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Ah, ¡hola! Ey, sean sinceros.
¿Estos pantalones hacen que mi trasero se vea muy grande?
O esperen, ¿quizá no lo suficientemente grande? ¿Es tiempo de un aumento de glúteos?
O quizás una liposucción para remover estas manijas del amor, al menos
y quizás, ya que estoy en esto, una buena abdominoplastia. ¡Que esté todo parejo no puede doler!
Pero esperen, ¿por qué parar ahí?
Como soy un poco perezoso para trabajar estos pectorales
quizás pueda hacerme unos implantes
junto con un buen levantamiento en el cuello.
Por supuesto, tendré que hacer algo sobre esta calvicie masculina, ¿cierto?
¿Qué dicen? ¿Un levantamiento de cejas?
No, no sé si quiero parecer como en alerta todo el tiempo.
En su lugar, creo que terminaré con una plétora de inyecciones de Botox
para estirar estas arrugas. ¿Conocen el Botox, esa neurotoxina química
que paraliza tus nervios temporalmente para crear la ilusión de juventud?
Marshall McLuhan una vez dijo
que lo último que un pez notaría en su hábitat es el agua.
Del mismo modo, las realidades más fuertes y obvias de nuestra cultura humana
parecen ser también las menos reconocidas.
Sólo cuando hacemos una pausa, generalmente al riesgo de la alienación social
para cuestionar las ideas y los principios básicos hacia los que nuestras vidas están orientadas
es que una verdad oscura sobre nuestra supuesta "normalidad" se vuelve más clara.
Hoy, vivimos en un océano de enormes olas de obsesión por el estatus
el materialismo, la vanidad, el ego y el consumismo.
Nuestras propias vidas se han definido
no mediante pensamientos productivos, contribuciones sociales y buena voluntad
sino por un conjunto superficial y delirante de asociaciones
donde el propio tejido de nuestra sociedad hoy irradia romanticismos baratos
conectados a una competencia vanidosa, un consumo desenfrenado y adicciones neuróticas
que generalmente están relacionadas con la belleza física, el estatus y la riqueza superficial.
En efecto, se trata de un conformismo social haciéndose pasar por individualismo
y las virtudes del equilibrio, la inteligencia, la paz, la salud pública
y la verdadera creatividad, son dejados a un lado a que se pudran.
El agua cultural que habitamos hoy en día sufre una dura contaminación.
Comienza en nuestros años de formación, donde ser astuto y emprendedor
es ser un nerd, un bobo o un cerebrito
y el elogio social queda para aquellos de apariencia aceptada
riqueza y musculatura insensata
reforzando la idea de que pensar, saber y cuestionar es ser ridículo
mientras que defender al status quo, ajustarse a los ideales impuestos por la sociedad
es recompensado.
¿En qué momento un multimillonario que tiene 5 mansiones
deja de ser un ícono del éxito culturalmente aceptado
para volverse un ejemplo de un severo trastorno mental
llegando a addiciones compulsivas, de hecho, donde el multimillonario es revelado
como nada más que una abominación social disfrazada
por su decisión de acumular niveles excesivos de riqueza que podría solucionar problemas
con ninguna otra utilidad más que la de un mero estatus egocéntrico?
Pero, de nuevo, no podemos ser tan duros con ellos, ¿cierto?
Porque lo que están haciendo es simplemente lo que les han enseñado.
Al igual que las religiones en las que crees o las estrategias de juego que utilizas para sobrevivir
son originadas y cultivadas por la condición ambiental de tu existencia
también lo son las muchas otras olas de influencia en este
océano de memes (ideas) que comprende el zeitgeist del tiempo.
Entonces quizás debamos empezar a cuestionar que es
lo que realmente estamos tratando de lograr en lugar de quejarnos
y observar las normalidades sociales de progreso y éxito tal como existen.
No sé ustedes, pero estoy empezando a sospechar
que el nuevo estilo de vida comercial promocionado por los economistas
y los historiadores como si fuera una maravilla del desarrollo humano/social
es en realidad una forma encubierta de retraso:
una distorsión invisible que se manifiesta en los valores y que nos enferma
nos vuelve antisociales, cada vez más vanidosos
indiferentes al medio ambiente y quizás
cada vez más maleables ante las facciones de control de nuestra sociedad.
Quizás, solo quizás
nuestras luchas para alcanzar el supuesto "éxito" en la cultura moderna en realidad
no sean síntomas de progreso social en absoluto
sino síntomas de una cultura en decadencia.
Del creador de la trilogía cinematográfica Zeitgeist
llega el peor reality show de todos los tiempos
el auténtico
GMP Films presenta
Cultura en Decadencia
Con su guía: Peter Joseph
www.CultureInDecline.com
Una nueva enfermedad ha golpeado a Estados Unidos, y rápidamente se esparce a través del mundo:
una enfermedad ampliamente desconocida en épocas antiguas
y casi completamente desapercibida por aquellos que la llevan
una enfermedad que se propaga no como un virus físico o una predisposición genética
sino a través de memes culturales, ideas,
ideas que están infectando la mente, creciendo y mutando en diversas cepas
inhibiendo el bienestar mental de muchos.
Se llama T.C.V.; Trastorno de Consumo Vanidoso.
Es una plaga de la sociedad moderna que no sólo contamina
las mentes y los valores de los infectados
sino que también esta convirtiendo nuestro mundo en un pozo de minimercados
y trastornos de imagen propia, materialismo despilfarrado
y transgresiones sociales beligerantes.
El siguiente mensaje es pagado por el Instituto de Investigación del T.C.V.
He estado trabajando con estas chicas hace ya varios años.
Lo que muchos no saben sobre el T.C.V.
es que ha habido varias sub-cepas o mutaciones.
Estas mujeres aquí sufren de S.C.S. o Síndrome de la Chica Sexy.
Bueno, veo que tenemos algunas caras nuevas aquí.
¿A alguien le gustaría presentarse?
Me mudé a Los Ángeles hace un par de años, y...
Empecé a notar cambios extraños en mi cuerpo
mis minifaldas se volvían cada vez más cortas, y...
Empecé a gastar cada vez más en cosméticos y tacones y joyas baratas
y luego comenzaron las inyecciones de Botox, y...
simplemente no pude parar.
Mis labios se hicieron cada vez más protuberantes, y
para el segundo o tercer aumento de glúteos,
estaba viendo temporadas viejas en DVD de "America's Next Top Model"
y "Extreme Makeover" todos los días de la semana
teniendo citas con un imbecil estrella del fútbol americano trás otro, y
lo próximo que supe
es que estaba en la portada de Vogue. -Ooohh!
Está bien, cariño. Yo también estuve en la portada de Vogue.
Con su ayuda podemos abolir el S.C.S. en nuestro tiempo de vida.
Si desea ayudar a estas víctimas, por favor done todos los productos Gucci,
Louis Vuitton & Prada a su basurero local.
Si nos remontamos a los principios del siglo veinte
descubrimos que la industria enfrentó una encrucijada crítica
debido a que los rápidos avances tecnológicos empezaban a desafiar
los fundamentos más básicos de la economía tradicional
y por ende, de la operación social.
En el núcleo de nuestro sistema socioeconómico se encuentran el empleo y la demanda.
Sin demanda de productos, por supuesto, no hay necesidad de producir o que haya empleo
y sin empleo, la gente no tiene un ingreso o poder adquisitivo
para comprar los bienes que mantienen la economía en funcionamiento.
A principios del 1900, una gran expansión de productividad
mediante la aplicación de las máquinas y de la mecanización
ocasionó algo que la industria nunca había visto antes:
un excedente de bienes.
Un artículo de 1927 en la revista "Nation's Business"
donde se realizó una entrevista al entonces secretario de trabajo James David, escribió:
"Es posible que finalmente las necesidades del mundo
sean producidas en tres días de trabajo a la semana."
Años más tarde, el ingeniero R. Buckminster Fuller
describió al fenómeno como capaz de lograr "más con menos"
debido a que la energía, la mano de obra y los recursos necesarios
para lograr metas particulares realmente disminuían
mientras que los propios logros se estaban acelerando.
En otras palabras, la industria se estaba haciendo cada vez más eficiente técnicamente.
Sin embargo, los Estados Unidos de antes del siglo veinte y la sociedad de Occidente en general
mantuvieron una ética de ser frugales, ante todo.
Había un espíritu conservador en donde los bienes eran obtenidos por su utilidad
una cultura de necesidades, no de deseos excesivos
y la mayoría de la gente realmente no veía la necesidad de incrementar su nivel de consumo
simplemente porque podía hacerlo.
Entonces, los industriales y planificadores sociales dominantes tuvieron que tomar una decisión.
El sistema debía ser adaptado a esta nueva productividad de "más con menos"
que podría significar un incremento en el tiempo libre, una reducción de la semana laboral
y un ajuste en la escala de pagos y el valor de los bienes
que refleje esta nueva abundancia como debe ser
o, algo más dramático debía ocurrir: los propios valores subyacentes
y afectos de la cultura necesitarían ser alterados
de modo que la propia idea de consumo se vuelva una utilidad en si misma
y así consumir por el bien de consumir
a fin de mantener el status quo.
Bueno, no hace falta decir, dada la propia naturaleza de la filosofía capitalista
la segunda... ¿Qué pasa? ¡Oh, es cierto!
Bueno, no hace falta decir, dada la propia naturaleza de la filosofía capitalista
la segunda idea fue considerada como la única opción razonable.
La actual ética dominante de incrementar la rentabilidad por parte de la industria
no debía verse comprometida, entonces la idea alternativa
de trabajar por una abundancia que cubra las necesidades humanas
permitiendo quizás un nivel de libertad nunca antes visto
incluso hasta haciendo florecer una nueva época de iluminación en la existencia humana
rápidamente fue bloqueada por los intereses de la clase propietaria
y el mundo que ves a tu alrededor, cada vez más lleno de mierda
vanidad, materialismo, desperdicio, esclavos asalariados, conflicto
y consumo inconsciente e impulsivo, fue el resultado.
La temporada de compras festivas tuvieron un comienzo violento:
un empleado temporal de Walmart fue pisoteado hasta la muerte
por compradores ávidos de gangas el día después de acción de gracias.
Una carrera loca en una tienda de Walmart tiró compradores al suelo
cerca de Grand Rapids, Michigan a las 5 de la mañana.
A pesar de que varios caían al suelo, los compradores siguieron su marcha.
¡Cálmense, carajo!
¡Empujen a uno de los míos y apuñalaré uno de los suyos, hijos de p*t*!
Otro incidente aquí, una mujer embarazada de 28 años
fue tirada al suelo por la misma multitud.
Testigos de la escena dicen que la mujer sufrió un aborto espontáneo.
En el sur de California se escucharon disparos dentro de una juguetería llena de gente.
Dicen que una mujer roció a otros compradores.
Esto realmente sucedió con un atomizador de pimienta.
Mientras tanto, aquellos que conocían a Damour tildaron su muerte de "insensata".
Actúan como animales, sólo para comprar algo por 5 dólares
para ahorrar 5 dólares. Realmente asesinaron a este tipo.
- ¿Cuánto hace que estás aquí?
- He estado aquí... 3 días.
- En tus propias palabras, ¿qué te trae aquí? - Televisores.
- Mi hijo quiere el... Lo que quieren es un iPad, creo, ¿Samsung?
Pero lo que ocurre es que no lo venden a mitad de precio.
- Que mal.
- Muchos empujones y corridas ocurren en las tiendas.
Recuerdo haber visto algo así en las noticias. ¿Alguna vez has tenido esa experiencia?
- No en un Viernes ***, en conciertos musicales
pero sé lo que sucede, estoy preparada.
- ¿Estás lista para empujar la gente hacia atrás? - Así es.
- ¿Qué piensas sobre este tipo de consumo impulsivo
que a veces se torna tan contundente?
- No lo sé. Creo que será muy estresante para todos.
Este es Eddie Bernays. Él es considerado el padre de la publicidad moderna
más famoso por haber transformado la detestable palabra "propaganda"
en el cálido y mullido eufemismo "Relaciones Públicas".
Bernays caprichosamente tomó ideas populares del psicoanálisis freudiano
y comenzó a aplicarlas en campañas de publicidad.
La idea era simple:
Vincular y explotar las urgencias sociales primitivas comunes en la mayoría de los humanos
como la sexualidad y el estatus, mediante un producto.
- ¡Es mucho más largo que el año pasado!
- Lo es, casi cuatro pulgadas más en algunos modelos.
Ohhhh!
Los productos se volvieron menos relevantes en su utilidad
y más en un símbolo que representaba la identidad o el individualismo de uno
transformando exitosamente meros deseos en necesidades emocionales.
Bernays fue una respuesta a una necesidad creciente de los líderes industriales
de reprogramar la sociedad y crear una nueva cultura de consumo.
Charles Kattering, el director de General Motors en 1929
escribió sobre la necesidad de "mantener al consumidor insatisfecho".
El banquero de Wall Street, Paul Mazur, dijo:
"Debemos lograr que Estados Unidos pase de ser una cultura de necesidades a una cultura de deseos.
La gente debe ser entrenada para desear.
Para querer cosas nuevas incluso antes de que las viejas hayan sido consumidas por completo.
Debemos moldear una nueva mentalidad en Estados Unidos."
¡Y funcionó!
La innovación tecnológica de la radio y la televisión ayudó a lograr este fin
con una campaña de saturación en toda la sociedad estadounidense
que rápidamente se extendió a través del mundo.
La publicidad ya no era para describir la función de un bien
y su integridad inherente. Ahora se trataba de manipulación social
crear inferioridad, verguenza, culpa, y problemas falsos
que sólo podían ser resueltos rindiéndose a una compra.
En una vida de 80 años de duración
miramos 15½ años de televisión en promedio
15½ años en que nuestros cerebros son licuados y sodomizados
zombificados, y luego productos glorificantes e insensatez
y eso nos jode, ¡porque las publicidades son imbéciles!
Son imbéciles. Imagina si una publicidad fuera un tipo ordinario
que se te acerca en la calle, diciendo:
¡Ey, ey tú! ¡Ey tú!
Si usas estos jeans, las chicas sexys se acostarán contigo.
Me refiero a chicas sexys, no esa tipa fea que llamas tu novia.
Y por cierto, ¿podrías decirle
que necesita perder un poco de peso y hacer algo con su cabello?
¡Ella también podría hacerlo! Si utilizara estas pastillas dietéticas y este gel.
Y por cierto, ustedes dos probablemente deberían
fumar estos cigarrillos y tomar esta cerveza. Así serían muy cool.
Aunque tus dientes están un poco amarillos
¡pero podemos solucionarlo tan sólo si utilizas esta mierda blanqueadora!
Y entonces las chicas sexys se acostarán contigo.
Y por cierto, ¿estás contento con el tamaño de tu pene?
Si lo estás, está bien, muchos tipos están felices con el...
"tamaño gracioso" ¿Es así como lo llaman? ¿"Tamaño gracioso"? A muchas chicas les gusta eso.
Es decir, yo no conozco ninguna, pero apuesto a que hay algunas.
Pero si cambias de parecer, todo lo que tienes que hacer es tomar estos bebés
y pronto tendrás que llamar a tipos para que te ayuden a llevar tu chatarra
¡como la cola en un vestido de novia!
¿Pero cómo vas a llamar a tus cargadores de chatarra con ese teléfono asqueroso que tienes?
Deberías utilizar este teléfono con esta tecnología táctil de mierda
que hace que otras personas se sientan mejores que tú
sólo por tener éste teléfono, y lo son. Son mejores que tú.
Oh por dios, todas estas cosas que necesitas y no tienes me ponen ansioso.
¿Te hace ansioso? ¿Te hace? ¿Te hace? ¿Te hace?
¿Estás ansioso ahora? ¿Lo estás? ¿Lo estás? ¿Lo estás?
Bueno, ¡todo lo que tienes que hacer es tomar un par de estas y en dos semanas
te sentirás mejor que nada!
Además, efecto secundario de regalo: Estas píldoras también hacen que el pelo del culo
tenga más brillo y sea más maleable con mayor rebote.
De cualquier manera, tengo que irme porque tu novia acaba de decidir
que ese vestido vintage le queda bien, y tengo que cambiar esa mierda pronto
antes que deje de tomar ese cóctel de Ambien y Prozac que le di
y entonces dejará de comprar continuamente
para llenar el vacío creado por el odio propio, creado por mi.
¿Te juntarías con un tipo así?
Verán, en el núcleo de la publicidad
se encuentra la explotación de nuestra profunda naturaleza social.
Nuestra identificación comunal empática es transformada
en un arma de juicio externo e inseguridad relativa.
De hecho, algunos años atrás se condujo un estudio
donde la televisión occidental fue llevada a una cultura
que nunca antes la había experimentado en la isla de Fiji.
Cuando el período de observación terminó
el efecto de los valores materialistas y la vanidad tuvo un fuerte impacto negativo.
Un porcentaje significativo de mujeres jóvenes, por ejemplo
que antes había adoptado el estilo de un peso saludable y lleno de características
se obsesionó con ser delgadas.
Trastornos alimenticios de los cuales ni se escuchaba en esta cultura
empezaron a esparcirse y las mujeres específicamente se transformaron
pero volvamos a nuestra clase de historia.
Este materialismo vanidoso y neurosis de consumo obsesiva
tan fuerte como es, no era suficiente para asegurar
la estabilidad de la religión capitalista
y los beneficios de los sacerdotes de la clase propietaria.
Dejando a un lado la generación de consenso a través de la publicidad
la era tecnológica trajo otro sucio problema para los negocios:
el incremento en la eficiencia del producto.
La producción no sólo se estaba moviendo más rápido que el consumo tradicional
sino que además la propia calidad de los bienes estaba incrementándose
debido a los avances científicos en el diseño
haciendo que la necesidad de repetición de compra fuese cada vez menos común.
Vaya, esto no era bueno.
Recuerden, el conductor fundamental del empleo, la rentabilidad y el consumo
por ende, el conductor fundamental de nuestra economía en general
es la escasez y la ineficiencia.
De hecho, el enemigo de la economía de mercado siempre ha sido la capacidad
y mientras mejor sea un bien y mayor su duración, peor para la industria.
Entonces, así fue como se rompió fuente y nació la obsolescencia planeada.
En 1932, el industrial Bernard London propagó un folleto intitulado
"Terminar la Depresión a través de la Obsolescencia Planeada"
donde la idea de producir bienes pobres universalmente
para generar mayor demanda de trabajo y crecimiento, parecía lógica.
Algunos incluso querían que fuese mandatorio para las industrias, legalmente
y que los ciclos de vida fueran decididos no por el estado natural de la capacidad tecnológica
sino por la mera y constante necesidad de empleo y de incremento en el consumo.
De hecho, el ejemplo histórico más notable de esta etapa
fue el cartel Phoebus de la bombilla de luz en la década de 1930
donde, en un tiempo donde las bombillas podían durar hasta 25 mil horas
el cartel obligó a cada companía a restringir la vida útil de la bombilla
a unas 1000 horas para asegurar la repetición de compras
y con el paso del tiempo esto eventualmente se convirtió en un enfoque estratégico de todas las industrias.
Si fueras a comparar la verdadera eficiencia posible en la actualidad
con lo que realmente hacemos para mantener en funcionamiento esta máquina de desperdicios y carencias
vomitarías en tu sopa ante las posibilidades perdidas.
El componente final que hay que mencionar
se relaciona con el problema del poder adquisitivo en si mismo.
Hacía falta algo que garantizase la circulación monetaria y el supuesto crecimiento
incluso si las partes compradoras no tenían dinero.
Bueno, bienvenidos a la expansión crediticia.
El acceso crediticio ha sido, en realidad
el conductor fundamental del crecimiento económico en Occidente por mucho tiempo
y un rápido vistazo a la actual deuda privada y pública global
muestra que no es anormal que una persona o un país
viva mucho más allá de sus medios financieros.
De hecho es la moda establecida.
La cantidad de deuda que hoy existe en el mundo
excede ampliamente al propio suministro global de dinero
y ha sido esta práctica de prestar desde la nada
la que ha compensado los límites inherentes del empleo y los salarios.
Sin embargo, tan fastidioso como todo esto puede parecer
con respecto a la irresponsabilidad ambiental y la neurosis cultural
la madriguera del conejo es aún más profunda.
Generalmente nos olvidamos que la tendencia subyacente del último par de miles de años
es que en nuestra especie aparentemente algunos son más meritorios que otros
y la esclavitud, la explotación y la privación asegurada de un grupo
para la ventaja de otro, fueron consideradas leyes de la naturaleza.
Durante el feudalismo de la Edad Media, las divisiones sociales claramente se definieron
con el rey y sus nobles y los barones, etc.
manteniendo el control de la legión de siervos que esencialmente eran esclavos
a cambio de recursos básicos y protección moderada.
Una cuestión común durante este período era que una superiodad genética o religiosa
de los reyes y sus constituyentes les daba el derecho a dominar.
Sin embargo, a medida que el feudalismo se convirtió en un mercantilismo monopolista de estado
y luego en un capitalismo de mercado abierto
la visión del trabajador campesino promedio
o el esclavo asalariado de la clase obrera como es en la actualidad
mutaron a una posición en donde la protección que recibían anteriormente
fue removida para respaldar una doctrina
que indica que si una persona no puede obtener trabajo en la economía de mercado
su derecho a la vida o mera existencia queda completamente sin seguridad.
Adam Smith, David Ricardo, y Thomas Malthus
y otras figuras centrales del amanecer del capitalismo moderno
dejaron muy en claro que el sistema que proponían no era para todos.
No es que ellos lo hayan querido de esa manera.
No eran nazis o nada
pero cuando consideras el mundo conducido por la escasez en el que vivían
sí parecía bastante natural. Adam Smith
observando la naturaleza del orden social definido por relaciones de propiedad
declaró: "El gobierno civil
hasta ahora instituido para proteger la propiedad
en realidad se instituyó para defender a los ricos de los pobres
o para aquellos que tienen alguna propiedad contra aquellos que no tienen ninguna."
David Ricardo, basándose en la visión pseudodarwinista de Smith
de "La Mano Invisible" en referencia a la supervivencia del mercado
extendió la noción a que la pobreza y la carencia inevitables de los pobres
eran "una ley social de la naturaleza" como la gravedad
y Malthus llegó tan lejos como para decir que
uno sólo le hace daño a los pobres tratando de ayudarlos.
Declaró: "En lugar de recomendar la limpieza de los pobres
deberíamos alentarlos a hábitos contrarios.
En nuestros pueblos, deberíamos hacer las calles más estrechas
aglomerar más personas dentro de las casas, y cortejar el regreso de la plaga."
Por supuesto, muchos que hoy escuchan esta retórica reaccionan con aprensión
sin entender la fuente de tales frías perspectivas.
De nuevo, si volvemos a la Europa pre-industrial
y presenciamos el amplio desequilibrio, escasez y pobreza
quizás debido a que la población excedía la capacidad de producción
tu intuición podría llegar a la conclusión de que
la capacidad de soporte de esa tierra simplemente no alcanza para la población actual.
También entonces se te podrían ocurrir algunas justificaciones muy convenientes
en cuanto a por qué algunos deben vivir y prosperar
y algunos otros morir y ser despojados
por qué algunos merecen gran riqueza y honor
mientras que otros deben ser condenados a la destitución y la subsistencia.
Entonces, es muy fácil ver como este clasicismo se mantuvo fuerte
incluso considerando que las contrapartes de racismo y sexismo
poco a poco se han calmado en la cultura moderna.
Hoy, todas las escuelas de pensamiento económicas, desde la Keynesiana hasta la Austriana
respaldan un tema de "voluntad del mercado"
donde tu valor es medido no por el hecho de que existes como ser humano
sino por el lugar que ocupas o no en la máquina económica.
Consideremos esta cita de Ricardo:
"Contrayendo gradualmente la esfera de las leyes de pobres
imprimiendo en los pobres el valor de la independencia
enseñándoles que no deben acudir a la caridad sistemática o eventual
sino a sus propios esfuerzos de sostén
que la prudencia y la prevención son virtudes útiles y redituables
gradualmente alcanzaremos un estado más sólido y saludable."
El mito de este sistema es que la gente obtiene aquello por lo que trabajó
como si fuera un campo de juego nivelado
como si las conductas competitivas no generaran corrupción. - ¡Error!
- Oh no... Bob, ¿qué hace él acá?
- ¿Qué clase de basura les estás dando de comer en este episodio, Peter Joseph Stallin?
- Escucha, hombre... - Aah, escúchenme todos.
Lo que el Capitán Odiador de la Libertad aquí no parece entender
es que los pobres ¡son unos putos idiotas!
Son estúpidos y vagos, y obtienen lo que se merecen, ¿está bien?
Y estoy tan cansado que el estado haga de niñera
y aplique impuestos en mi pensión ganada con mucho trabajo
para que estos cretinos vayan y se den la gran vida
con sus billetes de lotería y su licor de malta y...
Lo lamento, Bob. ¿Estás bien?
Ponlo en su jaula de nuevo.
Ahora, es ahora que puedes estar preguntándote
¿qué tiene que ver todo esto con el consumo?
Bueno, si entiendes el espíritu tradicional del capitalismo de mercado
y como se rehúsa a aceptar la posibilidad de cuidar a todos
combinado con el delirio de que aquellos que se benefician más
deben ser más inteligentes y más dignos de existencia que otros
como si fuera una ley de la naturaleza
el rol de la cultura de consumo en la actualidad asume un propósito muy diferente.
Existe como un poderoso medio de control social
y para mantener el status quo de división de clases y subyugación.
Ayuda a perpetuar una tendencia que ha estado presente durante mucho tiempo
desde la era de los reyes ordenados
quienes estaban destinados a gobernar y explotar a las masas débiles.
Verán, el egoismo material individualista glorificado en la actualidad
no sólo acentúa perfectamente los valores económicos clásicos
de Ricardo y Smith, sino que también refuerza el neoliberalismo moderno
donde la visión sobre el interés propio, independiente e indiferente, y el narcicismo
es mantenido como algo sagrado
mientras que cualquier intento de trabajar por una mayor consideración social
trabajar para lograr un entorno de comunidad, es histérico.
Al mismo tiempo, agrava la división de clases, dado a que la cultura de consumo
ha creado un sentido abstracto de competencia y estatus
en donde tener más que los otros es equiparado con el éxito.
Repentinamente, que el 1% de la población sea dueña del 40% de la riqueza del planeta
es aún más justificado
con la manera en que uno puede pasar por encima de la gente que vive en la calle
y asumir que deben ser de esa manera debido a su falta de iniciativa
pereza, o inferioridad general.
La cultura de consumo moderna, la enfermedad del consumo vanidoso
asegura que el público se mantenga distraído y en guerra consigo mismo.
Asegura que las ganancias de este despilfarro y compras innecesarias
conducidas por la insatisfacción emocional
continúen perpetuando y justificando la élite rica
y asegura que los pobres y los miserables del mundo
se mantengan en su lugar
porque, adivinen qué, debe tratarse de alguna "ley de la naturaleza".
Pensamientos finales.
Es muy probable que el concepto más delirante y secuestrado del mundo en la actualidad
sea el de "libertad".
En la poesía política, históricamente, pasó de ser
un interés general para asegurar la calidad de vida, remover la opresión
a un artilugio de marketing para venderte cosas que no necesitas
y asi asegurar la integridad de una economía política corrupta y elitista.
No sé ustedes, pero realmente no me importa un carajo
las diferentes variedades de pasta dentífrica o desodorante
que puedo elegir en un almacén
mientras que al mismo tiempo me brindan la farsa de elegir entre dos políticos
que claramente pertenecen a una misma clase.
Realmente no me importa mucho la libertad de poder tener un
"gran café exprés doble-con moca-blanco-sin grasa-al vapor-con leche-agitado-
sin endulzantes-libre de cafeína-masturbante-dame nalgadas
con azotes extra, en Starbucks.
Verán, la mejor forma de control social es
aquella donde la ilusión de elección persiste
y la obsesión vanidosa del consumidor galopante a través del mundo
hoy encarna la nueva forma de democracia.
Olvídense de la plutocracia oligárquica que continúa gobernando y destruyendo el mundo.
Tan sólo enfóquense en las celebridades ricas en la portada de ese catálogo de productos
disfrazado de revista literaria.
Olvídense que la ganancia financiera y monetaria es una medida de éxito
y que delirante realmente es
porque el fenómeno psicológico de la carencia relativa
ha mostrado que tener cada vez más lujos
generalmente no te hace feliz
sino más neurótico, inseguro y antisocial.
Olvíden el uso cada vez mayor de antidepresivos
y otros trastornos de salud mental que han emergido alrededor de nuestra sociedad material
y en su lugar has lo que muchos hacen: ¡Ve a comprar!
Hoy en día, el acto de comprar se ha convertido en una forma
de terapia para las personas, si es que prestas atención
un medio artificial para sentirse mejor con uno mismo.
Y olvídense la realidad de que la mentira más grande detrás del sistema político
es que puede existir igualdad política en la estela de una desigualdad económica perpetua.
El hecho es que la condición tóxica que hemos creado alrededor
de esta nueva libertad materialista se encuentra en la raíz de un amplio desperdicio
no sólo de los recursos de la Tierra sino también del potencial humano
y la propia integridad humana.
Mientras más posees, más te poseen
y al margen, todos son bellos cuando sonríen.
[suena el teléfono celular]
Lo siento damas y caballeros, estoy llegando tarde a mi pedicura
asi que hasta la próxima, mantengan los ojos pegados al peor
y aún así el mejor reality show de todos los tiempos.
Mi nombre es Peter Joseph, y como tú,
soy un agente y una víctima de una Cultura en Decadencia.
Un agradecimiento especial a las chicas CCS por donar su humildad :)
Un agradecimiento especial a Lee Camp | www.leecamp.net
Escrito y editado por Peter Joseph mientras comía pollo y waffles.
Algunas imágenes en esta producción son no licenciadas a través del código de copyright de 'fair use' de los EEUU.
...intenten demandarnos.
www.CultureInDecline.com
[Terapista] Asi que dadas las adversidades que viven en su día a día
lidiando con esta enfermedad, ¿cómo las ha afectado?
Por qué no comenzamos contigo... ¿A qué te dedicas?
- ***. -***. -Modelo de Victoria's Secret
-***.- Modelo de Louis Vitton.
- ***. - Modelo, supongo. -***.
- Modelo de Vestimenta Estadounidense...
Está bien. ***.