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Bienvenidos a Maastricht. Éste es el hospedaje, el lugar donde vivo. Adelante, por favor.
Se parece un poco a un hospital.
Éste es mi apartamento.
Aquí vivo ahora. En Marruecos, tenemos una casa grande.
Hay una gran diferencia en Holanda en lo que respecta a viviendas y habitaciones.
Principalmente porque aquí estoy como estudiante.
En Marruecos tengo por ejemplo una piscina y muchas habitaciones.
Aquí vivo en una habitación, y tengo que compartir cocina y baño con otros.
Éstas son zapatillas marroquíes. Me encantan, son muy cómodas.
También me traje galletitas dulces, porque es Ramadán.
Son deliciosas. Me apasionan.
En esta foto estoy con una amiga. La tomaron el viernes pasado.
Hay una gran diferencia entre mi vida en Marruecos y mi vida aquí.
Aquí me siento libre, y como estudiante puedo conocer gente.
En Marruecos no se siente esta libertad. Allí la gente no habla con amabilidad,
y te molestan en la calle. Si caminas junto a tus padres, tampoco te sientes libre.
Ésta es mi universidad, la Universidad de Maastricht.
Aquí estudiaré por cuatro meses economía y mercadotecnia.
Es una de las mejores universidades de Holanda.
Antes de venir a Holanda, le comenté a mis padres sobre las vacas para la producción de quesos.
Esos productos se exportan a Marruecos, y a la gente les gusta.
Mis amigos hablan por supuesto de las drogas y los coffeeshops.
Y dicen que aquí la gente siempre está de buen humor y que organizan fiestas.
Eso es justamente lo que me gusta tanto aquí.
Pero también me comentaron del racismo.
No sólo marroquíes que conocía lo comentaban, sino también los que encontré en la embajada al solicitar la visa.
Holandeses que viven en Marruecos también hablaban del racismo en Holanda,
principalmente cuando se publicó las caricaturas del profeta Mahoma (la paz sea con él).
Gracias a Dios, hasta ahora no he tenido problemas.
La gente charla y se ríe con nosotros.
Aquí estamos en la plaza Vrijthof, donde se organizan muchas festividades.
Es un lugar muy entretenido en Maastricht.
Hay mucho dinamismo en este país, en esta ciudad. Eso me agrada.
Ustedes lo verán también.
Siempre hay algo que hacer.
Se puede ir al museo, o salir y encontrarse con gente.
¡Aquí me siento muy a gusto!