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Oh Dios, no quiero ser parte de esto.
No quiero ser arrastrado por este mundo enfermo,
de iniquidad.
Yo no quiero mirar con mis ojos esta contaminación.
Yo no quiero ser parte de esto.
No me importa si dejan de orar,
Yo voy a orar.
No me importa que ya no lean la Biblia, yo voy a leer la Biblia.
Ya estoy harto de todo esto.
Estuve gritando en mi corazón.
día y noche. No estuvo en silencio durante una conferencia de pastores, y dije:
Oh Dios, ya estoy muy viejo, no me importa lo que la gente piense de mí.
Mi Dios, estamos perdiendo a toda esta generación, estamos perdiendo a los niños, incluso en esta iglesia.
El pueblo que viene a la iglesia ya no es tocado por el mensaje porque están sucios
Los predicadores, por toda la nación,
un amigo de un ministro, que estaba en Alemania,
y él es un líder del movimiento pentecostal, decía:
No voy a hablar de pornografía porque la mayoría de los pastores, en nuestra reunión, se van a la cama en la noche a mirar pornografía.
Y lloro: Oh Dios, ¿dónde están las voces?, ¿dónde está el pueblo?,
¿que llora por estas cosas?, ¿dónde está el pueblo que ora?
Y le digo: Dios, el costo que sea, el costo que sea... mantenme en mis rodillas.