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Buenas tardes.
Esta es una foto del día más importante de mi carrera profesional.
Fue el día en el que me convertí en emprendedor.
Era un día de apertura.
El 2 de junio del 2000
y tenía 27 años.
Ahí estoy yo con corbata.
Ese fue el último día que llevé corbata en mi restaurante.
Abrir las puertas de mi primer restaurante
me ha traído una gran felicidad y alegría.
Me gusta tanto mi carrera profesional
que ni siquiera lo considero como trabajo.
Es mi identidad, es quien soy, es mi alma
y de verdad que es realmente fabuloso.
Tener una trayectoria empresarial,
me ha permitido hacer todas las cosas que me gusta hacer durante los últimos 12 años.
Puedo dirigir.
Llego a crear cosas de absolutamente nada.
Construir restaurantes desde lo básico
hasta hacer el menú.
Llevo pantalones vaqueros al trabajo.
Es algo bueno.
Pero ¿cómo he llegado a mi 2 de junio del 2000?
Quiero decir, trabajo duro y preparación,
sí, es un hecho.
Pero la mente de un emprendedor inspirado
tiene que estrujarse lo justo
para tener la fortaleza de saltar el abismo empresarial.
Porque si no tienes tu 2 de junio del 2000,
tu día de apertura,
no puedes disfrutar la carrera empresarial.
Y hoy, he intentado pensar hacia atrás e imaginarme
qué era lo que iba a pasar por mi mente
en los años anteriores al 2 de junio del 2000
que me permitieron tener
un negocio, en este caso, un restaurante,
no para tener mucho éxito
pero justo para estar en la línea de salida.
Así que la gente siempre pregunta
cómo encontré mi pasión.
Creo que es la manera equivocada de pensar en ello.
Es demasiado pasivo.
Me explico. Tenía 17 años y era ayudante de camarero en un restaurante.
Rellenaba los vasos de agua y preparaba las mesas.
No era una experiencia exclusiva.
Pero vi mucha diversión, vi mucha emoción.
Vi a los cocineros cocinando, a los chefs gritando,
Vi a camareros preocupándose por los invitados que estaban comiendo, bebiendo y divirtiéndose.
Y yo también me entusiasmaba por ello.
La gente estaba pasando un buen rato.
Podría haber habido otros campos que habría podido elegir
para apasionarme, pero mi experiencia fue un restaurante
y eso es lo que he elegido para entusiarmarme.
No fue amor a primera vista,
no fue algo con lo que tropecé,
no fue algo que simplemente apareciera.
El futuro emprendedor tiene experiencias,
tiene experiencias y las evalúa
no por lo que son, sino por lo que podrían ser.
Encuentran algo que tiene potencial para ellos,
y luego eligen apasionarse por ello.
[El camino no elegido]
Lo peor que puede hacer un futuro emprendedor es seguir el camino normal.
Como graduado en la Universidad de Georgetown en 1995
cuando me gradué
lo normal sería ir a clase de derecho
y convertirme en otro abogado.
Pero en su lugar, conocí la familia de un amigo que está en el negocio de los restaurantes,
me senté con ellos y les pregunté
qué tendría que hacer para tener una gran trayectoria en esa industria.
Y eso para mí, el camino que no tomé
transformó ese diploma tan caro
en un trabajo a 8 dólares la hora en un restaurante.
Y luego convirtió esa experiencia en dos años en una Escuela de Cocina.
donde un día típico suele implicar cata de vino,
relleno de salchichas,
y tomar una motosierra de 250 kilos para convertir un gran bloque de hielo en un cisne
Ya saben, cosas divertidas.
El camino que tomé sorprendió a mi familia y amigos,
pero para mí realmente hizo la diferencia.
[Se siente incómodo]
Si tu objetivo es subir una escalera,
no porque quieres convertirte en el vicepresidente de un cierto departamento
sino más bien porque algún día quieres tener tu propia escalera.
El confort equivale a complacencia.
Todavía puedo recordar lo estresado que estaba
con veintipocos, cada vez que trabajaba en un nuevo restaurante,
porque había tanto que aprender.
Y me gusta decirlo, saben,
si estás empezando en una estación por primera vez en un restaurante
en una noche en particular, al invitado no le importa
si ése es el día o uno o el cien.
Y hay tanto que aprender.
Pero de lo que me di cuenta era de que era algo bueno,
que no estaba cómodo, porque a medida que podía estar incómodo
sabía que estaba aprendiendo muchísimo.
Ahora, esto enloquecería a mi jefe,
porque continué pidiendo estar en nuevos puestos todo el tiempo.
Así que cuando por primera vez empecé, era un invitado
y ahí estaba yo, sirviendo postres, y luego friendo calamares,
y todo esto en un periodo de 6 meses.
Y luego, conseguí un segundo trabajo, sirviendo mesas, y sólo podía aprender de ello.
Luego empecé a trabajar en una estación de parrilla y luego a estación de salsas,
y después fui a la Escuela de Cocina donde cada día era nuevo y diferente
y había tanto que aprender.
Luego me gradué y conseguí un trabajo como segundo de cocina.
Y en cuanto empecé a ser más o menos bueno en ello, lo dejé
y me convertí en gerente de salones.
No dominé nada de ello. (Risas)
Pero fue la experiencia, fueron las experiencias que tuve después.
Quiero decir, después de todo, sólo tenía 26 años en esa época.
Para el futuro emprendedor,
en cuanto algo empieza a hacerte estar cómodo,
ésa es la señal de que hay que buscar
nuevos desafíos y oportunidades.
[Abraza a la imperfección cuando buscas oportunidades]
Si realmente no quieres conseguir nada en la vida
sólo espera para la oportunidad perfecta.
(Risas)
Tenía 27 años,
Tenía 27 años cuando caminé en el espacio
en el que pronto se convertiría en mi primer restaurante.
El lugar fue abandonado por el gerente anterior,
y digo literalmente abandonado.
Había uniformes y manteles esparcidos en el bar
y aquí en el salón
había platos socios con vasos sucios aún sobre la mesa.
Y en la cocina,
cada uno de los grifos estaba goteando y con fugas.
La mitad de los equipos ni siquiera funcionaban.
Estuve dentro con linternas, porque 6 meses antes
cortaron la electricidad,
pero aún había toneladas de comida en todos las cámaras frigoríficas.
El olor era tan malo. Era horrible.
Qué hedor.
Pero para mí, para mí, todo ello. era un sueño hecho realidad,
porque era mi oportunidad.
Así que, cuando firmé el alquiler, limpiamos todo.
Y de hecho intenté contratar a una empresa para que fuera allí
y lo limpiara.
Pero nadie quería hacerlo.
Así que lo hice yo mismo.
Y lo curioso es
que una oportunidad que se sostiene con cinta adhesiva
sigue siendo una oportunidad.
Un futuro emprendedor
toma una, toma una oportunidad
y tan solo empieza a trabajar.
Para mi la vida es algo asombroso, maravilloso e increíble.
Pero en la historia de la humanidad,
ha vivido más de mil millones de personas.
Y sin excepción,
sus vidas se terminaron en sus muertes.
La vida es una experiencia terminal. (Risas)
No hay una noche que vuelva.
El juego se acaba en un cierto punto.
La oportunidad de ganar
o más importante, de incluso sólo jugar,
el momento es ahora.
Así que entendí eso, incluso si tenía veinti algo
y entendí que la vida no es algo para ser mimado
ni frívolamente gastado.
Un futuro emprendedor entiende que la vida está hecha para ser vivida.
Tienes que ir tras él.
Porque la vida no es para siempre.
Y para mí, fue el último incentivo,
hacer mi día de apertura.
Y espero que todos aquellos futuros emprendedores de esta sala
o quien sea
puedan conseguir el suyo.
Muchas gracias.
(Aplausos)