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Lo que más me impacta del CCM
es que están dispuestos a trabajar con otras
organizaciones no gubernamentales y con personas del lugar.
Me impresiona por muchos motivos.
Uno es que al trabajar con otras organizaciones,
no tienen que reinventar la rueda cada vez que llegan a una comunidad.
Pueden asociarse con organizaciones que sostienen
sus mismos principios y lineamientos en ese país.
Y al trabajar con personas del lugar, tienen menos probabilidades
de ofender su cultura que si traen sus tradiciones norteamericanas.
Quiero ratificar esa perspectiva y la forma en que trabaja el CCM.
El CCM trabaja junto con su socio local,
Juventud Unida para la Protección y el Desarrollo Ambiental (JUPED),
para ayudar a las personas más necesitadas.
El primer socio que nos ayudó a hacer frente al desastre fue el CCM.
Encontramos una forma de comenzar a comprar suministros para la gente.
Más tarde recibimos muchos materiales, como filtros de agua,
que el CCM había enviado para las víctimas del desastre,
y suministros que distribuimos a las víctimas.
También recibimos carne,
que distribuimos entre las víctimas del desastre.
Durante el terremoto,
mucha gente vivía aquí y sus hogares se desmoronaron.
Perdieron todo.
Perdimos todo.
Ahora vivimos en refugios.
No tenemos comida, no tenemos servicios públicos.
Nadie nos ayudó.
Hasta que finalmente JUPED nos dio trabajo.
El proyecto de recuperación económica
ayuda a los haitianos a reiniciar sus vidas a través de dos programas diferentes.
Y en el marco del terremoto del 12 de enero
comenzamos a trabajar con el CCM
en el proyecto denominado "Recuperación económica".
Tiene una duración de tres meses.
Tuvimos que comenzar por dragar el canal,
donde trabajaron 150 personas.
Y también había 50 vendedores ambulantes
que habían perdido su negocio y mercaderías.
El plan era brindarles la oportunidad de volver a capitalizarse
para comenzar su negocio.
Hacemos este trabajo porque cuando llueve,
cuando hay escombros en los desagües,
el agua rebalsa y entra en las casas.
Estamos limpiando los desagües para que cuando llegue el agua,
pueda fluir por el canal y no dentro de las casas.
Este trabajo significa mucho para mí,
porque cuando me pagan puedo pagar mis estudios.
Podemos comprar comida.
Podemos comprar la ropa que necesitamos.
Todo lo que necesitamos.
Aunque no es mucho, ayuda.
Antes del terremoto,
tenía un pequeño negocio que vendía carbón.
Me iba bien, pero después del 12 de enero,
se derrumbó por completo.
Y perdí todo el dinero que tenía.
No hay trabajo. No hay trabajo.
Perdimos todo.
No teníamos nada. Ahora vivimos en refugios.
JUPED vino a brindarnos información.
Nos dijeron que nos darán dinero
para poder vender algunos productos y sobrevivir,
obtener nuestro alimento.
Si necesitas algo, puedes comprarlo.
Yo vendo carbón,
vendo frijoles, maní tostado.
Es todo lo que vendemos.
Y aceite para lámparas...
aceite mineral para lámparas.
Nos dieron capacitación...
Nos enseñaron a usar el dinero...
a no gastarlo... a no malgastarlo en un día.
A no darnos por vencidos...
poco a poco, de vez en cuando.
Cuando vengan a visitarnos,
verán que nuestro negocio ha crecido.
A no malgastar.
Porque si lo malgastas,
no sirve, porque te están ayudando.
Si lo derrochas, dejarás de recibir asistencia.
JUPED está haciendo un trabajo excelente
así que tenemos algo que hacer.
En este país no es fácil encontrar trabajo.
De hecho...
uno de los cambios que noté, por ejemplo,
es que la escuela comenzó el día 4
y muchos niños no asistían.
Pero el domingo pasado les pagamos a los trabajadores
y ayer fueron a inscribir a sus niños a la escuela.
Sería mejor si todas las organizaciones
no gubernamentales internacionales apoyaran a otras
estructuras comunitarias locales a hacer bien su trabajo.
Porque, en general, cuando la comunidad local
se compromete con una actividad, dura más tiempo.
Tengo que felicitar al CCM
porque nunca hacen nada solos.