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Hola y bienvenidos a nuestra serie de vídeos
donde vamos a analizar en profundidad a algunos tanques.
En particular, nos estamos centrando en la primera
serie de la rama británica.
Estamos aquí en el maravilloso museo de tanques de Bovington.
Bautizado en honor del primer ministro británico, Winston Churchill,
el Churchill apareció por primera vez en 1941.
Sin embargo, sus inicios estuvieron llenos de problemas técnicos.
No fue hasta que el Mark VII llegara en 1943
cuando muchos de esos problemas fueron resueltos.
Este en particular, como veremos más tarde
es una versión Cocodrile como, por ejemplo, la versión del lanzallamas.
Lo mejor del Churchill, como veréis, es la suspensión.
Tiene una suspensión muy distintiva
sobre la que
nos detendremos más adelante.
El blindaje del Churchill
era realmente más grueso que el del Tiger,
convirtiéndolo en un vehículo increíblemente fuerte con 152 mm.
Sin embargo, obviamente tuvo sus consecuencias
e hizo al vehículo muy lento
con una velocidad máxima de 15 millas por hora.
Cabe mencionar, sin embargo, su gran habilidad
para la escalada que fue muy evidente en el conflicto de Italia.
Al contrario que muchos otros tanques,
el Churchill tiene una tripulación de cinco personas.
En el exterior del vehículo podemos mirarlo más detenidamente.
Obviamente tienes el armamento principal.
En este caso particular es un cañón de 75 mm.
Justo a la derecha del armamento principal encontramos
el primero de lo que serían dos cañones de 7.62 mm.
Como ya hemos mencionado esta era la versión Cocodrile del Churchill,
La otra ametralladora de 7.62, queque estaba montaba en forma de arco,
está ahora sustituido por un lanzallamas.
Estamos ahora en la parte superior del Churchill,
echando un rápido vistazo a la torreta.
Lo maravilloso del Churchill, por supuesto,
era que tenía un diseño muy simple,
como se pude observar en la propia torreta.
Realmente no hay mucho en él,
sobre todo cuando lo comparas especialmente con algunos de los tanques de combate que se pueden ver en la actualidad.
Comenzando por la parte delantera, empezaremos por la parte de atrás.
Claramente se puede ver la escotilla del comandante
localizada en el lado izquierdo
y también las escotillas del cargador y del operador,
localizadas a mano derecha.
Una vez más una gran diferencia
si miras a muchos de los principales tanques de batalla
es el tamaño de la escotilla.
Son particularmente pequeñas.
Volviendo a lo que decíamos, podéis verlo un poco más claro,
el “Tuams” y el “Arphats” eran utilizados en la instalación de radio.
Podéis verlo muy claro en la parte de atrás,
donde tenemos la transmisión del Churchill.
Podéis ver claramente en la parte de atrás,
las dos mallas protectoras que rodean a los motores para protegerlos.
Los motores tenían capacidad
para 21 litros de gasolina,
de 12 cilindros y 350 c.v.
Cuando descendemos por la parte de atrás,
podéis ver claramente localizado
el remolque que proporcionaba el combustible para ello.
El operador
creaba la chispa
que encendía un espray de gasolina que hacia funcionar el lanzallamas.
Eso hacía que se incendiara el combustible
que era proyectado por la parte delantera del vehículo.
El problema, por supuesto, con el tanque lanzallamas era que,
aunque era extremadamente terrorífico para el enemigo,
era también muy peligroso para la tripulación del interior.
El combustible de gasolina era muy similar al ***.
Una de las características más distintivas sobre el Churchill, es por supuesto, la suspensión,
que es muy diferente de cualquier otro tanque que verás.
En los mismos rodamientos
podemos ver claramente un total de 44
sujetos a 22 muelles diferentes.
Como se puede ver cada uno de estos muelles
tiene el brazo de suspensión en el enlace de unión.
Su función se desarrollaba a través de una pieza engrasada
que podéis ver aquí,
y cada una de los muelles está engrasado individualmente.
Ahora nos movemos dentro de la torreta del Churchill.
Como ya habréis notado los más observadores
este no es el Churchill que estábamos
mirando desde fuera. Esta es la versión Avery.
La razón por la que estamos mirando el interior de este
es porque aquí, en el museo de tanques de Bonington,
, este interior, está en mucha mejores condiciones
que al tanque cañón que acabamos de ver.
Podéis ver el compartimento del conductor es bastante similar a una habitación.
Localizado directamente encima de mí en la posición más cercana
está la escotilla del conductor y el sitio actualmente es
la posición más baja
lo que lo hace bastante cómodo para conducir.
Frente a mí están los controles de conducción,
y podéis ver, algo poco común en muchos de los diseños de los tanques,
que tenéis un timón
que lo controla.
Justo a la izquierda
estaba el freno de mano.
Justamente delante del conductor
estaba el periscopio del conductor.
Y a la derecha había un panel de control muy simple.
Algunos de los botones de control estaban ahí.
Arriba a la izquierda tenéis el velocímetro.
A la derecha de este tenéis una caja de fusibles.
Directamente bajo él esté tenéis el tacómetro.
Y debajo de él un indicador de voltaje para indicar cuánto están cargadas las baterías.
A la derecha del indicador de temperatura está el indicador de gasolina.
Finalmente, a la derecha,
justo donde os estoy señalando ahora mismo, esta el cambio de matriz.
En vez del cañón que ahora tenemos,
podéis ver este mortero de 290 mm.
Por supuesto, el Avery participó en el Día D
cuando utilizaron este mortero de 290 mm
para destrozar posiciones defensivas o fortificaciones.
Las otras cosas que son obvias en la torreta
en este momento son los volantes trasversales,
y directamente encima de estos
podéis ver los periscopios o episcopios.
Obviamente no daban el mayor campo de visibilidad posible.