Tip:
Highlight text to annotate it
X
Hola a todos.
Me duele un poco la garganta, pero yo creía que era importante compartirles como las cosas se mejoraron para mí.
Al principio, no estaba seguro si mi relato era importante porque yo tuve tanta suerte,
pero me di cuenta que cada relato es importante, y que uno de Uds. quizá tenga más suerte que reconoces.
Cuando me di cuenta que era gay, asistía a la escuela media (tenía 13 años).
Esa época era fea para mí, literalmente: era bajo, era escuálido,
tenía frenos, llevaba anteojos, hablaba como muchacha, y lo peor: tenía soriasis.
Soriasis es una condición de la piel que me dejaba lesiones rojas y escamosas por todo el cuerpo;
me cubría las manos, los pies, las rodillas, el cuero cabelludo, los codos y la espalda entera.
Como un muchacho gay y raro con soriasis, pues, era un poco incómodo desnudarme en el vestuario.
Y créeme, algunos otros se burlaron de mí.
La escuela secundaria llegó, y yo sabía que necesitaba un cambio.
Todavía no estaba listo para salir del closet, pero reemplacé lo negativo con emociones y esfuerzos positivos.
Toqué el clarinete en bandas y orquestas, me hice más confidente, me esforcé mucho en la escuela,
y al final, yo me gradué el primero de mi clase y salí a Yale para la universidad.
Ya no llevaba frenos ni anteojos, mi cuerpo se había madurado y la soriasis casi se había desaparecido.
En esa época, me sentí bastante cómodo para salir del closet, y yo tenía la suerte de una familia y amigos muy compasivos.
Al final, yo era la sola persona que no me había aceptado.
En la universidad, pude recorrer el mundo, desde Turquía a Italia a las Islas Galápagos.
Toqué en Carnegie Hall, tuve muchas citas, y al final de la universidad, aun tuve un novio.
Y no podría haber hecho nada de esto si no hubiera tenido fe como adolescente.
Algunos amigos en Yale no tenían mi suerte: venían de familias que no comprendían, o que no aceptaron a los demás incondicionalmente.
Aun así, ellos pudieron encontrar comunidades maravillosas, homosexuales y heterosexuales, que los aceptaron como fueran.
Ellos encontraron amigos, novios, novias. En la universidad, de repente se hizo más cool ser diferente.
Y esto continúa después de la universidad, también.
Ahora, vivo en mi propio apartamento con un compañero heterosexual, y tengo muchos amigos, todos los cuales me apoyan como sea yo.
Cuando pienso en la escuela media y toda la ansiedad que sentía a diario, cuánto me detesté—
siempre pienso en cuánto las cosas se han mejorado.
Y se mejorarán también para ti. :-)