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Supercopa de Europa: La copa de los campeones. Unión Deportiva Almería - Olympique de Marsella.
La consolidación de unos guerreros en la élite, depende de un partido. En frente,
un equipo con gran prestigio internacional.
Los guerreros rojiblancos tomaron el dominio del partido en los primeros compases, creando
algunas ocasiones con peligro.
Pero el Marsella, poco a poco, tomaba el control del partido. Los fallos de la zaga rojiblanca
eran demasiados: los delanteros creaban peligro, y el gol se avecinaba.
de Danzé. El Marsella se ponía por delante. 0-1.
Casi en jugadas consecutivas, el Marsella materializó el 0-2. Gran mazazo para el Almería.
Los guerreros rojiblancos se veían incapaces de avanzar en ataque, y parar las ofensivas
rivales. El entrenador, tenía que hacer algo: pero no bastaba con un par de cambios. Se
trataba de algo mucho más interior, de algo mucho más personal.
''No sé que decir en realidad. Tres minutos, para la mayor batalla de nuestras vidas profesionales.
Todo se reduce a hoy. O, nos juramos como equipo, o nos desmoronamos. Jugada a jugada,
pulgada a pulgada, hasta el final. Ahora estamos en el infierno caballeros, creedme. Y, o nos
quedamos aquí dejándonos machacar, o luchamos por volver a la luz. Podemos salir del infierno,
pulgada a pulgada. Yo no puedo hacerlo por vosotros, así es el fútbol. Porque en cada
juego, la vida o el fútbol, el margen de error es muy pequeño. Medio segundo más
lento o más rápido y no llegas a pasarla, medio segundo más lento o más rápido y
no llegas a cogerla. Las pulgadas que necesitamos están a vuestro alrededor, están en cada
momento del juego, en cada minuto, en cada segundo. En este equipo luchamos por ese terreno,
en este equipo nos dejamos el pellejo nosotros y cada uno de los demás por esa pulgada que
se gana. Porque cuando sumamos una tras otra, porque sabemos que si sumamos esas pulgadas,
eso es lo que va a marcar la p**a diferencia entre ganar o perder, entre vivir o morir...
Os diré una cosa, en cada lucha, aquel que va a muerte, es el que gana ese terreno, y
sé que si queda vida en mí es porque aún quiero luchar, y morir por esa pulgada. Porque
vivir consiste en eso. Las seis pulgadas frente a vuestras caras, yo no puedo convenceros
de que lo hagáis. Tenéis que mirar al que tenéis a vuestro lado, ¡miradle a los ojos!
Creo que vais a ver a un tío dispuesto a ganar con vosotros, vais a ver a un tío,
que se sacrificará por este equipo, porque sabe que cuando llegue la ocasión, vosotros,
haréis lo mismo por él. ¡Eso, eso es un equipo caballeros! Y... O nos juramos ahora
como equipo... O moriremos como individuos. Eso es el fútbol chicos. Eso es todo lo que
es. Ahora... ¿qué vais a hacer?