Tip:
Highlight text to annotate it
X
Hola, me llamo William.
Os preguntaréis que dónde está Bryn. Tengo que pedir perdón. Ahora está enferma.
Va bien y está en casa reposando.
He venido a sustituirla y estoy muy emocionado de estar aquí para compartir y hablar sobre comportamientos agresivos.
Para los que me conocen y me han visto, quizás en un programa Start-Up o New Frontiers o Maximum Impact, que son programas de entrenamiento avanzados:
Hola y bienvenidos, Nos alegramos que estéis aquí, que no estéis viendo y escuchando.
Para los que nos ven por primera vez, también bienvenidos.
Os daré una breve introducción de mi.
Soy profesor e instructor SENIOR aquí en el Autism Treatment Center of America
He estado aquí más de 18 años trabajando con familias y sus niños. Ha sido una gran experiencia.
También he tenido la experiencia de dirigir un Son-Rise Program en casa.
Soy un padre Son-Rise. Yo y mi mujer Bryn dirigimos un programa con Jade varios años.
Ella era autista y ahora está totalmente recuperada.
Va a la escuela y hace cosas estupendas.
Es un gran honor y placer estar aquí con vosotros y ayudaros con los desafíos específicos que podáis tener con vuestros hijos
y, particularmente, con sus comportamientos agresivos.
Antes de profundizar en el asunto que abordaremos y en las preguntas que tengáis,
Quiero explicar unas cuantas cosas.
Primero, Al hablar de niños, me refiero no solo a niños pequeños,
sino a todos los niños, no importa que tengan 5 ó 10 años, ó 20, 30, 50 años. Son hijos de alguien.
Cuando me refiero a niños estoy hablando de la gama completa.
La semana pasada llevamos a cabo nuestro Maximum Impact Program
Fue maravilloso ver a una madre que estaba allí por su hijo, que seguía queriendo ayudarle, y tiene 31 años.
Así que nunca son demasiado mayores para ayudarles,
Y ayudarles a desarrollar y crecer. Eso es lo primero.
La segunda cosa que quiero decir antes de empezar, es que si nos vais a escribir y enviar preguntas,
debéis incluir la siguiente información: la edad del niño y suficiente información para que podamos contestar de la forma más directa y específica posible.
Si el niño, por ejemplo, empuja a su hermano, entonces indique qué es lo que ocurre unos momentos antes de hacerlo y luego qué ocurre durante el evento,
y qué acontece después para que podamos comprender en toda su amplitud lo que está ocurriendo y poder responder a vuestras preguntas de la mejor manera posible.
No puedo garantizar que respondamos a todas las preguntas,
pero a medida que contestemos a las preguntas,
esperamos que habrá dinámicas similares y podréis utilizar esa información para aplicarla a vuestra situación con vuestro hijo.
Porque de lo que vamos a hablar aquí es simplemente de sentido común.
Cuando lo oigáis diréis que es de sentido común y podemos hacerlo porque es fácil.
Cierto. Vamos a comenzar.
Y otra cosa, con las preguntas, sed honestos y contad toda la historia con todos los detalles para que podamos responder de la forma más completa.
Sed lo más honestos posible.
Vamos a comenzar a hablar de comportamientos agresivos.
Cuando hablamos de comportamientos agresivos, estamos hablando de comportamientos
donde el niño pueda pegar, escupir, empujar a otro niño, tirar del pelo, morder
Este es el tipo de comportamientos a los que nos referimos.
Si vuestro hijo es un niño con ese tipo de comportamientos,
Una de las primeras cosas que se deben comprender
y ver el valor y la importancia que tiene la forma en que veis este comportamiento.
¿Qué pensáis, que pensáis de vuestro hijo cuando hace esto?
Tradicionalmente y la mayoría de las veces, la gente cuando ve estos comportamientos
Piensa que el niño es malo o que es un mal educado, o que simplemente es cruel y horrible.
Es como si el niño, cuando muerde, estuviera pensando:"Quiero morder a mi madre y causarle presión física.
Quiero que sienta la sensación de dolor en su cuerpo y se sentirá Triste.
Eso es lo que quiero darle. Quiero darle esa experiencia".
Ese es un punto de vista, que es un niño simplemente malo y es lo que quiere hacer.
Nosotros no lo vemos de esa manera.
No creemos que el niño quiera hacer eso.
Nosotros creemos, esta es nuestra perspectiva, que cuando vemos a un niño haciendo esto, primero: está tratando de hacer lo mejor que puede.
Estos niños tienen desafíos neurológicos.
El mundo es caótico, demasiado estimulante para ellos, y tienen dificultades para afrontar el día a día.
Tengan autismo severo o incluso de alto funcionamiento con Asperger es muy difícil para ellos
y lo que están tratando de hacer es usar estos comportamientos para comunicarse con las personas.
Es una comunicación, hay que verlo como una comunicación, como si estuvieran hablando contigo o te llevaran de la mano para mostrar lo que quieren.
Es una comunicación.
No vamos a negar que es una forma extrema de comunicación porque sí es una forma extrema de comunicación.
Pero se requieren medidas extremas para condiciones extremas.
Lo que vuestro hijo considera condiciones extremas.
Y es una comunicación que despierta a la gente "¿Qué pasa, que está ocurriendo?"
"Cuál es el problema" ¿no quieres esto"•, ¿vas a cambiar esto?"
Y la gente tiende a despertarse y escuchar y entender lo que quieren con esos comportamientos.
Así que hay que ver lo que vuestros hijos tratan de comunicar, algo que quieren, algo que no quieren, algo que se le retire, algo que se detenga.
Esto es lo que están haciendo. Es una forma de comunicación.
Esto es algo a considerar y pensar y saber que está ocurriendo con vuestro hijo.
Y también puede ser una forma de lo que consideramos auto-protección.
Si se comportan de esta forma, esto ocurre muchas veces particularmente con los más pequeños que, como son tan pequeños se mueven sus cuerpos sin su permiso.
Cuántas veces intentamos ponerle un jersey y se le dice "Vamos a ponernos el jersey" y se le pone pero no estaba preparado.
Los especialistas dicen que están sobrecargados y agobiados.
Es difícil para ellos y están absortos en el aislamiento y de repente esto puede ser chocante para ellos.
O alguien quiere meterle un objeto en la boca.
Tus intenciones son buenas, quieres limpiarle los dientes, pero ellos sólo sienten que le están colocando un objeto en la boca.
O que tengan que ponerse los zapatos. O algo parecido.
Así que está claro que sus gritos son una manera de detener que eso ocurra.
Imaginad, ahora estáis ahí escuchándome a mi y entra alguien y dice: "Venga es hora del baño" Te desnuda y te coloca en la bañera.
Creo que tu también estarías gritando y pegando.
Claramente, nosotros reaccionaríamos de la misma manera.
¿Por qué nuestro hijo, que tiene más desafíos para comprender el mundo que le rodea, ¿no haría lo mismo?
También, es una forma de darle al hijo mayor sentido de control cuando está en un ambiente.
Supongamos que le llevamos a una fiesta o tienes a un grupo de amigos.
Este entorno puede ser agobiante, con mucho ruido, con gente hablando entre sí.
Puede ser muy confuso para vuestro hijo.
Así que pueden tirar del pelo de alguien, o empujar y ¿qué pasa entonces?
Se retiran de la situación porque no pueden con la situación.
Usan esto como una forma de salir de la situación. Están controlando el mundo a su alrededor.
Están haciendo lo mejor que pueden para cuidar de sí.
Si pudieran hacerlo de otra manera, lo harían.
Así que están usando medidas extremas para transmitir su mensaje. Están comunicando
Algunos niños pueden tener este tipo de comportamientos, como morder
Yo trabajé con un niño que me mordió, me mordió en el hombro
Porque estaba disfrutando del juego
Era un niño pequeño y le podía girar
Estaba tan emocionado que me mordió.
Otros niños más mayores se emocionan y sólo quieren abrazarte.
Es lo que quieren hacer y hay que decirles que no aprieten tanto.
Tienen un sentido de excitación y de energía y lo que quieren es gestionar esa energía con el contacto físico, pensando que eso puede ayudarles.
Puede ser debido a que "tengo tanta energía que no sé que hacer con ella" y esa es la forma de gestionarla.
Conociendo y viendo a nuestro hijo hacer esto, no es porque sea malo ni mal intencionado.
Lo hacen porque el mundo es muy desafiante para ellos y lo hacen para comunicarse e intentan cuidarse de la mejor forma que pueden.
Y desde esta perspectiva se debe ver al niño.
Unos cuantos temas sobre esto.
Nosotros como padres, o como profesional, o la persona en sus vidas, podemos animarles sin querer a usar estos comportamientos.
Por ejemplo, digamos que el hijo empuja a un hermano y éste comienza a llorar, o algo parecido.
Entras tú y quizás le das una palmadita o le sujetas y le dices: "No hagas eso"
Así que estamos usando fuerza física sobre su cuerpo cuando queremos que haga algo.
El sólo intentaba que su hermano hiciese algo y usaba la fuerza física.
Entonces yo aparezco como madre o padre u otra persona y uso la fuerza física.
Lo que estoy haciendo es decir que "Ésta es la forma de gestionar algo cuando quieres conseguir una cosa difícil".
Tomad esto en cuenta.
También si dices es que yo no pego a mi hijo, nunca le dado en las manos ni en el trasero.
Pero a lo mejor lo haces con los otros hijos, le das en la mano o en el trasero.
Tu hijo está viendo todo esto y puede pensar que esa es la forma de comunicar para conseguir lo que quieres.
Así que quizás debes mirar cómo estás castigando a los otros niños para no estimular al niño a tener estos comportamientos.
Hay otra cosa también.
Cuando entramos y gestionamos estas situaciones con nuestros hijos, tendemos a estar frustrados incluso enfadados.
Entramos nerviosos con el rostro enrojecido, "encendido" y el niño se fija en esto y piensa "Uau, mira a mamá y papá, mira que "encendidos" están".
Estás encendido como un árbol de navidad.
Y ¿qué pasa? Tu hijo está pensando que es estupendo y a ver si consigue que vuelva a ocurrir.
Nuestra propia actitud puede servir para alentar los comportamientos.
También nuestra actitud de frustración e irritación nos convierte en una persona en una batalla perdida.
Estamos en una batalla y entramos en una batalla de control con nuestro hijo.
Y sabemos cuando alguien trata de movernos con una actitud de rabia y frustración, lo conocemos, nos rebelamos,
resistimos y continuamos con el comportamiento que querían obligarnos a dejar.
Los niños no son distintos en este aspecto. Cuidado, que vuestra actitud es importante.
Esto hay que tenerlo muy presente.
Vamos a hablar de cosas que podéis hacer.
Voy a tomar un vaso de agua.
Esto es lo que podéis hacer.
Dos cosas muy simples.
Primero, actitud, actitud, actitud, actitud. No puedo dejar de repetirlo.
La actitud es lo más fundamental. Intentar estar lo más tranquilo y relajado posible.
No se trata de fingir estar tranquilo como "Estoy tranquilo, estoy bien." "Para", estamos tan cerca de decir "Para con eso" porque estamos fingiendo.
Estamos hablando de ver a nuestros hijos como que están haciendo lo mejor que pueden y "¿cómo puedo ayudarles"
Para los que tenéis el libro "Happiness is a Choice", recomiendo que lo leáis otra vez.
"Happiness is a Choice" está escrito por Barry Neil Kaufman, y es un libro que se centra en la actitud
y te ayuda a encontrar la actitud tranquila y relajada con atajos concretos.
Porque cuando estás tranquilo y relajado no te enciendes como un árbol de navidad.
No estás animando a tu hijo y serás más espontáneo y flexible para gestionar la situación.
Si estás más relajado y tranquilo estarás en mejores condiciones para hacerlo.
Además de "Happiness is a Choice", recomiendo el libro "Son-Rise: The Miracle Continues", también de Barry Neil Kaufman.
Trata del primer viaje del Son-Rise Program, cuando Barry y Samharia comenzaron con la actitud.
Fue lo que les llevó a descubrir y crear el Son-Rise Program como una forma de ayudar a su hijo.
Sería fundamental leer estos dos libros para ayudaros a relajar y pensar "Bien, no me tengo que excitar, no me tengo que encender.
Sé que quiero ayudar a mi hijo. Estar enfadado y frustrado no va a ayudar a solucionarlo."
Simplemente, puedes decir "lo he intentado" y estoy seguro que lo has intentado "pero no he cambiado".
Es hora de hacer algo diferente. Y mirar vuestra actitud es muy importante. Es un paso adelante importante.
Algo más sobre la actitud.
Tienes un desafío.
Tu hijo se comporta de forma agresiva.
Con ese desafío puedes decir "Ay no, tengo este desafío, es terrible. ¿Qué voy a hacer?
O puedes decir: "Tengo este desafío y no va a desaparecer ahora mismo.
Estoy emocionado y voy a salir ahora mismo con él para ayudarle a superar esto.
Puedo hacerlo.
Puedo ayudarle a aprender a comunicarse de otra forma más efectiva.
Esa perspectiva te ayudará.
Ahora vamos a hablar de las técnicas a utilizar.
La primera técnica, antes de todo, es la observación, conviértete en un detective.
Ser un detective respecto a lo que puede ayudar al hijo.
Ser un detective para descubrir lo que está intentando comunicar.
Vais a querer observar el evento, si está empujando a alguien, gritando, mordiendo, o tirando del pelo, lo que sea.
Fijaros en lo que ocurrió antes, pensar, hablar con otros que estuviesen presentes.
Hablar sobre lo que ocurrió antes. Porque siempre ha ocurrido algo antes.
Conversa y piensa, qué pasa cuando tu niño se comporta de la manera que estás intentando parar.
Y luego piensa qué es lo que se hace después.
Un ejemplo: tuvimos una madre que vino a un Start-Up Program, el entrenamiento inicial de Son-Rise.
Imaginad. No había comenzado su Son-Rise Program.
No sabía nada del programa.
Estaba recibiendo las herramientas para comenzar su programa.
Qué hacer con los "ismos" de su hijo, cómo iniciar el contacto visual, como estimular el lenguaje.
Como establecer un ambiente de aprendizaje, crear voluntarios.
Recibía una base para iniciar el programa.
No sabía nada y preguntó: ¿Qué hago cuando mi hijo me muerde el brazo?
Levantó la manga y tenía el brazo lleno de heridas.
Le pregunté "¿Cuándo hace esto?
"Cuando está en el salón jugando con sus bloques."
Bien. Le digo "Qué haces tu antes de que intente comerte o morderte?"
Dice "Está jugando con los bloques y le quiero mucho y quiero conectar con él,
así que entro y me han dicho desde otros planteamientos que debes de entrar en su juego.
Intentar interrumpir algunas cosas y cuando estoy ahí intento tocar los bloques porque está jugando con los bloques y le gusta mucho.
Así que toco uno de los bloques y me aparta la mano.
Le digo "Bien, y que haces entonces?"
Espero un momento y le digo "no voy a tocar ese bloque, tocaré este otro"
Y entonces, ¿qué pasa?"
"Empuja el bloque".
"¿Y entonces que haces?"
"Pienso que tengo que involucrarme, tal vez interrumpir un poco.
Entonces cojo un bloque rápidamente y lo coloco sobre el suyo.
Entonces lo empuja, gime, coge todos los bloques, se da la vuelta y me da la espalda.
Así que estoy sentada y él de espaldas.
Y pienso, ¿ahora qué hago? Tengo que involucrarme, tengo que involucrarme. Ya sé lo que va a hacer".
Así que da la vuelta por el otro lado y trata de tocar un bloque.
En el momento que intenta tocar un bloque, le muerde.
Entonces le dije: "¿Y qué hiciste?"
Esta vez se sonreía también, hablando de esto y dijo " Bueno, me senté y dije: no voy a tocar los bloques, pero ¿qué hago ahora?"
Le pregunté "¿Qué hiciste?"
"Estuve unos momentos y me fui a la cocina porque no sé cómo estar con él porque él no quiere que esté ahí"
Y ese fue el escenario establecido.
Entonces conversamos y la entrenamos en el programa, cómo unirse al hijo y estar con él.
Esta era su situación y quería saber qué hacer.
Pensando en su situación con su hijo, ¿qué pasa? ¿Qué pasó antes?
Su hijo siempre está dando pequeñas señales: "No quiero esto, quiero aquello" "No quiero esto, no quiero aquello".
Están dando señales y debéis recogerlas y actuar y responder antes de que el niño llegue a utilizar una comunicación extrema porque no estamos entendiendo su mensaje.
Hay que entenderlo primero, ser un detective de todo.
Procura observarlo todo.
Asegúrate de que, al ser un detective, cuál es la compensación.
Todas estas situaciones tienen una compensación. Reciben una compensación por lo que están haciendo.
En esta situación en particular, el niño no quiere que su madre toque sus juguetes.
Era su mundo. Era un sitio que había creado para centrarse y quería que su madre le dejase sólo.
Y ¿sabéis qué? Funcionó. Hay que buscar la compensación.
También puede ser una situación donde la compensación puede ser la comida que desean, el vídeo que quieren, dejarles solos, alejarles de la situación.
Aquí hay algo que debéis considerar.
Quizás digáis: yo no doy compensación, yo no le doy lo que quiere, no hago eso, yo no actúo así. William de verdad yo no hago eso.
Puede ser otra cosa porque el niño sigue usando el mismo comportamiento.
Tal vez es tu compañero, quizás ocurre en la escuela, con los profesores, con algún tío o tía, o algún hermano.
¿Quién sabe? Por ejemplo, estaba hablando con una madre y dijo que "tengo que llevar a mi hijo en el coche
y dejar a los otros niños en la escuela y, para volver pasamos por una carretera donde hay un McDonald's.
Acostumbrábamos a ir a McDonald's pero ya no vamos, y cada vez que pasamos por ahí mi hijo da patadas al asiento de atrás y grita:
McDonald's, McDonald's ." Y dijo "Pero nunca paro ahí".
Le pregunté: "¿Has hablado con tu compañero, cuando recoge al niño?"
Empalideció y dijo: "Nunca pensé en eso" y cuando le preguntó al compañero, su compañero estaba apoyando ese tipo de comportamiento.
Dijo "que al principio no quería ir pero empezó a dar golpes sobre el espaldar del asiento y yo estaba conduciendo y dando movimientos bruscos.
Pensé "Vamos a McDonald´s para que se callara". Ahí estaba la compensación.
Hay una compensación, una recompensa aconteciendo en algún lugar.
Si no es contigo, será en otro sitio.
Es importante ayudar a vuestro hijo a superarlo.
Por eso es tan esencial desarrollar un Son-Rise Program.
Tendrás control sobre la mayoría de las personas que compartan la vida del niño.
Podréis entrenarlos a todos para tratar al niño en la misma situación para que este tipo de comportamiento sea tratado
y se estimule más lenguaje y otros tipos de comunicación de los que usamos a diario con los otros hijos.
Alguien lo está usando.
Pueden hacerse otras cosas.
Algunas veces tendréis que decir NO y colocar límites.
Cuando les decís NO estáis poniendo un límite.
Tener cuidado cuando se dice NO, porque cuando decimos NO,
y probablemente estoy recomendando que no se use la palabra NO, tiende a parecerse a NO HAGAS ESO.
Tendemos a usar mucha energía, con un ruido de frustración y de inflexilidad.
Deberíamos hacer algo así:
Si el niño está pidiendo comida o una galleta, podéis decir: "No puedo darte la galleta porque sabes que no es saludable para tu cuerpo.
Lo que vamos a hacer es que tengo tortas de arroz y te daré una torta de arroz" o "Ahora no podemos hacer eso, lo haremos más tarde.
Se trata de ofrecer una alternativa, para que la puerta no se cierre totalmente.
Es como si dijese: "Ok. Voy a cerrar esta puerta e invitarte a ir en esta otra dirección."
Esto es algo que podéis hacer.
Cuando veis comportamientos que queréis que haga vuestro hijo, que son opuestos a los que está haciendo y queréis que deje de hacer, por ejemplo ser amable con vosotros.
Antes era agresivo. Hay que celebrarlo.
Aplaudir este comportamiento deseado
Celebrarlo a lo grande y decirle: "Gracias por ser tan dulce y amable. Qué bien que hicieras eso.
Fuiste tan amable con tu hermana o hermano.
También puedes ser delicado con su pelo.
Fue maravilloso.
Así que se celebra cuando se consigue lo que se quiere.
No dejéis de celebrar todo lo que se pueda.
Si hay un comportamiento específico donde has entrado en una verdadera batalla de control con el hijo y está gritando, pegando, mordiendo, en ese momento debe darse un paso atrás.
Tal vez lleva varios días sin lavarse los dientes.
O dejáis de pedirle que haga algo en concreto que queréis que haga.
Deténgase y déle control para reorganizarse y pensar cómo lo vas a hacer.
Si tenéis un Son-Rise playroom, voy a usar el ejemplo de lavarse los dientes.
Digamos que tu hijo muerde y pega cuando vas a lavarle los dientes.
Si tienes un playroom puedes llevar el cepillo de dientes y divertiros todo el día Le enseñas el cepillo de dientes, mostrándole que tiene el control.
Si lo quiere guardar le dices que NO. Puedes limpiar tus dientes, como los dientes de otros, peinarte el pelo, las cejas.
Podéis divertiros en el playroom cuando presentas el cepillo de dientes.
Así que busca formas divertidas para dar al niño el control.
También para poder sentarte y relajarte un poco porque eso va a hacer una diferencia.
Y algo específico.
Cuando tu niño te quiere morder, puedes hacer varias cosas.
Si, por ejemplo, entra y muerde, la mayoría de las personas retiraría la mano
pero cuando los dientes están presionando lo que quieres hacer es empujar la mano hacia dentro de la boca y girarla hacia fuera.
Y hacerlo de la forma más suave que puedas.
Eso es lo que debes hacer.
También si tienes un juguete para morder, y hay magníficos juguetes para morder,
Dices: "Ah, quieres morder. Puedes morder este juguete.
O si quiere apretar "Puedes apretar esta bola grande". "Vamos a apretar esta bola grande".
O si quiere pegar "podemos pegar en este tambor". "Vamos a pegar en el tambor, bum, bum, bum."
Así que estoy ofreciéndole una forma de canalizar esta energía que le va a ser útil y le va a ayudar. Así que haré esto.
También, si tengo un niño más pequeño y entra y quiere pegarme, le puedo ofrecer unos apretones.
Muchas veces cuando un niño tiene energía intensa y trata de gestionar el límite impuesto,
y se aproxima para pegar, si le aprietas la mano o la cabeza -- si te lo permite -- no le persigas si no quiere hacerlo porque sólo conseguirás más golpes y más arañazos.
Limítate a ofrecerlo y si no quiere, no insistas.
Con un niño mayor que quiera pegarte, siempre toma en cuenta tu seguridad y la del niño, por lo cual deberás abandonar el playroom o el cuarto donde estés.
Entonces sal del cuarto, dale espacio.
Cuando salgas por la puerta, piensa en qué acabas de hacer. ¿Cuáles fueron los eventos que precedieron para que el niño actuara de esa forma.
Respire hondo y vuelve a entrar en 15 minutos.
Y no vuelvas a hacer lo que hiciste.
Mantener más distancia, estar más tranquilo.
Estar más amigable, quedarte ahí mirándole y viendo que está haciendo lo mejor que puede.
Con algunos niños, que no son ni muy grandes ni muy pequeños, se puede colocar una pelota entre vosotros.
Pero la idea es que no se diga: "No me pegues, no me pegues, ser suave, ser suave."
Entonces se está divirtiendo, va a querer seguir pegándote.
Es como estar en un circo. La idea es estar tranquilo.
Me acuerdo de trabajar con un niño.
Entro y no comprendía lo que quería. Intentaba descubrirlo y el niño seguía intentando morderme, arañarme, darme patadas, pincharme, y tenía 8 ó 9 años.
Estaba con él en el playroom.
Era maravilloso porque estábamos los dos solos y estaba feliz en poder ayudarle y mostrarle que esta comunicación no funcionaba.
Así que estaba extendiendo las manos y hablándole.
Le decía que le quería mucho y que esto no iba a funcionar porque no sabía lo que quería.
"Hay otra forma de hacer esto."
Seguimos así durante 45 minutos. 45 minutos. Y continué haciendo lo mismo.
Estaba hablando con el niño pero también hablaba conmigo mismo.
Manteniéndome centrado, pensaba "Todo está bien. Todo está bien".
Podemos superar esto. Voy a ayudarte a superar esto aquí.
Porque va a ser más difícil trabajarlo en el supermercado, en la calle, en el parque.
Podemos hacerlo. Tenemos todo el tiempo del mundo. Te quiero y vamos a superarlo.
Después de 45 minutos, se fue controlando poco a poco y comenzó a entrar en su comportamiento exclusivo.
No conseguí descubrir lo que quería.
Pero, llegamos a un punto de interacción y jugamos juntos.
Así que en parte es tu actitud y cuidarte tu y cuidar del niño de la mejor manera posible.
Ahora, una idea general y luego entraré en las preguntas.
Ayudas a tu hijo en estas situaciones específicas pero lo que más va a ayudarle es desarrollar un Son-Rise Progam si aun no lo estáis haciendo con vuestro hijo.
Porque si podéis ayudar a vuestro hijo a cambiar esas aptitudes sociales, para que puedan entender los distintos niveles de conexión y relaciones con otras personas,
y si puede entender eso y comprender que hay un toma y daca, y ser más flexible y espontáneo, podrá gestionar estos límites con más facilidad.
Así que os animo a continuar con el programa y gestionar estas situaciones específicas como hemos explicado.