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Todo lo que yo hice se basa en una premisa muy fácil, es muy simple.
La premisa es: cualquiera puede hacer cualquier cosa. Yo creo eso.
Si lo hice yo, cualquiera lo puede hacer.
La segunda es: llego a cualquier lado de cualquier manera.
No tengo más que moverme con las ansias y el corazón.
Después, lo demás solo va apareciendo, las cosas se van dando,
voy teniendo nuevos lugares para ir desarrollando lo mío
y me voy juntando con algunas personas [a las] que les puede
llegar a interesar o no mis ideas.
Y nada más. Y nada más.
Hasta esa parte, nada más. Después todo lo demás es obra.
Que la obra generalmente se hace en una época de la vida que va de entre los 29 años
—esto es absolutamente porque lo digo yo— (Risas)
se hace desde los 29 años hasta que las velas no ardan.
Uno puede pensar y siempre viene el pibe y me dice:
"No sé qué hacer. Tengo 23 años y mi papá no me deja manejar la empresa". (Risas)
Y yo le digo: nadie puede manejar la empresa si todavía no está totalmente...
no ha podido manejar otras cosas en su vida, previamente.
Porque hay prioridades antes de manejar una empresa que la vida,
que la biología de una persona, hace que sean más importantes que eso.
Es la época de los yuppies. Los yuppies eran tipos que empezaron
con los celulares y todo lo demás.
Hicieron los grandes desastres, los grandes desastres en la economía.
Eran tipos que se comían al mundo crudo porque... "Ah, sí, yo encima soy joven".
Cuando te planteás que tu juventud es más importante
que todo lo que los otros hayan hecho, cometés el primer error.
La segunda es cuando pensás —y hablo para todos aquellos
que tienen un sueño guardado en el alma—.
Yo ando por todo el país. Perdónenme que diga yo constantemente
pero es la persona a la que más leo, porque soy bárbaro.
(Risas) La autoreferencia me convierte en eso.
Me convierte en un tipo que puede hablar de mí.
Por eso les voy a decir mi experiencia particular, hasta ahora.
Eso lo tendría que haber dicho al principio.
Ando por todo el país y en todos lados hay pibes y gente...
pibes que después se hacen grandes.
Ustedes me conocen porque Cha Cha Cha empezó
desde que éramos muy chicos. Y yo también.
A la edad de 29 años. Por ende todos los que crecimos...
A todos les fue bien. A todo el mundo le fue bien.
Todo el mundo quiere hacer algo.
Todo el mundo tiene una idea.
Me encuentro con todo el mundo que tiene una idea.
Hay dos graves errores.
Pensar que la culpa de que uno no hace las cosas la tienen los demás.
Y esa es la peor de todas las contras [de lo] que uno mismo se propone.
Voy a ser más claro: yo quiero poner una peluquería de mujer.
"Y no, pero voy a tener muchos problemas porque
van a venir de acá y de allá. Y tener quilombo con la gente".
Bueno, no pongas una peluquería. (Risas)
No vas a tener una peluquería de mujer.
No le vas a lavar la cabeza a nadie. No vas a hacer nada de eso.
"No. Yo quiero tener un programa de radio. Pero, ¿sabés qué pasa?
Estoy viendo una nueva..."
No, tenés que aprender en realidad.
Lo único que se empieza de arriba son los pozos. (Risas)
Aplausos ahí. (Aplausos)
Ya está. Suficiente, se me va el tiempo. (Aplausos)
Es verdad, lo único que se empieza de arriba son los pozos.
Lo único que vos [decís] llegué a este lugar y de acá voy... No, no podés.
Constantemente voy buscando nuevas ideas y saliendo de las nuevas ideas.
Pero quiero hacer base importante en una cosa que...
La otra vez estuve en Grecia. Estuve en Grecia y vengo de Inglaterra.
Estuve en Grecia en una radio en Tesalónica
donde me preguntaban: "Casero, cómo hace para..."
a veces pienso que estamos 10 años adelantados al mundo, señores.
Nosotros tuvimos una crisis en 2001.
Ellos están teniendo recién ahora una crisis. (Risas)
O sea, a ver, nosotros sabemos cómo vienen las cosas.
Me refiero a todos aquellos que tienen una idea.
Sea productiva, sea generativa, sea artística. Todos tienen una idea.
Estamos 10 años adelantados. Somos argentinos y estamos 10 años adelantados.
Nosotros sabemos cómo viene la cosa. Y lo único que les dije
a esos tipos que estaban como que los argentinos sabemos cómo
salir de esos quilombos era, miren, lo único que saben los que manejan
el dinero solamente es cuánto tiempo vamos a putear,
cuánto tiempo vamos a gritar, cuánto tiempo van a golpear la cacerola
y ya lo toman claramente, y lo integran, al problema
cuando ese problema tiene que existir.
O sea, ya saben como es. Nada más.
O sea, no tienen nada en este momento —y me refiero a todos los que me siguieron,
todos los pibes que tienen 12 años y que ven ahora mi obra por YouTube—.
Así como a los más grandes que vienen y me agarran:
"Yo me moría cuando veía Cha Cha Cha; me mató".
Así como el papá de Estanislao. Que no pueden no salir de este lugar miles
—no de este, sino de la Argentina— miles de ideas diferentes que se puedan vender
en todos los mercados porque lo único que le hacen falta son buenas ideas.
Lo que pasa es que hay una cultura de destruir la idea.
¿Qué es la idea? La idea es un sueño.
(Risas) Sueño en realidad es... a ver...
el sueño pasa a ser lo que uno imagina y anhela pero lo tiene ahí.
¿Estamos de acuerdo en eso? Imaginás, lo anhelás y lo tenés ahí.
En el momento que lo presupuestaste diste el primer paso.
En el momento que decís si lo podés hacer o no lo podés hacer
ya tenés un proyecto. Un preproyecto. Y el proyecto avanza
directamente desde la primera fase hasta la realización.
Voy por todo el país y lo que hago en todo el país...
voy por todo el país con mi bombo y mi monito.
No. (Risas)
Voy por todo el país haciendo buenos negocios.
Llevando y tratando y hablando con gente que viene y me presenta sus cosas.
Ya sea un tipo, por ejemplo, con el que estuvimos trabajando.
"Yo sé que Ud. está trabajando en un experimento Casero", me dijo un señor.
Yo tengo una idea buenísima. Estamos buscando la manera
de poder elevar agua sin que necesitemos nafta para grupos generadores.
Hay gente que vive en un lugar y tiene que levantar agua hasta ahí.
Entonces nos dimos cuenta que Mongólfier Mongodfier, Mongofie, Mongofrié.
El que inventó el... el que subió un caballo con un globo...
"¿Para qué mierda sube el caballo?", dice el tipo.
Y más el caballo se lo pregunta: "¿Qué hago yo acá?" (Risas)
Pero allá el caballo, problema de él.
(Risas)
Había inventado una máquina que se llama "martinete" que es,
simplemente, buscar la diferencia y te sube el agua hasta donde vos quieras.
Y vos decís: ¿cómo puede ser que esto del 1700 no se utilice?
Es lo que viene. El hombre renacentista es el hombre que cree en los sueños,
y los lleva a cabo de alguna manera.
Si vos llevás a cabo cualquiera de los sueños que tenés, no se te pudren
en el alma como vemos a mucha gente, de tu propia generación,
de la que vos estás viviendo ahora —tengas la edad que tengas—,
siempre te encontrás con uno que tiene como un mal aliento
que proviene de la putrefacción de las ideas que tiene adentro.
(Risas) Oh, oh, oh.
(Risas) Vino el otro a hablar del olor a pata y nadie dijo "Oh, oh, oh".
Me encantó todo lo que escuché. Y también fue todo inspirador.
El sueño tiene más que ver con la inspiración.
Y estamos adelantadísimos. Denle bola a eso.
Pongan importancia específicamente en las ideas propias.
Ganen dinero. Ganen dinero. Sepárense de la idea de que uno no debe...
"No, está muy mal ganar dinero porque sino sos...
a mí no me gusta eso... a mí me gusta que todos sean iguales".
Bueno, vas a tener que esperar 147 años más para que todo falle
y te dés cuenta de que "tendríamos que haber tomado otra dirección".
(Risas) O sea, la mayoría de las cosas que no funcionan...
(Aplausos) gracias... no, no, no, que se me va el tiempo.
Después aplauden todos en una gran ovación.
A lo que me refiero es... tenemos, nosotros, los medios para poder hacerlo.
Y lo tenemos adentro. Yo no tenía nada. Se me ocurrió hacer
un programa de televisión porque se dio la posibilidad.
Yo trabajaba en un buraco. Trabajaba en el Paracultural.
Hoy por hoy, voy a Charata que queda en Chaco o a Saenz Peña
que también queda en Chaco, o a Corrientes o a cualquier lado
y hago un show, y vienen 200 personas.
A diferencia de, por ahí, que voy a Mendoza y venden 1200.
Pero voy ahí. ¿Por qué? "Porque quiero estar con mi pueblo".
No. Porque, primeramente, porque es negocio.
Y ellos tienen que ver que es negocio.
Los eleva a ellos pensando que son una plaza.
O sea, yo voy a estar en cualquier lado. De cualquier manera.
¿A qué me refiero con ganar dinero? El dinero es energía.
Uds. no podrían haber venido acá si no hubieran tenido la energía para venir.
El dinero es energía. Las ideas promueven la producción de dinero. Bien hecho.
Ya después si vendés armas, matás gente, es otra cosa.
Pero me refiero a que la idea profunda se convierta en el martillo certero
que rompa la "piedra del no", es todo. Eso es el único legado.
Yo quiero que escriban en mi lápida —y todavía me faltan 6 minutos,
así que puedo hablar tranquilamente de qué voy a hacer cuando me muera,
o que va a pasar después—
quiero que diga: liberó un pueblo entero.
(Risas) Salvó a una vieja del quinto piso.
(Risas) E hizo lo que se le cantó, toda la vida.
(Risas)
No es algo separado, no está separado de tus anhelos lo que lográs.
Te lo juro.
Porque voy por todos lados y el mismo pibe que veo ahora,
vengo dentro de dos años, lo vuelvo a ver y dice:
"Hice un programa de radio porque vos me metiste la ficha".
Bueno, ¿a verlo? Arreglá esto, esto, esto y esto. Y el tipo lo arregla.
Porque tiene una idea de que mañana o pasado
va a poder llegar a donde él quiere.
Pero, ahí hay otra cosa: los anhelos desmedidos.
"Hola, me compré una cámara de video re-buena, soy director de cine"
(Risas)
Entonces, no tenés posibilidad de comunicarte con otra gente que sabe
qué es un director de cine, porque sabe que ese no es director de cine.
Entonces, decí: "mire, yo quiero aprender".
Cuando te metas en la cabeza la palabra "quiero aprender",
vas a empezar a aprender.
Cuando te metas en la cabeza que tu idea es valedera,
significa que estás llevando tu sueño presupuestado adelante.
A lo mejor esto es mínimo. Pero yo me muevo con cosas mínimas.
Como elevar el agua a 70 metros de un río.
Me preguntan: "¿Por qué tiene chanchos, Casero?"
Uno me preguntó: "¿Y cuántos chanchos tenés?"
(Risas)
Seis madres, tengo. Tengo seis chanchas.
Ahora, "¿Por qué tenés chanchos vos?"
Porque en una comunidad, fijate, encontré lo siguiente.
Eso para otro TEDx del año que viene.
En una comunidad pequeña el hecho de hacer chanchos, que nadie hacía ahí,
estamos hablando de un pueblo de 90 personas, más otros pueblos
en los alrededores, de alrededor, en los que la gente produce poco y nada
porque eran todos ganaderos, tiraban las vacas y chau,
vine y empecé a hacer alfalfa.
Venían de kilómetros a cagarse de risa porque yo estaba haciendo alfalfa.
"Ja, ja, esto no va a andar".
Hoy por hoy, cuando me vieron traer las máquinas,
empezaron a ponerse locos porque "Uy, yo también hice alfalfa".
Sí, si ese hizo alfalfa yo también quiero hacer alfalfa. Haceme alfalfa.
(Risas)
Y después yo les tengo que alquilar las máquinas al 50%, ¿entienden?
O sea que utilicé lo que me sobra... la envidia,
somos un pueblo absolutamente productor de envidia.
(Risas)
Utilizar la envidia y utilizarla como medio hábil
para devolver exactamente lo que queremos.
Producción en un lugar donde no se puede producir.
Estoy arriba del INTA, que le regala las semillas a la gente.
Eso puede pasar en África. Y la gente no hace nada,
para no decir que se caga en las semillas que le dan, que es algo muy valioso.
A mucha gente no, pero a mucha gente no le importa.
Cuando ven que el de al lado está haciendo,
automáticamente el sueño se les hace obligación.
Pero hay que ser el primer soñador. Y al ser el primer soñador automáticamente
empezás a buscar los medios hábiles para que vos puedas lograr lo que querés.
Así que no me vengan a preguntar:
"Casero, Casero, ¿cuándo vuelve Cha Cha Cha?"
Yo no lo hago, lo hacés vos a Cha Cha Cha.
Ya van quince años y no apareció nada que fuera
fuera de lo que pasó con Cha Cha Cha.
Hablando de algo muy importante, para un pueblo
que es a lo mejor un programa de humor o los cómicos.
Cosa que si no están al servicio de alguien
o besándole la mano a alguno, no sirven. O no le sirve como negocio.
Igual que los programas para chicos, si el Estado no hiciera un programa
para niños, no conviene hacer un programa para niños porque... no conviene.
Es un horror eso. ¿Por qué no invertir?
Porque no, la televisión es un lugar chico.
Sí, pero la televisión se acabó. It's enough. Está, está.
La podés ver o no la podés ver. OK.
Hoy por hoy voy a empezar a hacer lo que todos querían:
"¿Cuándo volvés a hacer Cha Cha Cha?"
Voy a hacer una película, que no va a ser una película.
El sueño de todos, y lo van a pagar por adelantado, ¿entienden?
(Risas) Bah, si Uds. quieren que lo haga. Por Internet...
"No, pero..." Tic. Te borro.
(Risas) Uds. quieren lo que Uds. quieren, bien, paguen por ello.
Paguen por ello. Compren la entrada antes y ténganme confianza.
Le tienen confianza a George "Whurfamble"
que viene a tocar con Pink Floyd hecho mierda...
(Risas) en marzo...
Ténganle confianza...
(Aplausos)
Ténganle confianza a algo que les pertenece, porque en realidad les pertenece.
(Risas)
Estoy esperando que queden 30 segundos para decir una barbaridad.
(Risas)
Me divierto muchísimo hablando con la gente de estas cosas
porque lo digo en todos lados, señores, a ver, estamos de verdad adelantados.
Sabemos cómo va a venir todo el despelote del mundo. Ya lo sabemos.
Muchachos, cuando los yanquis se den cuenta...
"Cuando los yanquis se den cuenta" (Risas)
Y no lo digo así, cuando los yanquis se den cuenta
de que Obama es como Chacho Álvarez, se van a matar.
(Risas) Unos a los otros.
Nosotros sabemos cómo es, tenemos la idea, y me muevo [con] cabezas inteligentes.
Y como dijera Christopher Cramble, in the middle of night ...
(Risas) Todavía me quedan...
(Risas)
Les agradezco muchísimo, y por favor tomen en claro eso,
porque es el porqué de mi vida.
Podría dedicarme a otra cosa.
Ya sé que no voy a ser tenista profesional.
(Risas)
Ya sé que no voy a ser jockey, y vivo con ese dolor en el alma.
(Risas)
Pero lo sobrellevaré.
De verdad, la inteligencia no es algo que tienen que tener algunos.
Hay que trabajar siempre por la inteligencia como por los buenos modales.
Vos podés ser poco inteligente pero en ningún momento
te vas a tirar un *** en un ascensor.
(Risas)
Porque eso en realidad es algo que no harías.
De la misma manera, las decisiones inteligentes
se tienen que mover de esa manera.
Señores, buenas noches.
(Aplausos)