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Hacer realidad tus sueños,
a veces parece imposible.
Henry Ford sabía algo de eso.
Esta nave que ven detrás de mí es donde, de hecho,
Henry Ford empezó hace 100 años.
Obviamente Ford no siempre fue
una multinacional del automóvil.
Cuando comenzó, obviamente él no invento el auto,
Karl Benz lo inventó.
Pero Ford tuvo la idea de poner el auto al alcance de todos,
y tuvo la idea de crear la línea de montaje.
Algo nunca antes visto en esos tiempos.
Cuando lo hizo,
cambió en efecto la industria automovilística para siempre.
Ese tipo de cosas todavía puede suceder hoy.
Incluso ahora tenemos, claro, marcas
que son icónicas, gigantes, muy abrumadoras.
Al pensar en estas marcas detrás de mí,
éstas tienen un alcance impresionante en todo el mundo.
La distribución de Coca-Cola, los presupuestos de mercadeo, las grandes instalaciones.
Estoy seguro que si se suben a un avión y hacen un viaje sobre África,
saltan del avión en paracaídas y aterrizan en algún sitio en África,
donde puede que no haya electricidad,
ni comida, ni agua,
pero en un radio de 8 km probablemente encuentren una Coca-Cola.
Así de poderosos son.
Entonces cuando un tipo de repente tiene una idea
de empezar otro refresco,
que no solo sabe bien
sino que además da energía,
está a punto de hacer algo diferente.
Ese fue Chaleo quien empezó Red Bull.
La gente le decía que estaba loco,
que nunca podría lograrlo.
Él sabía o probablemente pensaba, que era casi imposible.
Aun así se arriesgó y lo hizo.
Creyó en su sueño, tuvo las agallas
para salir y hacerlo.
Richard Branson, *** Airlines.
Cuando se le ocurrió empezar una nueva aerolínea,
no hace muchos años de eso.
Nada más piensen lo que cuesta comprar aviones, obtener las licencias.
Todo lo que involucra.
Obtuvo una licencia y un avión.
Su razón de hacerlo fue porque
cuando volaba sentía que había
algo más que podía ofrecer al cliente,
cambiar algo, hacerlo más divertido.
Quizá se podía poner un bar dentro del avión donde beber.
Quizá tener un estilista en la sala,
cosas que nunca se habían hecho antes.
Y de hecho, se pueden hacer esas cosas.
Empezó *** Airlines.
Y hoy, es quizá una de las más famosas aerolíneas del mundo.
Y por último: Dyson.
Él inventó una aspiradora nueva,
porque pensaba que las demás eran una porquería. (Risas)
En cierta forma sí.
Pero inventó, claro, una sin bolsa.
Anduvo presentado su sueño, este invento
a todos los fabricantes de aspiradoras.
Todos lo rechazaron y se rieron de él.
Le decían: "Nunca va a funcionar".
Entonces lo que hizo fue obviamente empezar él mismo.
Años más tarde, se convirtió en el vendedor líder de aspiradoras,
aquí en EE.UU. y en muchos otros mercados del mundo.
Y los mismos que lo rechazaron, hoy le copian.
Lo que muestra que es posible salir adelante,
incluso hoy y hacer el sueño realidad.
Es posible si se corre el riesgo.
Tenía yo 8 años y estaba sentado en el asiento trasero
del Saab 96 de mi papá, en Dinamarca.
De repente vi un Maseratti plata pasar
y tuve mariposas en mi estómago.
Tienen que imaginárselo.
Dinamarca era un pequeño país socialista,
donde ver algo como un Maseratti
era como ver un OVNI o Pies Grandes.
Era muy raro. (Risas)
En ese momento eso fue un gran evento,
supé que quería hacer algo con autos.
No sabía si iba a ser ingeniero,
no sabía si iba a lavar autos,
construírlos o venderlos.
Solo sabía que quería hacer algo
con esa fascinante cosa llamada auto.
Lo que hice fue dibujar autos sin parar,
mucho más allá de mi edad, por decir.
En la escuela, en lugar de tomar notas, dibujaba autos,
tal como ese cuaderno que ven ahí.
Con el tiempo tuve una reunión con una consejera,
cuanto tenía como 12 ó 13 años.
Recuerdo que me preguntó,
"¿Qué quieres ser de mayor?"
Contesté: "Quiero ser diseñador de autos" y me dijo,
"No existe algo así como un diseñador de autos, pero puedes ser un ingeniero".
Eso fue muy desalentador, pero mantuve mi sueño vivo.
Seguía dibujando a escondidas por aquí y allá,
inclusive en la universidad lo hice.
Con lo cual no me fue muy bien en la escuela.
Pero después de la universidad conseguí un trabajo
lo más cercano posible, un artesano técnico.
También en ese trabajo empecé a dibujar autos,
Con el tiempo mi papá me dijo, "Bueno,
¿por qué no le escribes a una automovilística?"
Eso hice y escribí a Volvo diciendo,
"Me gustaría ser un diseñador de autos".
Porque en Dinamarca, no hay industria automovilística.
Y Volvo me contestó diciendo:
"Verá, no tiene la formación,
pero podemos recomendarte una escuela en California
llamada Escuela de Diseño en Pasadena".
Tienen una sucursal en Europa,
en Suiza, que es la misma escuela.
Entonces agarré todos mis dibujos,
los eché en mi viejo y oxidado Alfa Romeo,
que es como un Honda europeo,
para aquellos que no lo conocen.
Está un poco mejor.
Manejé hacia Suiza
y me aceptaron en esa escuela.
Unos años después, empecé en BMW,
en Munich, Alemania.
Y ahí fue cuando en realidad empecé
a aprender de la industria del auto
y lo complicado que es.
Y mi sueño de crear mi propia compañía,
como que se desvaneció tan rápido como supe
de los cientos de millones de dólares,
era muy complicado.
Pasé un tiempo emocionante.
Diseñé un BMW Z8, un auto deportivo,
que luego apareció en una película de James Bond,
algo que rebasó mis sueños,
hasta que vi que en la película lo cortan a la mitad.
(Risas)
Luego emigré a Aston Martin e hice un par de cosas ahí.
El punto es que sí aprendí de la industria.
Llegué a hacer algunas cosas fantásticas,
pero sigo pensando que deber haber algo más.
Me di cuenta que la pasión que tuve de niño,
con eso autos fascinantes.
mirando los autos que he visto en los últimos 20-25 años,
un pedacito de esa pasión como que ha desaparecido.
Vean algunos de los tres autos de mayor venta hoy...
soy diseñador de autos y apenas puedo decirles cuál es cuál.
Lo que pasó en los últimos 20 años es
que los autos se convirtieron en algo más que un electrodoméstico.
Solían ser todo emoción y diversión.
Y solían ser relativamente barato mantenerlos.
Pero hoy son un electrodoméstico.
La gasolina es cara.
En algunos países les cobran impuestos.
Y encima de eso, empezamos a sentir un poco de culpa
por manejar un auto.
Porque contamina,
usan mucha gasolina.
Entonces pensé, "¿qué tal si pudiera crear un auto
que considere todos los aspectos ambientales,
que sabemos es posible y en esencia
unirlos con el lado emocional de un vehículo.
¿Por qué los autos eléctricos o pequeños,
o eficientes de combustible siempre tiene que verse burdos?"
"¿Por qué no podemos hacer un auto bello, precioso?"
Los 'qué tal si' estaban diciendo en realidad,
en lugar de un techo normal,
qué tal si pones un panel solar en el auto
que pueda servir para cargarlo.
Saben, cuando trabajé en Aston Martin,
como todos los fabricantes de auto que iban a Brasil
recogíamos madera en Brasil,
la traíamos de vuelta, y la flameábamos,
la lijábamos y una vez laqueado la poníamos en el auto.
Me dije, "Qué tal si la madera proviene de los incendios de California,
no necesitamos flameadores, ya está hecho". (Risas)
En ese momento sonaba curioso, pero podía hacerse.
Fue algo en lo que pensé.
También pensé,
si se piensa cómo diseñar un auto,
en realidad no ha cambiado en los últimos cientos de años.
Cuando primero desarrollamos autos,
veían un auto en un solo camino en medio de la nada.
Y todavía así es como se ve la publicidad hoy.
Se suben al auto y conducen en un camino abierto y libre.
Pero la realidad, claro, es que estamos sentados en el tráfico
como pueden ver aquí detrás de mí.
Esa es la realidad.
Así es cómo muchos de nosotros conducimos todos los días al trabajo.
Pensé, "qué tal si se pudiera crear un auto en el que,
cuando están en el tráfico escuchando música,
con el aire acondicionado puesto, necesitan energía.
¿Qué tal si solo es eléctrica?
Y qué tal si, en aras de querer libertad,
si quieres conducir de Los Angeles a Las Vegas,
o Nueva York o San Francisco,
después quizá de 80 km, el motor de gasolina se enciende
y se crea electricidad mientras conduces".
¿Por qué no hacemos eso?
Así pensé que debía haber una forma de poder hacer eso.
Mucha gente, claro, cuando uno habla de estas ideas
empiezan a decir, "No se puede, es imposible".
Están los escépticos, pero yo sigo diciendo, "¿qué tal si?"
Decidí que iba a correr el riesgo.
Una de las dos cosas que me inspiraron fue,
primero que nada, que todos decían que no se podía.
Eso me dio como fuerzas extras.
Y lo segundo fue que pensé
que incluso las automovilísticas más grandes del mundo
seguían siendo dirigidas por humanos.
De hecho, cualquier multinacional gigante del mundo. (Risas)
Parecen gigantes,
pero detrás de ellas hay un ser humano.
Yo soy un ser humano y estos tipos,
necesitan dormir, comer y hacer todo lo demás que hacemos.
Y tienen los mismos problemas.
Entonces pensé, "¿Por qué no podría hacerlo?"
Eso fue parte de mi sentimiento que me permitió correr el riesgo.
Bueno, cuando estás parado en el precipicio,
y estás listo para saltar al mar...
y cuando hice eso, vi una isla a lo lejos
y sentí que podía llegar nadando.
Tan pronto como salté al mar,
de repente la isla se alejaba. (Risas)
Queda claro que no es tan fácil como se dice.
Y "noticia" nunca es fácil.
Pero para quienes corremos el riesgo
y saltamos al mar,
pienso que no importa.
Seguimos sintiendo que la búsqueda del sueño lo vale,
Vale la pena.
Una de las razones para mí es porque
los escépticos allá afuera,
raramente son los que construyen.
Y aquellos que son escépticos
nunca son los inventores.
Sentí que había una posibilidad
de ir contra los negativistas,
correr el riesgo, salir
y seguir tu sueño y dejarlos atrás.
Porque hay muchos de nosotros
que creemos que los sueños son posibles.
Y con eso... muchísimas gracias.
Lo aprecio. (Aplausos)
Gracias.
(Aplausos)