Tip:
Highlight text to annotate it
X
¿Quieres otra rebanada?
Hasta luego.
Vuelven a mi memoria recuerdos familiares...
Vuelvo a ver mi bata negra
cuando era un colegial
En el camino de la escuela
Cantaba a plena voz
Novelas sin palabra
Viejas canciones de antaño.
Dulce Francia,
Querido país de mi infancia
Mecido por tierna despreocupación
Te he guardado en mi corazón.
Mi pueblo
con su campanario y sus casas tranquilas.
Todos los niños de mi edad
han compartido mi felicidad.
Sí, te quiero,
y te doy este poema.
Sí, te quiero,
en la felicidad o en el dolor.
Dulce Francia,
Querido país de mi infancia
Mecido por tierna despreocupación,
Te he guardado en mi corazón.
Te he guardado...
en...
mi corazón.
¡Eh, Masiny!
¿Estás de comunión, hoy?
¡Estate correcto!
Le conozco, es de mi clase.
En el colegio, era más alto y más fuerte que la mayoría de nosotros.
Pero nunca se peleaba.
Sin motivo, sin saber por qué, le había golpeado.
Miraba a sus ojos: no había enfado en ellos.
Notaba mi sexo endurecerse.
Me apreté a ella.
Nos han enseñado una nueva cosa hoy.
¿Sabías que respiramos por la boca y la nariz?
Pues también lo hacemos por el culo.
Esta vez, no te creo.
Sí, además está en mi libro.
"Hay dos formas de respiración:
la respiración pulmonar y la respiración cutánea".
"Cutánea", quiere decir por el culo. Lo veis...
Cuando lleguéis a mi clase, también lo aprenderéis.
Esta también es una peli Paramount
Las pelis Paramount son una coña
¡Ha, nunca viste alguna!
¿Irás a verla?
Sí.
¿Hay moros en la costa?
No.
Hay días en que están escondidos mas allá. No importa, vamos.
¡Venga, arriba!
Por aquí otra vez
¿Nos vemos en la plaza?
Sí, luego.
¡Abuela, iremos al circo!
¿Otra vez?
Desea todo lo que ve.
Iré a prepararle su almuerzo. Hasta mañana.
¡He atrapado un jilguero!
Voy a dar una vuelta por el circo.
¿Y tus deberes?
Mira aquí, un buitre...
¡Vaya pedazo de carne!
¡Christian!
¿Christian?
No era la primera vez que me confundía con otro.
Debería haber hecho algo; pero tuve miedo.
¿No habéis encontrado alcohol de quemar, ni petróleo o gasolina...?
Entonces no veréis mi actuación en su totalidad.
Sólo haré para vosotros el número de las botellas rotas.
Mirad, Señoras y Caballeros: he aquí botellas...
...que voy a romper ante sus ojos.
Mira esto...
Pueden constatar ustedes mismos - acérquense -
Estos cristales son mortales.
Me voy a tender encima.
Ruego a las personas más pesadas de los presentes
que lo comprueben y suban encima de mí.
Aquí, no hay trucos. El número se hace delante de Ustedes.
Las cartas están boca arriba.
Da la vuelta a los trozos peligrosos.
Ya está, puedes seguir.
Ahora, pueden subir encima de mí.
¡Y aquí tienen, Señoras y Caballeros, sangre pero sin dolor!
Mi número ha terminado, gracias por su atención.
Luego es tu turno.
No.
¿Tienes miedo?
No, pero no quiero.
¡Oh, tiene miedo!
Sigue ahora, ya que eres tan fuerte.
No tengas miedo, salta.
¡Vamos!
Allí hay un tío. Yo, me voy.
Esa chica, la conozco.
- ¿Es tu novia? - No.
La había visto antes. Había hablado con ella.
¿Por qué fingía no conocerme?
Dame tu revólver de tapón.
¡Un tapón, de prisa!
¡Me alegro verte, tengo que darte un abrazo!
¿Por qué?
Porque te han admitido en la escuela secundaria.
Sí, ¿cómo lo sabia?
Lo leí en el periódico.
La señora Duloup leyó en el periódico que he sido admitido.
Claro, los resultados de los exámenes se publican siempre en el diario.
Lo compraremos y lo guardaremos.
¿Me das dinero para un helado?
Cuidado, tú.
Si te cojo otra vez tirando con un revólver...
...de postas a mi hija, te las verás conmigo.
- ¿Quién, yo? - Sí, tú.
Le pegaste un tiro con revólver de postas.
- No tenía obligación de contarlo. - Ya.
Uno de treinta, por favor.
No es como en las películas. Cuando se besa a una mujer,...
...se hace boca abierta y con lengua.
¿Cómo es eso?
Sí, se mete la lengua en la boca de la mujer.
Ella hace lo mismo, las lenguas se enlazan y se mueven.
Es repugnante.
Adiós.
Hasta mañana.
En el año siguiente, mi madre pasaría unos días con nosotros.
Estaba con un hombre que nunca había mencionado en sus cartas.
Buenos días, señor.
Le puedes llamar José.
Te he traído una pluma estilográfica y un álbum.
¿Vienes a cenar? Está lista.
Tu madre dormirá en tu dormitorio.
Prepararemos otra cama en la otra habitación.
Mi madre hablaba del buen tiempo que hacía en la región donde vivía.
En octubre y hasta noviembre, salgo sin abrigarme.
Era español y no hablaba.
En la escuela aprendo español. ¿Podría Ud. corregir mi acento?
¿Puedes hacer las compras?
Estoy ocupado.
José irá.
Vamos, no.
¿No quieres acompañar a José? Él no sabe dónde están las tiendas.
No te equivoques, enséñale bien cuál es nuestro carnicero.
Tengo un hermano que es sastre, y otro que trabaja con los ciclos.
¿El ciclo, qué es?
Bicicleta y motocicleta.
Las vende y repara.
Ah sí, está bien.
¿Y usted?
Soy peón agrícola.
trabajo la viña, la tierra...
Entendí que al terminar el año escolar, mi madre me llevaría con ella.
Allí está.
¿Qué hace?
Lo hace a propósito. Déjalo. No vamos a correr detrás de un hombre.
Sigue mi ejemplo.
Bueno, sigue...
Sí, quédate así.
¿Se van de viaje?
Yo me voy.
Mi abuela me acompaña a la estación.
Con mi madre.
¿Durante las vacaciones?
No, para siempre.
¡Mamá, se va para siempre!
¿Se va?
Yo no; él se va solo.
Tu madre te esperará a la llegada, no te preocupes.
No me preocupo.
¿Tienes un buen asiento?
¿No sabe viajar?
Es su primer gran viaje.
¿Tienes el billete de viaje?
Aquí está.
No, es tu pase para andenes.
Lo tengo.
Escribe a tu llegada para decirme si hiciste un buen viaje.
Un abrazo a mamá.
Hasta luego.
Allí.
Es el Palacio del Trabajo.
Allí, el mercado.
¿Un cine?
Hay cuatro.
Esto es el colegio.
¿Es allí donde iré?
Ya veremos.
Ya verás, es pequeño. El casero nos ha prometido la habitación al lado.
Es más grande, pero no la tendremos enseguida.
Te pondremos un colchón en el suelo.
Esperemos que no tengamos que esperar mucho la habitación al lado.
¿Y José?
Está trabajando. Vuelve a las 7.
Creí ver desaprobación en sus ojos.
Hace muy buen tiempo.
¿Quieres lavarte?
Iremos al mercado juntos.
Podrás ver la ciudad.
Tengo trabajo.
Puedes hacer lo que quieras: leer o pasear.
Has visto dónde vivimos.
Es fácil encontrar la casa.
¿Qué hago?
¡Tíralo! O dáselo al chico.
¿Lo quieres, chico?
No.
¿Estás de vacaciones?
Ahora, sí. Pero vengo a vivir aquí.
¿Tus padres son de aquí?
Mi tío es de aquí.
¿Cómo se llama? Puede que le conozca.
Ramos.
¿Un español? No, no lo conozco.
¿Entonces, eres español?
Yo no. No es realmente mi tío.
¿Es el marido de tu madre? Tu padre, ¿está muerto?
¿Te gustó?
Sí.
A mí, no. No es creíble.
No me gustan las pelis de aventuras.
¿Vas al colegio?
Sí.
¿Te quedas aquí o te vuelves?
Me quedo, iré al colegio.
Muy bien. Si quedamos juntos, podremos ser buenos amigos.
¿Qué hace esta gente?
Se pasean.
¿Por qué en el mismo sitio? ¡Es una tontería!
No, es la tradición.
Es aquí donde los chicos conocen a las chicas. Es así desde siempre.
¡Es la última vez! ¡Ya os dije no hacer esto!
¿Por qué nunca vamos por las alamedas?
Es la cita de todos los imbéciles de la ciudad.
Pero todo el mundo va. Viejos, jóvenes...
Me dijeron que siempre fue así.
José todavía no tiene el divorcio.
Su mujer intenta perjudicarle.
Así que no puede exhibirse en todas partes.
Como me lo recelaba hace tiempo sin admitirlo,
mi madre había decidido no mandarme al colegio.
No lo entiendo, la enseñanza es gratuita.
Las clases, sí, pero no lo es todo.
Los libros, cuadernos, ropa...
Hay que vestirse para ir al colegio, lo sabes.
A tu edad, yo también tenía ambiciones.
Pero trabajo aquí todo el día.
Conseguimos comer todos los días.
No cae del cielo.
Y José...
él también hubiera querido tener una mejor posición.
Él no eligió trabajar la tierra de otros.
Ya se considera con suerte cuando encuentra trabajo.
Tenía cosas que decir, pero me callé.
¿Has pensado en lo que quieras hacer?
No.
¿Hay cosas que te interesan, no?
No lo sé, no tengo idea.
Hace tiempo, hablaste de radio, dijiste que era un buen oficio.
José puede buscar alguien
con el que puedas aprender mientras trabajas.
Conoce gente.
Pero no es fácil en una pequeña ciudad.
Mientras tanto, tienes que hacer algo.
Hemos pensado
que podrías ayudar a Henri, en el taller.
¿Qué, irás al colegio?
No sé.
El inicio se acerca.
Tus padres deben ocuparse aprisa de tu inscripción.
Se lo diré.
Hasta luego.
Ya sabía que evitaría volver a verle.
¿Conoces las herramientas?
¿Todas?
No todas, pero muchas.
¿Sabrás usarlas?
Creo que sí.
En este cajón están los accesorios, piezas sueltas.
Y aquí los catálogos, con los precios.
Tendrás tiempo de ponerte al día.
Voy a salir. Cuida del taller.
Volveré a mediodía.
Si alguien viene a comprar, dile que vuelva más tarde.
Si es una reparación, apunta lo que hay que hacer
Sobre esta libreta.
¿El patrón está?
Volverá.
La luz no funciona. ¿Podrías repararlo?
Déjelo, se lo explicaré.
¿Nadie ha venido?
Una cliente para este VeloSolex. La luz no iba.
Lo he arreglado.
Me parece bien. ¿Sabías hacerlo?
No, pero me las apañé.
La nota que hizo me pareció muy cara.
¿Te ha dado dinero? No debías aceptar.
No es él. Son propinas.
¿Sabes cuánto cobró de una reparación que hice solo?
¿Nos tomamos un aperitivo?
Una menta con agua.
Entonces, dos cervezas y una menta con agua.
Los domingos me daban una sensación de una nueva vida.
Pero no estaba a gusto.
Esta es de tu calibre, chico.
No, él es serio.
Entonces, quise ir al baile.
Sabes que no lo había pisado desde mi boda.
Lo primero es que con traje y corbata, me sentía ridículo.
Los jóvenes ahora, con sus pantalones sin arrugas y sus camisas...
siguen a las chicas y les meten mano al trasero.
"¿Bailas?", y ya está.
Antes habían modales.
Se miraba a las chicas antes de invitarles a bailar.
Y se necesitaba un traje, sin el cual ni te miraban.
Era la norma. Todo ha cambiado.
Y el servicio, ¿funciona?
Claro que funciona. El día que no funcione...
¿Qué tal el negocio?
Bromeas.
No sabría decirte cuánto hice el mes pasado.
Cuando pienso que dejé la compañía para instalarme por mi cuenta...
He pensado en emprender otra cosa con amigos.
Pero no puedo cerrar del todo el taller.
¿Tu aprendiz no te puede ayudar?
Échale a la calle si no sirve.
No puedo.
Es el sobrino de mi hermano.
¿No está el patrón?
No, no está.
Volverá pronto.
- Pasaba al lado y vine a saludar. ¿Qué tal? - Bien.
¿Su familia?
Bien.
¿Podrías levantarte?
No hay faena.
No es excusa.
Levántate. ¿Crees que das buen aspecto a los clientes?
No es un cliente, es amigo de usted.
No importa.
¡Levántate!
Son caraduras los críos ahora.
No tienen respeto hacia nada.
Intento mantener el mío en la escuela, pero no quiere saber nada.
Tienes tiempo, es pequeño.
Tiempo...
a su edad, mi padre me llevaba con él a trabajar la tierra.
Tú, ¿fuiste a la escuela?
Sí.
Ah, ves, trabajas como los demás. ¿Crees que trabajas mejor?
¿De qué sirvió? Para gastar el dinero de tus padres.
Lo sé. Debería haber seguido.
¿Seguido qué?
Los estudios. Seguir adelante.
Si hubieras sido capaz, habrías seguido.
No. No creo que sea por eso.
Quieres hacerte de listo, pero seguirás como nosotros, un don nadie.
¿Te acuerdas de lo que aprendiste? ¿Te acuerdas de algo?
Sí, un montón de cosas.
¿Te acuerdas del alfabeto?
Claro.
Dilo, a ver.
¿Qué? ¿Quiere que recite el alfabeto?
Ya que lo sabes...
ABCD...
¿Así se aprende el alfabeto en tu país?
Sí, ¿por qué? ¿Cómo se aprende en el suyo?
ABCDE...
Así se aprende el alfabeto.
Yo también lo aprendí así.
Coge el carro y ve.
¿Adónde vas?
Voy a coger el carro.
¿Y luego?
Me lo dirá Usted.
Cogía a propósito calles prohibidas a los vehículos.
Había tenido un sueño extraño.
En el que los meses pasados sólo habían sido una larga pesadilla.
Me había despertado en casa de mi abuela, feliz y aliviado.
Pasaba a menudo delante del taller.
Me acostumbré a sus pasadas, luego las esperé.
¿No te acuerdas de ella?
Es la hija del refugiado español.
Se parecía a las mujeres que me gustaban de las pelis americanas.
A menudo me dormía pensando en ella.
Hacía algunos días que estaban ahí, todas las noches a la misma hora.
No observé enseguida que el chico no era el mismo.
Quisiera una caja de parches y un tubo de disolvente.
Era enorme, todo ***.
Los cristales teñidos, de azul o de gris.
Habían 2 antenas, una grande delante y otra gruesa detrás.
Con puntos luminosos.
Las ruedas eran muy anchas.
Una antena era para la tele, la otra para el teléfono.
Me pregunto cómo se puede ver la tele conduciendo.
La gente decía que se puede conducir 20 años con tal coche.
Sin tener que levantar nunca el capó.
Este coche lo tiene todo.
Detrás, un escritorio.
Un bar, una nevera.
Y tu gilipollez, ¿también estaba?
No, ya que no es mío.
Sin embargo, cuando cuente esto a la abuela...
¿A la abuela? ¿Cuándo?
Cuando las vacaciones.
¡Conque decidiste tomar vacaciones!
¿Tomas tu decisiones solo?
No, sólo lo había pensado.
Hasta que tengas edad para hacer lo que quieras,
harás lo que se te diga.
Ya sé, tengo la edad de trabajar cuando los demás van al colegio.
Pero los que trabajan al menos cobran dinero.
Has perdido una oportunidad para callarte.
De no ser Henri
el hermano de José
hace tiempo que ya no estarías en el taller.
Quizá sería mejor.
Una butaca de arriba, por favor.
Rápido, que ya empieza la película.
Acaba de empezar.
Esta vuelta, de noche, ha sido maravillosa, Stephen.
¿Cuándo nos casamos, Stephen?
Mañana.
¿Qué día es hoy?
El 9 de marzo.
Es decir el noveno día del tercer mes del año.
Es una bonita noche de la que siempre me acordaré.
Le prometo que me casaré con usted el tercer día del noveno mes del año.
si todavía lo desea, claro.
Tendría derecho a odiarme.
¿Qué le estaba diciendo?
No podía oír.
¿Hay alguien?
¡Hola, del barco!
¿Hay alguien?
¿Tripulante de guardia, dónde está?
¿No hay nadie a bordo?
Para atraer su atención, respiré muy fuerte.
Hasta le resoplaba en el cabello.
¿Cree que pronto moriremos?
Usted dijo que no lo temía.
Este minuto es tan bello que me gustaría tanto retenerlo.
Quisiera disponer de un año, un mes, unos días...
Pandora...
es como un encantamiento
Fuera del tiempo, en la eternidad.
La eternidad...
¡Amor mío!
Una violenta tormenta se desató como ocurre a menudo en estas costas.
Nadie dudó que el barco había zozobrado.
Un accidente deplorable.
Nos decía, la víspera de su boda...
Nunca sabré por qué salí antes del final.
¿Y las chicas?
Las dejé al salir.
¿Cómo eran? No las he visto.
Viejas.
La tuya estaba bien.
No a plena luz.
Le había visto a menudo yendo a trabajar.
¿Por qué no vas al "4 fontaines"?
No lo sé.
Deberías venir. Se está tranquilo,
y no tienes que consumir, los "flippers" son buenos.
¿Que hiciste? ¿Fuiste al cine?
Sí, al Alhambra.
¿Que ponían?
Pandora.
Ya la vi. Es una película vieja.
¿Y tú, has ido al cine?
No, no encontré nada.
Quería relajarme, ver una peli bien hilvanada, bien dirigida.
Bueno, ¿vienes?
Bueno. Ahora, voy a transformarme.
Voy a vestirme de motorista.
¿Quién es?
Hace negocios con carburantes.
Es un viejo.
Sí, pero no como otros. A veces habla con nosotros sin problema.
Aquí tenemos al rompecorazones, Don Juan.
Tu amiga, tu mujer, pasa una vez y otra, 10 veces quizás...
Puede pasar tanto como quiere, he perdido bastante tiempo.
Puede ser, pero cuidado con el escándalo. Parece dispuesta a todo.
Además, ahí viene.
¡Ahí va, esta vez se monta el escándalo!
Salías con esta chica, os he visto.
Salí con ella durante dos años. Me presentó a sus padres.
¿Y entonces, la dejaste?
¿Qué quieres?, durante dos años no hice nada.
Los domingos, paseo con su madre...
Ibais al cine; yo os veía en las butacas, os besabais.
¿Qué te crees? Nos besábamos, pero siempre con la madre detrás...
Ni siquiera pude meterle mano en las tetas.
Con Fabrice ha cambiado de táctica, pero quiere siempre lo mismo.
¿Lo mismo?
Se quiere casar, nada más.
Todas quieren casarse.
No quieren acostarse antes, tienen miedo. Ya encontrará alguien.
Se puede casar con Longa.
¿No quieres casarte? Hay un corazón disponible.
¿Longa, invitas a una copa?
¿Vienes, has terminado?
Ves que no.
¿Vendrás al "4 Fontaines"?
Sí, claro.
De los chicos del café, era el único estudiante.
Lo había pensado, quería hablarle.
¿Vas al Liceo?
¿Te has examinado de bachiller superior?
No, a final de año.
Es muy importante. ¿Qué se puede hacer después?
Sólo con el bachiller, no mucho. Permite seguir estudiando.
Después del bachiller, ¿hay otra cosa?
Sí, la Universidad y las Escuelas Superiores.
¿Las Escuelas Superiores? ¿Qué son?
Escuelas que se llaman así. Todos no pueden ir.
¿Por qué? ¿Sólo los mejores tienen derecho?
No sólo los mejores; sobre todo, los enchufados.
Dime,
Si estudio solo en casa, seriamente, con rigor,
con libros, los libros necesarios, ¿me podría presentar?
Sí, todo está permitido.
Pero, ¿es posible, de verdad?
Posible, pero difícil.
Hay asignaturas que sólo se aprenden en clase, sin libros.
Y los idiomas extranjeros, muy difíciles también.
Ah, sí. Los idiomas extranjeros.
Pero todavía debería ser posible.
En un libro que leí...
En un libro que leí, el tío habla de sus años de Escuela.
Dice que cuando tenía 15-16 años, le estorbaba su profesor de francés.
Lo sentía con malestar, porque veía que...
cuando el profesor hablaba de la pasión,
en las obras de Racine y Corneille,
decía lo mismo cada año, daba el mismo curso;
y tras tantos años, las palabras que decía...
ya no tenían sentido, ni corazón.
Y a fin de cuentas, este profesor era el último...
...que podía hablar de esto.
Claro, lo había leído, aprendido, pero nunca lo hacía vibrar.
Mientras él, el estudiante,
sentía ya que iba a vivir durante su vida estas pasiones o similares.
¿Qué te parece?
Me parece que primero deberías desvirgarte la boca.
Bueno. Ahora voy al "4 Fontaines". ¿Vienes?
Aquí está Vilalangue.
¿Vienes al mar con nosotros?
¿Al mar, dónde?
A 15 Km. hay un baile este domingo a la noche.
No, no voy.
Prefieres encerrarte otra vez en un cine.
Prefiere dedicarse a sus pasiones.
Apaga este cigarrillo, no se fuma jugando al 'flipper'.
- ¿Por qué? - Porque distrae.
Otro 'Peppermint Jet'.
¿Puedo sentarme a vuestra mesa?
¿A qué te dedicas?
Trabajo con un mecánico.
Entonces te gusta la mecánica...
Para nada.
Entonces, ¿por qué lo haces? ¿Renta bien?
No.
Pero da mucho de sí:
están los recambios, los trabajos con y sin factura,...
Y están las propinas, pero eso, ni se cuenta...
Naderías.
De todas formas, mecánico u otro, todo es lo mismo.
Lo importante es tener cien millones a tus espaldas.
Luego, puedes hacer como yo: tomar 2, 3 Peppermint Jet todos los días.
Toda la vida, si te da la gana.
Porque sabes, yo, si no tengo 200 o 300 mil francos en el bolsillo,
tengo miedo a morir pobre, estoy angustiado.
¿Los tienes? ¡Enséñamelos!
¿No me crees? ¡Mira!
No querrás tocar, ¿verdad?
¿Ves mi mechero?
No lo hice a propósito, pero cuando doy fuego a una mujer,
...tengo que acercarme a ella.
Si más tarde me vuelve a pedir fuego,
...la tengo en el bote, las palabras sobran.
De todas formas, como mecánico has empezado bien.
A mi me obligaron a llevar camisas blancas desde mi primera comunión.
Así que, ves mi moto...
En cada avería, por mucho cuidado que tenga, estropeo la camisa.
Queda atrapada entre cilindro y cárter.
Una camisa blanca cada vez...
Así que ahora si se avería la moto, no la toco.
La llevo al mecánico.
Dentro de 10 años, habrá cada vez más gente con camisa blanca.
Y los chicos como tú se forrarán.
¿La conoces?
¿Y tú?
¿No te interesa?
¿Sabías que llevaba tanto dinero encima?
Sí, ya lo viste.
¿Cómo hace? ¡Tanto dinero!
Ya te dije, los negocios...
Entonces es verdad.
¿No vas al cine?
No.
¿Tienes otra cosa que proponer?
No, me quedo.
Yo me voy.
¿Adónde vas? Igual cambio de parecer...
No lo sé.
Son las niñas de Sainte Marie.
¿Habrá notado algo la vieja? Huía como si hubiera visto al diablo.
Henri cerrará el taller durante el verano. Te irás de vacaciones.
Lo deseabas tanto...
Sí.
Siempre consigues lo que quieres.
Lo demás no es importante.
¿No encuentras esto un poco exagerado?
Los quería así, los he pedido.
¡Tu cigarrillo!
¡Mierda, mierda, mierda!
Habrá que darlo a zurcir. Te costará caro.
¿Cuánto?
Una pequeña fortuna, pero no se notará.
Vamos a Sainte Marie. ¿Vienes?
¿Por qué no? Hay un bar, habrán chicas...
¿Adónde dijiste?
A Sainte Marie.
Un minuto.
Vuelvo ahora.
Mis amigos van a un pueblo. ¿Puedo ir?
¿Está lejos?
Unos 10 Km. ¿Puedo coger la bici de José?
Cógela, pero ten cuidado. No lleves nadie encima...
...y vuelve antes de las 8.
¿Y si los otros quieren quedarse allí?
¿Si vuelven tarde, hacia medianoche?
Los otros harán lo que quieran. Tú estás aquí a las 8.
Estaré.
El barquero no está. Hay que traer la barca.
No vamos a entrar todos. Cerveza y gaseosa, ¿todos de acuerdo?
Vale.
Nos repartimos los gastos.
Yo no quiero.
¿Qué esperas? No beberás...
Nos pasearemos en la carretera de Salinas.
Dejémosles beber. Sigamos a las chicas.
Me muero de sed.
Si esperamos, estamos perdidos.
¿Por qué dijeron por donde iban?
Para quedar.
Ni siquiera nos miraron.
Es una invitación, tengo costumbre.
¿Crees que fue calculado?
¡Claro! Con las chicas siempre es así. Les pides algo, dicen "no".
Les metes mano, se callan, o dicen "sí".
Estaba asustado. Intenté ganar tiempo.
¿Cuál eliges, la pequeña?
No, la alta. Pero la pequeña es muy guapa; tiene unos ojos...
Sí, los he visto.
Sainte Marie me había recordado a la chica con vestido blanco...
...que había acariciado en la verbena.
Viendo la pequeña que andaba delante,
recordé que era una de las cantantes del coro.
¿Qué haremos, qué diremos?
Habla del tiempo; lo importante es hacerlas reír.
Los otros no tardarán. Hay que ir ya.
¿No hubiera sido mejor esperarles?
En los negocios y en el amor, todo vale.
¿Tú crees que ellos habrían esperado?
Bueno, te dejo actuar. Atacaré luego.
Ataca enseguida, o perderás la ocasión.
Entonces, sí que iban por la carretera de Salinas...
Sí, ¿cómo lo sabía?
Cuando las vi pasar, pensé...
"Tienen que ir por la carretera de Salinas". No me equivocaba.
Y sus amigos, ¿los dejaron?
¿Nuestros amigos?, ¿qué amigos?
Los chicos que estaban con ustedes.
Ya veo. No son interesantes.
Si quiere un consejo, desconfíe de ellos. Si los encuentran, escóndanse.
¿No cree que es de usted que tendría que desconfiar?
Como quiera, pero no vengan a decirnos que no la hemos avisado.
¿Y su amiga, qué piensa?
Es mi hermana.
¿Su hermana?
Es verdad que se parecen, no me había fijado.
El agujero de su pantalón no está en su sitio.
Hace muy buen tiempo, hoy.
¿Qué tenía yo que contestar? No lo sabía.
Sí.
¿No dice nada?
No lo sé. No tengo nada que decir.
¿Por qué? ¿No tiene conversación? ¿Es usted tonto?
Quizás.
Pero usted puede hablar.
Quizá encuentre algo que contestarle, si no habla sólo del tiempo.
De costumbre son los chicos los que hablan.
Quizá sean malas costumbres.
Tenías razón, aquí están.
¿Son sus amigos?
La llegada de los otros me alivió.
Primero lo había esperado; luego, temido. Ahora, ya no sabía...
Escuchaba lo que decía. Parecía funcionar.
Esto era entonces lo que había que hacer.
Esta vez era tarde, había perdido la ocasión.
Apártate, vete.
¿Terminan ya estos murmullos?
Soy yo el que le ha dado coba, no tú.
Cuando me acerqué a ella, no sabía lo que le iba a decir.
Cerraba los ojos para borrar la presencia de los demás.
Si hubiera podido taparme los oídos...
Quería mirarla en silencio, pero enseguida me besaba.
¿Como te llamas?
Françoise. ¿Y tú?
Yo, Daniel.
¿Quieres que nos volvamos a ver?
Sí.
¿Vas a menudo a la ciudad?
Los días de mercado, con mi madre.
¿Vas sola?
No.
¿Cómo está tu hermano?
Bien. Viene este domingo.
El domingo, me habría ido para esas vacaciones tan esperadas.
Pero no me hacía ilusiones.
Probablemente los otros volverían.
¿Vendrás?
Sí.
¿Qué quieres?
Yo sabía lo que pensaba ella.
Pero no lo habían delatado mis ademanes.
¿Se habría acostado ya con un chico?
No.
¿No quieres?
No.
¿Por qué?
No se debe.
Sí, se debe.
No. Antes, hay que salir juntos.
Verse a menudo y casarse. Entonces, después...
Me sonaba haber oído esto.
Conocer de memoria estas palabras que salían de su boca.
¿Lo entiendes?
Sí.
Túmbate.
¿Por qué?
Por nada. Quiero mirarte.
¿Cuánto tiempo nos quedamos allí? ¿Dos horas? ¿Más?
Hice esta ropa yo misma. Mira el borde hilvanado.
¡Espérenos!
No debemos llegar al pueblo juntos, nos verían.
Voy a entrar con mi hermana. Esperad un momento.
Esta noche iremos al baile.
Pero cuidado, estarán nuestros padres.
¿Vienes a merendar?
¿Es todo lo que me cuentas?
¿Contar? ¿Qué?
Mira, aquí vienen tus amigos. Les dije que habías vuelto.
¿Vienes?
Buenos días.
Has crecido. ¿Continuaste los estudios?
No, trabajo. Soy mecánico.
Vamos al bosque.
Soy mas fuerte que tú.
Te dejé ganar. Me hubieras puesto mala cara...
Siempre ponías mala cara.
Es la llegada del tío ese que te salvó.
Ah, ¿tú crees eso?
No.
¡Para!
Bueno, ¿qué haces?