Tip:
Highlight text to annotate it
X
Espere.
No hace falta que me acompañes. Puedo llegar al apartamento sola.
Espere.
Jerry, querida, por favor...
por favor, perdóname por lo que ha ocurrido esta noche.
- Reconozco que me equivoqué. - Lo hiciste muy bien. Para ti mismo.
¿Por qué insiste en estropear una Nochevieja perfecta?
No lo he hecho. Aún no es medianoche.
Y no te apetecerá mi compañía, como a primera hora de esta noche.
- Jerry, eso no es propio de ti. - Lo sé, yo soy morena.
Creí que no te habías dado cuenta.
Intento no hacerlo desde hace algún tiempo.
Después de todo, querida, un hombre tiene que vivir.
Me he preguntado a menudo por qué era necesario.
- ¿Quieres hablar en serio? - Hablo en serio.
Pero tú no lo has sido.
¿No te das cuenta de que para una chica es más...
que una aventura? Tú has sido el único hombre de mi vida.
Ojalá hubiera sabido que terminaría así.
No tiene por qué terminar así.
Por favor, querida, olvidémoslo. Empecemos bien este año.
Yo lo estoy haciendo. Sin ti.
¿Y con quién?
Es lógico que preguntes eso.
Lo empiezo conmigo. Yo, Jerry, tu ex...
¡Jerry!
No siento ni vergüenza ni miedo.
Adiós, Jim. Que tengas un estupendo año nuevo,...
porque yo voy a tener el mejor que he tenido nunca...
desde que soy adulta.
Jerry, ¿quieres casarte conmigo?
¡Qué esfuerzo ha debido costarte eso!
¡Para!
Bueno, podría salir bien.
Si te casaras con todas, con la corista, con la viuda y...
- ¿Cómo has sabido...? - Es un secreto.
No lo sabe nadie más que yo y la "Associated Press".
Bueno, pero yo no me he ofrecido a casarme con nadie más.
¿No? ¿Por qué?
Porque...
Porque una vez te pedí a ti que te casaras conmigo.
¡Lo recuerdas! Yo también recuerdo...
que había ciertas dificultades para...
fijar la fecha.
Gracias a mi buena estrella.
Hablo en serio.
Esta vez lo he dicho de verdad, Jerry.
¿Qué?
¡El matrimonio y...todo eso!
No, temo que habría poco matrimonio y mucho de todo eso.
¿Estás absolutamente convencida de esto, Jerry?
Totalmente.
Bueno...
fue bonito mientras duró.
¡Jim! ¡Vuelve!
Lleva estos figurines a la tienda.
Ya están los cambios. Que empiecen con ellos enseguida.
Que más.
¡Sí! Dile a la Srta. Curtis...
que el vestido de la Sr. Hoffman debe estar listo esta noche.
Buster Collins está al teléfono.
Y que me pasaré por allí a primera hora de la mañana.
- ¿A qué hora? - A las doce.
- Hola, Buster. - Hola, Jerry.
¿Puedo ir a verte y llevar a un amigo?
No estoy vestida. ¿Quién es?
Tony Blake.
¿Tony Blake?
¡Tony Blake! ¡Por supuesto! Me encantará conocerlo.
Dile que creo que su libro es maravilloso.
Pero no que aún no lo he terminado.
¿Por qué quiere conocerme?
No lo sé. Averígualo tú.
Así tendréis algo de qué hablar.
De acuerdo.
- ¡Tony! - ¿Qué?
- ¡Todo arreglado! - ¡Estupendo!
¡Tía Kate! ¡Voy a conocer a Anthony Blake!
- ¿Y qué tiene eso de bueno? - ¡Que es el autor de este libro!
¡Cualquier idiota puede escribir un libro!
Pero no uno bueno. Estoy deseando conocerlo.
Será mejor que te duches y te calmes un poco.
Está bien.
Tía Kate, pon música en la pianola. ¡Quiero música!
El chico consigue a la chica al final.
¡Qué final tan insólito!
Vamos, ¡date prisa!
¿Por qué te emociona tanto un hombre incluso antes de conocerlo?
Espero que sea bajito, con pies planos y barba.
¿No puedes oírme?
Lo que quiero decir es que si no me gusta, le echaré.
¿Sí?
Ya que me oyes tan bien, abre el agua fría.
Me sigue gustando incluso después de una ducha fría.
Hay muchas cosas en la vida...
que tengo de sobra. Pero,...
¿de qué sirve esto, aquello o lo otro...
si no tienes amor?
Tres comidas diarias...
un techo donde cobijarme. Pero,...
¿de qué sirve esto, aquello o lo otro...
si no tienes amor?
La vida es dulce, pero el amor le proporciona entusiasmo.
Dame amor y puedes quedarte con todo lo demás,...
yo me quedaré con lo mejor.
Porque el amor y la alegría...
encajan como un guante.
¿De qué sirve esto, aquello o lo otro...
si no tienes amor?
Sra. Kate Smithson, Srta., Jerry Trent, les presento a Anthony Blake.
Muy amable, Buster.
¿Qué significa eso?
Qué está usted incluso mejor con la ropa puesta.
- ¿Cómo? - ¿No me he explicado? Venga.
¿Ve ese edificio?
Tengo un apartamento, puedo verla tomando el sol en la azotea.
- Con su bañador. - Pero...
Sí, ya sé como se siente. Yo siento lo mismo.
Deberíamos casarnos inmediatamente.
Pensé que me diría que no me conoce lo suficiente.
Así que pongámonos manos a la obra. ¿A qué se dedica?
Tengo una tienda.
Ya sabe, cosas muy elegantes para señoras muy elegantes.
¡Excelente! ¿Y le da beneficios?
No muchos. Verá, en vez de vender las cosas más bonitas...
me las quedo y me las pongo yo.
Lástima. Por un momento pensé que podría dejar de trabajar.
Aún así estoy dispuesto a seguir adelante.
¿Quiere casarse conmigo?
- ¡Está usted loco! - ¿Por qué?
Obedezco a mis impulsos.
- ¡Como el personaje de su libro. - ¡Yo soy ese personaje!
Pero volvamos a lo nuestro.
Si saliéramos juntos durante varios meses, según la costumbre,...
averiguaría que a mí no me gustan las zanahorias...
Y que yo mojo mis rosquillas en el té.
¡Exacto! Es más divertido casarse primero y conocerse después.
¿Lo ha hecho ya alguna vez?
No.
Pero ahora siento ese impulso y yo siempre sigo mis impulsos.
Nos perdemos mucho en la vida por no hacer lo que nos apetece.
¿No ha deseado zancadillear a un camarero con una bandeja llena?
- ¡Sí! - ¡Pues yo lo he hecho!
- ¡No! - ¡Y es maravilloso!
Sólo me costó $ 48,60.
- ¿Qué hace esta noche? - ¿Quiere zancadillear camareros?
- ¡Sí! - Preferiría llamar a los timbres.
¡Qué bien lo vamos a pasar juntos!
¡Eso es precisamente lo que yo quería conocer! ¡Una mujer virtuosa!
¡Es verdad! ¡Y ya no quedan muchas!
- ¡Jerry! - ¿Qué?
A estas horas Joan debe estar zarpando rumbo a casa.
¿Cómo?
He dicho que tu hermana Joan debe estar zarpando rumbo a casa.
¡Eso es!
¿Qué hora es?
- Las cuatro y cuarto. - Las cuatro y cuarto aquí.
Allí deben ser...Una...
Las nueve y cuarto. Zarpamos muy puntuales.
Estoy deseando volver a casa para ver a mi hermana y a la tía Kate.
¿Cuánto hace que no ves a tu hermana?
Dos años.
La veré sólo unos días porque tengo que volver a clase.
Verás, yo vivo con mi tía en Oklahoma.
Quieres mucho a tu hermana, ¿verdad?
Todo el mundo la adora.
No acabaría nunca de contarte lo buena que ha sido conmigo.
Lo mucho que ha trabajado para pagarme los estudios y...
No me dejes hablarte de ella o no pararé hasta llegar a casa.
¿La conocías bien?
Bastante.
Yo la recuerdo muy bien.
Pero no sé si ella me recordará.
Se llevaría una sorpresa si supiera que estamos prometidos.
No olvides que ese es nuestro secreto.
La quiero, Srta. Trent. Sr. Blake.
No puedes estar tan feliz como pareces.
Nunca me había sentido tan feliz.
Me enamoro de él todos los días.
Pero esto no puede seguir así.
¡Por amor de Dios! ¿Por qué?
Tengo que contarle... ya sabes, lo de Jim.
Vamos, no seas tonta.
Esa es una forma segura de perderlo.
Lo sé, pero no me sentiré bien si no se lo cuento.
Probablemente te sentirás peor si lo haces.
Piénsalo bien y detenidamente.
Supongo que sólo soy una chica moderna...
con una conciencia anticuada.
- ¿Puedes hacer algo por mí? - ¿Qué?
Adiós.
Aquí estamos. Y justo a tiempo.
Te dejaré aquí.
Suéltame.
- Tengo que encender la luz. - Llévame contigo.
- Me da miedo la oscuridad. - Está bien.
¿Aún estás asustada?
¿Asustada?
¿Ponemos un poco de música?
Busca una emisora.
"y el bebé se toma la pastilla pensando que es un caramelo."
¿Asustada todavía?
Un poco de fuego y todo estará perfecto.
- Creo que tienes los pies mojados. - No, no lo están.
- Quizá sí. - No he pisado ningún charco.
Vamos a ver.
¿Calientes ahora?
- Lo siento. - Es mejor que busque un calzador.
Ya está.
Ahí lo tienes.
Inventor además de escritor.
Ya sabes, Blake.
Deja que el doctor Blake te tome el pulso.
- Vivirás. - No quiero vivir si no estoy contigo.
Y yo acabo de empezar a vivir.
Ojalá te hubiera conocido hace años.
Ojalá hubiera sido así.
Hoy no te has divertido mucho.
¿Qué ocurre?
Nada.
- ¿No vas a dedicarme tu libro? - Ahora mismo.
Espera un momento. No curiosees.
Tony, ¿tú crees todo lo de ese libro?
Pues claro que no.
Como dijiste que eras el personaje principal.
¿Tú no harías lo que hace él?
Lo intentaría.
Verás, él es yo, idealizado, por supuesto.
Aunque viva cien años, cada hora te amaré más. Tony.
Es precioso, Tony.
Aunque vivas cien años, cada hora me amarás más.
Después de eso, tal vez empiece a perseguir faldas.
- Lo guardaré como un tesoro. - Te dedicaré el próximo.
Me encantaría escribirlo en París.
Pero...
si tuviera una esposa que me acompañara...
en calidad de mi crítico más severo...
Tengo una idea para tu nueva novela.
¿En serio?
Sí.
Podrías titularla "Amor y Besos"...
y podrías resaltar la diferencia entre...
...el amor y los simples besos.
Oye, eso no está mal.
Y supongamos que, como trama,...
hay una chica que ha tenido una aventura con un hombre...
y que se enamora de otro. ¿Debería decírselo?
Eso depende del hombre.
Supongamos que eres como el personaje de tu libro.
Ya entiendo.
Sería mejor que ella lo contara antes de que él lo averiguase.
- Eso es lo que yo pienso. - Pero quizá sea mejor no decirlo.
Lo que un hombre no sabe no puede hacerle daño.
Supongo que si todos dijeran la verdad nadie se casaría con nadie.
Entonces la sinceridad no es la mejor política.
Raras veces.
La chica mira al grandullón con quien se va a casar y le dice:
"Eres el único a quien jamás he amado."
Y el grandullón le dice: "¿Sí?"
Y viven felices para siempre.
No sé.
Es difícil decir a una chica lo que debería hacer en esa situación.
- Pero yo lo estoy, Tony. - ¿Dónde?
En esa situación.
¿Le amabas?
¡Dímelo! Si le amabas, me moriré.
Sólo creía que le amaba.
¿No ves que tengo que pensar que le amaba?
No quiero saber nada de él.
Ni siquiera quiero saber quien es.
Prométeme sólo que nunca volverás a verlo.
No temas por eso.
Jerry,...
quiero hacerte una confesión.
Una vez...
salí con una chica.
Eso deja la partida en tablas.
¡Tony!
A pesar de mi gran error, ¿quieres casarte conmigo?
¡No hay nada que pueda impedírmelo!
- Bueno, será mejor que me vaya. - ¿Por qué? Está lloviendo.
No, ha parado.
Además, mi hermana llega mañana...
y tengo que ir a buscarla. Y tengo que escribir una carta.
- Esas no son razones suficientes. - Pues como si lo fueran.
- Adiós. - Espera. ¡Te acompañaré!
¡He olvidado mi libro!
Tony,...
no habrás cambiado la dedicatoria, ¿verdad?
Sí, un poco.
Lo quiero. Dámelo.
Dámelo, por favor.
Aunque viva cien años, cada hora te amaré más.
Posdata: ha pasado ya la primera hora y lo de arriba aún vale.
-¡Hola, Srta. Joan! - ¡Hola, Hilda!
-¡Hola, cariño! - ¡Qué buena has sido conmigo!
¡Estoy tan contenta!
Voy a ayudar a Hilda a deshacer tu equipaje. Vamos.
Veo que New York es muy diferente de París.
Tus baúles llegarán dentro de una hora.
¡Es estupendo volver a verte, nena!
¿Qué te ocurre?
Por favor, Buster. Tengo que deshacer el equipaje.
Oye, ¿no te alegras de verme?
Pues claro que me alegro, pero...
Pero, ¿qué?
Es que eres tan joven...
- Soy un año mayor que tú. - Por eso.
Fue una tontería pensar que...
todo seguiría igual después de dos años.
Estás bromeando. ¿No vas a venir a mi fiesta?
Has sido muy amable queriendo darme una fiesta,...
pero la verdad es que no deberías hacerlo.
¡Jerry! ¡Ayúdame!
Me está dando calabazas y dice que no quiere asistir a mi fiesta.
¿Qué ocurre? ¿No quieres ir?
Ahí la tienes, muchacho. De ahora en adelante es cosa tuya.
¿Nos vemos a eso de las siete y media?
¿De acuerdo?
¿Y tú y Tony?
Y usted también, Srta. Brown.
¡No puedo creer cómo has crecido!
Precisamente ayer estuve mirando estas fotos. Mira.
Ahí estás, antes de ir a París. Antes y después.
Lo que solía llevar un bebé bien vestido.
Esto me recuerda...
que le prometí cuidar de ti.
A veces me preocupaba que estuvieras tanto tiempo fuera.
No tenías por qué estarlo.
Pero no podía evitarlo.
Espero que nos divirtamos aquí tanto como en Oklahoma.
¿Recuerdas la noche que saliste con Sport Bordel?
Con su ridículo cacharro que iba dando saltos.
Y te hizo bajar del coche e ir andando.
Y aún así llegué a casa antes que él.
- ¿Qué es eso? - Quería saber si la recordabas.
Pues claro que la recuerdo.
No me lo digas.
¡No me lo digas!
Te necesito ahora, así que mantén tu promesa.
Esa es la parte final.
La recuerdo. En el S.O.S.
Cuando un pretendiente, estando en el salón, quería demasiado,...
tú la cantabas, que era la señal para que yo entrara y dijera:
Geraldine, hora de acostarse.
Me salvaste la vida más de una vez.
Vamos, empieza.
Si pudieras oírme llamarte, querido,...
ven a mí, ven a mí,...
mi vida, mi amor, mi bien.
Vamos, canta.
Desde lejos o cerca, dondequiera que estés...
ven a mí, ven a mí,...
respondiendo a mi llamada.
En alguna parte de una colina...
hay un chotacabras...
cantando conmigo mientras cae la noche.
Te necesito ahora, así que mantén tus promesas,...
ven a mí, ven a mí,...
mi vida, mi amor,...
mi bien.
Nunca me oirás llamar, querido,...
- cuando él está aquí. - Oh ¡qué apuesto es!
¿Quién es?
Anthony Blake. El novelista.
Y tu futuro cuñado.
- ¡No! - Sí. ¡Es fantástico!
Le conocerás esta noche.
Tú has estado tanto tiempo en un convento...
que supongo que habrás olvidado como son los chicos.
- Sí. A todos menos a uno. - Sí, él tampoco te ha olvidado.
No me refiero a Buster.
- ¿No? - A éste le conocí en París.
Creo que tú también le conoces.
- ¿Quién es? - Jim Woodward.
¿No le conoces?
Sí, estoy intentando situarle.
Él dijo que quizá no le recordarías.
¡Jerry, viste ropa elegante, dice cosas adorables...
y baila divinamente! Si le conocieras le recordarías.
Y le recuerdo,...
vagamente.
Supongo que querrás una manicura y un moldeado para esta noche.
Te acompañaré. Yo también necesito uno.
Y ponte uno de tus vestidos de París en la fiesta de Buster.
Será una fiesta maravillosa, sin duda alguna.
¡Menuda fiesta estoy dando!
Le he pedido a un amigo mío que se incorpore a la fiesta.
Espero que no te importe.
Estupendo. ¿Cómo se llama?
Jim Woodward.
Estupendo, así hará pareja con tu tía Kate.
Sí.
¿Le contamos lo nuestro?
- No. - ¿Por que?
Quiero que te comprometas en público.
¿Por qué no?
No lo sé.
- ¡Hola, Joan! - ¡Hola!
¿Recuerdas al Sr. Woodward?
¡Jerry!
¡Y más bella que nunca!
Conózcame a mí, Sr. Woodward. Tony Blake.
Soy el único que puede tener atenciones con Jerry.
Y mi tía, la Sra. Smithson.
¿Cómo está usted?
¿Qué tal?
Y este es el Sr. Collins.
Sr. Collins.
- ¿Quiere una copa, Sr. Woodward? - Sí. Gracias.
¡Menuda fiesta estoy dando!
En cuanto le puse los ojos encima a Jerry Trent, quise ser su esclavo.
Le ofrecí mis servicios como chófer.
Y ella dijo que no. ¿Por qué? Conduzco yo misma, dijo.
¿Y qué tal como secretario?
Y ella dijo: "no, yo misma me encargo de mi correspondencia."
Entonces le sugerí que nos casáramos...
y tuviéramos una familia.
Y conseguí el trabajo. Pero tengo que esperar hasta el lunes.
Qué callado te lo tenías. Enhorabuena.
Gracias, muchacho.
- Lo mismo digo. - Gracias.
Esperemos que no le planten nunca.
Gracias, amigo.
¿Puedo bailar con la futura novia?
Por supuesto.
¿Puedo ser el padrino?
Eres el hombre más descarado que he conocido.
¿Sí?
Un arco de flores sobre la puerta, gatitos en el suelo.
¿Vas a aguantar tú eso?
¿Por qué no? Le amo.
¿Qué ha habido entre Joan y tú?
- ¿Por qué? - Tú sabes porqué.
Sólo nos reímos en el barco hablando de París.
Sólo es una niña.
Creo que se lo está tomando en serio.
Encárgate de que no sea así.
Ya me conoces.
Precisamente por eso.
- ¿Y sabes quién era? - ¡Buffalo Bill!
Ahora es buen momento para invitarlos.
- ¿Dónde? - A tu casa.
Nuestras familias deberían conocerse si vamos a casarnos.
Hay tiempo de sobra.
Pero dijiste que lo organizarías en cuanto regresaras.
Atención, por favor.
Prepárense para un anuncio especial.
Voy a dar una gran fiesta de fin de semana,...
en nombre de mi padre,...
en Westbury, y quiero que vengan todos.
Y tal vez tú también te lleves una sorpresa.
Apuesto a que se trata de otro compromiso.
¿Por qué no me dijiste que no íbamos a casa de los Woodward...
antes de vestirme?
Lo siento, tía Kate. No debemos ir y Joan tampoco.
Podría ser una situación muy embarazosa para todas nosotras.
Bueno, pensándolo bien, quizá tengas razón.
Podría haber muchos problemas, incluso un gran escándalo.
Joan no tiene nada que hacer allí...
y, por lo que me has contado de Jim Woodward,...
ni siquiera yo estaría a salvo de él.
Además, Joan podría enterarse de todo.
¿Qué ocurre? ¿No vais a ir?
No, y tú tampoco deberías ir.
Pero, Jerry, sus padres quieren conocernos.
¿Y tú crees que quiere casarse contigo?
- ¡Pues claro! - ¿Y Buster?
Sólo es un crío. Me gustan los hombres mayores.
Naturalmente. Estás en la edad. ¿Qué le has dicho a Buster?
Lo he aclarado con él esta mañana. Ya lo superará.
Él es un buen chico.
¿Pretendes insinuar que Jim no lo es?
Cariño, tú siempre me has escuchado.
Por favor, hazlo ahora también.
Yo sé algo de la vida y tú sólo estás en el umbral de ella.
Y quiero que te beneficies de mi experiencia.
No debes sufrir si puedes evitarlo.
Por eso quiero que me creas si te digo que Jim Woodward...
no es la clase de hombre con quien deberías casarte.
¿Cómo es que sabes tanto de él? Dijiste que apenas le recordabas.
Bueno, conocí a una chica que salió con él...
y sé que la engañaba con otras.
No me importa nada de las otras.
Todos los hombres han tenido otras. Pregúntaselo a Tony.
- Joan. - Un momento, tía Kate.
Jim no amaba a las otras.
Y ahora que está prometido conmigo ha terminado con todas.
- ¡Él me lo ha dicho! - Él te lo ha dicho.
¿Creerías que el *** es blanco si él te lo dijera?
Él también prometió matrimonio a esa chica...
y ella le creyó, mientras él la engañaba con otras chicas...
que también le creían. - ¡No tienes derecho a hablarme así!
¡Tengo edad suficiente para saber lo que hago!
- ¿De verdad lo crees? - ¡Sí!
¿Cómo sabes que esa chica dice la verdad respecto a Jim?
Yo no me creería nada de una chica de esa clase.
A esa clase de chica sí que la creerías.
No, probablemente está mintiendo. ¿Quién es?
- ¿Quieres saber? Te diré... - ¡Jerry! Déjala.
Adelante, Joan, ve a Westbury,...
con el hombre que amas.
Chicas, deberíais estar avergonzadas,...
pelearos de ese modo.
Adiós, Joan.
No podía dejarte seguir adelante con eso.
Hiciste bien.
Dale un poco de tiempo y ella abrirá los ojos.
Para entonces podría ser demasiado tarde.
Jim no será nunca sincero con ella.
No posee esa cualidad. ¡Si Joan le conociera como yo!
Hola, cariño.
¡Hola, cariño! Todo va viento en popa.
A las diez en la iglesia de la esquina y luego a tu casa a comer.
¡No soy ningún tonto!
Oye, ¿cuánto debo darle al cura?
Supongo que lo que tú consideres correcto.
¡Nunca podría pagar esa cantidad!
- ¿De qué te ríes? - Acaba de llegar el pasaporte.
¡Tony, mi foto! ¡Es horrible!
Hacemos una gran pareja.
No parece que intentemos salir del país sino entrar.
A propósito, Jerry. No puedo ira a casa de los Woodward.
No, tengo que ir a Washington.
Me lo imaginaba. Por eso tampoco voy a ir yo.
No deberías quedarte en casa por mi culpa.
Debes ir igualmente, seguro que lo pasas muy bien.
No seas tonto. ¿Cómo voy a pasarlo bien sin ti?
Bueno, vuelve pronto.
Te echaré de menos.
Sé buen chico.
Adiós, cariño.
- ¡Tía Kate! - ¿Sí?
¡Prepárate! ¡Nos vamos a Westbury!
Srta. Trent, siento mucho que no pudieran venir su hermana y su tía.
- Tenía tantas ganas de conocerlas. - Yo también lo siento.
Vaya, pero si llegan ahora. Disculpadme. ¡Jerry, qué sorpresa!
¡Y la tía Kate!
- No lo comprendo. - Ha sido una sorpresa.
Madre, quiero presentarte a la Srta. Trent.
Mucho gusto.
Y su tía, la señora...
- Jones. - Jones.
- ¿No quieren pasar? - No, gracias.
¿Diga? Sí.
¿Te has encargado tú?
Muchísimas gracias. No me apetecía nada ir a Washington.
Adiós.
Lamento mucho lo tuyo con Joan.
He hecho cuanto he podido.
Pero he sido derrotada.
No sé por qué estás de mi parte. Pero te quiero por ello.
En cuanto me beba estas copas...
voy a decirle al padre de Jim que ponga fin a este compromiso.
Ahora creo que ya tengo suficiente valor.
¿Qué opinas?
Me gusta Joan y me gusta su hermana,...
- pero su tía... - Parece buena persona.
Adelante.
- ¿Cómo está usted? - Hola.
Sr. Woodward, no creo que se acuerde mí.
- Soy el hijo de Timothy Collins. - ¡Buster Collins!
Vaya, si te conocimos cuando eras así de alto.
Ahora soy así de alto.
He venido a preguntarle, Sr. Woodward,...
si sabía que Jim tenía intención de casarse con Joan Trent.
- ¡No! ¿De verdad? - Bueno, no lo habíamos oído, pero...
me alegraría que fuera cierto.
Estábamos deseando que Jim sentara la cabeza.
Pero, ¿qué saben ustedes de ellas?
No, mucho. Parecen ser buena gente.
Bueno, no es eso lo que yo he oído.
Pero si están satisfechos, de acuerdo.
Buster, un momento. Cuéntanos lo que has oído.
No tiene importancia.
¡Desde luego que importa! Cuéntanos lo que sabes.
Bueno, he oído que la tía era contrabandista de licores.
- ¿Qué te decía yo? - Tonterías. No me lo creo.
Quizá no se lo crea, pero eso no es ni la mitad del asunto.
- Pero ya veo que no les interesa. - ¡Buster! ¡Un momento!
¡Cuéntanos lo que sabes!
- ¿Quiere saberlo todo? - ¡Todo!
Bueno,...
es bastante malo.
Ojalá no lo hubiera mencionado.
Jovencito, habla de una vez.
Está bien. Ustedes se lo han buscado.
Todo el que las conoce...
sabe que hay un poco,...
sólo un poquito de locura en la familia.
Ahora me siento como un sinvergüenza.
¿Qué tal te ha ido?
Lo he hecho muy bien.
¿Cómo de bien?
No creo que ningún Woodward vaya a casarse con ninguna Trent.
¿De verdad? Buster, ¿qué has dicho?
Prefiero no decírtelo.
Debes decírmelo.
Prefiero no hacerlo. Podría no gustarte.
Me encantará.
- ¿Seguro que no te enfadarás? - Te lo prometo.
Bueno, les dije...
No puedo...
Vamos, Buster,...
dilo.
Bueno, les dije...
que había un poco,...
sólo un poquito de...
locura en tu familia.
¡Buster!
¡Eso es terrible!
Yo dije que sólo había un poquito.
Gracias.
Son unas galletas muy embarazosas.
Y no se encuentran de las que no se rompa...
y claro, no hay manera de poner mantequilla.
- ¿Qué le ocurre? - Nada.
¿No va a tomarse su consomé?
¿Consomé? ¡Yo creía que era sopa!
¿Quiere pasarme el azúcar?
Por favor.
- ¿Azúcar? - Azúcar.
Gracias.
Uno, dos, tengo tos,...
tres, cuatro, eres un pelagatos, cinco, seis...
Disculpe.
¿Se da cuenta de que eso es azúcar?
- Sí. - Sí, ya lo he visto antes.
¡Apuesto a que le encanta!
- Allá voy... - ¡Pare! ¡Pare!
- ¿Qué le ocurre? - Nada.
- ¿Qué está mirando? - Nada.
- ¿Qué quiere? - Nada.
- ¿Qué ocurre? - Nada.
- ¿De qué se ríe? - ¡De nada!
Tía Kate, tengo noticias para ti.
El Sr. Woodward conoció a Buffalo Bill.
¿Para qué me has llamado? Apenas he podido almorzar.
¿Cómo has podido invitar a esas mujeres? ¡Están locas!
¿Más que el resto de nuestros invitados?
¡Te digo que están absolutamente locas! ¡Destacan entre todos!
Entonces debes estar equivocado.
¡Sube a callarlas! Cómprales una camisa de fuerza. ¡Haz algo!
Está bien, está bien.
Creo que conoció usted a Buffalo Bill.
¿Cómo lo haces?
Reserva ese paso para luego. Terminaré de almorzar en bañador.
Eso debería convencerlos.
Hola, Collins.
¿Qué hace en el dormitorio de esta señora?
¿Qué hace usted en esta casa?
Cuando haya reflexionado sobre esa insinuación volveré.
¡Jerry!
Vaya, pero si es el pequeño James.
Vamos, ¿qué ocurre? ¿Qué estás tramando?
Nada. Me he rendido, que todo el mundo se case con quien quiera.
Tú ganas. Ganador: ¡Jim Woodward!
Mi padre está terriblemente desconcertado.
- Piensa que estás loca. - ¿Loca? ¿Por qué?
Yo sólo obedezco a mis impulsos, eso es todo.
- ¿De qué hablas? - Nos perdemos tanto...
no haciendo lo que queremos hacer.
Si te apetece hacer una cosa, ¿por qué no hacerlo?
- ¿Por ejemplo? - Bueno, por ejemplo,...
a mi no me gusta su expresión.
- ¡Te seguiré la corriente! - Sabía que lo harías.
Nena, esta es la casa perfecta para obedecer a los impulsos.
Tengo tanto trabajo aquí que tardaré días.
Qué divertido.
Ahora siento otro impulso. Vete de aquí. Vamos, vete.
Fuera de aquí, obedece, vamos...
- No. - ¿Qué van a pensar abajo?
No me importa lo que digan.
Siento un impulso más fuerte. Y quiero decirte...
que hacía años que no me reía tanto, Jerry.
Solía pasarlo muy bien contigo.
¿Por qué hablas de eso?
Estoy empezando a darme cuenta de lo necio que fui...
dejando que te fueras de mi lado.
¿Estás intentando cortejarme?
Ése es el impulso.
¿Y Joan?
Joan nunca será Jerry.
Creo que la única razón por la que me enamoré de ella...
es porque me recordaba a ti.
¿No podemos volver a empezar desde cero?
¿Lo dices en serio?
En mi vida había hablado más en serio.
- Verás, Jerry, querida... - Un momento, déjame pensar.
Detestaría hacer sufrir a Joan más de lo necesario.
Joan no es más que una cría. Lo superará.
Apuesto a que sé en que estás pensando.
En Blake. Vamos, olvídale.
¿No quieres recuperarme?
¿No arde aún una chispa en tu corazón por mi?
¿Por qué supones que deseo que rompas con Joan?
¡Por celos!
¿Qué necio he sido no viéndolo antes!
No debes precipitarte, Jim. Espera.
Jerry...
- ¿Crees que saldría bien? - ¡Desde luego!
¿Podríamos recuperar la felicidad de los...
- viejos tiempos? - ¡Claro que podríamos!
¿Recuerdas las noches alegres, la música y el baile?
Pues los mismos locales aún están abiertos.
Solías decirme que nada te gustaba más...
que estar sentado durante horas mientras yo cantaba para ti.
Eso también me gustaba.
Sí, ¿verdad?
¿Recuerdas?
Si pudieras oírme llamándote, querido,...
ven a mí, ven a mí,...
mi vida, mi amor, mi bien.
Desde lejos o desde cerca, dondequiera que estés,...
ven a mí, ven a mí,...
respondiendo a mi llamada.
En alguna parte de una colina...
hay un chotacabras...
cantando conmigo mientras caen las sombras.
Te necesito ahora, así que mantén tus promesas,...
ven a mí,...
ven a mí,...
mi vida, mi amor,...
mi bien.
¡Conque era eso!
Joan se ha enfadado.
Ahora, Joan, no hagas una escena.
Sí, eso es, Joan, no debes hacer una escena.
¿Y qué debería hacer? ¿Aplaudir?
Sólo estábamos...estábamos...
tratando unos asuntos.
Eso es, Jim sólo intentaba decirme cuánto te amaba.
- ¿Y bien? - Bien, yo...
Creo que será más correcto si te pones la chaqueta.
No me extraña que no quisieras que fuera mío. ¡Lo querías para ti!
Vamos, un hombre como Jim tiene suficiente amor para las dos.
¡No pienso compartir su amor con nadie!
Bien, supongo que tendrás que elegir entre nosotras.
Escoge a una.
Bueno, esto ayudará,...
pinto, pinto, gorgorito, donde estás...
que hoy no te he visto...
¿Cómo seguía?
¡Ya está bien!
¿Por qué vacilas? ¿Es que hay alguna duda?
Pues claro que la hay.
Jim le tiene mucho cariño a la Srta. Jerry, ¿verdad que sí, Jim?
Jerry, no sé cómo has podido hacerme esto.
Joan, no llores. Por favor.
Ya sé que duele,...
pero pronto lo olvidarás, te lo aseguro.
- Vamos, no llores. - ¡Déjame! ¡Te odio!
Joan, creo que no lo has entendido bien.
Verás,...
Jerry y yo fuimos novios.
- ¿Tú y Jerry? - Sí, Joan.
Y acabamos de descubrirnos...
otra vez.
¿No es así?
¡Por favor, Tony! ¡Espera! ¡Tony!
¡Espera! ¡Ha sido un malentendido!
- ¡Quítame las manos de encima! - ¡Él no significa nada para mí!
- ¡Lo hice por Joan! - ¡No me importa!
- ¡Pero, Tony! - ¡Conque era él!
- Tú me prometiste... - ¡Ya sé lo que te prometí!
Pero creí que lo comprenderías. En tu libro decías...
Pero yo no soy el personaje de un libro.
¿Cómo se ha tomado lo nuestro, cariño?
Estoy empezando a comprenderte, Jim.
No eres malo, sólo...
poco inteligente.
- Buenos días, señor. - Hola, Jerry.
- ¿Qué pasa? ¿Estás enferma? - No, estoy bien.
Esta mañana hablé con Joan por teléfono. ¿Y sabes una cosa?
Ella me llamó a mí.
Parece que todo va a salir bien.
Oye, ¿qué ocurrió la otra noche?
Tony se fue nada más llegar.
Después tú y luego todo el mundo.
Así que yo también.
¡Hola, Joan!
Buster, ¿te importa esperarme en el coche?
Quiero hablar un momento con Jerry.
Claro. hasta pronto, Jerry.
Quería decirte, Jerry, que ahora lo comprendo todo.
Y siento mucho lo de Tony.
Ya lo sé.
Y también quería decirte...
¿No estás enfadada conmigo?
No tengo por qué salir con Buster.
Creo que sería estupendo que salieras.
¿Y tú estarás bien?
Volveré temprano.
Srta. Trent, quiero que vea algo maravilloso...
que acaba de llegar.
¿Lo ve? ¿No es una preciosidad?
¿Vas a estar dando vueltas todo el día admirando esta atrocidad?
¡Debería darte vergüenza!
- ¡Ya estoy empezando a hartarme! - Pero tía, ¿a qué te refieres?
Estás enamorada de ese hombre y estás aquí todo el día...
dejando que él se aleje de tu vida.
- ¿Seguro que se va? - He llamado a su casa.
- ¡No es posible! - ¿Por qué no?
¡Qué vergüenza!
- ¿Qué te dijo? - Nada.
No estaba en casa.
Pero su criado me dijo que se iba hoy para Europa.
Íbamos a ir juntos. Y ahora se ha ido solo.
No. Su barco no zarpa hasta dentro de 35 minutos.
Y ahora, si eres una chica como Dios manda,...
y digna del apellido Trent, saldrás de aquí e irás tras él.
Es tu hombre, ¿no? Le amas, ¿no?
Siempre me sermoneas para que siga mis instintos.
¿Por qué no practicas lo que predicas?
No llegaría a tiempo al barco.
- Además no tengo equipaje. - Sí lo tienes.
Y ahora, ¡lárgate de aquí! ¡Vamos! ¡Vamos!
- Pero no tengo... - Espera, espera.
Coge tu chaqueta, tu sombrero y tu bolso.
¡Vamos, vamos! Ponte la chaqueta.
Estoy segura de que se me olvida algo.
- ¿Qué vestidos me has metido? - Los mejores, por supuesto.
- Estupendo. - Vamos, ponte la chaqueta.
No hay tiempo que perder.
-¡No soy yo la que se marcha! - Lo siento.
¡Jerry, rápido! ¿Lo tienes todo?
Tía Kate, dile a Joan que me voy.
- No te preocupes. - ¿Para qué es esto?
No lo sé. ¿Has cogido la maleta?
- Sí, ya está. - ¡Deprisa!
Tía Kate, eres un encanto. ¿Qué haría yo sin ti?
Pues cuando llegues a París y no puedas prescindir de mí,...
- envía a buscarme. - Sí.
- Adiós. - Adiós.
-Tía Kate, ¿está en casa Jerry? - No, ha salido.
Necesito verla. Pensaba irme sin ella, pero no pude.
No me importa lo que haya sucedido. La quiero.
Dije muchas cosas que ahora lamento y quiero decírselo.
Estoy loco por ella. ¡Absolutamente chiflado!
Eso es lo que yo dije la primera vez que te vi.
Será mejor que te lo diga. ha ido a buscarte al barco.
- ¿Qué ha ido a buscarme? - ¡Sí!
- ¿A buscarme a mí? - Sí, sí. Adiós.
- Date prisa. - Adiós.
Preparen los billetes.
Billetes, por favor.
- Su billete, por favor. - No tengo.
No puede subir a bordo sin billete.
- Pero tengo que subir. - No puede sin billete.
- ¡Debo zarpar! - No sin billete.
¿Quiere apartarse, por favor?
Enseñen sus billetes, por favor.
Tengan preparados sus billetes.
Preparen sus billetes, por favor.
Preparen sus billetes.
Adelante. Preparen sus billetes, por favor.
Sus billetes.
¿Ha visto pasar por aquí a una chica?
¿Cree que este barco es sólo para hombres?
¡Espere un momento, señor! En serio, ella le...
llega a usted como por aquí.
- ¿Qué es lo que pretende? - En serio, es una chica preciosa.
Tiene una cara así.
¿Tiene usted billete?
De acuerdo.
¡Espere un momento! Tome.
Oiga, si la ve, dígale que estoy a bordo.
¡Tony! ¡Tony!
¡Tony! ¿Dónde estás?
¡Tony! ¡Suélteme! ¡Suélteme!
¡Tengo que viajar en este barco!
¡Estoy dispuesta a pagar mi pasaje!
Aunque tuviera billete, no hay ningún camarote libre.
- Disculpe. ¡Hola, cariño! - ¡Hola! ¡Tony, amor mío!
No se preocupe. Ella puede compartir mi camarote.
Lo lamento, señor.
Pero éste es un barco de primera clase.
Para salvar la reputación del barco el Capitán podría casarnos.
Con el consentimiento de la dama, por supuesto.
¡Tony!
¡Tony!