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EL CONTROL
Ok. Cuando el juego se hace duro los duros empiezan a jugar.
Sara: vete al palco. Y tu, amigo mío, esta vez te quedas en el banquillo.
¿O sea?.
Uhm... ¿Se lo digo o no se lo digo?.
Se lo digo.
Ok, es un poco complicado, pero podría funcionar.
El Dr. Rob de vez en cuando se estropea, ¿no?.
Y eso lo se también yo.
Ok, no podemos apagarlo porque sino el paciente nos ve, ¿no?.
Sí, y el Dr. Porfavor nos manda a Siberia.
¿Pero qué podemos hacer? ¡Podemos hibernarlo!.
¡Ah!. "Hibernarlo" - "Siberia"...
No hace gracia.
Escúchame, paracetamol...
"Hibernación" es la interrupción momentánea de cada funcionalidad.
Cuando la situación sea crítica, lo hibernamos.
Cuando está bien, lo encendemos otra vez.
Sí, pero olvidas que el Dr. Porfavor lo ha inventado...
¿Crees que no sabe que tiene un botón para la hibernación?.
Ningún botón.
¿Una palanca?.
Eres simple, querida amiga del grupo "Ayudamos a las marmotas deprimidas" en Facebook.
Esta noche he instalado un plug-in.
El "plug-in" es una actualización, no un yogurt.
Entonces, lo hibernamos con un comando vocal.
Cuando digamos la palabra "control", el se hace una siesta.
Y lo mismo para la reactivación. Entendido, ¿eh?.
No, no. ¡Esta historia no promete nada bueno!.
¿Se puede?.
¡Claro, por favor!.
Para usted, soy el "Professor Porfavor". ¿Ya se lo había dicho o no?.
Sí...
Buenos días, soy el Dr. Rob.
Mira, estoy estresado hoy. Ni te imaginas lo que me pasó por la mañana.
¿Qué te pasó?.
Ten, mientras tanto.
Siempre tienes algo de que lamentarte, ¡cállate!.
Oye, es que empiezo a las 6 de la mañana...
Entonces, si empiezo a las 6...
Sí, "comes rápido", ya me conozco la historia...
No, no. Cuando vengo por la mañana tengo que estar tranquilo un rato.
Estaba en el tren y a un cierto momento una señora ha empezado...
Le ha sonado el móvil, ¡a las 5.30 de la mañana!!!.
¿Pero quién te llama a las 5.30??.
Vete a saber...
¡Adelante!.
Buenos días.
Buenos dís, soy el Dr. Rob. ¿Cuál es su problema?.
Buenos días, me llamo Paolo Neo. Hace seis meses he hecho una operación al tabique nasal,
y me han dicho de volver para un "control".
Sí, bueno, una visita. En realidad estoy bien...
Pero con la nariz no se bromea y... necesito el olfato en mi trabajo.
¿En qué trabaja, señor Neo?.
Bueno, no sé si puedo decirlo... Digamos que me ocupo de "control".
Buenos días, soy el Dr. Rob.
Hablábamos de olfato, ¿usted es un perro para trufas?.
¡Jaja!. Ya sabe, "olfato" - "trufas"...
Ha desarrollado una ligera ironía, está todo escrito en el informe.
Bueno, calma. Este señor nos ha dicho que se ocupa de "control"...
Yo también trabajo en lo mismo.
¿De qué tipo de "control" se ocupa?.
Soy un inspector de Hacienda.
y husmeo a los evasores.
Mientras yo... ¿como era?...
hago un "control" sobre esos muchachos, para un proyecto científico.
y husmeo los problemas...
Entonces, doctor, ¿qué tengo que hacer?.
No, ¡espere!. Shhh...
El doctor lo está revisando...
¡Está evaluando la capacidad expiratoria de su nariz!.
Ah, bien. Pensaba que estaba en silencio por mi trabajo.
No es que tiene miedo a un "control", ¿doctor?.
Buenos días, soy el Dr. Rob.
Procedamos con la visita del aparato fonatorio.
Pues sí, porque esta todo relacionado, nariz, boca, orejas, falanges, dedo mediano del pie...
Todo esta unido. Hable tranquilo...
Bueno, este "control" me parece un poco insólito.
Que soy inspector de Hacienda ya lo he dicho.
En particular, me ocupo de pequeña artesanía, saben, reventas de cerámica, muebles...
¡Uh! Profesor, exactamente como su esposa!.
Profesionalidad, doctora, por favor...
Usted como se llama, ¿por favor?.
Porfavor.
"Por favor" ¿qué?.
Quizás usted no me escucha, se lo acabo de decir.
"Porfavor" es mi apellido.
No me diga que usted es el marido de la señora Zanin...
Tiene una tienda en la avenida Appia Antigua, ¿verdad?.
¿Y aquel reloj?.
¿Hago un "control"?.
Buenos días, soy el Dr. Rob.
Todo bien.
Puede volver a su neo, señor Trabajo.
Puede volver a su trabajo, señor Neo.
Seguro, doctor.
Nos vemos, profesor.
¡Diga a su mujer que nos vemos mañana!.
Con calma, eh...
Mira, no sé...
Ha comenzado a hablar a voz alta, ¡y no estaba sola!.
Tenía a su marido delante, o por lo menos creo que era su marido.
Y han empezado a hacer un dueto.
Este ha empezado a hablar al mismo teléfono también.
y hablaba de sus familiares...
y luego se puso a organizar una cena...
¿Te das cuenta?. Es increíble...
No, un mínimo de respeto es necesario.
¡Claro!.
Disculpa, un segundo.
¡Es mi madre!.
¡Hola mamá! ¿Cómo estás?.
¿Me la saludas? ¡Anda, pasamela!.
¡Pasa, pasa!.
¡Mamá, te paso a mi amigo!.
Mamá, ¿como estás?.
Sí, dime, dime...
¡Que nos haga una pasta!.
¿Vas a comer con nosotros?.
¡Venga, venga!.
Vamos a comer todos... ¡Estupendo!.
¡Pásame a mi hermano!!!.
¡Si, si, adiós!. Yo cuelgo.
¡Está bien!.
¡Ehi, mama!.
¿Dices que se lo creyeron hoy?.
Claro que sí.
Sobre todo gracias a tu confesión-espía.
¡Dios mío, lo sabía!.
Bueno, no hay mal que por bien no venga.
Por lo menos mañana el prof. Prego no estará aquí.
¿Por qué?.
Según yo tendrá un gran, gran deseo de estar con su mujer. ¡Yeah!!!