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Mi nombre es Evan
y soy artista de profesión, pero también me considero un hacker.
No veo esto como dos cosas separadas de una misma práctica
sino como algo que abarca toda mi obra.
Y ese es el caso...
tuvimos un montón de proyectos diferentes
y mi obra se divide en tres segmentos.
Uno de ellos es el del espacio público
que ocurre afuera o en la tecnología
a menudo en colaboración con graffiteros.
Este trabajo es de una serie llamada "Pinturas a propulsión".
Otro aspecto de mi obra transcurre en espacios artísticos más tradicionales
como galerías y museos y está
hecha con materiales más tradicionales como grabados, lienzos y esculturas.
Y la tercer rama de mi obra existe completamente en la web
y es una obra inspirada y creada específicamente para el navegador web.
Esta es de una serie llamada "Composiciones de un .GIF"
Y puede que parezcan medios muy diferentes
y lugares muy diferentes,
pero los veo a todos conectados por esta noción del 'hack'
y de la filosofía de las comunidades de hackers.
Por eso me gustaría
presentarles hoy mi obra en el contexto del hack
pero quizá, aún más importante, cómo podemos aprender de los hackers
y aplicar eso a cosas que ocurren fuera del ámbito de la programación,
fuera del ámbito del software y de las pantallas de computadora.
Y me gustaría hacerlo mirando
cómo se define a sí misma la comunidad de hackers
y cómo ha definido la gente el significado de esta palabra
porque no es una palabra fácil de definir. Es más fácil decir lo que no es.
Y la comunidad de hackers, de la que hablaré hoy
que creció con el movimiento de código abierto comparten al menos una cosa
y es que no se trata de robar claves de acceso o tarjetas de crédito
a pesar de lo que los medios de noticias y entretenimiento,
intenten mostrarnos a menudo.
Los hackers suelen llevar ese mote con orgullo.
Esta palabra —de eso hablaré en cierto modo—,
se sale fuera del software porque empezó fuera del software.
La palabra fue acuñada en 1959
en el Tech Model Railroad Club del MIT donde redactaron su primera definición.
Y parte de esa primera definición reza:
es "un artículo o proyecto sin un final constructivo".
La imagen de la parte superior ["IGNORAR ESTA SEÑAL"] es de un artista urbano
llamado Brad Downey.
Un actor importante en la definición tanto de la cultura hacker
como de la cultura de código abierto;
se solapan tanto que es muy difícil hablar de una
sin hablar de la otra.
Este caballero, Linus Torvalds, creador de Linux,
al hablar del código abierto dice:
"Siempre he visto al código abierto como una forma de hacer del mundo un lugar mejor.
Pero más que eso, lo veo como una forma de diversión".
Y esta noción de diversión
atraviesa la comunidad de hackers
y creo que es un motivador que a veces
es más interesante que una motivación económica.
Y buscando en varios documentos de hackers
al preparar esta charla
encontré repetidamente la expresión "astucia lúdica"
que creo es muy cierta en las comunidades de hackers.
Es algo que veo en el arte de otros hackers que disfruto.
Esto es del artista holandés Helmut Smith.
Se llama arco iris.
Wikipedia, por supuesto, tiene una definición para el término "hack".
Wikipedia en inglés dice: "exponer o añadir funcionalidad a un dispositivo
que no fue diseñada para usuarios finales por parte de la empresa que la creó".
Y es aquí que, creo, empiezo a ver la conexión con el graffiti.
Si pensamos en la empresa Krylon, nunca tuvo la intención de que la gente
usara su producto en la propiedad de otra gente.
Esta es una intervención brillante o tremenda, dependiendo de su punto de vista sobre el graffiti,
pero no obstante ha cambiado el aspecto de la mayoría de nuestras ciudades.
Mi fascinación por el graffiti es en realidad una fascinación por los hackers.
Creo que los graffiteros son una de las comunidades de hackers
más interesantes de nuestra generación.
Y cuando recibo inspiración al enamorarme del gran graffiti
no se debe a lo bien pintado que esté
o a la cantidad de colores que tiene.
Tiene que ver con la ubicación de las letras.
y con los sistemas que abordan.
Y esto es algo inherente al graffiti desde el comienzo.
No estoy seguro de si los graffiteros se consideran hackers
pero si vemos cómo nació el graffiti
en Nueva York y en Filadelfia en los años 60 y 70
en las estaciones de metro, es un 'hack' brillante.
Era un grupo de personas que explotaba un sistema
para algo que no fue pensado:
transportar arte en vez de transportar personas por la ciudad.
Por eso cuando trabajo con graffiteros
—esto también lo hago—
se trata menos de pintura, menos de rociar de tinta
y más de intervención urbana.
Esto es de un grupo que cofundé llamado Graffiti Research Lab;
la obra se llama L.A.S.E.R. Tag.
Y esta noción del uso no previsto, por supuesto, tiene ramificaciones
dentro de la comunidad hacker aparte de la pintura con aerosol.
Creo que el uso no previsto es una lente
con la que podemos mirar todas las tecnologías
y, en especial, a esas tecnologías ridículas como las aspiradoras robóticas.
Tiende a ponerse mucho más interesante
cuando bajamos a la tecnología del pedestal
y empezamos a faltarle el respeto con creatividad.
Creo que cuando uno le da cuchilladas con cinta a cualquier cosa
se vuelve más interesante.
Esto es de un meme de Internet llamado Doomba.
Eric S. Raymond es un actor clave en la definición de la cultura hacker
y en la difusión de la cultura hacker.
Él se autodenomina hacker, desarrollador de software y escritor.
En 1997 escribió un ensayo llamado "La catedral y el bazar".
Y en este ensayo usa
estas dos metáforas de la catedral y el bazar
para hablar de dos enfoques muy diferentes del desarrollo de software,
siendo la catedral de arquitectura simple y diseño verticalista
y, el bazar, un diseño que no tiene un único plan;
un diseño que congrega a muchas personas
que actúan colaborativamente o bajo sus propios medios autónomos
y sin embargo juntos improvisan algo que no tenía un plan único,
y que es este modelo de bazar
que encuentro tan interesante y aplicable a la comunidad artística.
Eric Raymond en "La catedral y el bazar"
habla mucho del surgimiento de Linux,
habla mucho del genio de Linus Torvalds,
y dice que el genio de Linus no tiene nada que ver con la escritura de código
y sí todo que ver con
divisar el camino más rápido entre dos puntos
y con ser "perezoso como un zorro".
Por eso, cuando me encuentro trabajando arduamente
siempre trato de canalizar mi interlinealidad
y de regresar a esto de ser "perezoso como un zorro"
para hacer el trabajo.
Un ejemplo de eso...
este es un artilugio para aviones
y consta solo de un precinto que sujeta los dos asientos delanteros.
Se llama "cómo evitar que esos hijo#%as reclinen el asiento".
(Risas)
Ahí estoy canalizando mi linealidad.
Tratando de ser "perezoso como un zorro".
Gracias. (Aplausos)
Eso es parte de la intervención.
Se trata de lograr el mayor impacto con el menor esfuerzo.
Eric Raymond también escribió otro documento,
probablemente el más apegado a la definición de hacker
llamado "¿Cómo hacerse hacker?"
Y para ilustrar esta conexión que veo entre lo que está ocurriendo
en las comunidades de hackers y lo que pasa en las de artistas
haré una intervención muy simple a este documento que escribió Raymond.
Veré el código fuente de esta página
lo copiaré todo en un documento en blanco
y con esto haré operaciones de buscar y reemplazar;
reemplazaré todas las referencias al término hacker por la palabra artista.
Y lo guardaré como un nuevo documento, una nueva página web
y en vez de "¿Cómo hacerse hacker?" será "¿Cómo hacerse artista?"
Y cuando lo abramos nuevamente veremos
las palabras de Raymond
aplicadas al quehacer artístico en vez de al hacking.
Y si miramos nuestro documento "¿Cómo hacerse artista?"
aquí dice:
Paso 1. "El mundo está lleno de problemas fascinantes
que esperan solución.
Ser artista es muy divertido,
pero es de esas diversiones que llevan mucho esfuerzo".
Uno de los problemas fascinantes
en los que he tenido la suerte de participar en el equipo de la solución
es un proyecto llamado EyeWriter.
EyeWriter es una colaboración originalmente entre seis hackers y artistas
para trabajar con Tempt One, que aparece aquí.
Tempt One es un graffitero, un activista,
que hace 8 años quedó paralizado con ELA, la enfermedad de Charcot.
Él sólo tiene movilidad en los ojos.
Los ojos son su único medio de comunicación.
Por eso nuestro equipo se congregó para hacer un sistema que le permita a Tempt
y, en efecto, a otras personas escribir graffiti con los ojos
y volver a hacer arte.
El propio Tempt es hacker, y formó parte de los graffiteros
que en los 90 usaron el sistema de autopistas de L.A.
como lugar para escribir graffiti.
De modo que el proyecto EyeWriter consistió en hacer una herramienta
para ayudarle a Tempt y luego a otros
a volver a hacer arte con solo el movimiento de los ojos.
Volviendo rápidamente al documento "¿Cómo hacerse artista?"
Paso 2. "Ningún problema debería resolverse dos veces".
Para comportarse como artista, uno tiene que creer que el tiempo de reflexión
de otros artistas es precioso...
tanto como que uno tiene casi una obligación moral
de compartir información, resolver problemas y luego compartir las soluciones
para que otros artistas puedan resolver nuevos problemas
en vez de tener que volver a abordar a perpetuidad los viejos problemas.
Y esta es la razón por la que el modelo del bazar
resulta de tanto interés en el quehacer artístico
porque uno puede tomar lo que otros dejan.
El sistema EyeWriter es abierto en todos los aspectos que conocemos.
Es hardware abierto que corre software libre
y graba en un formato abierto de datos llamado lenguaje de marcado de graffiti.
Estos son ejemplos hechos por Tempt con el sistema.
Se guardan en este formato abierto de archivos para que lo puedan tomar otros artistas
de donde lo dejamos.
Esta es una intervención de otro artista, llamado Goian Levin.
Él hizo este sistema que lee los datos hechos por Tempot con sus ojos
y controla un brazo robótico que tiene un marcador gigante y extrae esos datos
y pinta la pared con tinta.
De modo que al trabajar de esta forma abierta en prácticas artísticas
uno termina en lugares que nunca habría esperado.
Bueno, volvamos rápidamente
al documento "¿Cómo hacerse artista?".
Paso 3. "El aburrimiento y la monotonía son malos".
Los artistas (y las personas creativas en general) nunca deberían aburrirse
o trabajar en obras tontas y repetitivas
porque de ocurrir eso
significa que no están haciendo lo que solo ellos pueden hacer:
resolver nuevos problemas.
Este derroche hace daño a todos.
Por eso, aburrimiento y monotonía no solo son desagradables, sino, en realidad, son un mal".
Y un lugar en el que no me siento a gusto y en el que enfrento al mal
es en la seguridad aeroportuaria.
Viajo mucho por mi práctica artística y en 2005 hice una obra
hice un hack para tratar de abordar este problema.
Se llama comunicación TSA.
Es de configuración muy simple.
Pongo un pensamiento gravado en acero inoxidable
lo coloco en mi bolso de mano, lo mando a la máquina de rayos X
para que en la otra punta las fuerzas de seguridad
lean el mensaje que les dejé.
(Aplausos) Gracias.
Así, esto se volvió parte de mi rutina de viaje.
Tomo un mensaje y lo pongo en mi bolso de mano
y al ver nuevamente esta obra
para mí esto muestra el paralelo que existe entre hacer arte y el hacking.
Ambos tienen esta especie de capacidad esencial
de alterar el entorno por completo.
Y ese simple movimiento de poner algo nuevo en mi mochila
cambió completamente mi relación con los viajes:
pasé de un papel pasivo a un papel activo.
Bien, el siguiente y lo último con los que los dejaré
de "¿Cómo hacerse artista?" de Eric Raymond es:
"La libertad es buena.
Los autoritarios prosperan en la censura y el secreto.
Y desconfían de la cooperación voluntaria y del intercambio de información;
sólo les gusta la cooperación que controlan.
Por eso, para hacerse artista uno tiene que desarrollar
una hostilidad instintiva a la censura, al secreto,
y al uso de la fuerza o el engaño para obligar a adultos responsables.
Y uno tiene que estar dispuesto a actuar bajo esa creencia".
Y esta noción de libertad ya sea que hablemos de software libre
o de libertad de expresión
es algo que forma parte de la comunidad de hackers
y es parte del hilo conductor de mi obra.
Y como última obra me gustaría mostrarles
algo nuevo que acabo de terminar hace dos meses;
la obra en realidad se llama libertad de expresión y, como algunos de mis otros proyectos,
es un sistema abierto muy simple que consta de un furgón,
un gran número de teléfono móvil, la palabra "free",
y un cursor que apunta de ese número
a un gran altavoz montado en el techo del furgón.
Es una estructura abierta y sin censura
a la que todo el mundo que ve el número está feliz de llamar.
Les mostraré solo unos 30 segundos
de lo ocurrido en Viena hace dos meses.
(Video) "¿Hola? Hola".
"¡Soy el campeón!"
"Hola". (Risas)
"Vete a la m#%a, a la m#%a".
(Risas)
"¡Laura, te amo!"
"¡Hola!" "Lindo. Formidable. Buenísimo". (Fin Video)
(Aplausos) Gracias.
(Aplausos)
Supongo que muchas personas
que recibieron esta posibilidad inesperada de decir algo, no dijeron cosas
quizá de lo más innovadoras,
quizá no sea una oratoria que revolucione lo conocido
pero al revisar la documentación
de esta obra me han gustado estas reacciones
porque lo que se ve en ellas es a personas que reaccionan honestamente
cuando se les brinda poder.
Y esta idea de dar poder es la razón por la que creo
que la comunidad de hackers tiene tantas ramificaciones
fuera de la informática.
Es una forma de llevar estas tecnologías, ya sea alta tecnología
como el rastreo ocular o tecnologías muy, muy elementales
como los precintos de plástico; se trata de transformar estas tecnologías
en tecnologías que dan poder.
Por eso me gustaría dejarles una invitación
a que hagan sus propias búsquedas y reemplazos en el documento
"¿Cómo hacerse hacker?" de Eric Raymond.
Hablé de cómo veo yo estas conexiones entre el hacking y el arte
pero los invito a que pongan sus propios intereses
ya sean educativos, comerciales o políticos.
Y creo que cualquier campo que toque la innovación,
cualquier campo que toque la creatividad
tiene mucho que aprender de esta comunidad que se autodenomina hacker.
Gracias. (Aplausos)