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Ayer yo...
estaba dando clases en un campamento de verano,
y noté que los niños no dejaban de mirarme el brazo.
Eso me recuerda que les cuente que sufro
de una enfermedad que sufre la gente mayor,
y eso hace que me tiemblen el brazo y la mano.
Y una niñita vino y me tomó de la mano
e intentó que dejara de sacudirme...
Y me dijo: "Ahora no tiemblan más".
Y yo le dije: "Sí".
La primera vez que noté que tenía Párkinson
fue por el tremor.
Y leí acerca del Instituto para el Parkinson,
así que llamé y pedí una cita.
En la planilla de la cita decía: "¿Por qué viene?"
Y yo puse que quería saber qué tenía,
y vi al Dr. Wong y él me diagnosticó Parkinson.
El Parkinson es una de las enfermedades
neurodegenerativas que vienen con la edad,
Alzheimer es la otra.
Probablemente afecta a alrededor de un millón de personas
sólo en los Estados Unidos.
Los síntomas más comunes que la gente puede reconocer
son las manos temblorosas, paso lento,
rigidez muscular, postura encorvada...
Es una enfermedad progresiva, y es incurable.
Pero existen muy buenas medicaciones que ayudan en la vida diaria.
El gran problema del Parkinson es que, tarde o temprano,
se empiezan a ver los efectos secundarios de las terapias,
y pueden ser peores que la enfermedad misma.
A largo plazo, estos medicamentos no ayudan a los pacientes.
Se pone mucho énfasis, además de en las medicinas,
en el ejercicio, la danza, el yoga...
Todo lo relacionado al movimiento
y que mantenga a los pacientes en movimiento
parece tener beneficios en esta enfermedad.
Y podríamos pensar que es tan importante como la medicación.
Existe una necesidad imperiosa por encontrar la forma de intervenir
y detener el avance de la enfermedad o revertirla.
Ése es el objetivo principal en lo referente al Parkinson.
No podemos llegar a la zona del cerebro que afecta el Parkinson.
Está muy profundo, se llama "sustancia negra".
Y como no es accesible podríamos generarle al paciente
un daño irreversible.
Por eso es que no tenemos una forma realmente de acceder
a células de Parkinson de humanos.
Con CIRM, obtendremos los fondos para conseguir células
de pacientes vivos con Parkinson.
Por ejemplo, células de la piel.
Convertirlas en células madre usando nuevas tecnologías,
y llevarlas a las células que destruye el Parkinson.
Una vez que logremos esto, tendremos, por primera vez,
la oportunidad de estudiar los mecanismos
en el laboratorio como nunca antes.
Pero creo que lo más importante
es poder testear nuevas drogas para tratar el Parkinson.
Eso sería revolucionario.
Una de las cosas más importantes, en mi opinión,
con respecto a la investigación médica y el cuidado de los pacientes
es que, de alguna forma, se comuniquen entre ellos.
Podemos pasar de tener descubrimientos en el laboratorio,
a hacer investigaciones químicas y pruebas para probar las drogas
sin salir nunca del edificio.
Y esto es posible porque es un sistema continuo
en el que todos estamos comunicados.
Y se pueden lograr cosas eficiente y fácilmente
del laboratorio hasta llegar al paciente.
No soy una persona técnica.
No entiendo muy bien lo de la investigación,
pero suelo participar de todo lo que surge.
Vivo yendo a la oficina de las enfermeras para ver
qué noticias hay, qué se puede hacer,
y miro sus calendarios...
Como señaló Michael J. Fox, existe una urgencia,
una urgencia porque estamos haciéndonos viejos
y nos gustaría poder vivir para ver la cur.