo que es malo,
de lo que está bien y de lo que está mal.
El hombre, en ese momento, tenía que recibir de parte de Dios el conocimiento y el discernimiento de lo que era el bien y el mal.
Él por sí mismo -o sea, Adán y Eva, por sí mismos -
no sabían por sí mismos lo que estaba bien y lo que estaba mal.
Simplemente, tenían que atenerse a la palabra dada por Dios,
de que había una sola cosa, en ese momento...
- fíjense qué rasgo especial, ¿no?, del pacto de la inocencia, del pacto edénico -
Una sola cosa estaba prohibida, y era comer del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal.
Entonces, los que participaron de este pacto fueron Adán y Eva,
y virtualmente, los descendientes de Adán y Eva (que no los tuvieron).
Decimos que había una sola condición...
Todos los demás árboles del Huerto del Edén eran deliciosos, eran comestibles,
y de ellos podían participar el primer hombre y la primera mujer.
Además, incluido el rasgo de que era un pacto que imponía (digamos) una alimentación vegetariana.
Es decir que el hombre, al ser creado, fue creado vegetariano.
No estaba permitido, ni siquiera se les pasaría por la cabeza la idea de comer carne.
Esto, en el primer pacto, insistimos: en el pacto edénico, la primera dispensación.
La promesa que recibían de parte de Dios, si ellos cumplían con este pacto,
es que serían una bendición para la Tierra,
podrían señorear y sojuzgar la Tierra, sobre todo;
fructificarían, serían fecundos, y Dios tendría con ellos...
mantenía, de hecho, con ellos, una relación cara a cara, sin ninguna clase de intermediarios.
Dios se dejaba ver, se dejaba percibir por los sentidos de Adán y Eva,
conversaba con ellos sin ninguna clase de problema:
esta era la relación, durante la inocencia.
Adán y Eva andaban desnudos por el huerto del Edén,
y no tenían ninguna percepción de que lo que estaban haciendo fuese malo.
No existía la vergüenza ni la culpa.
¿Cuánto duró el primer pacto?
Es indeterminado; la Biblia no lo dice.
Creemos, nos sentimos tentados a pensar que no fueron muchos años,
pues Dios les había ordenado fructificar y multiplicarse.
Digamos: si hubieran pasado miles de años y ellos no hubieran cumplido la promesa,
habrían sido desobedientes a una de las órdenes dadas por Dios.
Otros argumentan que en el primer pacto, el pacto de la Inocencia, el pacto edénico,
el tiempo no corría.
Porque al no existir la muerte, al no existir la corrupción, al no haber caído el hombre en pecado,
no se podría hacer un conteo de los años como lo hacemos nosotros ahora, actualmente, que han pasado tantas cosas en el medio, ¿no?
Dispensación Post-Edénica o Ante-Diluviana - Conciencia
Entonces, Adán y Eva caen, prueban del fruto prohibido,
y nace para ellos la segunda dispensación,
el segundo pacto entre Dios y los hombres,
que se denomina, se titula, se resume, digamos, en la palabra CONCIENCIA.
Adán y Eva empiezan a discernir por sí mismos,
con su pobre y frágil instrumento, la mente humana,
empiezan a diferenciar, a discernir el bien y el mal.
¿Quiénes participaron de este pacto?
Los hijos, los descendientes directos de Adán y Eva,
tanto los que están mencionados por su nombre, como Abel, Caín y Set,
y además muchos hijos e hijas que están nombrados de manera genérica,
como la descendencia directa de Adán y Eva.
En esa época, recordemos, no dijimos que estuviera prohibido nada, en absoluto.
Así que el incesto, en esa época, no era algo vedado de parte de Dios:
hablamos de los primeros pactos, ¿no?
El pacto edénico y ahora, el post-edénico o ante-diluviano.
Caín y su descendencia, por supuesto, también participan de este pacto,
después de la expulsión de Adán y Eva del huerto del Edén.
Adán y Eva pierden el dominio del mundo,
pierden el acceso a la eternidad.
El dolor, la enfermedad, la violencia, el desgobierno del corazón humano,
empiezan a tejer su serie de consecuencias en la vida humana.
Obviamente la fatiga, el surgimiento de las plagas, los dolores de la mujer al dar a luz,
e incluso -esto es algo interesantísimo -
la forzosidad de la sujeción... Que cuando son creados, Adán y Eva, es algo voluntario.
Dios crea al hombre y a la mujer idénticos, en cuanto a dignidad y en cuanto a libertad.
La mujer al servicio del hombre, pero no como sujeción que fuera en modo alguno involuntaria,
sino como algo que la mujer hacía de corazón, y porque quería y decidía hacerlo.
A partir de la caída, ya no es así.
La voluntad de la mujer queda sujeta, por una necesidad psicológica,
al gobierno de la voluntad del marido.
A partir de este momento, a partir de la caída de Adán y Eva, se empieza a desenvolver,
el plan de Satanás, lo que varias veces hemos llamado "el misterio de la iniquidad",
el plan de destrucción y de despojo del género humano.
Satanás, secretamente comienza a manejar los hilos de este mundo rebelde contra Dios.
Entonces, las condiciones del segundo pacto, definido con la palabra "conciencia",
eran recuperar el vínculo con Dios a través de un régimen de sacrificios.
Aparece la mención del primer sacrificio,
cuando Dios confecciona ropas con pieles de animales para Adán y Eva.
Resistir el mal, cuando Dios les dice por ejemplo:
"El pecado está a la puerta, pero tú debes enseñorearte de él."
Y el respeto por la vida humana como un bien sagrado.
Estas son las condiciones del nuevo pacto,
como dijimos, marcado por la palabra "conciencia".
Y Dios enviaría a su tiempo, victoria sobre Satanás, sobre la Serpiente:
en su tiempo, en su era, en su dispensación, en su "aión"...
el hombre podría vencer de la mano de Dios.
¿Hasta cuándo se extiende la duración del segundo pacto, definido por la palabra "conciencia"?
Hasta el preciso momento en que Dios envía el diluvio,
sobre una humanidad totalmente entregada al desenfreno y a la perversidad y a la violencia.
Tercer pacto - Autoridad
Del pacto post-diluviano participan Noé, los descendientes de Sem, Cam y Jafet...
Ellos serían los verdaderos padres de la raza humana -
Los descendientes de Caín desaparecen de sobre la faz de la Tierra;
Noé pertenece a la rama de Set, de la rama agraria de la humanidad, digamos;
No de la rama "urbana" e "industrialista", por decirlo así, artesanal,
que tenía que ver con la raza de Caín.
Noé y sus descendientes, comprenden, entonces, a toda la humanidad actual.
Las condiciones del tercer pacto son, entonces:
"Fructificar, multiplicarse y llenar la Tierra."
Ya no se incluye el "sojuzgar la Tierra", porque el hombre pierde el dominio sobre la naturaleza.
Los animales empiezan a practicar la hostilidad, el terror y el parasitismo.
Esto es algo interesante:
solo a partir de entonces, los animales se vuelven feroces, y comienzan a alimentarse unos de otros.
A pesar de eso, de todo este panorama que va en un crescendo de maldad, de corrupción y de perversidad,
Dios establece el gobierno.
Esta es una palabra clave para definir esta dispensación: el gobierno.
El respeto de la vida humana debe ser respaldado por una autoridad política terrenal.
El ser humano necesita ser gobernado por alguien superior,
y se establece la pena de muerte para los homicidas y los asesinos.
Otra prohibición importantísima, que comprende a toda la humanidad,
a los descendientes de Sem, Cam y Jafet, los hijos de Noe,
es el respeto por la sangre, por la sangre de los animales y la sangre humana en general.
No se debe comer sangre de ninguna manera.
Se puede comer carne de animales: Dios permite al hombre que empiece a comer carne,
pero no se debe en modo alguno ingerir la sangre de los animales.
Esto viene a cuento de una pregunta que se suele plantear, sobre todo en películas, ¿no?
"¿Cómo hizo Noe para conducir a los animales hacia el interior del Arca?"
Surgen algunas respuestas que, digamos, se basan en la fe, pero también en un error,
como que "Dios reunió milagrosamente a todas las especies de animales,
"y los introdujo dentro del Arca."
La verdad es que no fue necesario todo ese artificio de la imaginación,
porque en ese momento los animales no practicaban la violencia mutua.
No había, todavía, animales carnívoros,
hasta ese preciso momento, hasta después del Diluvio los animales no son carnívoros.
Entonces, no se peleaban entre sí.
Uno podía llevar diferentes especies de animales e introducirlos en el Arca.
Esto es interesante de marcar, porque no es común que los teólogos hagan hincapié en detalles como estos.
Una promesa que Dios establece, a todas esta condiciones que dijimos,
de no comer sangre, de no exterminar la vida de los seres humanos,
es que Dios no enviaría otra vez un diluvio para exterminar la vida sobre la faz de la Tierra.
Nunca más las aguas van a destruir el planeta Tierra,
como lo muestra la película El día después de mañana.
Esto no volverá a ocurrir: no va a haber una neoglaciación ni volverá a haber un Diluvio.
Las aguas no volverán a exterminar la vida en la Tierra.
Es una promesa de Dios a los que cumplen... a la humanidad en general, si cumple el pacto establecido con Él.
La duración del pacto post-diluviano, que comprende a Noe, a sus descendientes, a toda la humanidad,
en algún sentido se prolonga hasta el fin del mundo,
pero en un sentido un poquito más restringido,
hasta el llamamiento de Abram, pocos siglos después de que la humanidad,
Sem, Cam y Jafet, salieran del Arca.
DISPENSACIÓN PATRIARCAL - CONFIANZA
La cuarta dispensación, la cuarta Era de la Biblia,
se puede definir por la palabra fe, por la palabra confianza.
¿Quiénes son los partícipes?
Los padres de la nación judía que Dios iría preparándose a través del tiempo:
Abraham, Isaac y Jacob y sus descendientes.
Las condiciones son fe y obediencia.
Se establece la circuncisión, como una señal de apartarse de los demás pueblos,
y de sus costumbres, dioses y espiritualidad.
Por ejemplo, Abraham e Isaac, José... Todos tienen un propósito que seguir,
todos tienen un plan de parte de Dios,
y ellos se sujetan por fe, sin saber exactamente hacia dónde van,
pero obedeciendo la palabra de Dios,
quien se les aparece, como ustedes conocerán por el relato bíblico,
de manera muy personal, muy íntima.
Dios comienza a forjarse, a formarse un pueblo.
Hay condiciones que no aparecen de ninguna manera.
Apenas vestigios de ley, hay en el pacto entre Dios y los patriarcas.
Por ejemplo... bueno... Abraham se casó con su medio-hermana,
algo que es una situación que será prohibida en la ley que viene después,
de la mano de Moisés, en el Monte Sinaí.
En aquel momento, el momento del pacto patriarcal, esto no era pecado:
el incesto no había sido prohibido, como dijimos.
Adán y Eva necesariamente tuvieron que unirse a sus hijos,
para poder expandir la raza humana,
o bien sus hijos tuvieron que unirse entre sí.
Pero el incesto es algo que todavía en este momento del pacto patriarcal,
- hablamos de cerca del año 2000 antes de Cristo -
no había sido todavía prohibido por Dios.
La promesa que Dios da a los patriarcas,
es que "en la simiente de ellos", en la raza de ellos, en su ADN, digamos...
"serían benditas todas las razas de la Tierra".
Cristo, en especial, sería la descendencia,
en los textos de Génesis, especialmente,
de manera bastante llamativa es llamada en singular...
habría salvación para toda la humanidad a través de esos descendientes.
Si cumplían con la condición de permanecer separados de los demás pueblos,
y de creer.
A pesar de los altibajos de Abraham, Isaac, y Jacob,
que son bastante evidentes y la Biblia no nos los oculta,
quienes mintieron muchas veces, fallaron en su fe,
desobedecieron, a veces de manera leve,
pero con graves consecuencias de cara al futuro,
como por ejemplo, Abram, quien se llevó consigo a Lot,
siendo que Dios le había dicho: "Vete de tu casa y de tu parentela".
Y bien, hay varios casos de desobediencia, en los que vemos que...
y bien... Jacob, engañando acerca de Esaú, adquirió una enemistad
que se prolongaría durante muchos siglos, para Israel,
que es la de los pueblos edomitas.
Lo mismo que Abraham, por ejemplo, cuando se une a Agar,
sin esperar a su hijo Isaac...
el hijo prometido, del cual Dios le había dicho que vendría la bendición,
"a través de él me forjaré un pueblo...".
Abraham no esperó a que Sara le diera un hijo,
sino que se unió a Agar, una esclava de origen egipcio,
de raza descendiente de Cam -
esta es otra historia,
pero los curiosos en historia bíblica saben que Cam no representaba algo bueno delante de Dios.
Abraham falla en su fe, se une a esta esclava, Agar,
y de ahí nace Ismael, que es el padre de la raza árabe:
hecho reconocido por el Corán y por los árabes hasta el día de hoy.
Fíjense en los titulares de los periódicos de todos los días
traen novedades respecto a esa lucha intestina, entre el hijo legal y el hijo ilegal de Abraham,
entre el nacido de la fe y la obediencia a Dios,
y el nacido del apresuramiento y del deseo de hacer las cosas como a él le parecía, por parte de Abraham.
Entonces, sí: hubo algunas fallas en los patriarcas.
Pero, a pesar de eso, la fe de ellos continúa siendo una inspiración para todos los cristianos,
para todos los que somos pueblo de Dios.
Y no por nada se llama a Abraham "el padre de la fe".
¿La duración? Hasta Moisés, en algún sentido;
y hasta Jesucristo y hasta el fin de los tiempos, en un sentido más amplio.
DISPENSACIÓN ISRAELITA - LEY
La dispensación judía, la dispensación israelita está marcada muy fuertemente por la palabra, por el concepto de Ley.
¿Quiénes son los partícipes?
Los hijos de Abraham, los descendientes,
los que adhieren al pacto israelita incluso sin ser de origen israelí, sin ser de raza,
pueden ser circuncidados y guardar la Ley.
He ahí un compromiso.
La circuncisión se transforma, a partir de entonces, en un compromiso por cumplir con la Ley,
la cual baja a través de Moisés en el monte Sinaí,
en esas escenas inmortalizadas para el cine por la película Los Diez Mandamientos.
Las condiciones son bastante fáciles de saber y de recordar,
están establecidas en la Torá, en el Pentateuco.
Hay que cumplir estrictamente con todo lo que allí es ordenado,
en cuanto a las relaciones sociales, en cuanto a la relación vertical, con Dios.
Aparece todo un régimen de sacrificios, que primero se ejerce en el Tabernáculo,
en esa tienda cuya preparación Dios había ordenado a Moisés,
dándole toda una serie de instrucciones muy detalladas, extraordinariamente meticulosas.
Todas estas instrucciones tenían un simbolismo acerca del sacrificio que Dios,
en el huerto del Edén, había anticipado que proveería a la humanidad,
Él lo había reafirmado, por ejemplo en la historia de Abraham,
cuando el mismo Padre de la Fe declara que "Dios proveería del animal del sacrificio",
del sacrificio necesario para perdonar nuestros pecados,
para quitarlos y lavarlos, y no meramente cubrirlos. -
Esto es lo que hacían los sacrificios de animales,
en el Tabernáculo primero, y después en el Templo de Jerusalén,
durante el pacto israelita.
Cubrían los pecados, pero sin quitarlos.
Eso sí: se perdonaban los pecados de los que participaban de este pacto,
a través de su fe y esperanza en que Dios enviaría, en su tiempo,
al Mesías que haría la expiación por todas nuestras rebeliones.
Entonces, en fe, sujetos en fe a lo que había de venir,
que iba a cumplir el propósito de la Ley y del pacto israelita,
de esa manera se podía acceder a la relación con Dios,
durante aquellos tiempos que también eran transitorios e incompletos en sí mismos.
La promesa y el propósito del pacto israelita,
y de la existencia misma del pueblo judío, era formar una nación santa,
apartada para Dios respecto de los demás pueblos, de los pueblos desobedientes.
En los hechos, nunca llegó a serlo...
Pero a través de este pueblo, y a pesar de todo,
Dios enviaría al Rey de reyes, al Mesías.
Mashiaj quiere decir Ungido. Ungido es el rey.
A la larga, los israelitas, una selección de israelitas...
"aunque fueran tan numerosos como las arenas del mar,
"un resto de ellos" llegaría finalmente a establecer una relación seria con Dios,
y bendecirían al mundo, y lo sojuzgarían.
Llenarán el mundo con el conocimiento del Dios verdadero,
de Yahvéh, del verdadero Dios.
Tal es el propósito del pueblo judío.
Y todavía Dios está esperando ese remanente de Israel que obedezcan a la fe en el Mesías
a quien, entre tanto, Dios ha enviado al mundo.
La duración del pacto israelita, es hasta la cruz de Cristo.
¡Y acá surge un tema interesantísimo,
que tiene mucho que ver con lo que nosotros venimos hablando desde hace tanto tiempo!
Y es el de los siete últimos, postreros años de la historia de la Iglesia.
Esos años que se inician con el Rapto de los creyentes actuales,
quienes no somos judíos según la carne
y que estamos en la Tierra, en los momentos en que yo grabo este video.
¿Qué va a ocurrir después del Rapto?
Que Dios retomará una relación exclusiva con el pueblo judío.
Solamente tratará con los judíos, quienes aceptarán a Jesucristo en circunstancias tan extremas
y en medio de un dramatismo intensísimo como nunca se ha visto antes.
Un tiempo al que los profetas del Antiguo Testamento llaman "la angustia de Jacob", -
en el Antiguo Testamento, dirigido precisamente a Israel...
En ese tiempo los judíos aceptarán al Mesías, al Rey enviado por Dios,
y reconocerán que fue y que es Jesucristo,
y en ese momento accederán a una relación verdadera y personal con Dios.
Así, pues, el pacto israelita llega hasta la cruz de Cristo...
y la gran pregunta es si se retoma después del Rapto de la Iglesia,
durante esos siete años finales,
antes de la batalla de Armagedón y el comienzo de la última dispensación.
DISPENSACIÓN CRISTIANA O PACTO ECLESIÁSTICO O "TIEMPOS DE LOS GENTILES" - GRACIA
Llega entonces la dispensación cristiana, el tiempo de la Gracia,
también llamado en la Biblia, "el tiempo de los Gentiles".
¿Quiénes participan de este pacto, que es actual,
es el tiempo que estamos viviendo ahora,
es la era que nosotros en este preciso momento vivimos?
Los que crean que Jesús es el Hijo de Dios,
que se sacrificó por nosotros, que resucitó al tercer día,
y quienes guardamos los mandamientos de Dios.
Esos somos los que participamos en esta dispensación.
Sin distinción de pasado oprobioso, pecaminoso,
sin distinción de origen racial: todos pueden ingresar a este pacto voluntariamente,
con solo ejercer fe en ese acto tan trascendente que fue que Jesús,
siendo Dios hecho hombre, se haya dejado colgar de la cruz.
Condiciones para este pacto: fe en lo que mencionamos,
en el mencionado hecho de la Cruz,
y obediencia a los mandamientos.
"Si ustedes guardan mis mandamientos, son mis amigos", dice Jesús.
O sea, se puede tener a Dios como amigo,
pero siempre sujetos a la condición de obedecer lo que Él nos ordena,
y de buscar una pureza total y absoluta,
en nuestras acciones, palabras, pensamientos y sentimientos.
Porque todas las exigencias que vemos
que aparecen en la Ley, en los diez mandamientos, en Moisés,
son llevadas al extremo por Jesucristo.
De hecho, hasta se prohíbe guardar rencor en el corazón,
se prohíbe el enojo prolongado...
Se prohíben varias situaciones que tienen que ver con lo interno.
Jesús vino a establecer algo superior y superador de la Ley,
pero sin suprimir la Ley misma. Es algo que merece nuestra atención.
Hay solo algunos mandamientos aislados
a los que uno puede considerar que Jesucristo alteró en algún sentido.
Por ejemplo, Él gustaba de "transgredir" de manera muy extraña el mandamiento del shabbat,
el cual era tomado de manera muy ceremoniosa y muy "ritual" por los judíos.
Jesucristo habla de una resignificación del shabbat,
poniéndolo al servicio de los hombres,
cuando dijo que "no fue creado el hombre por causa del sábado,
"sino que el sábado fue creado para los hombres."
El día de reposo es en función de nosotros.
Nosotros somos los que necesitamos guardar un día de reposo semanal.
Los judíos van a seguir guardando, hasta el fin de tiempos, el shabbat,
esto está profetizado también (Mateo 24:20).
El hecho de que algunos cristianos lo hagamos los domingos,
no representa una alteración distintiva, ni demasiado significativa,
en este nuevo pacto, que es la dispensación cristiana,
el tiempo de la Gracia, también llamado "el tiempo de los gentiles".
La promesa, para quienes observen estas condiciones de fe y obediencia,
es la salvación del alma y la vida eterna.
Una promesa que no aparece claramente formulada en el Antiguo Testamento,
excepto en algún rincón de los profetas aparece algo semejante,
por ejemplo, en Daniel, capítulo 12, en los primeros versículos,
se habla de un castigo eterno y se habla de la salvación eterna.
Incluso en los últimos versículos de Isaías, capítulo 66,
se menciona un castigo eterno,
y se hace una descripción bastante somera del infierno.
Pero todas estas son verdades que terminan de ser reveladas en el Nuevo Testamento.
El Antiguo Testamento es incompleto en cuanto a muchas de las doctrinas
que tienen que ver con la vida después de la muerte.
Esto se termina de expresar y de manifestar a partir de la cruz de Jesús.
De hecho, cuando Jesucristo resucita,
hace que todos los santos del Antiguo Pacto resuciten junto con Él, en cuerpo y alma,
y de hecho, se aparezcan a varios habitantes de Jerusalén.
Así lo narra el evangelio de Mateo (27:52).
Simplemente, me limito a recordar ese hecho.
¿Hasta cuándo se extiende este pacto?
Su duración es hasta el Rapto, de acuerdo a mi posicionamiento particular,
es decir, hasta la salida de los creyentes actuales, de este mundo,
o bien, en un sentido quizá más justo, desde la inauguración del Milenio.
Desde cuando Jesús, en la batalla de Armagedón,
extermina a sus enemigos de sobre la faz de la Tierra,
y desciende junto a sus santos, como dice el profeta Zacarías,
y establece su reinado terrenal, el famoso Milenio.
En ese momento, termina la dispensación cristiana,
el tiempo de los gentiles, el tiempo de la Gracia.
En ese instante es liberada Jerusalén, es purificada,
el Templo es reconstruido, y se establece el reinado milenial.
Entonces, hemos marcado ya la cuestión polémica
respecto de los siete años del fin.
Yo creo que representan una intersección, un tiempo de transición, ¿no?
Jesús los denomina: "Los dolores del parto."
De la Tierra, ¿no?
del planeta tierra, considerado mediante un antropomorfismo como una mujer que está embarazada,
y que sufre todas las convulsiones y los dolores que son propios de una que está por dar a luz.
Entonces, ese tiempo de transición va a ser el tiempo en el que Israel recibirá a Jesús como su Salvador,
antes de que Él descienda sobre la Tierra y ejecute su juicio -
todo esto está descripto en Apocalipsis, a cuyo análisis hemos consagrado este canal, ¿no?
y explicamos con el detalle que podemos lo que ocurrirá durante los años finales
que quizá, de acuerdo a nuestra convicción, se encuentren muy cercanos a nosotros.
DISPENSACIÓN MILENIAL - REINO
En la dispensación milenial, la palabra es Reino.
Jesús establece su reino sobre la Tierra:
Jesucristo... un descendiente de David según la carne,
de acuerdo a la ascendencia de María,
y aun de José, que legalmente era el antecesor de Jesucristo,
aunque Jesús es hijo de Dios y no de José.
Jesús establece, según decimos, su reino sobre la Tierra.
¿Quiénes participan de esta dispensación?
Los creyentes raptados, que vuelven con Jesús para reinar junto a Él,
los discípulos, obviamente,
los 144 mil que hayan dado sus vidas,
que se hayan dejado decapitar durante el gobierno del Anticristo en los siete años finales,
los convertidos a Jesús durante la Gran Tribulación,
la famosa Iglesia Judía que va a surgir durante los tiempos finales.
Pregunta: ¿Más los sobrevivientes de la gentilidad, entre los no judíos,
que se hayan arrepentido durante los años del fin?
Es un rasgo incierto.
No queda muy claro qué va a ocurrir con esa mitad de la humanidad que va a subsistir a las plagas.
¿Qué porcentaje de esa mitad superviviente, se unirá a la rebelión del Anticristo?
Esa es otra pregunta.
¿Quiénes se van a unir, y quiénes no lo harán?
O sea: ¿Quiénes tendrán derecho de sobrevida y de poder repoblar la Tierra durante los Mil Años?
Será un tiempo muy especial.
Hemos dicho que Jesús restablecerá el Templo,
restaurará a Jerusalén como centro del mundo,
a Israel como cabeza, como epicentro de todas las naciones.
Y desde allí, desde un "campamento santo"
- así se lo llama en Apocalipsis 20:9 -
Él gobernará sobre las demás naciones.
Se reconstruirá el Templo, como decíamos, y habrá un sacerdocio,
habrá todo un régimen como el que anticipan los profetas.
Se ofrecerán sacrificios, acciones de gracias,
y se hará, por ejemplo, la fiesta de los tabernáculos durante todos los mil años de esa Era,
del reino de Jesucristo sobre esta Tierra.
Digamos: "mejor, imposible."
Paz, seguridad, una humanidad que no va a sufrir enfermedades;
Satanás va a ser atado, durante los mil años, así que no va a haber tampoco enfermedad.
Otra pregunta es si habrá muerte, durante ese milenio...
Personalmente, creo que no, porque "la paga del pecado, es muerte..."
Y en ese lapso, no habrá pecado sobre la Tierra.
¡Se restaurará el paraíso sobre la Tierra!
Va a haber una situación edénica generalizada,
"neo-edénica", podemos decir.
Probablemente, nadie morirá durante estos mil años (Ezequiel 47; Zacarías 14:8).
Todas las promesas hechas por Dios a Israel, se cumplirán,
y habrá sobre la Tierra un sistema de gobierno perfecto.
Duración, como dijimos... va a durar mil años, a partir de la batalla de Armagedón,
hasta la batalla de Gog y Magog,
cuando Dios vuelva a enviar prueba,
para ver, para probar, para testear cuál es la decisión final de toda esa humanidad,
que se irá multiplicando y reproduciendo durante los mil años.
Imagínate: sin ninguna clase de impedimentos.
No habrá esterilidad, ni ninguna de las taras físicas que hoy en día sufrimos como seres humanos.
Así, pues, se multiplicará la humanidad,
muchos nacerán sin haber sido tentados por Satanás,
pero Dios tiene que testear esas voluntades.
Dios no acepta que a alguien le falte la posibilidad de elegir.
Todos tienen que poder elegir.
Entonces, Satanás vuelve a ser soltado al final de los mil años,
y se forma una enorme muchedumbre,
el pueblo de Magog se une al caudillo Gog,
y desde una zona cercana a lo que hoy es Polonia, Estonia, Lituania,
marchan sobre Jerusalén para tomar el poder,
y desplazar a los santos y a Jesucristo del reinado.
IMPORTANCIA DE CONOCER LA DOCTRINA DE LAS DISPENSACIONES
Inmediatamente se forma el Juicio del Trono Blanco,
que en el lenguaje común se conoce como Juicio Final, ¿no?
y se termina la historia.
Esta es la última dispensación.
Una curiosidad interesantísima consiste en que las dispensaciones son siete,
y la última forma como si fuera un Gran Shabbat, ¿no?
El séptimo día, el día de reposo...
El "día" del milenio es el día de reposo en el esquema general de las dispensaciones.
¿Cuántos miles de años abarcan, en total?
Y... son cerca de siete mil.
No vamos a entrar en esa clase de cálculos y de polémicas en torno a cuánto dura cada dispensación.
Sería materia de nunca acabar.
Cada uno tiene su teoría en cuanto a esto.
Pero no deja de llamar la atención que la última dispensación sea como un símbolo del día de reposo...
con una humanidad, eso sí, trabajando a pleno, sin fatiga, sin dolor, sin enfermedades.
A lo largo de todas las siete dispensaciones,
Dios ofrece su salvación, su amor, su perdón, de manera gratuita.
Y siempre es el hombre el que fracasa.
Entonces, cuando se cierre el telón de la Historia,
cuando se terminen todas las dispensaciones,
nadie podrá decir que el ser humano puede salvarse mediante sus propios esfuerzos.
Dios nos habrá dado todas las muestras necesarias...
de hecho, el Milenio, que es la era que todavía no ha pasado,
será un momento de gobierno perfecto sobre la faz de la Tierra,
en el que Jesús mismo va a administrar a las naciones.
Entonces, todas las ventajas estarán dadas:
en ese momento no habrá enfermedad, ni nada negativo.
Y aun así el hombre, sujeto a su propia libertad, fracasará.
Ocurrirá lo mismo a lo largo de las siete dispensaciones.
Así, pues, al final de toda la historia,
digamos que cuando venga el fin de las eras y comience el estado eterno,
con el Cielo Nuevo y la Tierra Nueva que describe Apocalipsis en sus últimos dos capítulos,
tendremos perfectamente claro que solo en Dios hay salvación,
y que nosotros por nosotros mismos, sinceramente, fracasamos.
No tenemos otra alternativa.
Entonces, finalicemos, para resumir el significado de las dispensaciones.
Son siete etapas, siete edades, siete eras, establecidas por Dios,
para desarrollar su plan a lo largo de la historia.
Dios es el mismo siempre.
El ser humano, podemos decir que progresivamente va empeorando a lo largo de los tiempos,
hasta llegar al Milenio, que es una dispensación aparte,
en la que Dios ata a Satanás, y establece su reino.
Digamos... más ventajas que las que Dios nos dará, imposible.
En otro sentido, podemos decir que las dispensaciones son una revelación progresiva y cada vez superior,
más profunda y más espiritual de la relación que se puede establecer con Dios,
de la santidad y de la esencia de Dios,
que es amor, que es perdón, que es generosidad, que es segundas oportunidades,
pero sin dejar jamás de ser un Dios santo
que nos llama a tener una conducta pura y perfecta ante sus ojos,
y también entre nosotros, en nuestras propias relaciones sociales.
Así, son diferentes etapas.
Cada una, con su legislación,
sus condiciones -que a veces son muy diferentes-:
por ejemplo, a Moisés se le ordena lapidar a un hombre por cortar leña durante el Shabbat, en día de reposo;
una situación que, obviamente, no se pide de nosotros,
quienes estamos en el pacto y en el tiempo de la Gracia y de la Iglesia.
El tiempo que también se suele caracterizar, desde la cruz de Cristo, como el "tiempo de la misericordia".
JESÚS PAGÓ, POR NOSOTROS, TODA NUESTRA REBELIÓN EN LA CRUZ.
Entonces, vemos que cada etapa tiene sus propias condiciones,
su propia legislación, pero Dios permanece siendo siempre el mismo.
Y -por desgracia, también tenemos que reconocer-
el ser humano sigue tan incorregible como al comienzo.
Y un punto final que quiero enfatizar,
pues ha dado lugar a numerosas confusiones de parte de la Iglesia actual de Jesucristo, ¿no?
- ahora que estamos en el tiempo de la Iglesia y de la Gracia -
tenemos que estar bien conscientes de las diferencias entre las dispensaciones.
Porque hay un peligro gravísimo que amenaza a la Iglesia:
en realidad, son dos peligros.
El de los gálatas, por ejemplo... que aparece en la epístola de los Gálatas, en la Biblia,
consistía en volverse al tiempo de la sujeción ritual a la Ley,
y de pensar que, a través de los propios esfuerzos humanos,
sujetándonos a una serie de preceptos, ¿no?
podíamos acceder a la relación con Dios y a la salvación del alma.
Tal era el riesgo de los Gálatas, digamos: el legalismo.
Hoy en día existen sectas, grupos seudo-cristianos,
que reinstalaron el tema de la obediencia a la Ley como el camino de salvación.
Jesús ya lo dijo: no.
El camino de la salvación es a través de la fe.
Cumpliendo con los mandamientos de Dios,
pero siempre desde dentro de la fe,
y conscientes de que es la fe la que nos da la salvación.
Otro peligro, que tiene que ver con confundir una situación futura de la Iglesia...
se relaciona con esto de que la Iglesia "tendría que conquistar el mundo",
y "adueñ*** de las naciones",
u "ocupar posiciones de poder efectivo sobre los gentiles, sobre los incrédulos".
¡Esto se cumplirá en una dispensación que todavía no vino, que es el Milenio!
Jesús será quien sujetará a las naciones,
como, por ejemplo, profetiza el Salmo 2, ¿no?
Solo Jesús va a lograr ese dominio: Él lo va a establecer.
No es nuestra misión ni sujetar a las naciones,
ni dominar, ni ejercer como reyes, ni decretar, ni gobernar en ningún sentido político.
Nosotros, como cristianos, tenemos solamente que ANUNCIAR LAS BUENAS NUEVAS de salvación.
Respecto del Rey, somos lo que eran antiguamente los heraldos,
los "anunciadores de la salvación".
Entonces, ¡mirad si no es importante saber qué son las dispensaciones,
qué diferencias hay entre ellas!
¡Mirad si no es importante tener en cuenta este "mapamundi" de la profecía de Dios,
que es la doctrina 100 % bíblica, de las dispensaciones!
MARAN ATHA - ¡CRISTO VIENE PRONTO!
"PRONTO REGRESARÉ. SIGUE CREYENDO FIELMENTE EN MÍ, Y ASÍ NADIE TE QUITARÁ TU PREMIO." (Apocalipsis 3:11)