Tip:
Highlight text to annotate it
X
Traductor: Raquel García Revisor: Sebastian Betti
Sarge Salman: Desde Los Altos Hills en California,
el Sr. Henry Evans.
(Aplausos)
Henry Evans: Hola.
Me llamo Henry Evans,
y hasta el 29 de agosto de 2002,
estaba viviendo mi versión del sueño estadounidense.
Crecí en un típico pueblo de EE.UU. cerca de St. Louis.
Mi padre era abogado.
My madre era ama de casa.
Mis 6 hermanos y yo éramos niños buenos
aunque a veces un poco revoltosos.
Cuando acabé el instituto, me fui de casa para estudiar
y aprender más sobre el mundo.
Fui a la Universidad de Notre Dame
y allí estudié Contabilidad y Alemán,
cursando un año de mis estudios en Austria.
Más adelante, hice un máster en administración y dirección de empresas en Stanford.
Me casé con mi novia del instituto: Jane.
Soy afortunado de tenerla.
Juntos, criamos a 4 niños maravillosos.
Trabajé arduamente y estudié mucho para avanzar en mi carrera profesional,
llegando a ser Director Financiero
en Silicon Valley: un trabajo que me encantaba.
Mi familia y yo compramos nuestra primera y única casa
el 13 de diciembre de 2001:
una casa con potencial que necesitaba reformas
en un sitio precioso de Los Altos Hills en California,
desde donde les hablo ahora mismo.
Estábamos ansiosos por renovarla,
pero 8 meses después de mudarnos
sufrí algo similar a un derrame cerebral por un defecto de nacimiento.
De la noche a la mañana, pasé a ser un cuadripléjico mudo
a la avanzada edad de 40 años.
Me llevó varios años,
pero con la ayuda del increíble apoyo de mi familia,
decidí que vivir aún merecía la pena.
Me empezó a fascinar el uso de tecnología
para ayudar a personas con graves discapacidades.
Conseguí que dispositivos de localización comerciales
de la compañía Madentec,
convirtiesen mis ligeros movimientos de cabeza en movimientos del cursor,
y así poder usar un ordenador.
Puedo navegar por la Web, enviar y recibir correos electrónicos,
y darle frecuentes palizas a mi amigo Steve Cousins
en los juegos de palabras en línea.
Esta tecnología me permite permanecer enganchado,
seguir activo mentalmente
y sentir que soy parte del mundo.
Un día estaba tumbado en la cama viendo la CNN,
cuando me quedé asombrado por el profesor Charlie Kemp
del Laboratorio de Robótica para la Salud del Instituto Tecnológico de Georgia
que hacía la demonstración de un robot PR2.
Le envíe un correo electrónico a Charlie y a Steve Cousins de Willow Garage
y creamos el proyecto Robots para la Humanidad.
Durante 2 años, este proyecto
desarrolló maneras de usar el PR2
como mi sustituto físico.
Me afeité solo por primera vez en 10 años.
Desde mi casa en California
afeité a Charlie en Atlanta. (Risas)
Repartí dulces en Halloween.
Abrí el refrigerador por mi cuenta.
Empecé a hacer cosas por la casa.
Vi posibilidades nuevas e innovadoras
para vivir y contribuir,
tanto para mí como para otros en mi situación.
Todos tenemos algún tipo de discapacidad.
Por ejemplo, si cualquiera de nosotros quiere moverse a casi 100 km por hora,
necesitaríamos un artefacto auxiliar llamado coche.
Tu discapacidad no te hace menos persona
y la mía tampoco.
Por cierto, tengo un cochazo, ¿verdad? (Risas)
Desde nuestro nacimiento, ninguno hemos sido capaces
de volar por cuenta propia.
El año pasado, Kaijen Hsiao de Willow Garage
me puso en contacto con Chad Jenkins.
Chad me mostró lo fácil que es
comprar y pilotar drones.
Fue entonces cuando me di cuenta de que también
podía usar un drone para expandir los mundos
de las personas que están confinadas a su cama,
dándoles una sensación de movimiento y control
increíble mediante su pilotaje.
Usando un cursor que controlo con mi cabeza,
estas interfaces me permiten
ver el vídeo del robot
y enviar órdenes
pulsando botones en un navegador de Internet.
Con un poco de práctica, mejoré lo suficiente como para
moverme por mi casa por mi cuenta.
Podía ver el jardín
y las uvas cultivadas.
He examinado los paneles solares del tejado. (Risas)
Uno de mis retos como piloto es aterrizar el drone
en el aro de baloncesto.
Fui aún más lejos y vi si podía usar
un monitor montado sobre la cabeza, el Oculus Rift,
que modificó Fighting Walrus,
para tener una experiencia de inmersión total
al manejar el drone.
A menudo piloto drones en el laboratorio
de Chad en la Universidad de Brown
desde mi casa a casi 5000 km de distancia.
Mucho trabajo y poca diversión ponen tristón a un cuadripléjico,
así que también hacemos tiempo para jugar partidos amistosos
de fútbol de robots. (Risas)
Nunca pensé que podría moverme
por un campus como el de Brown por mi cuenta.
Ojalá pudiese pagarme la matrícula. (Risas)
Chad Jenkins: Henry, ahora en serio,
apuesto a que toda esta gente
está deseando ver cómo manejas este drone
desde tu cama a casi 5000 km de aquí.
(Aplausos)
Henry, ¿has ido a Washington D.C. hace poco?
(Risas)
¿Estás emocionado de estar en TEDxMidAtlantic?
(Risas) (Aplausos)
¿Puedes mostrarnos lo emocionado que estás?
(Risas)
Vamos, el gran final.
¿Puedes mostrarnos lo buen piloto que eres?
(Aplausos)
Bien, aún le faltan algunos arreglos,
pero creo que se nota el potencial.
Lo que hace que la historia de Henry sea increíble
es que se centra en las necesidades de Henry,
en entender lo que la gente en la situación de Henry
necesita de la tecnología,
en entender además
lo que la tecnología avanzada puede proveer
y de ese modo unir esas 2 cosas
para usarlas de manera responsable.
Intentamos democratizar la robótica
para que cualquiera pueda formar parte de esto.
Ofrecemos plataformas robóticas asequibles y disponibles en el momento
como puede ser el modelo A.R. por USD 300,
el robot de telepresencia Beam de Suitable Technologies por solo USD 17 000,
además de software de robótica de código abierto
para que tú también puedas formar parte de lo que tratamos de hacer.
Y nuestra esperanza es que con estas herramientas
puedas pensar en otros modos
de ofrecer movimiento a los discapacitados,
proporcionar cuidado para la población anciana,
y educar mejor a nuestros hijos.
Y también pensar en los nuevos tipos de empleos
de clase media que pueden existir en el futuro,
y en maneras de monitorizar y proteger el medio ambiente,
y explorar el universo.
Te devuelvo la conexión, Henry.
Henry: Gracias, Chad.
Con la instalación de este equipo mostramos el potencial
que tiene la gente confinada a su cama
para explorar el mundo exterior de nuevo.
La robótica finalmente nos dará
un terreno de juego igualado
donde el límite lo dicte la agudeza mental
y la imaginación,
donde los discapacitados puedan
hacer las mismas actividades que el resto,
y tal vez mejor,
y la tecnología incluso nos permitirá proveer
a mucha gente a la que hoy día se la considera vegetales,
una vía de escape.
Hace 100 años
me habrían tratado como a un vegetal.
De hecho, eso no es cierto.
Habría muerto.
De todos nosotros depende la manera
en la que usemos la robótica, para el bien o para el mal,
para reemplazar a las personas
o para hacerlas mejores,
para permitir que hagamos y disfrutemos mucho más.
El objetivo para la robótica supone hacer del mundo
un lugar más accesible físicamente para la gente como yo
de todo el mundo y así poder desatar
su poder mental.
Con la ayuda de personas como Uds.
podemos hacer de este sueño una realidad.
Gracias.
(Aplausos)