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Cuando llegué a Santiago de Compostela este año
quedé perplejo por la cantidad de toda esta gente
en la Plaza del Obradoiro.
Normalmente es el lugar donde se encuentran los peregrinos de todo el mundo.
¿Podría ser posible que todos los albergues,
pensiones y hoteles de la ciudad estuviesen completos y que los peregrinos
no tuviesen otro remedio que acampar en la plaza y dormir en las tiendas?
Pues no, no eran peregrinos. Era una protesta.
Una protesta contra la política, y sobre todo contra los políticos.
Todo había comenzado el día 15 de Mayo con una manifestación enorme
en Madrid. Tuvo lugar en la semana de las elecciones
regionales y municipales. La gente joven no estaba de acuerdo
con la política del gobierno porque ya no veían
ningún futuro para sí mismo así que siguieron
de las revoluciones en Túnez y en Egipto:
Tomaron la Plaza Mayor, la plaza principal de la capital.
Rapídamente se extendió esta forma de protestar en todo el país.
En León, en el camino hacia la catedral, pasé por la Plaza de Botines
donde está el edificio Botines único, construido por
el famoso arquitecto catalán Antoni Gaudí.
Allí estaban aún más tiendas de campaña.
La gente decía: "Yes, we camp! (Sí, acampamos.)"
En mi camino de vuelta a casa también pasé por Burgos.
No me sorprendió ver la Plaza Mayor
tomada por jóvenes también.
Por todas partes estaban indignados y enfadados.
Por la noche hubo una manifestación bastante grande
para una ciudad relativamente pequeña.
En ella participaron no sólo jóvenes.
En Bilbao era la Plaza de Arriaga en frente del teatro
que se había convertido en un lugar de discusiones,
talleres y happenings.
Alguna cosa ha cambiado aquí en España.
La generación joven ya no está dispuesta a tolerar
el comportamiento de la mayoría de los políticos
que sólo piensan en el propio provecho en vez de
tomar en cuenta el bienestar público de los demás que representan.
Estos jóvenes saben muy bien que unidos tienen mucha fuerza.
Es maravilloso ver esto.
Políticos de todo el mundo,
piensad bien qué estáis haciendo,
y cuidado con la fuerza del pueblo
más allá de vuestros partidos y círculos donde hacéis chanchullo.
Ellos os pueden recoger fácilmente.