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Bienvenido, forastero. Me llamo Halek,
encantado de conocerte.
Regento esta tiendecita
que tiene los pertrechos necesarios para mantenerte con vida.
Rage es, por encima de todo, un shooter en primera persona.
El resto de elementos, como las carreras y el combate entre vehículos,
son adictivos,
pero es importante establecer con claridad lo que pretendemos.
En id, creamos juegos en primera persona.
Cuando coges la escopeta y le pegas un tiro a uno de los malos,
sabes lo que va a pasar.
Lo que hemos intentado conseguir en Rage
es que, al entrar en un entorno nuevo,
te encuentres con armas, tipos de munición,
u objetos de fabricación nuevos para mantener la frescura de la experiencia.
Así, a medida que avanzas por el juego, tu arsenal va creciendo.
Existen varios elementos
que determinan si un arma es buena o satisfactoria.
Al apretar el gatillo,
tiene que pasar algo al otro lado,
una respuesta, como que
le revientes la cabeza a alguien o que un tío muera con una animación brutal.
Mira, a mí siempre me han encantado las escopetas,
especialmente en los juegos de id.
Creo que si no metiéramos una escopeta, decepcionaríamos a muchos fans.
Pero la ballesta, como es tan diferente y novedosa,
es casi una especie de herramienta.
Mi arma preferida en Rage es el wingstick.
A ver si lo adivino: ¿quieres aprender a lanzar un wingstick?
El wingstick es un arma arrojadiza que se usa con la mano torpe.
El wingstick es un arma icónica.
Es un bumerán letal de bordes cortantes.
Y cuenta con un nanonúcleo de guía inteligente.
Este es parte de su diseño.
Si lo lanzas bien, puedes cortarles la cabeza a los mutantes.
Tenemos unos juguetitos llamados accesorios u objetos de fabricación,
e incluyen cosas como un coche de control remoto con una bomba lapa.
Ahora vamos a colocar una torreta defensiva.
Si cuentas con las piezas y los planos necesarios,
puedes construirla donde quieras.
Así, mientras corres y disparas,
en lugar de lanzar una simple granada o un wingstick,
lo que colocas en el suelo es una torreta defensiva.
A medida que avanzas por el juego vas encontrando
objetos de fabricación más complejos,
como son los robots vigía, o unas máquinas automatizadas
que disparan contra tus enemigos.
Si usas estos objetos de fabricación,
Rage se puede convertir en un juego bastante estratégico.
Pero no se aleja demasiado de nuestra mecánica básica,
que es única. Todo tiene que seguir los mismos principios.
Pago bien la mercancía de calidad.
El juego tiene su propia economía,
y, cuando la gente piensa en ella, piensa en los juegos de rol.
Sin embargo, aquí la economía es
tu herramienta para manipular la forma de jugar,
es una mecánica que permite tomar decisiones al jugador.
Recoges el dinero y otros objetos interesantes.
Luego los vendes y escoges la munición que quieres comprar.
Cuando consigues una de estas novedades, quieres probarla
y, al hacerlo, descubres cómo afecta a tu papel de jugador
y cómo quieres abordar la situación.
Pero no queremos que el inventario se meta por medio a cada paso que des.
Hay una razón para su existencia, siempre la hay,
y queremos mantenernos fieles a esa idea.
En el mundo de Rage, lo esencial es la supervivencia y los elementos
que necesita el jugador para garantizarla.
Él decidirá cómo usar los accesorios, las armas
y los distintos tipos de munición.
Además de las clásicas mecánicas de shooter en primera persona
que queremos que predominen en el juego,
hemos creado distintas opciones
para cuando entras en una zona con todo ese arsenal letal.
También tienes la opción de no usar ninguna estrategia.
Derribar la puerta de una patada,
sacar la escopeta gorda y liarte a tiros con los malos.
Queremos darle al jugador la oportunidad de enfrentarse
a la IA como lo desee.
Y creemos que esto añade mucha vida y opciones de volver a disfrutar del juego.