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Sibilancias: qué son y cómo se tratan
Las sibilancias son sonidos silbantes y chillones que se producen durante la respiración. Advierten que los conductos respiratorios se han estrechado por algún motivo. En el siguiente artículo te contaremos más sobre este signo de problemas pulmonares.
Por qué se producen las sibilancias. Se pueden oír al inhalar, pero son más frecuentes al exhalar (expulsar el aire). Las sibilancias se deben, entre otras, a una obstrucción en las vías respiratorias que no permiten el flujo de aire.
Este silbido o sonido, además, trae como consecuencia falta de oxígeno y, por ende, mareos, letargos o poca energía.
Algunas personas también experimentan dolores en el pecho, ya que los músculos pectorales están fatigados por el esfuerzo. Existen diversas causas de sibilancias. La más frecuente es el asma, puesto que inflama las vías respiratorias.
Bronquitis, bronquiolitis o bronquiectasia Enfisema o insuficiencia cardíaca Inhalación de cuerpos extraños Reflujo gastroesofágico Neumonía o infección viral Reacciones alérgicas a picaduras de insectos o a ciertos medicamentos Tabaquismo.
Los síntomas leves de sibilancia pueden ser tratados en casa con medicamentos para el asma o similares. Sin embargo, cuando la condición empeora y el paciente no puede respirar y siente que se ahoga, entonces es imperante llevarle al médico de urgencia.
Cómo tratar y prevenir sibilancias.
Las sibilancias pueden aparecer en cualquier momento y por diferentes causas. Si sabemos por qué se han desencadenado será más fácil evitarlas la próxima vez. A continuación, te ofrecemos algunas técnicas para fortalecer el sistema respiratorio y prevenir esta condición:.
Es muy importante que tu casa o trabajo estén limpios, sobre todo, si tienes mascotas o alfombra.
Pasa la aspiradora todas las semanas, cambia los filtros de los sistemas de calefacción y ventilación, instala un purificador de aire y airea cortinas, mantas y cojines.
Cuando las temperaturas son bajas, los pulmones y las vías respiratorias se resienten. Las sibilancias pueden empeorar en el invierno, sobre todo, si no nos cuidamos al salir de casa.
Lleva siempre bufanda para evitar que el aire frío y los virus puedan ingresar a tu cuerpo. Evita alimentos que produzcan mucosidad.
En particular, los lácteos, las harinas y el azúcar refinados, aumentan la secreción de mucosidad en el sistema respiratorio. Estos obstruyen los pulmones y pueden empeorar los síntomas de sibilancias. Consume ajo y jengibre.
Ambos son excelentes antibióticos caseros. El ajo evita las infecciones virales y descongestiona los pulmones. El jengibre trata resfriados y fiebre. Te recomendamos que aumentes la ingesta de estos dos ingredientes. Por ejemplo, puedes añadirlos en una infusión de hierbas.
Otro alimento que tiene propiedades y usos similares es la miel de abeja. Es un potente antibacteriano y antiinflamatorio que previene y reduce las sibilancias.
Puedes tomar una ducha con agua lo más caliente posible, utilizar un vaporizador o un nebulizador, o inhalar el vapor de un cazo con agua y eucalipto o menta.
El calor relaja las vías respiratorias y elimina la mucosidad que no permite el paso del aire. Los aceites esenciales con aromas fuertes, como el eucalipto, puede ser de gran ayuda si padeces sibilancias. El tratamiento es muy simple.
Solo tienes que masajear la zona del pecho con unas gotas del aceite (previamente calentarlo con las manos). Mejor aun, si estás acostado o tumbado en el sofá. Respirar el aroma desobstruye las vías respiratorias. Aléjate de los olores fuertes.
Si tus pulmones no están 100% sanos quizás las pinturas, los productos químicos, o los aerosoles pueden dañarlos todavía más.
Cuando hagas limpieza en casa puedes usar una máscara o al menos abrir todas las ventanas para ventilar. Evita también el contacto con perfumes, jabones y otros elementos que tengan olor penetrante.
Es muy importante cuando tienes sibilancias que te mantengas hidratado. Lo recomendado son 2 litros de agua por día en condiciones normales, pero apenas el problema comienza, esta cantidad se debe aumentar a 3 litros.
Esto permitirá que la mucosidad se diluya y deje de obstruir las vías respiratorias.
Si no eres de beber mucha cantidad de agua puedes consumir líquidos hidratantes, como por ejemplo, el té de hierbas o el zumo de frutas natural. No te recomendamos que ingieras café, refrescos, leche o alcohol.
Las bebidas calientes son más eficaces que las frías porque le brindan alivio a los pulmones. Las infusiones aconsejadas son: manzanilla, regaliz y jengibre. También, puedes beber sopas y caldos de verduras, siempre y cuando, sean caseros.
Relájate.
Si estás nervioso o estresado no podrás respirar bien.
Por ello, te recomendamos que cuando comiencen las sibilancias te calmes y tranquilices. Existen diferentes técnicas de relajación que te pueden ayudar como por ejemplo, la meditación, los baños de inmersión con agua bien caliente, la música clásica, o las actividades como: la lectura o la pintura.
De a poco verás cómo el cuadro mejora. Haz ejercicios de respiración. Son de mucha utilidad, ya sea para fortalecer los pulmones como para evitar que se produzcan las sibilancias.
Las técnicas se basan en inspirar lentamente por la nariz, mantener unos segundos el aire y luego exhalar por la boca lo más lento posible.
Para fortalecer el sistema respiratorio sería bueno que practicases ejercicio de “cardio” con regularidad. Caminar, correr, nadar o andar en bicicleta pueden ser excelentes opciones.