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Negacionismo Climático – Chorrada de la Semana con Peter Sinclair
Durante dos décadas de guerras sobre petróleo y recursos,
la industria de combustibles fósiles ha recibido mucha mala prensa.
Pero los negadores climáticos también son personas
y necesitan sentirse bien consigo mismos y con lo que hacen.
Así que han trabajado duro para superar sentimientos de culpabilidad.
Me merezco cosas buenas.
Tengo derecho a mi parte de felicidad.
Me niego a darme una paliza.
Es una defensa que llamo ‘negación terapéutica’:
la insistencia en que lo que realmente quieren es que el mundo sea un lugar mejor,
como se ve fielmente reflejado en la película ‘El gran fraude del calentamiento global’
En occidente, no podemos ni imaginarnos qué difícil es la vida sin electricidad.
La esperanza de vida de la gente que vive así es espeluznantemente corta,
su existencia empobrecida en todo sentido.
La implicación es que actuar sobre el clima hará que los pobres empobrezcan aún más.
Pero la verdad es que los más pobres del mundo,
quienes menos han contribuido a la contaminación por gases de efecto invernadero,
están viendo los impactos primeros y más graves.
El calentamiento no trata solo de osos polares y derretimiento del hielo.
Ahora, los científicos dicen que podría causar una crisis alimentaria mundial
a largo plazo que empequeñecería a la crisis actual.
Investigadores de clima y de seguridad alimenticia muestran
que temperaturas más elevadas en la temporada de crecimiento
harán bajar el rendimiento de los cultivos, primero en los trópicos y subtrópicos.
Hablamos de reducciones muy grandes de los rendimientos, en el orden de 20, 30, 40%.
Los modelos climáticos muestran una devastación creciente en años futuros
pero trabajadores sociales y de socorro sobre el terreno nos cuentan
que el cambio climático ya está afectando a los pobres más pobres, hoy.
Donde se juntan Senegal y Mauritania siempre ha sido
un lugar donde crecían cereales y pastaba ganado.
Pero ahora, los que viven aquí dicen que los alimentos se vuelven siempre más difíciles de conseguir.
La razón es el avance del desierto.
En años pasados teníamos suficiente comida aquí para que dure un año
y solíamos vender lo que nos sobraba para ganar dinero.
Ahora, ni siquiera tenemos suficiente para nosotros mismos.
Pero por encima y más allá del desierto y la sequía,
el cambio climático siempre está interactuando con otros factores para multiplicar las consecuencias.
Subamos y miremos el Himalaya.
Y observaremos como, mientras el calentamiento global les hace derretir, baja más agua,
las áreas deforestadas aquí en el Terai serán incapaces de absorber el caudal
porque los árboles son como pajas que chupan el agua estacional suplementaria.
Y navegamos hacía abajo, echamos un vistazo a Bangladesh
y veremos qué será el impacto de un incremento doble de agua,
llegando desde el norte y luego los mares que suben desde el sur.
Se espera que el nivel del mar suba como mínimo entre 50 cm y 1 metro.
acoplado a un aumento de la afluencia de la Himalaya.
Aquí en Bangladesh algunos creen que el cambio climático global
ya podría estar teniendo un efecto profundo.
Delwa Huseyn es un agricultor con un gran problema: no le queda tierra.
Donde antes pastaba su ganado, ahora, pescadores echan sus redes.
El aumento de la erosión fluvial le ha forzado otra vez más a abandonar su casa.
“Si se habla de los daños, pues, el agua se ha llevado todo”, me cuenta,
“hoy día, la marea es mucho más alta”.
La temporada de los monzones va desde principios de julio hasta finales de octubre
y estamos aquí ahora al principio de agosto
y algunas regiones han visto la mitad de la precipitación anual en dos días.
Y es probable que reciban más lluvia en las semanas y los meses a venir.
La inundación ocurre más a menudo ahora, comparado con antes.
En el pasado, la inundación solía venir más adelante en el año, ahora viene antes y más rápido.
Cuando viene, el agua se retira mucho más tarde.
Antes solía retirarse rápidamente, ahora tarde tres meses en irse.
Pero Bangladesh solo es una de muchas áreas afectadas
por múltiples factores que están interactuando.
Solíamos recibir 5 a 6 meses de lluvia, pero ahora, la temporada de lluvias es mucho más corta.
A veces pasamos 3 o 4 noches sin comer. Nos acostamos con hambre.
Si no viene la lluvia, no podemos trabajar la tierra.
¿Si la lluvia no quiere caerse, la vida merece ser vivida?
Estos días, los arrecifes alrededor de Kapoposang se están degradando.
Si los arrecifes siguen degradándose, no quedarán peces ahí.
Entonces, si no se puede pescar, ¿qué vamos a hacer aquí en Kapoposang, si eso pasa?
No nos quedará nada que hacer.
La frecuencia y gravedad de la sequía parece aumentar año tras año.
Los mecanismos de afrontamiento tradicionales de las comunidades, como las migraciones estacionales
de áreas afectadas por la sequía a áreas de abundancia, ya no pueden sostenerse.
Y echen un vistazo a esto.
Se espera que hasta 100 millones de refugiados de Bangladesh pudieran migrar a India y China.
Los negadores climáticos comprometidos nunca dejarán
que los hechos les saquen de su mundo color de rosa.
Pero las consecuencias de cientos de millones de refugiados sin techo,
hambre y guerras sobre agua en regiones donde gobiernos inestables poseen armas nucleares
están siendo ahora modeladas por gente seria: el establecimiento de la defensa del mundo,
un tema que trataremos en un futuro Negacionismo Climático – Chorrada de la Semana.