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El 16 de noviembre de 1977 era el día que mas había esperado
doña Hilda Gutierrez Mondaca.
Nacía Bernardo Adrián, su segundo hijo.
Bernardito Adrián fue el segundo niño que yo tuve, cuando nació
yo no me sentía muy bien y lo único que le pedía a Dios
era que me diera un niño sanito.
Nosotros íbamos a hacer lo posible por ayudarlo,
considerando el hecho de que somos un país chico en que
estos casos no se dan con frecuencia.
Cuando me lo pasaron después del parto y lo vi,
me dio susto y pensé que era un monstruo,
yo creía que no era mi hijo y no lo quería ver, no quería estar con él.
En Estados Unidos y en Europa este caso es bastante común,
el año pasado, podemos hablar de cifras, el año pasado el 30 %
de los niños nació con esta malformación.
Efectivamente, Bernardo Adrián había nacido sin su cabeza.
Lo único que quiero es que el pueda ser un niño como todos
los otros, que pueda correr como los otros niños,
que pueda jugar, ahora está aprendiendo a andar en bicicleta.
A los cinco años, cuando todos los niños normales juegan,
ríen y bailan Bernardo Adrián iniciaba un calvario
de dolor y esperanza.
Todos lo molestaban a el, le decían el cara de na' (nada)
pero yo consolaba a mi niño, si mi niño es muy choro.
El quería luchar, el quería ser como los demás, quería vivir
una vida como todos.
Toda esta lucha y valentía tuvo finalmente su premio,
el 16 de noviembre pasado Bernardo Adrián
cumplió su sueño.
Gracias al patrocinio de la televisión y nuestra institución
pudimos, pudimos entregarle a Bernardo lo que el tanto quiso
desde siempre, su cabeza.
Estamos re contentos con la nueva cabeza, el está
tan contento, se mira al espejo, oiga si lo viera, se mira al espejo
todo el día y me dice mami cierto que soy lindo y yo le doy besos
porque es mi hijo y porque yo lo quiero.
Realmente impactante, realmente impactante, pero hoy están aquí
con nosotros, Bernardo Adrián y doña Irma vienen acá a
este estudio con la nueva cabeza del muchacho,
doña Irma asiento, ¿cómo está usted?
Mucho gusto siempre había querido conocerlo.
Bienvenida a nuestro programa.
Bernardo ¿qué tal como estás?
Dame la mano.
¿Cómo estás?
Feliz con esta nueva cabeza.
Si usted supiera lo dichosos que somos ahora nos ha cambiado
tanto la vida, estamos tan contentos tenemos que
agradecérselo a usted y a todas las personas que han hecho
posible esto porque mi Bernardito Adrián es un niño tan feliz
tan feliz.
Y tu Bernardo Adrián ¿cómo te ha cambiado la vida?
Está pololeando me contaron.
Está pololeando, está pololeando.
Se conoció en el instituto de acéfalos con una nueva, con una
niña de allá me contaba, con Carolina.
Si está tan contento, tan contento.
Yo quería decir que Instituto Aplaplac ha dado una beca
para que Bernardo Adrián estudie computación y utilice la nueva
cabeza que ha recibido en pensar, todos estos programas,
un aplauso para Aplaplac.
Es realmente impactante la emoción de una madre y la de
su hijo, la expresión de felicidad de sus rostros y todo esto
gracias a la magia de la televisión, pero el show debe continuar.
Vamos con el humor, Tato Molina y su show gracias,
gracias chao, hasta luego, nos vemos, nos vemos mañana.