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Es un verdadero honor estar aquí hoy,
pero debo decirles que estoy por accidente.
No en esta conferencia en sí, sino en finanzas y banca.
Cuando iba a la universidad, hace muchos años,
estudiaba para ser maestro
y lamentablemente a medio camino de mi carrera académica,
mi universidad descontinuó el Departamento de Educación.
Así que tuve que buscar
y encontrar una disciplina cercana a educación,
y encontré psicología infantil,
que incidentalmente ha sido una disciplina maravillosa
para aprender a gestionar a gerentes de fondos y banqueros inversionistas.
(Risas)
En cualquier caso, estaba por graduarme,
y necesitaba trabajar, así que solicité entrar al Peace Corps.
Fui rechazado.
Decidí que quizás debía obtener mi doctorado en psicología.
Fui rechazado.
Mi padre, temiendo que regresaría a casa
a vivir de nuevo con la familia, sugirió que intentara la banca.
Solicité empleo en 70 bancos y 69 me rechazaron.
Todos ellos pegados en mi cuarto.
Pero obtuve un "sí", razón por la ahora estoy en finanzas.
Mi socio, Al Gore... y no haré la broma de sangre y cornada.
Aunque podríamos, supongo.
Mi socio, Al Gore, gusta contar la historia
de que es un político rehabilitado por la etapa 9.
Sin embargo, nunca me he concebido como un banquero rehabilitado.
Lo crean o no, cuando empecé en finanzas hace cerca de 30 años,
nunca creí que debía revisar mis valores en la puerta.
Entonces creía en ellos como lo hago ahora,
que finanzas y negocios pueden ser una fuerza del bien.
Reconozco que dado lo ocurrido en la última década
y ciertamente en los últimos 5, 6 años
lo que acabo de decir parece muy tonto.
Y reconozco que los sistemas financieros mundiales están en alboroto.
El capitalismo está en crisis.
En efecto, aquellos de nosotros en finanzas y la banca
estamos muy cerca de perder nuestra licencia de operación.
Cuando piensan en el sistema financiero actual, o el sistema capitalista,
las palabras del filósofo chino Lao Tzu en verdad tienen resonancia.
Él dijo, "Si no cambias de dirección,
terminaras hacia donde te diriges". (Risas)
Si hoy no abordamos los problemas del capitalismo en los negocios
los problemas de aumento de inequidad,
un enfoque constante al corto plazo,
incentivos desalineados y descomunales, y ningún precio y las externalidades,
en efecto terminaremos a donde nos dirigimos,
y no será un resultado bueno.
En el mejor caso, no usaremos nuestro sistema capitalista
para poder desarrollar beneficios en términos de crecimiento económico,
y en el peor, crearemos estragos financieros,
como los vistos recientemente.
Entonces enfrentémoslo. La dura realidad actual
es que los retos que enfrenta el mundo
son extraordinarios y sin precedentes.
Sea que piensen en salud,
en cambio climático,
que piensen en pobreza,
escasez de agua, enfermedades, migración,
crecimiento poblacional. Todos estos son retos importantes.
Y la verdad es que mientras la sociedad civil y los gobiernos
tendrán que ser parte de la solución,
no pueden ser la única parte de la solución.
De hecho, mercados de capitales, inversionistas y negocios
tendrán que poner el capital para abordar estos retos.
Es por ello que hemos hablado de un nuevo paradigma en finanzas,
que llamamos capitalismo sustentable.
El capitalismo sustentable está diseñado para integrar
temas de gobernabilidad, sociales y ambientales
en la toma de decisiones,
en la comprensión de riesgos y oportunidades de negocios.
Nos anima a desarrollar estrategias económicas
de largo plazo y crecimiento, y le pone un precio al carbón.
No voy a abordar el aspecto de negocios
del capitalismo sustentable actual,
pero, créanme, el aspecto es en extremo robusto,
Un aspecto importante del capitalismo sustentable
es la noción de que se puede tomar
otras herramientas de los mercados de capitales y técnicas de negocios
para abordar retos sociales y ambientales,
lo que cada vez más se llama "inversión de impacto".
La inversión de impacto
aborda los retos ambientales y sociales
tanto en el mundo desarrollado como en el en desarrollo
a través de negocios y capital.
Se puede concebir como un tipo de activo,
mucho en la manera como los fondos de cobertura lo fueron en el pasado
y es muy variado.
Puede ser inversión en emprendedores sociales.
Puede ser bonos de impacto social
que provean capitales a organizaciones no lucrativas
que les permita ejecutar programas de largo plazo
que aborden retos de la sociedad.
Puede ser el financiamiento de la transición a una economía de carbono bajo
o al hecho de ponerle precio a los servicios ambientales.
El arreglo de rendimientos puede también variar, y varía.
No puede haber concesión alguna,
es decir, impacto y rendimientos extraordinarios,
y puede ocurrir en todo el proceso al punto de
que comercian el rendimiento del impacto.
Sin embargo, el caso de la inversión en la inversión de impacto
en realidad es muy convincente,
particularmente desde una perspectiva de asignación de activos.
No hay correlación, por lo que es particularmente interesante.
Considero que en el curso de los siguientes 10 años más o menos.
la inversión de impacto será algo del orden del 5 al 10%
tanto de las carteras de gente de alto valor neto como de instituciones.
La razón por la que nos debe importar la inversión de impacto
es que sabemos que los mercados no pueden solucionar
los retos de la sociedad o los ambientales
por ellos mismos.
También sabemos que la filantropía no alcanza
a abordar estos retos.
Debemos encontrar una forma de apalancar e incrementar la filantropía
y para eso está diseñada la inversión de impacto.
Es nueva, estamos en las etapas iniciales,
pero es un componente importante
de la forma en que podemos crear una forma de capitalismo más sustentable.
Ahora quiero volver a la noción
de si las finanzas y banca pueden ser una fuerza del bien.
Robert Shiller, el economista de Yale,
escribió en su libro, "Finanzas y la Buena Sociedad",
que las finanzas tienen el potencial
de proveer esperanza para una sociedad más justa
Creo que es hora de que nosotros, en negocios
y finanzas, saquemos ese potencial.
Podrían decir, "Bueno, ¿a quién le importa? ¿Qué saco yo?"
Y creo que para muchos, la respuesta será
porque es una buena decisión de negocios,
el aspecto entero del negocio para el capitalismo sustentable.
Algunos reconocerán
que su licencia de operación está auténticamente mermada
y que necesitan cambiar,
y esto mejorará su licencia de operación.
Pero para otros, y para mí, es mucho más que eso.
Porque ahora tenemos las herramientas, financieras,
para abordar los retos que el mundo enfrenta,
y abordarlos en un momento que es absolutamente crítico.
Acaso no es ya el momento de empezar a pensar
sobre la base de, "¿Qué es lo correcto por hacer?"
Porque, de hecho, esto es lo correcto por hacer.
Gracias. (Aplausos)