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Un cuento, papá, por favor. Uno de miedo.
Vale, pero este da mucho miedo.
En un país muy, muy lejano vive un hombre poderoso y rico.
Es el presidente, y se ha hecho rico gracias al algodón.
Imagínatelo: campos inmensos llenos de esto.
Hay tanto, y los campesinos son tan pobres que no pueden con todo.
Así que el presidente decide que todos deben ayudar.
¿Cómo que todos?
Pues todos. Enfermeras, médicos, hasta los profesores.
Pero entonces no habrá escuela.
Mucho peor. Los niños deben subir a autobuses y viajar durante horas a los campos.
Allí, a cada uno le dan un saco.
Y tienen que recoger el algodón.
El día entero recogiendo algodón.
El saco debe estar lleno.
Pero las plantas están resecas...
les rascan las manos. Algunos sangran.
Deben apresurarse, no hay descansos.
Los vigila la policía, no pueden huir.
De noche, los niños no pueden ir a casa.
Duermen en establos, en tiendas. Por la mañana deben volver a los campos.
El presidente los obliga a trabajar así durante semanas.
Al principio hace mucho calor, pero...
luego hace frío...
... hasta que nieva.
¿Pero qué hacen con todo ese algodón?
El presidente lo vende por todo el mundo...
...y se hace más rico cada vez.
En otros países, fabrican ropa con ese algodón.
Ahora ya tienes que dormir.
Pero mi manta, mi pijama... ¿también están...?
Sí, quizá también provienen de Uzbekistán.
Bueno, buenas noches.