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ÉRASE UNA VEZ
Un cuento en cinco actos de HOLGER DRACHMANN
Hubo una vez un reino llamado Illyria, muy lejos, al otro lado del gran mar...
El Rey de Illyria PETER JERNDORFF
La princesa de Illyria era conocida en todas partes por su belleza,
pero era orgullosa y fría. CLARA WIETH
No le faltaban pretendientes, pero a sus ojos, ninguno era merecedor.
¡Quédate con éste! Parece rico.
¡Me aburre! LLevadle a la picota.
¡Di al Chambelán que será ahorcado si no encuentra mi loro inmediatamente!
Encantadora Princesa, mi corazón está consumido por un fuego imposible de apagar...
¡Colgadle!
¡Marchaos!
Procedente del norte, el hijo de un rey había llegado
a la costa de Illyria para conseguir a la Princesa.
¡Hay demasiados pretendientes para tener una comida tranquila!
Jorgen, Príncipe de Dinamarca y su fiel acompañante Kasper Smokehat.
Le diré a mi hija que se apresure, para que podáis ser colgado por la tarde.
Es muy bella, pero tiene mucho pelo.
Acercaos, no seáis tímido.
¿Cuál de vosotros es el pretendiente?
Princesa, vengo de un lejano país del norte...
SECUENCIA DESAPARECIDA: Dinamarca en invierno y primavera,
verano y otoño, luz del sol y tormenta.
Solicito la mano de la Princesa, ¡soy el Príncipe de Dinamarca!
¡Excelente! Quedémonos con él.
¡Débil marioneta!
¡Me casaría con un vagabundo antes que contigo!
Puedes estar contento de que no te cuelguen. Mi loro ha vuelto y me siento generosa.
¡No te enfades... yo tampoco estoy contento, y soy el Rey!
¡Exijo una satisfacción!
¡Yo exijo comida!
El Rey promete poner a la Princesa en su sitio.
Me dirigiré a mi hija y le enseñaré que yo soy el dueño de esta casa.
Pero él pronto se da por vencido. "¡Ahí está la comida!", dice Smokehat.
El Príncipe, que había sido un hombre alegre, se convirtió en
una sombra de sí mismo. Prefería cabalgar solo por el bosque...
En lo más profundo del bosque vivía un buhonero de extraña ascendencia.
He venido a ayudarte. Te daré una tetera de cobre en la que
podrás ver cómo se conquista la felicidad.
En Illyria.
El dinero no puede comprar esto.
¡Dile que tengo que conseguirlo!
Entonces la Princesa debe pagar el precio...
¡Un beso en sus rojos labios!
¡Cómpralo, Princesa! Puedes limpiarte la boca con un pañuelo después.
¡Oh, bueno, supongo que es mi deber como Princesa. ¡Daos la vuelta!
Apuesto a que dormiré en la cámara de la Princesa esta noche.
Es una tetera mágica. Si te asomas verás a la persona con la que te casarás.
No he dicho que estaría satisfecho con un beso esta vez.
Quiero dormir en la cámara de la Princesa esta noche.
¡Paga!
Ven a medianoche con la tetera. Es la puerta baja en la parte de atrás del castillo.
¡Pero si la guardia te descubre, la Princesa negará conocerte... y te colgarán sin piedad!
¡Entrégamelo!
Medianoche.
La damas de honor pasaban el tiempo contando historias de miedo, a cual más terrorífica.
Pregunta quién es...
Es un mensajero del Príncipe de Dinamarca.
Desea saber si la Princesa ha cambiado de opinión.
Dile que no cederé ante el Príncipe de Dinamarca.
Kasper Smokehat, ahora vestido como un caballero, llama a la puerta del castillo.
El Rey con sus ropas de noche, va a la ventana.
Debes regresar mañana.
Smokehat es rotundo. "¡Entonces ven!", dice el Rey, la llave está bajo el felpudo.
El reloj dio las doce.
El vagabundo entra en la cámara de la Princesa.
La tetera mágica muestra la imagen del Príncipe.
Tu tetera miente, y te mereces que llame a los guardias...
... pero te he dado mi real palabra. Puedes tumbarte ahí, cerca del fuego.
El Rey recibe a Smokehat.
Siempre tomo una taza de té antes de ir a la cama. ¿Os uniréis a mí?
Señor, el Príncipe de Dinamarca se ha embarcado en una aventura que podría
poner en peligro la reputación de vuestra hija.
¡Es el mensaje que vengo a traer de mi señor, el Príncipe de Dinamarca!
Un ejército de soldados pasa por ahí.
El Rey entra en la cámara de la Princesa, y encuentra al Príncipe.
¡Eres una descarada teniendo aquí a un hombre por la noche!
¡Mis damas han estado conmigo. Pueden testificar que fue una broma inocente!
Smokehat entra.
Como emisario del Príncipe de Dinamarca, solicito que la Princesa sea desterrada
junto al truhán al que ella ha preferido.
De otra forma declararemos la guerra contra este país, donde mi señor ha sido humillado.
¡Si no ha abandonado el país dentro de doce horas, vuestra corona peligra!
Entristecido, el Rey da las órdenes para exiliar a la Princesa.
¿Dónde están mis zapatillas?
La Princesa debe vestirse con harapos y dejar el castillo como una vagabunda.
Expulsada del Paraíso.
Después de un largo viaje 'el truhán' y la Princesa llegaban a Dinamarca.
Iban errantes a través de la oscuridad y de los moros salvajes.
Un día llegaron a su futuro hogar, la vieja cabaña del alfarero en el bosque.
Dime la verdad. Todo lo ha tramado mi padre para humillarme, ¿no es así?
No os obligo a que os quedéis. No me importa si os marcháis o no.
¡Nunca seré tu criada!
¡De rodillas! ¡Recuerda quién soy: La hija de un Rey!
¡Esta cabaña es mi Reino! ¡Soy el Rey aquí, y mi voluntad es la ley que debes obedecer!
La Princesa había aprendido que hay valores en la vida más importantes que la riqueza.
Los días pasaban y la Princesa casi empezaba a aceptar su destino.
Ella, que había sido la criatura más inútil de la Tierra, era feliz de ser buena en algo.
Cuando las vasijas estaban preparadas para su venta,
el alfarero y su mujer fueron al mercado.
El viejo roble.
Es un cazador furtivo, colgado por los guardias forestales.
Llegaron a los montones de carbón en la profundidad del bosque.
Los forestales colgaron a mi amigo porque cazaba en el bosque de la Princesa.
¿Puedes quedarte y ayudarme?
Ve al mercado sola, pero recuerda, no podemos permitirnos romper nada.
Algunos de los forestales habían acampado en las afueras del bosque.
Bajo la luz de la luna, la mujer del alfarero hizo un duro camino hasta el hogar.
¿No es tu culpa? ¿De quién es, entonces?
¡No me dejes! Te lo suplico, quédate con la única, que... que...
... que vive contigo.
Nadie ama la caza tanto como el furtivo.
No vas a salir...
¡Te lo suplico, quédate conmigo... con
...con la única que te ama!
Venían tiempos difíciles para ambos en la cabaña del alfarero.
Al dolor y a la pobreza siguió la enfermedad, pero la privación les unió más todavía.
Tengo hambre.
Ve al castillo y pide comida. El Príncipe siempre muestra bondad hacia el pobre.
En la cocina del castillo.
La esposa del alfarero es recibida por Bolette, la doncella, severa novia de Kasper.
Puedes tomar las sobras de la comida, pero debes ser útil.
¡Qué manos tan blancas y delicadas! ¡Debes haber conocido mejores días!
Sí, pero no quiero que vuelvan.
Kasper Smokehat entra en la cocina.
El Príncipe ha regresado para celebrar su boda con una Princesa extranjera,
pero ella ha enfermado durante el viaje.
De todas formas, la Princesa quiere que la ceremonia se celebre, así que debo
tomarles medidas hasta que a alguna le siente bien el vestido de boda.
Ella será la novia.
Bien; ¿has encontrado a alguien?
¡Ella!
¡Piedad! Mi marido yace enfermo en casa. Por favor, permitidme volver con él.
¡Lo exijo!
Considero casarme el próximo domingo. ¿Conoces a alguien
que quiera ser la señora Smokehat?
Y la boda entre el Príncipe de Dinamarca y la esposa del alfarero se celebró.
El Día de San Juan, día de felicidad y alegría, donde la propia naturaleza es la novia.
Bailaron y se encendieron fuegos en los túmulos de los antepasados.
Tras el velo, los ojos de la mujer del alfarero se cubrieron de lágrimas.
Mientras la mujer del alfarero está quitándose el traje de novia,
el Príncipe entra en la cámara.
Tu cara me recuerda a alguien que una vez adoré. Por tu bien, romperé mi palabra.
Él se acerca a ella: "Quédate como mi prometida y como Reina de mi gente"
Ella niega con la cabeza.
¿Y por un simple alfarero rechazas a un Príncipe?
Encolerizado, va hacia la puerta y grita: "¡Quemad la cabaña y ahorcad al alfarero!"
Al volver a entrar, los ojos de ella encuentran su: "¡Te odio y te desprecio!"
De repente ella cae a sus pies: "Toma mi vida, pero perdona la suya...
permite que viva el único hombre que amo!
El Príncipe reflexiona un momento y va a la ventana: "¡Puedes ir con tu alfarero!"
Ella besa sus manos y se apresura hacia la puerta.
Él la llama: "¡Cathrine!"
Ella se vuelve, desconcertada. Él continúa: "¡Quédate con el único que... que..."
Él se acerca: "... que te ama!"
Ella lo mira durante un segundo... y le abraza.
Entonces vino alguien, que había oído campanas de boda.
Por una ventana, felizmente unidos, ven los fuegos de verano arder en la distancia.
FIN
Subs Federico1921