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Congreso Gnóstico de la Transvalorización 26 Octubre - Primera Parte (continuación) "El Tezoro de la Luz"
Yo les quiero decir a ustedes
que en nosotros existe un gran peso
ese peso se llama densidad atómica egoica.
Los millones y trillones de átomos
que constituyen al Yo producen en nuestra psiquis
un peso (y en nuestro corazón),
y ese peso nos congela por dentro a nivel anímico.
Para nosotros tener testimonios de la Enseñanza
hay que convertirse, nunca mejor dicho,
en un león; en un león en el sentido
de arremeter contra el Yo con toda la fuerza
con la que vemos a los leones
perseguir y devorar una presa.
Por eso los mayas y los aztecas
que ingresaban en la Orden de los Caballeros Tigres
tenían como tótem a un tigre
que mostraba sus garras y sus fauces abiertas;
y llevaban con ellos siempre
una piel de tigre americano
que mostraba, sobre todo, la garra.
Así, pues, que a través de padecimientos
voluntarios provocados y de sacrificios
conscientemente hechos, viene a nosotros la fe.
Siempre necesitamos, para entender la Gnosis,
de un ejemplo, de una anécdota,
y yo se la voy a dar.
Dice el Maestro Samael que cuando
él quiso adquirir la facultad
de salir en estado de Jinas,
es decir, ir a la cuarta dimensión
con el cuerpo físico (no solo en astral),
***ó un año; un año en el cual
él nunca dejó de hacer cada día
de ese año (incluyendo sábados,
domingos y días feriados),
la práctica, en este caso, con el V.M. Harpócrates
(es un especialista de los estados Jinas).
Y él decía:
«Todos los días me tomaba una hora,
hora y media, para hacer esta práctica».
Se sentaba en un lugar que había escogido
de su casa, y ahí hacía su práctica.
Dice que algunas veces le tocó
hacer la práctica mientras llovía,
y le caía la lluvia encima
–quizás la estaba haciendo
en el patio interno de su casa–.
Pero él decía:
«A mí no me importaba.
Yo cumplía con hacer,
aunque estuviera lloviendo, tronando
o relampagueando, mi práctica».
Un día, el menos esperado, después de un año,
cuando se levantó de aquella silla
porque sentía lo que se siente al salir en Jinas,
un hormigueo y como si el cuerpo se inflara,
y dio un pequeño salto hacia adelante,
entonces vio que flotaba con su cuerpo.
Para colmo, contaba él,
andaba en ropas menores, en ropa interior;
y, entonces, cuando fue dando saltos,
saltos en los que realmente abarcaba dos metros,
su mujer, que se levantó al escuchar ruido,
le dijo:
«Pero ¿a dónde va usted desnudo?
¿A dónde va?» (o casi desnudo).
Y él dice que para no perder su estado
ni le contestó, solo hizo unos gestos,
y dio un salto y se fue
por el techo de la casa; se fue…
Después de aquella primera experiencia
la facultad ya quedó adquirida,
y así fue como se convirtió en un hombre Jinas.
Ahora cabe una pregunta:
si para el Avatara de Acuario, que ya nació
con un veinte por ciento de Conciencia,
le costó un año hacer la práctica
y conseguir resultados,
¿cuánto nos puede costar a nosotros?
Pues a lo mejor dos años, tres,
cuatro o cinco, pero, igual, si somos constantes
y tenaces, pues claro está que vamos
un día a conseguirlo, porque son prácticas
que todo el mundo puede realizar;
no son prácticas exclusivas para un Logos
o exclusivas para un Cosmocrator.
Esas prácticas las da el Maestro
para que todo el mundo salga en estado de Jinas.
Hay muchas gentes, comenta el Maestro,
que no conocen la Gnosis
pero que han desarrollado la facultad
de salir en estado de Jinas,
para hacer el bien o para hacer el mal.
Hay mucha gente en México,
en algunos pueblos, que sale en Jinas,
pero lamentablemente son aquellos brujillos
que abundan mucho en México, o brujas,
y esas gentes adquirieron ese poder
a base de perseverancia y de constancia.
Nuestras Páginas Webs: http://www.ageac.org/es/ageac/ http://samael.org/espanol/home_2.htm Recomendamos tambien: http://www.vopus.org/es/