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El conflicto de la guerra de Síria se inició en el año 2011
debido a la Primavera árabe
con una serie de protestas de toda la población en contra del gobierno
especialmente,
en contra del presidente 'Bashar Al-Assad'
que se fue intensificando
con sucesivos enfrentamientos a lo largo del mismo año.
Para finales del 2011,
los civiles que se enfrontaban al gobierno, denominados
rebeldes
comenzaron una guerilla al norte del país
dónde intentaban ganar terreno i dominar organizaciones.
A inicios del 2012,
los rebeldes habían conseguido dominar
muchas localidades al norte de Síria
aunque el gobierno los contraatacaba diariamente con armas bélicas del estado.
El gobierno sirio atacaba a los habitantes de su propio país con el ejército
que ellos mismos habían financiado
Cada vez resultaba más frecuente la entrada de tanques en las ciudades
y bombardeos nocturnos.
La rebelión popular acabó desembocando en una guerra civil en febrero del 2012.
Mientras el 2012 avanzaba
el ejército sirio augmentó sus ataques contra los rebeldes,
y por tanto en contra de las ciudades ocupados por estos,
masacrando así
también los civiles pacíficos inocentes que vivían,
incluidos los más vulnerables de todos: los niños.
Las Naciones Unidas afirman
que los soldados sirios han torturado y executado niños
sirviéndose de ellos, que apenas llegan a tener ocho años de edad, como escudos humanos.
La guerra tomó
un curso más serioso y decisivo cuando entre el junio y agosto del 2012
los rebeldes invaden las ciudades más importantes de Síria:
la reconocida Alepo y la capital Damasco.
Alepo, aún sigue desde hace medio año con luchas armadas que tienen a la ciudad
destrozada,
pero ha significado un gran avance estratégico para los rebeldes,
que dominan más del 70% de la ciudad.
En el caso de Damasco ocurre lo contrario:
el ejército de Bashar sigue dominando
y ha hecho retroceder los rebeldes.
No obstante,
los enfrentamientos en la ciudad continúan
con cada vez más muertos
y consecuencias más devastadoras y inhumanas.
Y es por esto
que creemos que mundialmente tenemos que reaccionar de alguna manera para detener este desastre.