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Una ciudad dinámica,
se distingue por sus accesos y facilidad de comunicaciones.
Un acerado,
con pavimento antideslizante y ancho mayor a 120 cm
garantiza un paso seguro y fluido en ambas direcciones.
(música)
A la hora de cruzar la calle,
un semáforo debe contar con señales acústicas
y un pulsador que nos permita agilizar el paso.
Pero de poco nos sirve cuando no podemos llegar hasta él.
(música)
Por eso,
cualquier pulsador o elemento de uso público,
debe situarse a una altura máxima de 120 cm.
(música)
El desnivel del bordillo se salvará con una rampa
de al menos 180 cm de anchura,
acentuada por una variación de color y textura,
que facilite su percepción a personas ciegas.
En cuanto al tramo de paso,
cuando la longitud de cruce lo requiera
se dispondrá
una isleta de dimensiones mínimas de 180 cm de ancho
por 120 cm de largo al nivel de la calzada.
(música)
La imposibilidad de superar desniveles bruscos con silla de ruedas,
obliga a la colocación de rampas en los puntos de paso obligatorio,
ya sean esquinas o accesos a paradas de autobús,
taxi o aparcamientos.
(música)
Pero como casi todo,
el aparcamiento es un caso especial.
Como norma establecida,
todo conjunto de aparcamientos deberá contar con al menos,
una plaza de cada 50
reservada para personas con movilidad reducida,
lo cual,
implica una dimensiones
de 360 cm de ancho por 500 cm de largo
que permitan al usuario maniobrar para acceder al vehículo.
(música)
En cuanto al acceso a edifios,
cuando existan uno o más escalones,
la rampa plantea otros condicionantes.
Estos desniveles,
suelen ser mayores.
Por lo que una pendiente del 8 % obliga a tramos de gran longitud
que requieren barandillas para evitar una posible caída lateral
y rellanos para descansar cada 9 m.
El pavimento antideslizante
y la colocación de pasamanos asequibles,a 70 y 95 cm de altura,
darán una mayor autonomía a las personas que usan la rampa.
Cuando la longitud sea menor de 3 metros,
la pendiente de subida podrá ser del 12 %
si bien la pendiente lateral nunca podrá superar el 2%.
(música)
Cuando no podemos ver,
sólo un cambio de textura alrededor de un kiosko
nos permite adivinar su existencia con un bastón.
Pero podemos hacerlo mejor.
La colocación del mobiliario urbano
deberá hacerse siempre en el tercio exterior de la acera.
Al resto de personas
les da igual,
pero a una persona ciega,
que se guía por el contacto de su bastón con la pared
le supondría un trastorno adicional
el sortear contínuamente buzones, papeleras y bancos.
Cualquier saliente de fachada
deberá situarse por encima de 210cm de altura.
Siendo igualmente evitable
el riesgo de caída en el hueco de un árbol
mediante el empleo de rejillas al nivel del pavimento.
Cuando no basta con nuestros medios,
debemos recurrir al transporte público.
Sin duda,
para todos supone un esfuerzo de convivencia,
que se agrava con las aglomeraciones de las horas punta
y la dificultad de concienciar a la Sociedad.
Sin embargo,
es en este punto donde nuestra solidaridad particular
puede jugar un papel relevante.
En todos los medios de transporte público,
existen sitios especialmente acondicionados
para personas con discapacidad.
Estos se encontrarán cerca de las puertas de acceso,
y estarán debidamente señalizados.
Además,
una correcta iluminación de la zona de acceso y señalización de parada
facilitarán su uso.
(música)
Sólo con nuestra actitud cívica,
podemos convertir
el desplazamiento de grandes distancias en la ciudad
en un acto más humano para todos.
Al llegar a nuestro destino,
de nuevo podemos encontrar obstáculos.
(música)
Cualquier recinto vallado,
contará con un acceso a través de una puerta de al menos,
80 cm de ancho sin desniveles bruscos.
(música)
En cuanto a las puertas con cristal,
además de la anchura mínima,
deberán estar fabricadas con vídrio de seguridad
y contarán con una defensa interior de 40 cm.
Un tirador simplificado
facilitará el acceso al interior.
(música)
Esta imagen,
nos facilitará su seguimiento a través del edificio.
(música)
Cuando se disponga una ventanilla de atención al público,
no podrá existir ningún obstáculo frente al mostrador,
que deberá situarse a una altura máxima de 70 cm.
(música)
Igualmente,
cualquier mostrador de uso público dispondrá de una zona accesible
a personas que usen silla de ruedas
de al menos
80 cm de ancho por una altura de 77 cm.
Básicamente,
los desplazamientos en el interior de un edificio
transcurren por vestíbulos y pasillos.
Por ello,
una anchura mínima de 120 cm en pasillos
y la posibilidad de describir una circunferencia
de 150 cm de diámetro en vestíbulos
son indispensables
para garantizar el paso con silla de ruedas.
(música)
En algunos casos,
las recomendaciones mínimas no son suficientes.
(música)
Cuando sea previsible el cruce de dos personas en silla de ruedas,
será necesario establecer una zona de cruce
con una anchura mínima de 180 cm
(música)
En las puertas,
está totalmente contraindicado el empleo de pomos redondos
que dificulten el acceso a personas con problemas en miembros superiores.
La disposición de accesorios en el aseo,
constituye un elemento básico en la planificación,
teniendo como norma
facilitar acceso a los mismos.
La altura de espejos,
pulsadores
y demás accesorios,
no podrá ser mayor a 90 cm
y los lavabos
carecerán de pie que impida el acceso al grifo.
Además,
una persona sobre silla de ruedas
debe poder utilizar el aseo con total independencia,
con lo que se situarán barras de apoyo junto al inodoro
o cualquier elemento que requiera abandonar la silla para su uso.
Igualmente están contraindicados los grifos de difícil manipulación,
recomendándose
el uso del monomando.
(música)
Cuando debemos trasladarnos a plantas superiores o inferiores del edificio
puede usarse la escalera si estamos capacitados,
pero un cambio de textura del suelo antes del primer escalón
ayudará a la persona ciega a identificar su inicio.
En cuanto a la baranda,
esta debe garantizar un fácil asimiento
con tubos de 5 cm de diámetro
y eliminar el riesgo de caída por el hueco.
Pero no todo el mundo puede usar una escalera.
Hoy en día resulta imprescindible en cualquier edificio
la inclusión de un ascensor.
El cual,
deberá tener unas dimensiones mínimas de 140 cm de fondo
por 100 cm de ancho,
y una puerta telescópica de al menos,
80 cm con sensor de aprisionamiento.
La asistencia a salas de espectáculos,
conferencias
y demás actos sociales,
no puede estar restringida a un grupo de ciudadanos.
Por ello será preceptivo tener un espacio reservado para su uso
por personas que acudan sobre una silla de ruedas.
(música)
Por supuesto,
queda mucho por hacer.
La normativa recoge infinidad de casos concretos,
cuya aplicación permite que estemos cada vez más unidos.
Que seamos cada vez,
una sociedad más homogénea,
más justa.
Una sociedad,
en la que las oportunidades,
correspondan a todos por igual.
En definitiva,
la sociedad por la en su día apostamos todos los andaluces.
El camino está ahí,
pero la tarea es de todos.
(música)